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Otru comentariu a De los sueños hicimos pesadilla

D'una llectora: A por la tercera edición. No se me quita de la cabeza el sufrimiento de la familia de tantos asesinados y desaparecidos. Mi güelina tenía un hermano que desapareció, era radiotelegrafista de los rojos y se murió con la pena de no saber dónde le llevaron. Un día antes de desaparecer, mi madre, a la que tú conociste, fué a verlo al cuartel y a llevarle algo de comida, mi madre tenía 13 años, y mi güelina era muy conocida en Mieres, el capitán de la guardia civil era allegado a la familia pero nada podía hacer, cuando mi madre lo vió se impresionó de las malas condiciones en las que estaba, le dió el paquete que sí le permitieron comer y al irse mi madre el tío Toño le dijo: Victoria, toma este anillo y el abrigo que tu madre se lo de a Pura mi mujer. Mi madre le dijo: Tío está muy frío quédate el abrigo; y el tío Toño le contestó: Me van a dar más de un abrigo. Mi madre con esos años, no lo entendió y cuando llegó a casa y se lo contó a mi güelina se puso como loca de dolor, su único hermano. Al otro día de madrugada vieron salir un camión lleno de hombres para darles el abrigo. Dijeron los llevaron a la Providencia donde les dieron un tiro y los despeñaron. Mi güelina tenía el corazón roto y me lo contó cientos de veces. Por éso pienso, yo ya soy republicana desde la infancia, por todo lo que oíá a media voz en casa y no comprendí hasta que tuve más años. Tu libro refleja todo con tal veracidad que es como si escuchara de nuevo a mi güelina. Gracias Xuanxo, por no dejarnos olvidar ese pasado que no queremos vuelva NUNCA MÁS. Abrazu pa Elena y pa tí.

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