Impuestos: las injusticias de su uso

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(Ayer, en La Nueva España) IMPUESTOS: LAS INJUSTICIAS DE SU USO No trataré del nivel impositivo, de la progresión de la presión fiscal en los últimos tiempos o de la fiscalidad en Asturies. Hablaré de otro aspecto de los dineros públicos (que no son otra cosa que impuestos, directos, indirectos o diferidos al futuro): de su uso o reparto. Pero, antes, déjenme decirles una cosa: pago con gusto los impuestos, no tanto por lo que constituye consenso general, como la sanidad o la educación, como por cuestiones más simples y básicas: para no tener que salir de casa en madreñes o no tener que ir por agua a la fuente; en otras palabras, lo que constituye lo más elemental de la vida contemporánea en nuestras sociedades está puesto en pie y mantenido con nuestros impuestos. He dicho con nuestros impuestos, quiere decirse con nuestro trabajo y nuestras ganancias, de donde procede lo que las administraciones recaudan, utilizan y distribuyen. Y es aquí, en estos dos últimos procesos, donde pueden producirse las mayores injusticias y desigualdades. Déjenme afirmar, de mano, que todos los usos y repartos del dinero de los impuestos son desiguales y, por ello, en alguna medida, injustos. Por poner algún ejemplo: la subvención al que compra un coche, procede, en parte de personas que no tienen coche o no pueden tenerlo; en el caso más extremo, las operaciones y medicinas de una gran parte de la población las paga gente que no las sufre o necesita. Y, así, en cualquier concepto o partida que se les ocurra. Es cierto que, en los casos en que la utilización de un recurso o un servicio podría ser de empleo universal, es lógico -e inevitable- que se entienda que ese recurso o servicio «va a ser utilizado» por todo el mundo, y que, por tanto, es general y equitativo. Ahora bien, en muchos otros casos, esa desigualdad o injusticia redistributiva es evidente. Recientemente, el Gobiernu ha anunciado que va a establecer la gratuidad general de las tasas de matrícula universitarias. Contra la decisión se han levantado muchas voces, por estimar que no es justo que se vea retribuido lo mismo el estudiante de una familia con altos ingresos que el de una que tiene menos. Pero el agravio no se comete solo con respecto a las familias que concurren a los estudios universitarios. Se comete también con respecto a aquellos, que por su nivel económico, su cultura familiar u otras circunstancias, no pueden acudir a esos estudios, y, sobre todo, con respecto a aquellas familias cuyos hijos entran directamente al mundo del trabajo. De modo que son esos ciudadanos los que con su esfuerzo y sus impuestos -y la cesta de la compra diaria o el vestido se hacen con impuestos- los que sufragan a los que tienen o pueden más. Desde otro punto de vista, una opción distinta sería establecer un amplio sistema de becas, ligado tanto a la disposición económica como al rendimiento académico, lo que, de paso, impulsaría la responsabilidad, el rendimiento y la ejemplaridad. Pero sospecho que esos valores son hoy vistos por muchos de forma negativa y hasta como «injusta», pues retribuyen el esfuerzo y el rendimiento personales, mientras que la injusticia igualitaria a costa de otros es vista positivamente. (Por cierto, y al respective, la frase de don Guillermo Peláez, conseyeru de Facienda del Gobiernu, de que «todos sabemos que los ricos no utilizan la universidad pública», para justificar la medida «igualitaria» del Ejecutivo, no es más que una babayada que no merece consideración ni análisis). Otra medida de repercusión injusta es la de la tan demandada eliminación del peaje del Huerna. De su desaparición se beneficiarían quienes transitasen por ella, pero las indemnizaciones a Aucalsa deberían pagarlas todos los ciudadanos, quienes transitasen por ella o no, quienes tienen vehículo particular o carecen de él. Cosa distinta -y hay aquí una flagrante injusticia de varios alcances- es que el Gobierno progresista-sanchista haya liberado en España, desde 2018, 1.000 kilómetros de autopistas de peaje y que, ¡oh, sorpresa!, la mayoría de esas liberaciones hayan ido a parar a territorio catalán. Por cierto, se habla mucho de los incumplimientos de unos y otros con respecto al Huerna, y se recuerda que en 2004 Zapatero prometió en Asturies quitar el peaje. Pues bien, no sé de qué se lo acusa, lo hizo: trasladó la cabina del cobro de Campomanes a La Magdalena. La lista de esos agravios donde unos disfrutan de beneficios que sufragan otros que no pueden disfrutar, y lo hacen con su trabajo y sus impuestos, es amplia. Por solo citar algunos: el bono cultural de 400 euros para jóvenes, a fin de que compren libros, vayan a conciertos u otros ocios, o las subvenciones para la preparación de oposiciones. ¿Y el que no tiene estudios, o carece de capacidad para ello? O el no va más, la desgravación que proyecta de Junta de Andalucía para determinados gastos de quienes tengan mascotas.   «En este mundo solo hay dos cosas seguras: la muerte y los impuestos», decía Benjamin Franklin. Pueden añadir: «pagar lo que disfrutan otros» y «subvencionar la captación de votos de los gobiernos».

Mañana. Escritos asturianos en Máxicu (I y II)

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Mañana. De 1870 a 1930. Como l'asturianu lu inventamos los de Conceyu bable y nin se fala nin s'escribe. Bueno, en Méxicu, sí.

Otru comentariu a De los sueños hicimos pesadilla

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D'una llectora: A por la tercera edición. No se me quita de la cabeza el sufrimiento de la familia de tantos asesinados y desaparecidos. Mi güelina tenía un hermano que desapareció, era radiotelegrafista de los rojos y se murió con la pena de no saber dónde le llevaron. Un día antes de desaparecer, mi madre, a la que tú conociste, fué a verlo al cuartel y a llevarle algo de comida, mi madre tenía 13 años, y mi güelina era muy conocida en Mieres, el capitán de la guardia civil era allegado a la familia pero nada podía hacer, cuando mi madre lo vió se impresionó de las malas condiciones en las que estaba, le dió el paquete que sí le permitieron comer y al irse mi madre el tío Toño le dijo: Victoria, toma este anillo y el abrigo que tu madre se lo de a Pura mi mujer. Mi madre le dijo: Tío está muy frío quédate el abrigo; y el tío Toño le contestó: Me van a dar más de un abrigo. Mi madre con esos años, no lo entendió y cuando llegó a casa y se lo contó a mi güelina se puso como loca de dolor, su único hermano. Al otro día de madrugada vieron salir un camión lleno de hombres para darles el abrigo. Dijeron los llevaron a la Providencia donde les dieron un tiro y los despeñaron. Mi güelina tenía el corazón roto y me lo contó cientos de veces. Por éso pienso, yo ya soy republicana desde la infancia, por todo lo que oíá a media voz en casa y no comprendí hasta que tuve más años. Tu libro refleja todo con tal veracidad que es como si escuchara de nuevo a mi güelina. Gracias Xuanxo, por no dejarnos olvidar ese pasado que no queremos vuelva NUNCA MÁS. Abrazu pa Elena y pa tí.

Presentación

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Esti xueves, n'Uviéu

Canopoderu, alcafresnu

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Carnopoderu, cafresna, cafresnu, capurriu, capudu, alcafresnu. El 27/09/2025. El Tragamón, Xixón

Vivienda y llobos

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(El miércoles, en La Nueva España) L’APRECEDERU VIVIENDA Y LLOBU Invariablemente, los problemas no se resuelven prontamente, lo hacen, si acaso, tras décadas de espera (los compromisos de obra son en Asturies un remedo de la eternidad), así que es inevitable que volvamos sobre ellos. Enfocaré dos, el primero, el de la vivienda. El problema es cíclico y, una vez superados los “afoguinos” de la coyuntura, las administraciones se olvidan de la cuestión. El 14/06/2003 publicaba en LA NUEVA ESPAÑA un artículo titulado: «Sobre el precio de la vivienda: problemas y demagogia», en que se recogían y analizaban cuestiones y discursos semejantes a los hodiernos: dificultad de los jóvenes para acceder a una vivienda o un alquiler, la requisitoria al Gobierno para garantizar el acceso a la vivienda y bajar los precios de venta y alquiler. Como hoy. Lo sorprendente es que, veintidós años más tarde, no solo repunta el problema, sino que las administraciones no han hecho nada para solventar las causas (y lo hecho tal vez ha empeorado la situación). Fíjense: «Los promotores estallan contra la falta de suelo en Avilés. La gente quiere vivienda nueva, pero no hay dónde edificar». ¿Creen que eso pasa solo en Avilés? Pregunten. ¿Y eso encarecerá la vivienda? Calculen. ¿Y de quién es la responsabilidad? No lo callen. ¿Y si, además, los precios que pone la Administración para la construcción de vivienda protegida están fuera del mundo? El segundo problema, que va a más, es el de las agresiones al ganado por las alimañas. No hay día que no aparezca una noticia de matanzas o destrozos. La penúltima: «Denuncian numerosos ataques de osos y lobos a vacas en Salas y Tineo: “Los animales están llenos de zarpazos”». Y, claro, se abandona el monte, primero, y luego la ganadería. Después vienen los fuegos. Por cierto, veo manifestantes empancartados contra la matanza de lobos. No he visto ninguna contra la matanza de ovejas y vacas y el terror de los rebaños. P.S. Entre los méritos que Xovellanos señalaba de su hermano Francisco de Paula estaba este: «El aumento y extensión de la población a la parte del E. y del O. [de Xixón] por el celo con que promovió en el Ayuntamiento la concesión (gratuita o muy equitativa) de terrenos para edificar».

Próximes presentaciones de nuevos llibros

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Presentaciones Obra completa (III) Xixón, Antiguu Institutu, Sala de conferencies, 20 d'ochobre, 7 tarde (Entrégase gratis a los asistentes -hasta fin d'existencies). Uviéu, 6 de payares, 7,30 tarde. Llibrería Trabe, Fernando Alonso, 17, El cuestu camín hacia la normalidá Uviéu, La Nueva España, 27 d'ochobre, 7 tarde Xixón, llibrería La Buena Letra, 13 de payares, 7 tarde. Escritos asturianos en Méxicu (I y II) Uviéu, 9 d'ochobre, 7,30 tarde. Llibrería Trabe, Fernando Alonso, 17, Xixón, llibrería La Buena Letra, 27 de payares, 7 tarde.

Magnoliu

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Magnoliu, 27/09/2025 El Tragamón.

Más alegría...

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(Ayer, en La Nueva España) MÁS ALEGRÍA… El sábado 20, don Ovidio Zapico, cabezaleru de IU y conseyeru de Ordenación del Territorio, Vivienda y Derechos Ciudadanos, escribía en estas páginas un artículo, en asturianu, titulado “Llei d’Identidá, igualdá de derechos y 25 de mayu”. Es un artículo confuso, tal vez voluntarioso, a veces ininteligible, porque no se sabe muy bien cuál es el contenido de algunas de las frases que en él se expresan. De ellas, yo diría que contienen más de voluntarismo nefelibático que de concreción inteligible. Así, cuando anuncia que «IU comprométese dende un análisis críticu y autocríticu a esi resurdimientu políticu del espíritu asturianista», no sabemos a qué se refiere, con «esi resurdimientu», de entre lo expresado en las líneas anteriores, ¿a la «oficialidá»?, ¿«al procesu de autoconcencia»? Y, en cualquier caso, ¿todo eso no existe ya con un gobierno tan progresista y asturianista? ¿Es la nueva ley la que va a hacer «resurdir» el «espíritu asturianista»? Y entonces, ¿úlu? ¿Y en qué consiste? Averígüenlo ustedes. Y sobre el final del artículo, ¿qué decirles? «Esti cursu políticu yá pue entamar estos cambeos qu’hai qu’alcordar col movimientu asturianista. La mocedá asturiana va ser la que provoque un resurdimientu del impulsu pa reclamar la nuesa voluntá de ser». Supongamos que sabemos qué es eso «del impulsu pa reclamar la nuesa voluntá de ser», ¿pero por qué la juventud no pueden ser don Ovidio y sus conmilitones, o los de don Adrián, y sí otros de menos edad? Por cierto, ¿esa apelación a la juventud como fuente, no solo de futuro, sino de autenticidad y fuerza, a qué me suena? Pero déjenme focalizar solo un punto de la propuesta, la centralidad de la Llei d’Usu y la cooficialidad para impulsar ese renacimiento asturiano. ¿Cuál ha sido hasta hoy la relación de IU con esos conceptos y esa legislación? Hasta 1996, la coalición no fue partidaria de la oficialidad del asturiano. En la legislatura 1995-1999 se opuso a la tramitación de la Llei d’Usu, por considerarla una inutilidad frente a la oficialidad (en la misma legislatura se empezó a tramitar la reforma estatutaria, donde, en teoría, se podría haber introducido esa oficialidad), después presentó una enmienda de totalidad a la Ley y, finalmente, votó a favor de varios de sus artículos e introdujo enmiendas en una sesión parlamentaria caótica. Durante mucho tiempo, IU manifestó a través de alguno de sus próceres que habíamos impulsado la Ley para evitar la cooficialidad y que la misma poco valor tenía. En el proceso de reforma estatutaria, IU pactó con nosotros -en vista de que era imposible que obtuviese los votos necesarios la oficialidad- presentar lo que dimos en llamar la «cooficialidad diferida»: se introducía en el Estatuto, pero su «actualización» se produciría en el futuro, cuando en la Xunta tuviese la mayoría necesaria. Sorprendentemente, al mes siguiente, IU se descolgó de la propuesta, nos acusó de renunciar a la oficialidad y, directamente y a través de grupos controlados por ellos, desató una campaña de mentiras y difamación, acusándonos de renunciar a la cooficialidad en el nuevo Estatuto -la propuesta de «cooficialidad diferida», decían, no era más que una añagaza para ello-. Pero, meses después, la coalición andaba miagando por Madrid ante el PSOE para que el Congreso introdujese «la diferida» en el texto que se tramitaba allí. Y miagaba ante los leones en compañía, ¡pasmen!, de don Isidro Fernández Rozada y de don Francisco Álvarez-Cascos, otros que tal bailaban. No lo podrán creer, pero, cuando, entre 2003 y 2011, IU gobernó, gobernó, con el PSOE de don Vicente Alberto, el caso que le hicieron a la Llei d’Usu, si alguno, no se advirtió. Igualmente, de la cooficialidad no se sintió ni un susurro. La última oportunidad que se volvió a abrir para la cooficialidad del asturiano se presentó en la legislatura 2019-2023. Foro anunció que apoyaría la oficialidad con ciertas contrapartidas referidas a reducciones impositivas. La respuesta del PSOE y de IU fue negativa. No bajar impuestos era para ellos preferible a la cooficialidad. Bien, esta es la historia. Podrán ustedes decir que se congratulan y que, como dice la frase evangélica, «más alegría habrá por un pecador que se convierta...». Como quieran, pero quien ya ha hecho muchos tratos en tantos mercados bien cree conocer el género a primera vista. (P.S. De toda esta historia que les he contado, de la ignorancia, la mala fe, las malas artes, la ceguera, el peculiar asturianismo de muchos de los que se predican asturianistas, los cambios en función de intereses y no de principios, y otras virtudes de nuestra sociedad, no solo de los políticos, doy cuenta cumplida en mi recién aparecido El cuestu camín hacia la normalidá, en torno a la negociación de la Llei d’Usu, la reforma estatutaria y el artículo cuarto de nuestro texto fundacional. A veces se irritarán, otras se reirán. ¡Qué xente!).

Entrevista na RPA

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Esti domingu salió una entrevista que me fexo Rafa Gutiérrez. Hai momentos entreteníos y dalgunes anécdotes desconocíes. Si tenéis vagar y ánimu... https://www.rtpa.es/audio:Abdicar-de-la-tristeza_1759045250.html

De los sueños hicimos pesadilla (Pravia)

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El pasáu 23, martes, presenté en Pravia De los sueños hicimos pesadilla. Tuve un conceyu prestosísimu, con muncha xente que conociera a mio padre, con dos politicos y amigos de la época de la fundación de la democracia, Francisco Javier Fernández Casielles y Carmen Ortiz Durán. Esta, además, fizo una presentación cariñosísima de la mio obra, lo mesmo que la bibliotecaria, Cristina Jerez. Pongo tres semeyes de la presentación y la presentación de la bibliotecaria, Cristina Jerez: Está tan bien reflejado el ambiente y lo cotidiano del Gijón de la época, escenario principal, aunque no el único en el que se desarrolla la obra, que nos parece estar paseando por él. Desde el luego el proceso de documentación fue un gran trabajo que le llevó dos años, aunque se sirvió también de retazos de las historias que escuchaba de niño. Porque los más de trescientos personajes que pueblan la obra son todos reales, ya sea con nombre y apellidos verdaderos o camuflados bajo otros. En este sentido, es un gran acierto el índice de personajes que facilita la lectura y aclara las relaciones entre ellos. Otro aspecto positivo que vemos es la estructura. La novela está organizada en siete capítulos que agrupan “escenas” ubicadas temporal y espacialmente que la dotan de agilidad y cierto aire cinematográfico. Respecto al contenido, ya el título nos anuncia con ese “hicimos”, como apuntó el editor de la obra, la ausencia de maniqueísmo, la intención de exponer los hechos históricos sin tomar partido, porque todos somos partícipes y afectan a todos, de una u otra manera. Queda patente también la idea de la vida como corriente que nos lleva, lo poco conscientes que somos de la importancia del azar en nuestras vidas y la sinrazón de la violencia ciega. En definitiva, una lectura muy recomendable para disfrutar y reflexionar sobre el pasado y el presente. Como detalle anecdótico que aportó emoción a la tarde, asistimos al reencuentro de tres amigos que coincidieron como diputados en la Junta General en la década de los ochenta y que participaron de los sueños y esperanzas de la transición. Una tarde redonda!

Obra completa de Jesús Martínez Fernández (II)

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El pediatra y amigu Venancio Martínez faime llegar los dos tomos de la Obra Escrita de so padre, Jesús Martínez Fernández, médicu puericultor, investigador, escritor y eruditu, arreyáu siempre a la so Navia natal y de los sos amores. Esti ye'l segundu tomu, comprende dellos estudios sobre Xovellanos y otros varios: sobre Campoamor, estudios médicos históricos, arqueolóxicos... Consta de seiscientes ochenta y siete páxines y un epílogu del fíu.

Obra completa de Jesús Martínez

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El pediatra y amigu Venancio Martínez faime llegar los dos tomos de la Obra Escrita de so padre, Jesús Martínez Fernández, médicu puericultor, investigador, escritor y eruditu, arreyáu siempre a la so Navia natal y de los sos amores. Esti ye'l primer tomu, dedicáu íntegramente a dellos estudios sobr la villa, que van de la prehistoria a los nuestros díes. Consta d'ochocientes trenta y seis páxines.

Tanto retrata lo dicho como lo callado

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(Ayer, en La Nueva España) TANTO RETRATA LO DICHO COMO LO CALLADO Vistiendo un traje azul muy claro, casi gris, corbata más rosa que roja y nudo simple, la insignia del Principáu en la solapa, sendas pulseras de tela en las muñecas, el Presidente comparece durante una hora para, con dicción clara y pausada, hacer, al mismo tiempo, rendición de cuentas de la gestión del Gobiernu y anuncios de futuras actuaciones, casi todas, por cierto, ya conocidas o pregonadas con anterioridad. Los éxitos económicos, la mejora en el empleo, la buena marcha de los instrumentos de impulso a la actividad abren su discurso, al que siguen inevitables tópicos de la actualidad, el cambio climático, por ejemplo, los incendios, o, más tarde, Gaza y sus masacres. Junto con las cifras invertidas o las que se anuncian para el futuro, aparecen los problemas sin resolver: el Huerna, la red eléctrica, los posibles recortes de la PAC y otros fondos para el campo. Frente a todo ello, anuncia determinación y pide consenso. Aduce también las ayudas concedidas a las empresas, el apoyo a las mismas, las agencias destinadas a captar inversiones o acelerarlas. A medida que avanza el discurso se entra en materias que tienen al menos un punto de ideología en su consideración y tratamiento: la sanidad, la educación (en las decisiones de cuya materia -escuelines, matrícula universitaria gratuita, pacto escolar- don Adrián se muestra especialmente orgulloso y reconoce algún error), la acogida de menores, las políticas de igualdad y la lucha contra la violencia, la memoria histórica y las fosas comunes. La estaya discursiva al respecto de la cultura la hizo en asturiano -lo que aplaudo-, con especial referencia a la cultura tradicional, la llingua y la sidra; e hizo un anuncio de una imprecisa de momento “Llei de la cultura”, que ignoro si será en parte, o no, coincidente con lo que don Ovidio Zapico planteaba el sábado 20 en LA NUEVA ESPAÑA. Dos observaciones. La primera, referida a su continua apelación al diálogo y al acuerdo. Es ello difícilmente conciliable con sus continuos «plizquinos» a la derecha, especialmente al PP, acusándolo de estar entregado a la ultraderecha y de no tener planes ni dirección. La segunda, su huida de enfrentamientos con el Gobierno central, con el Gobierno de los suyos. Anuncia, por ejemplo, que va a acudir a Europa por el asunto del Huerna, pero es don Pedro Sánchez el que se niega a eliminar el peaje, es más, va a bajar otros antes que el de Asturies. Es del Gobierno central de quien depende el anillo central eléctrico, para poder atender nuevos requerimientos industriales; para Cantabria y el País Vasco ya se ha comprometido el reforzamiento del sistema eléctrico. Financiación justa e igual para todos, se reclama. Perfecto, ¿pero tenemos algo que decir sobre Cataluña?
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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU EMPEDRADOS DE BUENAS INTENCIONES BOPA y BOE, están, como el infierno, empedrados de buenas intenciones, es decir, de promesas. Lamento volver sobre los retrasos en pagos o el incumplimiento de los compromisos sobre ellos. Me centraré en lo relativo a la vivienda. Como saben, la Unión Europea ha impulsado medidas de reforma de los edificios de una cierta edad, con el fin fundamental de reducir el consumo energético. Obviamente, esa actividad anima la industria de la construcción y propicia el empleo. Al tiempo, mediante los instrumentos económicos destinados a estimular y subvencionar esas actuaciones, permite que puedan participar muchos vecinos que no alcanzarían a esos gastos sin las ayudas. El impulso de la Unión Europea, como es natural, se ha trasladado desde el BOE y desde los boletines autonómicos, el BOPA, en nuestro caso. Pues bien, todas esas buenas intenciones quedan después desatendidas o fracasan en la práctica. Dos ejemplos. El primero, nuestro. En titulares: «Decenas de edificios se quedan sin reformar en Asturias por el retraso de las ayudas». La razón, la demora en tramitar los expedientes por parte del Gobiernu. Es más, algunas de las subvenciones concedidas podrían tener que devolverse, porque las obras no estarían acabadas antes del plazo establecido (30 de junio de 2026). En total: el daño, más de 14 ó 18 millones, en números redondos. El BOE no le va a la zaga. En uno de esos decretos mangaráu u «omnibus» decaídos este año, venía la prórroga para la deducción por obras para la eficiencia energética, por el que se podía desgravar en cinco años hasta un 60% de lo invertido, cuyo plazo concluía a finales de este 25. ¿Se ha renovado de forma individual esa deducción mediante un decreto específico? No, y, sin embargo, se ha hecho con otras medidas decaídas en los «omnibus»: electrointensivas, coches eléctricos… ¿Interés por la propaganda? Todo. ¿Por la economía real y por los ciudadanos? Muy escaso.

Esta tarde, en Pravia. Vémonos

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Un nuevu comentariu, d'una llectora

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Hoy quería invitaros a leer este magnífico trabajo convertido en libro de mi amigo desde los 17 años, Xuan Xosé Sánchez Vicente, vió la luz en diciembre 24 y ya va por la 2ª edición y a más que llegará, trata sobre lo ocurrido en la nefasta guerra civil española; los asturianos fueron masacrados igual que en otras partes de España. El libro es un fiel y verídico reflejo de lo ocurrido. No os lo perdáis.

Ehí ta

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Ehí ta. Por fin. Tardó cinco años, pero, por fin, llegó la reparación del dique de Llastres. Pel mediu, mentires, sobrecostos, rocees...

Ehí vos espero

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Rolles y colores

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Rolles y colores. De va poco p'acá, munchos ganaderos tán emplegando plásticos de colores pa endolcar les rolles d'herba. Agradecémoslo el paisaxe y yo.
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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU «NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA… Ni deuda que no se pague», escribía Tirso de Molina, antes de completar el título con aquel «y convidado de piedra». Pues bien, nuestro Gobiernu, aficionado a los clásicos, tiene por costumbre dejar correr los plazos hasta su cumplimiento, pero no cumplir con las obligaciones que entrañan esos plazos. Están plenamente de acuerdo en que no hay deuda que no se pague, pero, sobre el cuándo, él es partidario del también clásico «Dios proveerá», y dilata el cumplimiento de sus plazos y obligaciones ad kalendas, sabedor de que, paciente o impaciente, al acreedor, al ciudadano, ¿qué otro remedio le queda? Algunos ejemplos, en titulares recentísismos: «Las ayudas de los incendios de 2017 siguen sin pagarse». «El Gobierno asturiano concede 1,55 millones de euros en subvenciones [al coche eléctrico] solicitadas entre agosto de 2022 y febrero de 2023». Añadan que, a finales de agosto, la ejecución presupuestaria era solo del 36%, con lo que pueden calcular nuevos plazos incumplidos y deudas no pagadas. El Gobierno tampoco le anda a la zaga: en septiembre de 2021 se produjo una erupción volcánica en La Palma. Pues bien, a principios de este mes transfería 6,1 millones de atrasos comprometidos para paliar daños, y quedan todavía 52,5 millones pendientes. En Valencia, 43.592 personas solicitaron las ayudas directas destinadas a paliar daños personales, materiales y pérdidas en viviendas y enseres. Sin embargo, solo 6.102 familias han recibido el pago, lo que equivale al 14 % del total. El 86 % restante, más de 37.000 hogares, continúa esperando. El Gobierno central mantiene pendientes más de 620 millones. La solución, según muchos pregonan, es fácil: reduzcamos los días que trabajan los funcionarios, a sólo cuatro a la semana. Así, más felices, serían más productivos y los expedientes volarían. Y no ocurriría lo que cuenta Gan Pampols: «Pedí voluntarios para la reconstrucción y logré 2 técnicos y 11 interinos, de 23.000 funcionarios». Pongámonos al día.

Un nuevu comentariu (De los sueños hicimos pesadilla)

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(D'una llectora) “De los sueños hicimos pesadilla” es una novela que atrapa desde las primeras líneas. Está muy bien escrita, lo que no me sorprende. Cuenta una de las tragedias de nuestros tiempo, la España de los años 1929-1945, de la que se habló poco en familia. Ese es otro de sus méritos, rescatar los hechos y contarlos. Los personajes, de todo tipo y condición -otro de los hallazgos- viven sus vidas en medio de acontecimientos políticos que, como sucede ahora, polarizan. Hay odio, pero también amor, amistad, cambios sociales. El relato dramático deja un poso de tristeza. La condición humana no puede dejar de ser como es. Gijón es, en este caso, el escenario, pero podría ser cualquier ciudad española en esos años. Enhorabuena. Por cierto, me pareció muy cinematográfica.

Vaques y garcines

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Vaques y garcines (13-09-2025), L'Aspu, Llastres, Colunga. De xemes en cuandu, les garcines van comer nel focicu les vaques, que nun remunguen.

Un imposible y algunos posibles

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(El sábadu, en La Nueva España) INCENDIOS: UN IMPOSIBLE Y ALGUNOS POSIBLES Me atrevo a decir alguna cosa sobre los incendios del campo y lo que pudiere hacerse en el futuro para reducir su número o violencia. El primer remedio, el remedio fundamental que se propone, es un imposible: «Para frenar los incendios del monte asturiano hay que reintroducir una especie en extinción: el paisano», escribía, aquí, en LA NUEVA ESPAÑA, José Antonio González Díaz, profesor de Geografía y Ordenación del Territorio en la Universidad de Oviedo, el 22 de agosto. Pero eso es imposible: desde hace décadas el campo se ha ido abandonando por razones económicas y vitales, y aún quienes quedan hoy allí tienen una media de edad muy alta. Eso no tiene reversión. La consecuencia, en gran medida, es que, abandonados el campo y el bosque al matorral, los fuegos son ahora más virulentos y corren por una extensión mayor. ¿Cabe hacer algunas cosas para limitar la situación y prevenir el daño? Diría que la principal es no seguir incentivando a quienes aún viven de la ganadería y la agricultura -principalmente de aquella- para que se marchen, es decir, dejar de crearles molestias innecesarias o de exigirles actuaciones que pudieran ser menos complicadas o inexistentes. Pero, en general, lo que sienten los habitantes del campo es que se los hostiga permanentemente o que se desconoce cuál es la realidad de su trabajo y su ámbito. Y ya me dirán si consideramos las palabras de alguien que estuvo en la Administración, aunque no las tengamos por generalizables universalmente: «La triste realidad es que odian a los ganaderos. Yo he oído hablar a algunos funcionarios de la Consejería de Agricultura (o de Medio Rural) y para ellos un paisano con vacas es un elemento a perseguir». Señalemos dos fuentes permanentes de molestias o impedimentos. La primera tiene que ver con la burocracia y la política, y son las dificultades y trámites que los paisanos tienen para limpiar, desbrozar, cortar leñas o hacer quemas controladas. El discurso oficial es que todo ello es posible y que las quejas no tienen motivación o que responden a un discurso político. La realidad es que cuando se pregunta, no a los discurseadores de los medios o a los funcionarios, sino a los habitantes del agro las respuestas son tajantes: todo son dificultades y trámites impertinentes. La respuesta de un padeciente: «Sí, llegalmente hai una normativa que regula les quemes controlaes ente ochobre y marzu, el problema ye qu'esa normativa ye casi imposible de cumplir y la xente ya renuncia a solicitar quemes porque cuando se autoricen nun quema y les zones que permiten nun son realmente les que más falta tienen. N'Onís por exemplu solicitóse munches vegaes nos caberos años y namás se autorizaron dos y fue depués de tar tola nueche orbayando. Como anécdota, ún d'esos dís yo gasté dos mecheros y nun llegó a quemar nada...». O de otro: «ta prohibíu tou, hasta jacer un borrón en un práu, hai que pidir permisu y dántelu pa quemar el día que orbaya. Lluego piden acotar lo quemáu al ganáu cinco años pa que rexenere. ¡En cinco años sin carga ganadera ta pa quemar otra vez, hom!». Y si desean más información real sobre la realidad: https://www.lne.es/asturias/2025/08/31/revolucion-desbroce-emerge-rescoldos-incendios-121089836.html. La segunda de esas fuentes de ataques a la actividad campesina es el lobo. Su cada vez más frecuente actividad provoca que el ganado ocupe cada vez menos zonas de pasto alejadas de la casería y, por tanto, que estas se vayan llenando de maleza. Al margen de que, como es evidente, levanta entre los ganaderos una sensación de burla y persecución por parte de las administraciones y los defensores del pueblo lobuno que invita a desistir de su ocupación, a poco que se den las condiciones para abandonarla. Otro de los aspectos en que se pueden intentar modificar las cosas es en la propiedad de los montes. Estos días ha menudeado el ejemplo de Soria y otros lugares, y la escasa incidencia de los incendios en sus bosques. Una de las causas que se aducen es el aprovechamiento colectivo de sus montes y su gestión comunitaria, de vecinos y ayuntamientos. En Asturies, sin embargo, tenemos un 50% de los montes comunales que son en realidad propiedad de nadie. Modificar legalmente esa situación, implicar a vecinos y ayuntamientos, como desde hace décadas vienen, entre otros muchos, reclamando Juan Luis Rodríguez-Vigil y Jesús Arango, que fueron miembros del Gobiernu y que no pertenecen a las “fuerzas del mal”, y a los que, sin embargo, hacen menos caso que las monjas de Belorado a su obispo, sería necesario; aunque, a decir verdad, la limitación de “efectivos”, de habitantes en activo, en el campo asturiano, condicionaría su efectividad. Se pueden tomar algunas decisiones más. Por supuesto, se puede mejorar la coordinación entre administraciones, la prevención, los medios contra incendios, etc. Ahora bien, lo que hay que tener presente es que les perres nun les dan les sebes. Dicho de otra forma, he visto propuestas que multiplican ad infinitum y para todo el año las dotaciones personales, los medios, las actuaciones, etc. Es una visión del mundo muy general, ya no carmencalvista, sino milagrera. Ha de tenerse en cuenta, además, que existen multitud de corporaciones locales de escaso músculo financiero y mínima dotación de personal. Un par de notas marginales, pero pertinentes. En enero de 2020 don Pedro creaba el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Y en 2021 presentó un plan multimillonario para hacer frente a la «pérdida de población, la dispersión poblacional y baja densidad y el envejecimiento de la población», al que se destinaban 10.000 millones de euros. Hoy, gastados 13.000 millones en cosas varias dentro de ese programa, ya ven ustedes cómo sigue todo, en el abandono progresivo de los pueblos y en escasez de medios. Segunda nota. Es de este periódico, del 5 de septiembre: «Los afectados por los incendios que hace ocho años arrasaron 2.000 hectáreas de los municipios de Ibias, Allande, Degaña y Cangas del Narcea no han recibido todavía ni un euro de los 500.000 anunciados en ese momento por el Gobierno de Asturias. Mientras que en 2023, tras uno de los mayores incendios de la región, el 40 por ciento de los afectados se quedaron sin ayuda regional». Pues nada, ustedes dirán.

Historia de la Lliteratura Asturiana (I)

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La nueva "Historia de la Lliteratura Asturiana", una obra de "referencia" La reedición, revisada y ampliada, del volumen que en 2002 coordinó el fallecido Ramos Corrada, incorporara un segundo tomo dedicado a los siglos XX y XXI Marta Mori y Xosé Ramón Iglesias Cueva son los coordinadores de la reedición, actualizada y ampliada, de "Historia de la Lliteratura Asturiana", cuyo primer tomo, que abarca desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX se presentó ayer en Oviedo, en la Biblioteca de Asturias. La nueva edición, indicó Mori, pretende erigirse en "obra de referencia" para estudiantes e investigadores, "el manual que usarán los estudiantes de Filología asturiana y que utilizarán investigadores de otras universidades que se interesan por el asturiano", y servir, en palabras del presidente de la Academia de la Llingua, Xosé Antón González Riaño, como "una carta de presentación de la literatura asturiana a lo largo de los siglos". "Historia de la Lliteratura Asturiana" es una reedición, revisada y en dos tomos, del volumen que en 2002 coordinó Miguel Ramos Corrada, ya fallecido. "La literatura asturiana contemporánea estaba sin estudiar, toda la del XXI, 25 años de producción, y la generación joven lo reclama", indica Mori. De aquel trabajo de 2002 hay capítulos que mantienen su estructura, como el dedicado a la época medieval, a cargo de Xosé Lluis García Arias, y el que trata sobre la segunda parte del XIX, firmado por Xosé Ramón Iglesias Cueva. Marta Mori se ha ocupado de actualizar el dedicado al siglo XVIII, con nuevos datos. Hay un capítulo sobre la literatura oral, del que en la primera edición se ocuparon Ana Cano y Antonio Fernández Insuela, a quienes ahora se incorpora la joven investigadora Marta López Fernández. De la actualización de los dos capítulos que firmó Ramos Corrada en 2002 se han ocupado ahora Xuan Xosé Sánchez Vicente y Xaime Martínez. "El estudio de la literatura de nuestra tierra, a la par que la creación literaria, es la mejor garantía del futuro de las letras asturianas", hizo constar González Riaño, que, aprovechando la presencia de José Mompeán, coordinador de la Candidatura de Oviedo a Capital Cultural Europea, expresó el respaldo de la Academia a la iniciativa y ofreció su colaboración en la planificación de actividades y eventos. Al acto de presentación asistió también el director general de Acción Cultural y Política Llingüística del Principado, Antón García. (Información d'Elena Fernández Pello, en La Nueva España del 11/09/2025)

"La columna", nel cargaderu de la playa del Astuera

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"La columna", na playa del Astuera, restu, xunto col pantalán, de la instalación que traía mineral, vía aérea, de Carrandi pa cargalu nos barcos.

De los sueños hicimos pesadilla

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De los sueños hicimos pesadilla. La presentación d'ayer en Llastres. A mi prestóme abondo. Yo creo qu'a los asistentes (casi too muyeres), tamién. Dellos yá teníen lleída la novela.
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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU ENTRE LOS «CUENTINOS» Y LAS INCÓGNITAS Destacados miembros del Gobiernu Asturianu acusaron al PP de antiasturiano cuando en enero, este año, el Congreso rechazó dos decretos mangaráu (habitualmente llamados «omnibus»). En uno de ellos se proponía la continuación de las ayudas a la industria electrointensiva, lo que en Asturies afectaba a centros como Arcelor o Azsa. El decreto decayó por el desacuerdo de parte del bloque que nombró al Gobierno y lo sostiene, así como por el de la oposición. Pero no se acusó de la derrota, por sus efectos, a los socios del Gobierno, sino, únicamente, a una parte de la oposición, al PP. Ahora bien, a finales de agosto, el Gobierno obligó a las eléctricas a aplicar, con efectos retroactivos, a las electrointensivas el descuento que había decaído con el rechazo de enero. Como ven, las cosas se arreglan cuando se quiere y se cuentan como da la gana. Proceso parejo ocurrió, recuerden, con las ayudas a coches eléctricos. Si bien no se sorprenden ustedes con ese vicio de los «cuentinos» (creo que lo llaman «rellatu»), sí quizás se sorprendan con alguno de los aspectos relacionados con la vivienda. El ruxerrux omnipresente es el relativo a su progresiva carestía, a su escasez y a las dificultades de la mayoría de la población para acceder a una vivienda. Pues bien, el número de hipotecas para la compra de vivienda no para de crecer. En junio, en el conjunto de España, aumentó un 31,7% sobre el mismo mes del año anterior, y el número total de préstamos fue el más alto desde 2022. En Asturies, creció un 29% en un año, por encima de la media estatal (25%), alcanzando cifras que no se lograban desde 2011. ¿Cómo casa esta realidad con otras, y, sobre todo, con el discurso de tintes absolutamente negativos, sin matices, es cosa que habrá que pensar y repensar para tener una visión más precisa de la realidad?

Güei, en Llastres

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Esta tarde, a les 6, nel Centru Social de Llastres (SDTL), tengo un alcuentru con vecinos y llectores pa falr de la mio última novela en castellanu, De los sueños hicimos pesadilla. Vémonos ellí.

Identidades indiscutibles y discutidas

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(El día d'Asturies, en LNE) IDENTIDADES INDISCUTIBLES Y DISCUTIDAS El 25 de agosto de 1707 nacía en Madrid el primogénito de la unión de Felipe V y María Luisa Gabriela de Saboya, el futuro Luis I. Ese mismo año se publicaba una composición, escrita el 2 de septiembre, titulada «Carta que escribe un asturiano de esta Corte, à otro asturiano, dándole cuenta, cómo parió la Reyna nuestra Señora a un Príncipe de Asturias; vá en su Lengua Antigua». El poema es un larguísimo romance en asturiano, en cuatro hojas. He dicho en asturiano, bueno, en un lenguaje que pretende ser asturiano, utilizando en muchas ocasiones lo que podríamos llamar «hiperasturianismos». Tiene interés el texto, sus expresiones y su tono, pero no es ello el motivo de mi comentario, sino otro: de forma semejante a lo que Busto Cortina estudiará para villancicos de los siglos XVII y XVIII, la Carta remeda lo que se podría tener como la lengua no castellana de Asturies, por motivos variados que podríamos discutir, pero que, en todo caso, implican el reconocimiento de una lengua no castellana, y, acaso, de una lengua no castellana en Madrid, mantenida entre los numerosos asturianos en esa villa y Corte. En otras palabras, implican el reconocimiento de una identidad. Esa diferencia identificativa, particularizadora, es una evidencia incontrovertible para Xovellanos y sus amigos. A propósito de su proyecto de una Academia y de un diccionario del asturiano o bable, afirma: «Habíalo oído yo hablar de continuo y aún lo entendía y hablaba yo de continuo en mi niñez […] me condujeron a meditar sobre el origen de mi dialecto natural». Si avanzamos en el tiempo, anotaremos que, cuando al regreso de la primera vuelta al mundo del buque escuela Nautilus, al atracar en Puerto Rico, se homenajea a Fernando Villaamil y sus guardiamarinas con las dos más evidentes señas de identidad de que disponen, en cuanto asturianos, homenajeadores y marino, una fabada y un discurso en asturiano. Hace pocos días acaba de ver la luz, editada por la Academia de la Llingua Asturiana, una recopilación realizada por Lluis Ánxel Núñez y por mí, Escritos Asturianos en Méxicu, en dos volúmenes, que van de 1870 a 1930. El lector me disculpará el subrayar que durante esos sesenta años, al menos, el asturiano es la lengua de la emoción y la identidad (también para la propaganda comercial) de todos esos emigrantes patrios que crean esos textos. Sin embargo, esta seña de identidad colectiva e histórica, independientemente del número de hablantes efectivos hoy de la lengua, se encuentra negada como tal por un grupo no pequeño de ciudadanos. Y más que negada, hostigada, caricaturizada, llegando a fabular que tras ella se encuentra una conjura que tiene la intención de llevar el país a una terrible dictadura izquierdista. Es un discurso de raíces complejas, donde se entremezclan ignorancia, autoodio lingüístico y estrategia política. Covadonga es al tiempo un lugar y un símbolo. Un lugar donde se entemecen los significados religiosos y los políticos. Poca aclaración merecen los religiosos, por su evidencia. Los políticos unen la creación del Reino de Asturies con la figura de Pelayo. Envuelve el conjunto un cierto halo misterioso, de prejuicio o superstición, si quieren, que hace que, por ejemplo, muchos conductores acerquen hasta el lugar sus coches recién estrenados, y, créanme, lo hacen gentes de escasa o nula creencia. Es lo mismo que me decía el tempranamente muerto Rafael del Riego (por cierto, emparentado con una de las víctimas de la memoria ocultada del 34), el que fuera defensa del Sporting: «yo no creo en ello, pero cuando voy a la montaña, miro con emoción hacia allí, porque algo hay allí». En los últimos tiempos, sin embargo, Cuadonga y sus celebraciones del 8 de septiembre están siendo víctima de un proceso de descreimiento y hostigamiento. Por un lado, del religioso, debido a razones intrínsecas desde fuera de la fe, y, en general, desde la izquierda, rechazando la asistencia de las autoridades a las celebraciones religiosas en el lugar. No negaré que la boca no bien pastoreada del pastor de los fieles católicos arroja buena cantidad de ramascaya a ese incendio, pero, en el fondo, sus declaraciones no son más que una escusa para la causa. Y, sin embargo, no debemos olvidar que fue el propio Rafael Fernández, llegado del exilio, quien empezó la costumbre de asistir a los actos religiosos el día de Cuadonga. Y Rafael Fernández sabía bien toda aquella historia del 34, la Guerra Civil y Cuadonga (los invito, a conocer o revivir todo ello, incluido lo del antecesor de Rafael del Riego, en mi De los sueños hicimos pesadilla). Por otro lado, se viene produciendo un «descreimiento» de la figura de Pelayo y de la batalla de Cuadonga, en parte por razones históricas que establecen precisiones sobre uno y otra o sobre sus dimensiones. Pero, por más cierto que sean todas esas acotaciones, lo incuestionable es que Pelayo y lo que fuere Cuadonga o luchas parecidas son el origen de algo innegable, de un episodio histórico único y de importancia europea al menos: el origen del Reino de Asturies, o, si lo prefieren, del Estado de Asturies. Verdad es, asimismo, que nunca los asturianos han dado demasiada importancia a ese hecho nuclear, si es que son conscientes de ello, lo que nos llevaría a hablar de una seña de identidad generalizada en nuestra patria: la de despreciar lo que somos y la de nuestra falta de voluntad identitaria actuante -no sentimental-, o, dicho de otro modo, de someternos siempre a Madrid y esperarlo todo del Estado. Pero van a permitirme, dada la efeméride, no ahondar hoy en esa otra seña de identidad. Todo ello hace que una parte de los ciudadanos del mundo de la izquierda y del asturianismo doctrinal estén hoy empeñados en buscar una fecha que sustituya a Cuadonga y el 8 de septiembre. Y esa fecha está apuntando al 25 de mayo, data en que, en 1808, los asturianos comenzamos el levantamiento español contra las tropas de Napoleón para restituir el trono a la familia real y al Príncipe de Asturies, secuestrados por el Corso.

Esti xueves, en Llastres

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Esti xueves, a les seis de la tarde, tengo un alcuentru con amigos, vecinos y llectores de Llastres pa falar y presenta-yos la mio última novela en castellanu, De los sueños hicimos pesadilla, que yá va pela segunda edición. L'alcuentru, nel Centru Social.

Les pites y el llavaderu

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Pa mexase de risa y nun char gota dempués Trescribo equí esti magníficu artículu de Carlos Fernández, en LNE del 21 d'agostu de 2025 Tensión en el lavaderu y polémica rural en Llanera: identificado un vecino por lavar su alfombra con jabón chimbo Polémica rural por el lavado de una alfombra en un pilón de Llanera Guyame es una aldeína soleyera de Llanera, a dos kilómetros mal contados de la capital del concejo, Posada. Está orientada al sur, lo que es gran ventaja en nuestro Principado norteño, y mirando desde ella hacia ese viento se disfruta de una vega arbolada rematada por la Sierra del Naranco. Una preciosidad de vista. Esta aldea risueña pertenece a la Parroquia de San Cucufate, inmigrante africano que martirizaron en el año trescientos y algo en San Cugat del Vallés (lo que podría dar a pensar que lo de Junts no es de ahora...), y tiene un castillo de verdad, la Torre de Los Valdés, que sigue en uso desde mil trescientos y pico. También, una capilla medio arruinada a la que le pegaron fuego en la Guerra Civil y que en los años sesenta unos vecinos de buena fe intentaron reconstruir con más voluntad que idea, siendo el resultado una especie de caseta de ladrillo, de aspecto deplorable, pero con buena historia y nombre terrible: la Capilla del Diablu. Hay varias explicaciones para esta acepción. Al parecer había una imagen de San Bartolomé pisando a Satanás, pero -muy propio tratándose del ángel caído- ardió todo. Aunque lo razonable en nuestro siglo es dudar con cierto peso de la existencia del diablo, hay gentes -según me cuentan- que se resisten a pasar por allí de noche. Igual llevan razón. Los habitantes tradicionales de esta parroquia poseían el carácter de hidalgos, por lo que se supone que sus descendientes seguirán portándolo. Una suerte. Guyame es también tierra de frontera, pues unos prados más abajo comienza Oviedo. De hecho, es por esta aldea abierta y grata por donde se accede al centro ecuestre, o lo que sea ahora, de El Asturcón, justo al lado, pero ya en suelo carbayón. Marcaron por ahí la raya cuando la tierra de Llanera se independizó del concejo de Oviedo, a mediados del Siglo XIX, es decir, el otro día, usando el río Nora como divisoria. El lavadero de la polémica Pero además de todas estas cosas tan guapas, Guyame tiene lavadero. Un lavadero de verdad, antiguo, con buenas losas de piedra, estructura estupenda de madera -recientemente recuperada- con cubierta de teja, y el caño de la fuente al lado, pero independiente, como debe ser. No se sabe desde cuándo, mínimo la Edad Media, las mujeres de Guyame iban allí a las tres funciones del local: lavar la ropa, centralita de comunicaciones, y sala de despiece, aunque la llegada de la radio, el teléfono y las lavadoras redujeron a la mínima expresión el uso de siempre. Días atrás un vecino de Guyame se acercó al lavadero con una alfombra de su casa. Las grandes losas eran ideales para enjabonarla. Pero cuando estaba en medio de la labor, llegó la policía. Una pareja de municipales en el sentido paritario de la palabra: hombre y mujer. Tras el saludo correspondiente, de forma educada le comunicaron que habían recibido el aviso de que alguien estaba lavando con jabón en el lavadero. El señor paró de cepillar, se sintió algo desorientado unos instantes, y respondió sorprendido que aquella instalación efectivamente se trataba de un lavadero, público además, que existía desde tiempo inmemorial para la función de lavar, que estaba en uso precisamente por haber sido restaurado por el Ayuntamiento pocos años atrás y que el modo de lavar que él conocía era con agua y jabón. Uno de los agentes, con maneras correctas, le respondió que debido a esa acción estaba contaminando con productos químicos el agua de la pila, que desaguaba en un reguero. Aclaró el lugareño que estaba usando lo que habían utilizado su madre, su abuela, y sabe Dios cuantas generaciones desde antaño: la pastilla de jabón chimbo de toda la vida, agua y cepillo, nada más. Si el jabón contaminaba, la sociedad estaba perdida, pues se trataba de un producto que usaba diariamente todo el mundo, menos los que no se lavaban, que alguno habría. Los municipales, aunque manteniendo las formas, no recibieron de buen grado aquel razonamiento, y el hombre ya se veía con su alfombra chorreante, los dos, metidos en la furgoneta del Ayuntamiento, camino del cuartelillo. El otro policía amplió la información: "Además esto no es solo un lavadero, también es una fuente pública". El hombre del cepillo respondió que era cierto, pero lavadero y fuente estaban separados. Quien usase el lavadero no podía contaminar la fuente, aunque en aquel caso no parecía tener mucha relevancia, dado que al lado del caño de la fuente aparecía una placa con el escudo del Ayuntamiento además y el aviso "Agua sin garantía sanitaria". "Pero el agua con jabón que usted está generando va al arroyo, y de ahí al Nora" -aclaró uno de los agentes. El vecino alegó que era imposible contaminar más el Nora; no se le veía el fondo dada la opacidad del agua, no había fauna piscícola, a veces los olores eran antológicos, prueba todo ello del funcionamiento imperfecto de la gran estación depuradora de aguas arriba, asunto de general conocimiento. Por otra parte entendía que si el agua de aquel lavadero tenía que derivarse a una depuradora pero no lo hacía, parecía más lógico que los agentes se dirigiesen al propio Ayuntamiento, que era el suyo, o a la Confederación Hidrográfica, o a la Consejería del ramo como entidades responsables del incumplimiento, y no al vecino que había ido a lavar la alfombra al lavadero del pueblo, lugar en el que por cierto no aparecía ninguna indicación relativa a la imposibilidad de lavar, aunque entendía que no apareciese, pues ello generaría regocijo popular y posiblemente inaceptable pitorreo dirigido al Ilustrísimo Señor. Alcalde y demás autoridades municipales, porque ya se sabe que la gente es jaranera e irresponsable y aprovecha cualquier cosa para la rechifla. El hombre, sin disminuir su perplejidad, aunque controlando, se interesó de forma insistente en base a qué ley, decreto, ordenanza, o lo que fuera actuaban, cuestión a la que el dúo policial no supo responder, limitándose a exponer que los habían llamado avisando que en el lavadero se estaba lavando. Tras proceder a la identificación del penitente por parte del policía varón -DNI, domicilio actual, teléfono, todo eso-, y hacerle fotos a la pastilla de jabón y la alfombra -la policía mujer-, la pareja de municipales se retiró. El vecino de Guyame acabó de lavar y con el cuerpo del delito, la alfombra y la pastilla de chimbo, se fue a su casa. A día de hoy no sabe cómo acabará la cosa. El caso de las gallinas en Las Cuencas Un caso similar -choque de lo consuetudinario con "la modernidad"- se dio en un municipio de la Cuenca del Nalón que no se cita para evitar daños colaterales. Una familia procedente de una ciudad (que tampoco se describe por el mismo motivo) adquirió una casa en una aldea apacible de uno de los concejos mineros. Al poco tiempo el nuevo habitante denunció en el Ayuntamiento las molestias sonoras que generaba el gallo de una vecina al cantar en horas tempranas. Tras la hilaridad inicial del personal municipal, se dejó de lado la queja del foráneo. Al poco llegó una segunda instancia del mismo, instando a que el Ayuntamiento diese la respuesta debida al asunto. Se analizó la cuestión, dándose discusiones con cierto encono entre los técnicos implicados -responsables del área rural y de la oficina técnica-. Triunfó el segundo, y se subió con un sonómetro a escuchar al gallo en cuestión, un hermoso ejemplar franciscano de cresta enhiesta y pecho orgulloso. El animal resultó un tenor digno de emular al mismísimo Pavarotti: 37 decibelios; dos más de los permitidos por la ley para núcleos urbanizados. La propietaria del cantante, una señorina mayor, nacida en el pueblo, al igual que sus padres y abuelos, alegó que cantaba como todos los gallos si no están afónicos, y que nunca habían molestado a nadie, que eran así, y que cantaban por la mañana, y a veces fuera de hora, en su casa y en otras, y que jamás había pasado nada. Otros vecinos apoyaban a la vecina y al gallu, vocingleros, amedrentando a los funcionarios -doy fe-. Hubo una reunión en el Ayuntamiento, técnicos, jefe de la policía local, servicio jurídico y dos concejales. "No queda otra -dijo uno de los concejales, famoso por su buen humor y su carácter expeditivo-: con la normativa vigente en la mano, hay que escoger, o coramos al gallu o al forasteru". Ya se sabe cómo son los de Les Cuenques, donde los de Bilbao vinieron a hacer el cursillo. Se coró al Pavarotti. La señorina, dolida, se deshizo de las gallinas. Los restos de comida y de huerta con los que alimentaba al gallinero transformando los detritus en huevos de buena yema amarilla, ahora los mete en una bolsa y los deja en un contenedor que el camión del servicio municipal de limpieza retira una vez a la semana, para ser trasladados a Serín por carretera. Y la señora compra los huevos al de la furgoneta, procedentes de una granja avícola de Valladolid. La pregunta es por qué suceden estas cosas. La respuesta es muy sencilla: porque los técnicos que elaboran los documentos base para generar la legislación al uso así como los políticos que la valoran y aprueban, los ecologistas de salón, no los de verdad, la mayoría de la gente, que en su buena fe se deja arrastrar por ideas y modas peregrinas, y hasta los mismos guardas rurales, son de ciudad, y tienen muy poca idea, o ninguna, de cómo es la vida en la aldea y, lo más importante: desconocen las normas consuetudinarias del mundo rural, que también son ley para sus habitantes. De ahí surge el "no toque usted esa ortiga", los abusos de burocracia, el final del ganado menor por el lobo -no defendido sino idolatrado- y demás conflictos. Resultado: el campo se sigue abandonando, la maleza coloniza y los incendios van haciéndose cada año más pavorosos y destruyéndolo todo.
El llavaderu del asuntu. Semeya de La Nueva España.

Bocayaes

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Ayer, en La Nueva España BOCAYAES Per verba ad animam. La boca es el caño por donde vierte nuestra mente. Por ahí sale lo que pensamos, lo que queremos, lo que odiamos, lo que fingimos, lo que ignoramos, nuestra visión mágica del mundo… Más turbio o más claro, el chorro siempre evidencia lo que es nuestra mente o lo que está en ella. Comencemos por las risas y por los medios de comunicación. Varios periódicos: «La ONU decreta la hambruna en Gaza». Pobres palestinos, como si no tuvieran poco con lo que tienen, viene ahora la ONU promulga o decide la fame en Gaza. ¡Si cuando tantos afirman que la ONU no vale para nada, pero esto es peor! Y ahora, una emisora (25 de agosto, 9 de la mañana): «Un grupo de ciudadanos estadounidenses perpetran una denuncia contra Maduro por narcoterrorismo». «Perpetrar: ´consumar un delito o culpa grave`». Ya se ve que la emisora no está muy a favor de la denuncia. ¿O sí? Caigamos ahora al ámbito político. ¿Manquín, yes empresariu? Muchos de ustedes conocerán la anécdota. Ante un retraso imprevisto en el teatro, mandaron salir a dar explicaciones a un personaje muy conocido y de poca importancia, el Manquín. Nada más asomar al proscenio, una voz burlona gritó «¿Manquín, yes empresariu?. Pues bien, he aquí que un preboste gubernativo izquierdounidense sale a escena para criticar las palabras del arzobispo Sanz Montes a propósito de cierta prohibición en Jumilla. Y, al margen de otras razones, afirma que el arzobispo «se sitúa al borde de la herejía». ¿Manín, yes teólogu? Y lo más gracioso es que la afirmación teológica fue loreada por otros muchos prelados de la iglesia izquierdista -no digamos ya por los diáconos, subdiáconos u ostiarios de la misma- como si fuese una evidencia con la fuerza de la verdad de la Ley segunda de la termodinámica. Santa Rita, Rita, Rita… El Gobierno y sus satélites acordaron en su día el cierre de todas las plantas nucleares para 2035. Ahora, los socialistas, en consonancia con ciertos aires europeos y catalanes, están pensando en prolongar la vida de esas centrales. He aquí la respuesta de doña Yolanda Díaz Pérez, Vicepresidenta segunda: «España zanjó este debate de forma exitosa hace años y no tiene nigún sentido volver a abrirlo». Pues bien, no solo no se puede volver atrás en ningún asunto, ni discutirlo, lo que se da no se quita, sino que prolongar la vida de las nucleares «significaría no dejar espacio suficiente para el imprescindible despliegue de las energías renovables en nuestro país». ¿«Espacio suficiente»? Amén. Y no podría faltar aquí don Pedro Sánchez Pérez-Castejón. A mediados de agosto acude a Galicia y propone allí un «pacto contra el cambio climático» («contra la emergencia climática», dicen otros medios). En realidad don Pedro repite el concepto del Pacto de París de 2015 «para luchar contra el cambio climático». Pero contra el cambio climático no se puede luchar, se pueden realizar acciones para limitar o atajar sus efectos, pero «contra él», como si fuese un ente o una persona, nada se puede hacer. Si acaso, rogativas. Bueno, y terminemos con lo que es una expresión de la «voluntad popular». Durante décadas existió en Xixón un autocine, un lugar en el cual, desde el coche y al aire libre, se podían ver películas. Próximamente, y por las razones que sean -ingresos menguantes, jubilación, oferta por la parcela…-, sus propietarios han decidido cerrarlo. Pues bien, una parte de la ciudadanía xixonesa se ha manifestado en contra y han llegado a reunir 5.100 firmas para que la instalación no se clausurase. ¿Han organizado una sociedad para convertirse en propietarios y mantener así su supervivencia? ¿Se han comprometido a abonarse durante un tiempo para garantizar sus ingresos? En ningún caso, lo único que han hecho es manifestar que estaban en contra del pieslle. Como tantos manifiestos públicos: exhibición -dicho en el mejor sentido de la palabra- de anhelos, deseos, voluntades, esperanzas, afectos, pero nada que pueda cambiar el curso de las cosas, ni siquiera, poner algún medio para torcerlas. En último término, lo mismo que las rogativas para pedir la lluvia o su cese.

Día d'Asturies

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Milagrinos llaborales

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Antayeri, en LNE L’APRECEDERU MILAGRINOS LLABORALES Hay en mi barrio cuatro chigres por los que paso. Los cuatro están atendidos todas las horas del día por una sola persona, su propietario. ¿Creen ustedes que, de dar para más la cosa, no tendrían un empleado? ¿E imaginan la alegría con que recibirían, de tenerlo, la propuesta de que su empleado trabajase un día menos cobrando lo mismo, o, acaso, un par de horas menos a la semana? Pues esas son las alegres iniciativas de la progresía, sindical y política: menos horas de trabajo o, incluso, un día menos, cobrando, por supuesto, lo mismo, y sin perder ningún otro derecho. Ahora está en marcha una campaña para que la semana de cuatro días se traslade a la Administración. En plata: que los funcionarios trabajen solo cuatro días a la semana. No se rían ustedes, pero, según afirman los proponentes, ese trabajar menos días, aparte de aumentar la satisfacción y la salud de los trabajadores -cosa indudable-, los haría más productivos, es decir, que, trabajando menos días, “sacarían más papeles”. Si tienen contacto con la Administración, ya saben cómo andan las cosas: siete días para una cita, con suerte. O este otro dato: las ayudas, ya autorizadas, para los coches eléctricos o sus lugares de recargo llevan tres años de retraso porque están atascadas. Si los funcionarios trabajasen menos aún, todo sería más rápido. (La argumentación lleva ímplicito un razonamiento inevitable: si trabajando menos horas sacasen más papeles, es que ahora no lo hacen porque no quieren). Pero supongo que la propuesta no será solo para los oficinistas, será también para médicos y profesores. Calculo que no se pretenderá que cierren consultas y clases un día a la semana, sino que se contratarán más médicos y profesores. ¿Y el dinero? ¡Ah!, eso en las propuestas progresistas nunca existe. Bueno, en realidad, se oculta que lo pagarán los demás trabajadores, con más impuestos y más paro.

El sol chisgando na mar

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El sol chisgando na mar. 10.55 h. 30/08/2025

La Casa'l Pescador. Llastres

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Bueno, pa daqué val. Gastárense hacia 600.000 euros n'aperiar la Casa'l Pescador, propiedá de la Cofradía de Llastres. Lleva un añu cerrao. Nun s'abrió la biblioteca, nun se fan reuniones, nun se puso un chigre, nun... Bueno, pero pa daqué val, como se ve nes semeyes. Tien un teyáu preciosu pa les gaviotes y los gaviotes. ¡Menos mal!

Quemes: pa creyentes y nun creyentes: una vivencia real

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Pa creyentes y nun creyentes. ¿Puede quemase? Sí pero non. Esta ye la esperiencia d'un de los pocos que viven nel campu: Sí, llegalmente hai una normativa que regula les quemes controlaes ente ochobre y marzu, el problema ye qu'esa normativa ye casi imposible de cumplir y la xente ya renuncia a solicitar quemes porque cuando se autoricen nun quema y les zones que permiten nun son realmente les que más falta tienen. N'Onís por exemplu solicitóse munches vegaes nos caberos años y namás se autorizaron dos y fue depués de tar tola nueche orbayando. Como anécdota, ún d'esos dís yo gasté dos mecheros y nun llegó a quemar nada... El principal problema ye que cualesquier tipu de quema, ya sea en terrén priváu como públicu, tien que ser col IRIF (índiz de riesgu) del día sea baxu o mui baxu, esto n'Asturies quier dicir, básicamente, cuando ta el terrén pingando y el vientu inferior a 15km/h. Y lo peor ye que el IRIF actualízase diariamente, lo que obliga a al paisano a tar pegáu al ordenador o al móvil pendiente dende pela mañana de la publicaciórn pertinente. Hai dos tipos de quemes, "quema pa mantenimientu de brañes" y "quema prescrita". La quema pa mantenimientu de brañes ye la que más se solicita pero poques vegaes sirve porque ye inviable cumplir tola normativa, a saber: - Manches de matu máximu de 200m2. Pocos matos de 200m2 hai agora mesmo en monte. - La superficie total d'actuación nun puede superar les 30 ha y nun tar tomao de matu más del 40% del total d'esa superficie. Si tenemos en cuenta que atendiendo al IRIF a lo meyor namás se dan dos o tres dís que realmente queme bien en tola temporada, lo suyu ye aprovechar y quemar tou lo que se pueda. - Pendiente media del área inferior al 50%. Teniendo en cuenta el relieve asturianu, un 50% de MEDIA impide quema en munchos sitios. Amás, eses pendientes son les que más interesa quemar porque en casu d'incendiu, el fueu fáise incontrolable pola velocidá que garra y como tienen menos tierra, si quema en branu como esta ocasión, nun dexa más que la peña pelao. Eses pendientes son perfectamente aprovechables pol ganáu matreru, incluídes les vaques (aunque los de la PAC digan que non). La "quema prescrita" úsase pa quemar mases de hasta 12ha de superficie. Nos montes d'utilidá pública faela la Conseyería con personal propiu. Nos montes priváos, la entidá xestora tien que presentar un estudiu de riesgu y proyectu d'actuación firmáu por un Inxenieru montes y acreditar que les persones que participen tienen certificada la formación y la equipación pertinente. Esto nun sal barato precisamente. Escaecióseme añadir que nes quemes de rexeneración de brañes, como dependemos de que'l guarda de conseyería consulte el IRIF diariu pa autorizar, los solicitantes salimos entavía de nueche pa igüar el ganáu pa tar a primer hora la mañana onde se debe facer la quema y a lo meyor lleguen les 12 ensin que se publique el IRIF y cuando sal resulta que ye altu y toos pa casa.

Dos historias frustradas

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DOS HISTORIAS FRUSTRADAS Hace unos días les proporcionaba yo aquí, en LA NUEVA ESPAÑA, algunos datos de la vida (1878-1906) industrial y aventurera del felguerín Jesús Fernández Duro. Les contaba cómo realizó el primer viaje en globo atravesando los Pirineos desde Pau (Francia) a Guadix (Granada) y su viaje desde Xixón a Moscú y regreso, en esos años, en un automóvil de aquellos y sin mapas. Pero, sobre todo, llamaba la atención hacia su faceta industrial, subrayando que tenía ya en ensayo un aeroplano de su invención. Y fantaseaba yo con la idea de que, de no haberse truncado su vida, acaso hubiésemos tenido en Asturies una industria aeronáutica, de profundas consecuencias económicas y sociales. Pues bien, en un momento determinado su vida se cruza con la de otro industrial e inventor, Victoriano Alvargonzález, del que ahora les hablo. Victoriano Alvargonzález (1856-1913) venía de una familia arraigada en Xixón décadas atrás, unida a la mar y a la industria. Su padre, por ejemplo, Romualdo Alvargonzález, fundó la empresa harinera La Hormiga, que exportaba a Cuba, y cuyo molino acabó dando nombre a lo que es hoy el estadio del Sporting. Pues bien, Victoriano destacó por su actividad como ingeniero en facetas como, lo que entonces era una novedad, el alumbrado eléctrico. De forma que se nos antoja un poco como infantil, el gran biógrafo Constantino Suárez, Españolito, dice de él esto (en la web españolito.es): «De Gijón. Acreditado electricista. Montó la fábrica de Moreda, en Gijón, de alumbrado eléctrico en 1882, cosa que entonces se tuvo como cosa de extraordinario mérito». Lo que hoy se conoce como La casa de la Luz, en Pontevedra, fue un edificio del XVI en el que en 1887 se decidió instalar una central eléctrica para la iluminación de la ciudad, convertida así en la segunda ciudad de España con alumbrado público. Esto es lo que se nos dice en la Wikipedia: «En sus dependencias, el ingeniero gijonés Victoriano Alvargonzález Zarracina instaló un sistema pionero de alumbrado eléctrico basado en máquinas de vapor y dinamos, convirtiendo el caserón en la primera central eléctrica de Galicia y punto de partida del cableado urbano». Pero lo que hoy queremos destacar es que Alvargonzález diseñó y construyó un coche, el Hormiga, nombre que puso en honor a la industria harinera de su padre. Pues bien, la invención no era cosa de poca monta, sino extraordinaria. Les proporciono un dato: en 1908 se edita en Nueva York la International Motor Cyclopaedia, que da noticia de automóviles, motos, lanchas de motor y aeronáutica en el mundo. En España se informa de algunos clubes de esos ingenios, y de comercios y manufacturas de automóviles, pocos y en pocas localidades, entre ellos el «Automobile Manufacturers, Gasolene: Alvargonzález (Hormiga cars)». Años antes, en 1903, en la revista La Energía Eléctrica se da cuenta de que en los talleres «de D. Victoriano Alvargonzález, importante industrial de Gijón», «se construyen toda clase de motores de gas, gasógenos, gasómetros, maquinaria, tubería, calderería, etc.», y también automóviles: «e l primero construido tiene por marca “hormiga” y es de 12 caballos de fuerza», para pasar a continuación a describirlo en tres páginas y a dar sus planos. Y es aquí donde vuelve a aparecer nuestro otro industrial -emprendedor, diríamos hoy-, Jesús Fernández Duro: en 1903 El Noroeste da cuenta de que el día anterior se habían realizado pruebas de velocidad y resistencia del primer automóvil construido «en los talleres de nuestro querido amigo, el inteligente y activo industrial D. Victoriano Alvargonzález», y que «las pruebas del nuevo vehículo en carretera las efectuó el distinguido sportman D. Jesús Fernández Duro, obteniendo un resultado altamente satisfactorio». En el año 1907 la revista madrileña Ingeniería informa de que «el conocido hombre de negocios de Gijon, D. Victoriano Alvargonzález», ha redactado las bases para una sociedad de transporte de viajeros por medio de automóviles entre San Esteban de Pravia, Baamonte (sic), Grado y Cangas de Tineo, «uniendo la línea del ferrocarril del NO con la Vasco-Asturiana». El 25 de febrero de 1913, a la edad de 56 años, Victoriano Alvargonzález perecía, junto con otras 22 personas, en una explosión durante la construcción del puerto de El Musel, al volar parte de la montaña del Tangán. Victoriano era el contratista de la obra. Al igual que en el caso de Jesús Fernández Duro no podíamos evitar la señardá de imaginar que su iniciativa nos hubiese conducido a tener radicada aquí en Asturies una floreciente industria aeronáutica, uno no puede, igualmente, impedir echar a volar los camientos y pensar que tal vez, en la estela de Victoriano Alvargonzález, podríamos haber disfrutado de una potente industria automovilística y que, además, los autobuses que cubren hoy tantas rutas de Asturies fuesen ingenios que saliesen de la factoría de Alvargonzález.

Balandres

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A ver si d'una vez. La carabela portuguesa tien un un nome (preciosu, por ciertu) n'asturianu "balandra". Asina qu'a ver si, de xemes en cuandu, dalgún escribiente lu emplega. Balandra/balandres.