Pescal floriada

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El 15/04/16, en Güerres.


Güei, en LNE: Dos entrevistas, una historia

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(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos.)

Dos entrevistas, una historia

30.04.2016 | 06:34
Dos entrevistas, una historia
Con solo un día de separación LA NUEVA ESPAÑA publicaba dos entrevistas que iluminan casi un siglo y medio de la economía y la empresa en Asturies. En la primera, el 23 de abril, el colungués Cayetano Pérez-Cubillas hacía un repaso de la vida de su familia desde mediados del XIX. Al día siguiente, un avilesino, Daniel Alonso, contaba la génesis de su actividad empresarial y la separación de la misma de la de su padre, el Daniel Alonso de Tadarsa, Daorje o Damina.
Como es sabido, en el inicio de la industrialización y el despegue económico asturiano, desde mediados del XIX en adelante, tienen un papel medular los capitales y técnicos foriatos (Duro, Masaveu, Truán, Herrero, Tartiere?), lo que denota, al tiempo, la debilidad del capital asturiano y, por consiguiente, su escasa iniciativa. No obstante en las últimas décadas del XIX y, en relación muchas veces con los capitales reingresados de América, comienza a haber un crecimiento empresarial que pudiéramos llamar endógeno, crecimiento que llega a su cenit tras la independencia de Cuba y la repatriación de muchas fortunas. Entre 1900 y 1930, con un empujón excepcional durante la Guerra Mundial, florecen en Asturies industrias y negocios de todo tipo, desde la banca (Banco de Gijón, por ejemplo) hasta las eléctricas (el germen de lo que después será HC), pasando por las artes gráficas, la industria alimentaria, las metalmecánicas, etc.
Una parte de esa actividad tiene su fundamento en las relaciones con la emigración asturiana y ahí surgen industrias como la de la sidra achampanada, de la que son ejemplo los antepasados del citado Pérez-Cubillas y su sidra "El Hórreo" (que, por cierto, dicho sea de paso, ayuda al lanzamiento del Gaiteru de Lliberdón). [................................................................................................]
Tras el 34 y la Guerra Civil, aparte de sus efectos devastadores, hay una cierta retracción de los capitales y empresarios asturianos y, en todo caso, las nuevas condiciones de la economía en los años siguientes al Plan de Estabilización de 1959 [................................................................................]

Un tracamundiu que ye un chiste

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Pedro G. Cuartango escribe güei n'El Mundo una columna titulada "Elogio de la sardina". Atención al últimu puntu y seguíu d'esti fragmentu:


Una de las cosas que más me gustan de Galicia es que en muchos bares y restaurantes se pueden comer sardinas. Allí las llamas xoubas y las preparan de una forma muy variada, aunque a mí me gustan asadas en una parrilla.
Cuando era niño en Miranda, íbamos varias familias a una chopera de Berantevilla y asábamos sardinas, aprovechando el fuego de la paella. También recuerdo que estuve viviendo unos meses en Bilbao con mis abuelos y que me llevaban a comer sardinas a Santurce, donde se junta la ría con el mar.
Su aroma es para mí como la magdalena de Proust en Combray: me hace revivir los tiempos felices de la infancia y mi corazón empieza a latir más deprisa.
Ahora se ha puesto de moda comer pescados como el rodaballo, la lubina o la dorada, pero no hay nada comparable al recio sabor marino de la sardina que nos trae los efluvios de un océano inmenso y salvaje.
En las casas se ha dejado de comprar sardinas porque su olor es muy fuerte y persiste durante muchas horas a diferencia de otras pescados insaboros e inoloros como el gallo o la merluza. Craxo error.

Como persaben ustedes, "craso" escríbese "craso" y non "craxo". Por ciertu, "craso" significa lliteralmente "graso, enlleno grasa", como la sardina. O sea que "craso error" el "Craxo error".

Pescal floriada

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Pescal, el 15/04/16. En Güerres.





Y el contraste de color col verde de la fueya de la capuchina.


El Sueve y les ñubes

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El 15/04/16, un de tantos díes d'agua nos que de momentu abocana y les ñubes intenten reblagar per El Sueve ensin conseguilo, anunciu de más agua y homedancia.

Embaxu, la mar cerca L'Astuera, el sable de La Griega, La Villeda.

Nueva poesía

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Esos cuerpos qu'entovía se quieren
pola memoria tienra de lo que fueren
y yá nun son.

Esos cuerpos qu'el tiempu asobayó, pero que guarden
remembranza d'aquellos otros mismos cuerpos onde la piel, la carne
y el deséu brillaben
y llixeros blincaben.

Esos cuerpos qu'entovía se quieren,
porque alluguen la tienra señardá de lo qu'amamos,
de lo que nellos fuimos
y yá tampoco nós nun somos.

Sobre'l catolicismu n'España y una collaboracionina mía

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Sigo'l blog d'Economía d'Eduardo Martínez Abascal. Los dos caberos ensiertos son sobre'l númeru de católicos n'España. Nel primeru comparaba les estadístiques de matrimonios pela Ilesia en 2002 y en 20014, que pasaren del 71% al 31%, y señalaba cuáles provincies yeren les más católiques y cuáles menos.
Yo suxerí-y qu'arreyase esos datos a los de la casiella de la declaración de la renta. Y nesti segundu ensiertu faelo.

Y un puntín d'orgullu pa mi y otru d'honra pa él: da noticia de la mio suxerencia: 

Qué provincia es más católica (y 2)
BY EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL
Posted on 28/04/2016
En el post anterior mostraba el porcentaje de matrimonios católicos en España, sobre el total de matrimonios: 31% en 2014 frente al 71% en 2002. Este dato indica el porcentaje de católicos entre gente joven, pues los que se casan rondan los 30 años de promedio. También es un indicador de la religiosidad de la población en el futuro. Pero NO indica el porcentaje de católicos en toda la población (jóvenes y mayores), como erróneamente el artículo anterior pudiera sugerir.
Un lector (gracias, Xuan Xosé Sánchez Vicente) me sugiere usar el porcentaje de declaraciones del IRPF que marcan con una “X” la casilla para ayudar a la Iglesia Católica. Los datos aparecen en el cuadro de abajo. En la primera columna el porcentaje de declaraciones IRPF a favor de la Iglesia Católica, que nos da una aproximación al porcentaje total de católicos en España. En la segunda columna, el porcentaje de matrimonios católicos sobre total de matrimonios, lo que nos podría indicar el porcentaje de católicos entre los jóvenes. La tercera columna indica la diferencia entre ambos.


La mar bella nun día d'agua

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El 15/04/16, un de tantos díes d'agua nos que de momentu abocana. 


La mar, bella. Al fondu, el Cau de la Mar.

La mar bella nun día d'agua

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El 15/04/16, un de tantos díes d'agua nos que de momentu abocana. 



Fueyes de figar nel primer planu, embaxu, los teyaos de San Antonio. La punta El Saltu la Muyer, a la derecha. Al fondu, el Cau de la Mar. Mar bella.

El Sueve y les ñubes

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El 15/04/16, un de tantos díes d'agua nos que de momentu abocana y les ñubes intenten reblagar per El Sueve ensin conseguilo, anunciu de más agua y homedancia.





¿Que ye'l comunismu?

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                                   ¿QUÉ ES EL COMUNISMO?


            Las definiciones sobre aquello en qué consiste el comunismo son diversas y aun contradictorias. En general, suelen entenderse por sus elementos definitorios los siguientes: la culminación de un proceso histórico (la teleología hegeliano-marxista del fin de la historia), la propiedad colectiva de los medios de producción y la desaparición o transformación del Estado. Ahora bien, sobre el tiempo o el modo de realización de estos parámetros existe una compleja discusión teórica, que arroja más oscuridad que luz sobre la esencia de la cuestión. Lo mejor, pues, es acudir a una definición pragmática: veamos a qué se ha llamado comunismo en la historia.
            Lo primero que llama la atención es el carácter lábil o inasible de los sucesos históricos fácticos que son llamados "comunismo". Pues, en efecto, las concreciones reales de la doctrina en el siglo XX se manifiestan como un a modo de paradoja cuántica (como la del gato de Schrödinger, por ejemplo, que muere y no muere, al mismo tiempo) o como una superación diacrónica del principio de no contradicción, pues, ciertamente, esos sucesos son, al tiempo, comunismo y no lo son. Para que se entienda: todos los acontecimientos que, desde un punto vista pragmático, podríamos definir como "comunismo" en el siglo XX han pasado por un triple estadio: 1) han sido definidos como "comunismo" por quienes los han puesto en marcha, 2) han sido saludados, jaleados y aplaudidos como "comunismo" (a veces bajo el nombre de "socialismo real") por los que se autodeclaran comunistas, 3) han sido rechazados posteriormente como no "comunismo comunismo" (en el mismo sentido que hablamos de "café café" para señalar el  café auténtico)  por quienes, siendo profesos de la idea, habían afirmado anteriormente que esos acontecimientos sí lo eran. Sería difícil identificar (aunque podría haber quien lo hiciere) ese proceso histórico triádico con los tres momentos del proceso dialéctico marxista de posición, oposición, superación (tesis, antítesis y síntesis). Es más fácil, en todo caso, señalar la homología de los tres momentos (no dialécticos) con las tres sucesivas fases de la borrachera: exaltación de la amistad, cantos regionales, negación de la evidencia.
            Siendo, pues, extremadamente dificultosa una definición meramente conceptual  o conceptual-histórica del comunismo, cabría intentar una exploración analítica de todas esas singularidades que han sido, de forma sucesiva, aclamadas como comunismo y negadas como tal por sus partidarios. Nos acercaríamos así a su esencia no tanto por su conocimiento dialéctico o teorético, sino mediante una especie de procedimiento de refutación popperiano.
            Una lista breve, pero significativa, nos mostrará lo que sus partidarios y comulgantes descartan como comunismo y como hechos comunistas, después de haberlos proclamado tales. No es comunismo el régimen iniciado con Lenin en la actual Rusia y la antigua URSS. No lo son las purgas y asesinatos allí cometidos, los más de veinte millones de muertos por razones políticas, las deportaciones en masa de pueblos, los gulag de Siberia, ni la falta de libertad. Tampoco los privilegios de los grupos dominantes frente al proletariado en cuyo nombre se gobierna; ni la ruina económica o los desastres ecológicos de su sistema productivo. No es comunismo los más de dos millones de muertos de la dictadura de Pol-Pot y sus jémeres rojos, sus asesinatos colectivos y sus campos de reeducación para crear el hombre nuevo. No constituyen esa identidad, del mismo modo, el estado maoísta, sus prisiones y los crímenes de la Revolución Cultural, así como sus episodios programados de cárcel y represión. Obviamente, tampoco lo sería -por otras razones- el actual régimen pseudocomunista chino, donde se admite la iniciativa privada y el capitalismo (pero no las libertades individuales). Parejamente, las dictaduras de Ceaucescu (Rumanía) o Enver Hoxa (Albania), con su cortejo de culto a la personalidad, riqueza del dictador, miseria y esclavitud de sus poblaciones, no deben incluirse en el concepto; ni las dictaduras dinásticas de Corea del Norte, encarnadas por Kim Il Sung y Kim Jong Il. Idénticamente, tampoco la Checoeslovaquia o la Hungría de los tanques del pacto de Varsovia, y mucho menos, la RDA o Alemania del Este, tan eficaz en construir muros o cuerpos policiales de éxito insuperable para librar a sus ciudadanos de un éxodo que les hubiera resultado infeliz,  como incapaz de poner en marcha una economía medianamente productiva y que pudiera satisfacer las necesidades de sus habitantes.
            La lista podría seguir. Nos podríamos preguntar, por ejemplo: ¿Es Cuba un país comunista? Y la respuesta sería que empieza a entrar ya plenamente en el arquetipo de los países que no lo son, en la medida en que sus apóstoles y jaleadores parecen empezar a situarlo en la tercera fase, la de la negación del carácter que hasta ahora se le venía atribuyendo. En todo caso, cualquier país de los que pueden servirnos para realizar una aproximación popperiana al comunismo, mediante la refutación de los que pareciéndolo no lo son, presenta una tipología parecida: ausencia de libertades, cárceles para los disidentes, miseria económica, privilegios inauditos de los gobernantes, masacres colectivas, estado policial. Pero todo ello no es comunismo. aunque se dé en los países que se han autoproclamado comunistas por sus actores y aunque así se haya llamado en algún momento por los mismos que dicen ser comunistas. Es, exactamente, el ejemplo de lo que no es comunismo.
            ¿Podemos realizar alguna otra aproximación a la materia que nos pudiese permitir una definición positiva, no refutatoria? Confieso que a mí se me escapa: no logro encontrar un camino que no sea -como decía Churchill- un enigma envuelto en un misterio. No obstante algunos han intentado una definición parabólica, mediante el pensamiento del que pudiéramos llamar un pensador-filósofo chino del siglo IX a.C., Xian- Ze- Piao (en la transcripción actual, que prefiere Mao Ze Dong a Mao Tse Tung). Xian- Ze- Piao es autor de una serie de paradojas sobre el espacio y el tiempo que, en alguna medida, podríamos parangonar con las de Zenón de Elea, con las cuales guardan un cierto aroma de afinidad. Pues bien, la quinta de ellas dice así: "Si a un ser vivo dotado de capacidad de desplazamiento (en realidad, la mejor traducción sería la de "semoviente", pero el término tiene connotaciones, en castellano, que prefiero evitar), ya sea de dos pies o cuatro pies dotado por la naturaleza, le colocamos en el dorso una linterna que proyecte ante su vista imágenes que le despierten apetito o pasión, se pondrá en movimiento continuo tras ellas para satisfacer su concupiscencia volitiva, más nunca las alcanzará porque no tienen más realidad que el ensueño de su voluntad; nunca las alcanzará (el texto vuelve aquí a repetirse enojosamente) /.../ por más sembrados o juncos que huelle en su ansioso camino hacia delante, por potentes que sean las emisiones con que desde su órgano fonatorio proclame su excitación o convoque, ya con palabras dulces, ya conminatorias, a otros semejantes en pos del trampantojo que hace galopar a sus apetitos y fantasías hacia un confín tan inasible como el horizonte".


 LA NUEVA ESPAÑA, 29/04/03

                        

Arreyos al Diccionariu asturianu-castellanu. (Recuperación de los ensiertos CCLX a CCLXXIII)

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CCLX

rellavicu, m. Recoveco, vuelta y revuelta de un lugar u objeto. || 2. Rincón, escondrijo o lugar retirado. || 3. Trabajo o labor de escasa importancia.
rellumera, f. Acción y efecto de rellumar. || 2. Brillo, destello, luz muy viva.|| 3. Relumbre de un farol o foco luminoso. || 4. Pesca nocturna con luz, que atrae el pescado.
rellumerar, v. intr. Relumbrar. || 4. Resplandecer. || 5. Destacar o sobresalir en una actividad o en el seno de un grupo.
remolina, m. Remolino, movimiento giratorio y rápido del agua, aire o polvo. || 2. Grupo de cabellos cortos que crecen en distintas direcciones. || 3. Barullo, confusión,  lío, conjunto de cosas o personas mezcladas de forma desordenada.  ||  Andar a la remolina, andar mareado. 2 De un modo bruto o torpe.
remoyu, dial. remueyu.  



CCLXI

ren, m. y f. Cima de una montaña. || 2. Parte allombada de una teja. || 3. Parte opuesta al filo de un instrumento cortante. Ú. m. en plur. || 4. Juego del cascayu. || Un ren, nada.
rendíu, ida, ío, p.p de rendir. || 2. adj. Cansado, agotado.
renoyu, m. Tronco o pedazo de madera nudoso, retorcido o contrahecho. || 2. Nudo en la madera. || 3. Piedra redondeada e irregular. || 4. Fruto desmedrado. || 5. Menudencia. || 6. Persona contrahecha y baja de estatura.
renubleru, dial. V. ñuberu.
repicar, v. intr. Andar tieso y erguido. || 2. Repicar, tocar las campanas alegremente. || 3. Levantar un animal el rabo o las orejas. || 4. No apoyar bien en el suelo una silla o una mesa. || 5. Doblar hacia arriba un objeto por su extremo o punta. || .6 tr. Enfadar a alguien. || 7. Allanar la tierra después de ararla. || 8. Transplantar una planta. || 9. Colocar en la cabeza el pañuelo de picos propio del traje regional en algunas zonas.  || 103. prnl. Enderezarse. || 114. Enfadarse.

CCLXII

repunante, adj. Desagradable. || 2. Antipático. || 3. Molesto. || 4. Quisquilloso, que se enfada por poco motivo.  || 5. Dícese de quien aborrece muchas comidas o es muy antojadizo en el comer.
repunar, v. tr. Repugnar, sentir antipatía o aversión hacia alguien o algo. || 2. Sentir aversión hacia alguna comida o alimento. 
requiloriu, m. Cuidado o miramiento excesivo que se tiene o debe tener para hacer una cosa. || 2. Cumplido, acción obsequiosa o muestra de urbanidad.
requisitu, m.. Condición necesaria para determinado estado, acto o suceso. || 2. Exigencia que se requiere para determinados actos administrativos, religiosos o sociales.
resaliváu, ada, ao, adj. Descarado. || 2. Repipiado, resabiado.


CCLXIII

resalvar, v. tr. Remontar, salvar, vencer un obstáculo, saltando por encima de él sin tocarlo. || 2. Vencer un obstáculo, lanzando con ímpetu un objeto por encima de él, sin tocarlo.  || 3. Exceptuar, dejar a un lado una persona o cosa, por razones de interés, decoro u otras. 
rescampláu, ada, ao, p. p. de rescamplar. || 2. adj. Brillante, inteligente. || 3. Reluciente, atractivo. || 4. Artero, mañoso, con arte y disposición para las cosas de la vida.|| 5. Con faz tranquila o sin muestra de preocupación. || 6. Alegre.
rescueldu, dial. V. rescaldu.
respelleya, m. adv. De refilón..



CCLXIV

restorcer, dial. V. retorcer.
retinxíu, v. intr. Permanencia más o menos larga de la vibración de la campana o de otro cuerpo sonoro. || 2. Resonancia, sonido que se prolonga y dura. || 3. Notoriedad de un acontecimiento, por su repercusión, por su duración en el tiempo o por ambas cosas. || 4. Retintín, connotación irónica o zahiriente en las palabras de alguien.
retiñíu, v. intr. Permanencia más o menos larga de la vibración de la campana o de otro cuerpo sonoro. || 2. Resonancia, sonido que se prolonga y dura. || 3. Notoriedad de un acontecimiento, por su repercusión, por su duración en el tiempo o por ambas cosas. || 4. Retintín, connotación irónica o zahiriente en las palabras de alguien.
retorcer, v. tr. Torcer, dar una manera violenta a un miembro en dirección contraria al orden natural. || 2. Molestar. || 3. Dislocar un hueso o una articulación. || 4. prnl. Moverse presumiendo al andar. || A retorcer, en gran cantidad. || Retorcer el pescuezu, fam. Matar a alguien. . || Retorcer la oreya, fam. Arrepentirse.
retoriar, v. intr. Bramar y enfurecerse un buey. || 2. Brincar el ganado en el prado. || 3. Protestar en voz baja. || 4. Gruñir.

CCLXV


retostar, v. tr. Volver a tostar una cosa. || 2. Tostarla en exceso. 

retrañíu, v. intr. Permanencia más o menos larga de la vibración de la campana o de otro cuerpo sonoro. || 2. Resonancia, sonido que se prolonga y dura. || 3. Notoriedad de un acontecimiento, por su repercusión, por su duración en el tiempo o por ambas cosas.  || 4. Retintín, connotación irónica o zahiriente en las palabras de alguien.
retriga, f. Cada uno de los postes que sujetan los maderos de un pesebre con las vigas de la tenada. || 2. Cada uno de los postes verticales que, en el corral delimitan el lugar destinado a cada animal. || 3. Sitio que ocupa una vaca en el corral delante del pesebre.
retriñíu, v. intr. Permanencia más o menos larga de la vibración de la campana o de otro cuerpo sonoro. || 2. Resonancia, sonido que se prolonga y dura. || 3. Notoriedad de un acontecimiento, por su repercusión, por su duración en el tiempo o por ambas cosas. || 4. Retintín, connotación irónica o zahiriente en las palabras de alguien.
revellíu, ida, ío, p. p. de revellir. || 2. adj. Arrugado|| 3. Raquítico.


CCLVI

revesín, m. Infortunio. || 2. Arrebato súbito. || 3. Manía, idea fija.
rexa, f. Reja, red de barras de hierro, que se pone en las puertas, ventanas y otras partes, para adorno, seguridad y defensa. || 2. Pieza de madera o hierro que se coloca en la entrada del canal del molino para impedir el paso de hojas o maleza. || 3. Orilla del mar. || 4. Borde de espuma o de suciedad que marca el punto donde la mar  viene a morir en la costa.  || En rexa, dícese de la fruta muy verde. || Ente rexes, preso.
rezabu, m. Sobras de comida. || 2. Sobras de comida que no se piensa volver a consumir, sino que se destinan para la basura o los animales. U.t. en plur.
ribayu, m. Ribazo, porción de tierra con alguna elevación y declive. || 2. Precipicio próximo al mar. || 3. Porción de tierra con alguna elevación entre dos fincas o entre un camino y una finca. || 4. Torrentera, cauce afondáu de un arroyo que se forma cuando se produce la crecida de un río. 
ribuyir, dial. V. rebullir.


CCLXVII


ribuyón, m. Fresa silvestre. Su nombre científico es Fragaria vesca.
ricachar, v.intr. Morir.
riestru, m. Asiento a modo de cojín redondo que se fabricaba con las hojas de maíz una vez quitadas les panoyes. || 2. Riestra pequeña. || 3. Rabo de la calabaza. || 4. Trenzado de hojas de maíz. Antaño se utilizaba en ocasiones para fregar el suelo.
rillar, v. intr. Meter ruido un objeto al rozar con otro. || 2. Rechinar los dientes. || 3. tr. Moler, triturar.
rinclera, f. Ringlera, fila o línea de cosas puestas en orden. || 2. Línea horizontal que se traza en el papel, a fin de facilitar la escritura recta.
rinoriu, a, o, adj. Enclenque, ruin.

CCLXVIII

rinu, interj. Úsase para llamar a los cerdos.
rinu, a, m. y f. Cerdo. Su nombre científico es Sus scrofa. || 2. Cría del cerdo.
rinu, a, o, adj. Enclenque, ruin.
rixu, m. Vigor, fuerza sexual. || 2. Interés por una cosa. || 3. Fuerza. || 4. Valor. || 5. Antojo, capricho. || 6. Curiosidad. || 7. Movimiento y preparación de cosas extraordinarias. || 8. Garbo. || 9. Empeño, tesón. || 10. Curiosidad, apetito indagatorio. || 11. Cariño grande que se tiene hacia alguien. || 12. Arte o disposición que se pone en el trabajo.

CCLXIX

roceaniegu, a, o, adj. Amoscado, receloso, dícese de la persona que permanece alerta u hosca por la sospecha o la prevención. || 2. Retraído en su relación con otra persona o en el cumplimiento de sus tareas por resentimiento, malestar o enfado. || 3. Roncero, tardo en ejecutar una tarea. || 4. Rezagado, tardo en incorporarse a un grupo o en sumarse a una actividad
roceanu, a, o, adj. Amoscado, receloso, dícese de la persona que permanece alerta u hosca por la sospecha o la prevención. || 2. Retraído en su relación con otra persona o en el cumplimiento de sus tareas por resentimiento, malestar o enfado. || 3. Roncero, tardo en ejecutar una tarea. || 4. Rezagado, tardo en incorporarse a un grupo o en sumarse a una actividadrocear
rochel, m. Cantil, sitio o lugar en escalón en la costa o en el fondo del mar. || 2. Lugar de la plataforma marina que tiene fondo rocoso.
rodabiel, m. Paleta semicircular con mango utilizada para sacar las brasas del horno.
rodetu, m. Rodete, rosca que con las trenzas del pelo se hacen las mujeres en el vértice de la cabeza. || 2. Rodete, rosca hecha de trapos o lona que las mujeres ponen sobre la cabeza para cargar pesos sobre ella. || 3. Rueda pequeña|| 4. Rodezno, rueda hidráulica con paletas curvas y eje vertical. || 5. Persona gorda.
rodiellu, m. Rodillo, paño ordinario que se utiliza para secar los platos, limpiar cristales, etc. || 2. Rodete, rosca que con las trenzas del pelo se hacen las mujeres en el vértice de la cabeza.  || 3. Porción de terreno. || 4.  Anilla de madera o de hierro del yugo donde se engancha el arado. || 5. Pieza de madera, paja o tepes que coronaba ciertos tejados de cubierta vegetal, a fin de evitar que la humedad se filtrase al interior del recinto habitable. || El que ñació pa rodiellu, inxamás llega a tuballa, expresión semejante a otras muchas que indican que es difícil que nadie escape a las limitaciones que fortuna o naturaleza le han impuesto.


CCLXX

roisu,  a, o, adj. Caliente, con mucha temperatura.
ronceru, a, o, adj. Amoscado, receloso, dícese de la persona que permanece alerta u hosca por la sospecha o la prevención. || 2. Retraído en su relación con otra persona o en el cumplimiento de sus tareas por resentimiento, malestar o enfado. || 3. Roncero, tardo en ejecutar una tarea. || 4. Rezagado, tardo en incorporarse a un grupo o en sumarse a una actividad
ronciegu, a, o, adj. Amoscado, receloso, dícese de la persona que permanece alerta u hosca por la sospecha o la prevención. || 2. Retraído en su relación con otra persona o en el cumplimiento de sus tareas por resentimiento, malestar o enfado. || 3. Roncero, tardo en ejecutar una tarea. || 4. Rezagado, tardo en incorporarse a un grupo o en sumarse a una actividad.
rondín,  m. Vigilante, persona que realiza la ronda de vigilancia en una instalación o lugar. || 2.  Salvado menudo.
rosquía, f. Rosquilla, rosca pequeña de masa dulce. || 2. Torta de maíz.


CCLXXI

ruedu3, m. Paleta semicircular con mango utilizada para sacar  las brasas del horno.
ruiloba, adj. Dícese de cierta manzana agria, que se utiliza para sidra o se guarda para el invierno.
rungui-rungui, m. Dolor o molestia ligera o persistente. || 2. Escrúpulo o inquietud cuya presencia no cesa.
hace las cosas por rutina.
rutín, ina, ín(o), adj. Que se hace por rutina. || 2. Que hace las cosas por rutina.
rutinariu, a, o, adj. Que se hace por rutina. || 2. Que hace las cosas por rutina.


CCLXXII

ruxir, v. intr. Sonar, hacer o causar ruido una cosa. || 2. Rugir. || 3. Crujir. || 4. En el pasado, sonar las monedas.  || || 5. tr. En el pasado, hacer sonar las monedas para presumir de dinero.  6. prnl. Difundirse, prolongarse, correrse un rumor.
sabaniella, f. Capa de sebo que cubre el vientre del cerdo. || 2. Sábana pequeña. || 3. Lienzo que se pone en la tina, sobre la colada y conteniendo la ceniza, a fin de que, a través de él, pase el agua.
Agregación de terreno común a una heredad, cerrándolo dentro de ésta.
sacavera, f. Salamandra, batracio de piel lisa, de color negro intenso con manchas amarillas de tamaño y posición variables. Su nombre científico es Salamandra salamandra. || 2. Tritón. || 3. En general, cualquier reptil  pequeño y molesto, especialmente el que se cree venenoso o perjudicial.  || 4. fam. Persona que critica con mucha maldad. || Como una sacavera rucia, fam. Con tendencia a criticar con mucha maldad. || Falar más qu'una sacavera, fam. Hablar mucho. || Llingua de sacavera, inclinación a criticar a los demás. || Tener la llingua como una sacavera, fam. Tener tendencia a criticar con mucha maldad. || Yerba la sacavera, tipo de hierba medicinal.
sal, m. y f. Sal, compuesto de cloruro de sodio, ordinariamente de color blanco. || 2. Sustancia química compuesta por un ácido y una base. || 3. Gracia y picardía al hablar, en los gestos o en el contenido de un escrito. || Copitu'l sal, agujero situado en la parte alta del horno y en el cual se guarda la sal. || Dulce de sal, dícese de la comida insípida. || Esti güevu sal quier, fam. Úsase para indicar que alguien hace algo buscando el beneficio particular. || Fueya de sal de figuera, planta con la cual se hacen preparados purgantes. || Negar el pan y el sal, rechazar la amistad y el contacto con alguien. || Sal de la salga, sal que se ha utilizado para salar el embutido.
salibváu, ada, ao, adj. Descarado. || 2. Repipiado, resabiado.


CCLXXIII

saltasucos, m. Saltamontes, insecto ortóptero de la familia de los aAcrídidos, de color verde amarillento, que tiene antenas finas, alas membranosas, patas anteriores cortas y robustas, y largas las posteriores, con las que puede dar grandes saltos. Su nombre científico es Gryllus campestris.
sanfrancia, fj. Pelea, combate.
sapiegu, a, o, adj. Dícese de cualquier tipo de árbol o arbusto que alcanza poca talla en relación a su especie. || Rebollu sapiegu, tipo de árbol caducifolio. Su nombre científico es Quercus pyrenaica.
sapu, a, m. y f. Sapo, anfibio de la familia de los Bbufónidos, de cuerpo rechoncho, ojos saltones; boca muy hendida, sin dientes, y con la lengua libre por detrás, extremidades cortas con dedos cilíndricos y algo deprimidos, cuatro libres en las anteriores y cinco unidos por una membrana en las posteriores, piel gruesa de color verde pardusco y cubierta de verrugas, con un pliegue detrás de las orejas. || 2. fam. Persona de mal carácter. || 3. Persona de baja estatura. || 4. Persona con capacidad para moverse con rapidez. || 5. Persona  extremadamente fea. || 6. Listón de madera que va clavado al mandil de la panera por la parte baja interior. || 7. Piedra oval, a modo de cojinete, sobre la que apoya el extremo inferior del árbol del molino, y que, a su vez, va encajada en una viga horizontal denominada puente o marrana. || 7. Piedra donde apoya por debajo el pilar del hórreo. || 8. Madero corto y grueso que apoya en el marrán y en la ponticiella del molino para reforzarlos. || 9. Bocarrampla de la mina en forma de tenedor, que se hace con hierros. ||10. f. Cangrejo mulata, crustáceo de caparazón casi cuadrado, algo más ancho que largo, con el borde anterior casi recto, y de 3 o 4 centímetros de tamaño. Su coloración es muy variable, del verde al negruzco, con manchas jaspeadas que son transversales en la región anterior y oblicuas en la posterior. La zona ventral es más clara y de color rosáceo. Es muy frecuente verlo en los pedreros a marea descubierta y en grupos grandes, aunque los ruidos los hacen huir y esconderse rápidamente. No suele comerse y en algunas zonas se lo denomina camarón de tierra. Su nombre científico es Pachygrapsus marmoratus.  || 11. pl. Vejigas que le salen al ganado dentro de la boca y no le permiten comer con comodidad. || Como un sapu, fam. Muy feo. 2 Muy necio. || De boca de sapu, dícese de unos escarpinos de lana y muy cerrados. || Del sapu, dícese de una fruta que cae al suelo antes de madurar. 2 Dícese de la sidra elaborada con las manzanas que se recogen del suelo. 3 Dícese de la hoja que cae al suelo al secar. 4 Dícese de un candil de aceite y de forma achatada.. || Flor del sapu, diente de león, planta de flores amarillas que tiene la salvia blanquecina. Su nombre científico es Taraxacum officinale.|| Fruta del sapu, dícese de la que cae del árbol antes de madurar. || Fueya de sapu, planta con flores amarillas de cinco pétalos que tiene el megollu semejante al saúco. || Oreya de sapu, ombligo de Venus, planta que tiene la hoja redondeada y carnosa. Su nombre científico es Umbilicus rupestris. ||  Pan de sapu, tipo de seta. || Poner a texer un sapu, colgar un sapo de un palo. || Sapu a sapu, andar o saltar de modo semejante a como hace un sapo. || Sapu campaneru, sapo de la familia Bufonidae. || Sapu muertu tiralu al güertu, dícese a un niño cogido por la cabeza y pies entre dos personas y al tiempo que se le balancea se hace ademán de soltarlo. ||  Sombreru de sapu, ombligo de venus, planta de hoja redondeada y carnosa. Su nombre científico es Umbilicus rupestris. 2 Hidrocótila, sombrerillo de agua, planta de tallo muy fino que da flores rosadas o blancas y que crece en sitios húmedos. Su nombre científico es Hydrocotyle vulgaris. || Ser de la marca del sapu, ser de pequeña estatura. || Ser mui sapu, enojarse con facilidad. || Uña del sapu, planta semejante a la meruxa. || Uva del sapu, planta que da un fruto redondo y rojo. || Vuelta'l sapu, voltereta, vuelta que se da en el aire sobre uno mismo.