Seguramente sí. Seguramente, don José María Osoro sabe de qué habla, pero no habla de lo que debe hablar.
¿Recuerdan ustedes la cuestión que ayer publicábamos, reiterando un artículo de M.J.IGLESIAS en La Nueva España? En resumen, que cada vez hay menos pumaradas.
Pero, ahora, vengamos a la realidad, y no a los discursos.
En otras palabras, el rendimiento de la pumarada es escasísimo sólo con mirar el rendimiento final, los ingresos netos del propietario, de los que hay que descontar, además, y por supuesto, un detrimento más, el pago a la Agencia Tributaria.
Este es el verdadero problema del abandono de las pumaradas, aparte de la despoblación del campo, el envejecimiento y otros: la escasa rentabilidad del producto, aun en el caso de que haya mano de obra para recogerlo, que no se "atopa" siempre.
Por cierto, un par de pequeñas notas personales para el Conseyu de Denominación, la Asociación de Llagareros y otros responsables institucionales:
a) Estaría bien que se contestase a las consultas realizadas por correo electrónico. Estoy esperando desde hace un año y medio la contestación a una;
b) Podían cambiarse los requisitos para acogerse al registro de Denominación de Origen. ¿Qué sentido tiene que la condición básica no sean los árboles ni la producción, sino el número de díes de gües? ¿Es que acaso está ello pensado únicamente para los del chollo? ¿O es que, como siempre, aquí nadie sabe lo que legisla?
a) Estaría bien que se contestase a las consultas realizadas por correo electrónico. Estoy esperando desde hace un año y medio la contestación a una;
b) Podían cambiarse los requisitos para acogerse al registro de Denominación de Origen. ¿Qué sentido tiene que la condición básica no sean los árboles ni la producción, sino el número de díes de gües? ¿Es que acaso está ello pensado únicamente para los del chollo? ¿O es que, como siempre, aquí nadie sabe lo que legisla?
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