A qué quieres, boca

(Ayer, en La Nueva España) A QUÉ QUIERES, BOCA Como saben y padecen, los sindicatos médicos de toda España convocan huelgas en contra de los planes de la ministra Mónica García, planes que abarcan a los demás colectivos sanitarios, pero los médicos quieren un «marco» solo para ellos. Así, mientras otros estamentos han desconvocado las huelgas, las de los médicos siguen adelante. Al respecto, el presidente del SIMPA ha manifestado que «son necesarios 1.230 profesionales para suprimir las guardias de 24 horas», que ellos reclaman, y cifra en 280 millones de euros «el precio de tener facultativos respetados en su salud y conciliación». Antes de otra consideración, el propio SIMPA destaca que tenemos una grave carencia de facultativos, que contabiliza en unos 800 para hospitales y 100 para primaria. ¿De dónde, pues, esos 1.230 de nuevas necesidades? Del dinero ya no les comento nada. No hay grupo humano que no salga a la calle con demandas, más o menos razonables, que significan más dinero de los presupuestos, es decir, de los bolsillos de los contribuyentes. Los funcionarios, menos horas y días; los vecinos de aquí o de allí, nuevos parques, nuevos ambulatorios, más escuelas, nuevas carreteras; los sindicatos, más salarios y menos horas; los… Como aquel San Pascual Bailón barojiano que siempre estaba al pie de Dios pidiendo más. Pero a nadie le preocupa de dónde sale el dinero, ¡que lo pongan los políticos y ya está! En la misma línea, he aquí una dama que proclama que tres meses de vacaciones escolares impiden trabajo y conciliación. ¿Solución? Trasladar esos costos, personales, familiares, al dinero de los demás, discurran ustedes cómo, pero que los niños estén atendidos por la Administración esos meses. Y sumen, sumen y sumen. Ahora que «para qué quieres, boca», la de Lorca. Cuando le daban a escoger palabras para traducir al gallego sus poemas, «escogía la palabra que le salía de sus cojones líricos». Así se hacen literatura e historia.

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