Xuan Xosé Sánchez Vicente: asturianista, profesor, político, escritor, poeta y ensayista. Articulista en la prensa asturiana, y tertuliano en los coloquios más democráticos. Biógrafo no autorizado de Abrilgüeyu
Discretino y discretinos
(Ayer, en La Nueva España)
DISCRETINO Y DISCRETINOS
El Presidente sube a la tribuna con un atuendo discreto y clásico en él: chaqueta azul, corbata encarnada de nudo simple, camisa blanca. Las gafas son también las habituales, con patillas color caramelo; los kilos, no, como desde hace meses. Frente al tradicional rimero de folios, las hojas de su discurso vienen engarzadas en una libreta con eje de alambre. En la solapa izquierda, la insignia del Principado.
Don Adrián lee aprisa y con escasas modulaciones de voz, levantando con frecuencia la vista de la lectura para mirar hacia los escaños. A veces se pierden sus palabras. La hora y veinticinco minutos que dura su discurso tiene una cierta monotonía, a la que no ayuda la retransmisión, suministrada, según aclara la TPA, por la propia Xunta (que, por cierto, falla un par de veces) y que es de una enorme sosería, con escasos planos del resto del Parlamento.
Tampoco los diputados ayudan, permanecen rígidos cuando se los enfoca, hieráticos. Por ejemplo, don Ovidio Zapico apenas hace un gesto cuando se alude a las políticas de vivienda de su departamento. Solo he visto un poco expresiva a doña Gimena Llamedo en un momento en que asiente a las palabras del Jefe del Ejecutivo. Por lo demás, en la oposición, únicamente un leve murmullo de protesta hacia el final del discurso-lectura, al aludir a la negativa del PP a apoyar los presupuestos del PSOE en el Congreso, y lo que con ello perdería Asturies, en la clásica falacia socialista de no exigirse a sí mismos el acuerdo con sus socios y pedir a la oposición que les dé lo que aquellos con quien tiene negocios no le quieren dar. La verdad es que todos ellos, unos y otros, parecían embalsamados e, incluso, pareció molestar al Presidente del Parlamento, el señor Cofiño, el discretamente largo aplauso que los suyos dedicaron a don Adrián al acabar su discurso (¿o ,por acabarlo?), que intentó cortar rápidamente.
Por lo demás, de la disertación, que empezó por la novedad de “les escuelines”, les darán noticia precisa en otras secciones. Les diré que hizo un amplio repaso por lo que se realizó en este año de legislatura -tanto de lo que se debe al Ejecutivo asturiano como a las inversiones del central o a la actividad de la empresa privada-, de lo que está en marcha y de lo que se proyecta para el futuro. Todo ello, con una visible satisfacción por lo conseguido desde la iniciativa propia y el diálogo, y con la permanente referencia a ser un gobierno de unidad de izquierdas, “progresista y reformista”. Desde la perspectiva de que Asturies ha salido de la época de la queja y de la resistencia para pasar a la de la innovación y la apertura al futuro.
Naturalmente, desde ese prisma hizo hincapié en aquellas políticas identitarias y discursivas que lo separan de la derecha, a la que, sin embargo, pidió acuerdos al final del discurso, a fin de conseguir avances para todos los asturianos. Obviamente, sobre algunas cuestiones más problemáticas (Arcelor, financiación, por ejemplo) escapó de la concreción. Digamos, asimismo, que no fue excesivamente gafu con la derecha en su discurso, solo de vez en cuando algún oblerazu no muy profundo para el tópico de siempre: que, frente a la preocupación social y general del Gobierno “de unidad progresista y reformista”, la derecha significaría apoyo a los ricos y privatizaciones.
Y así terminó y reiteró, especialmente refiriéndose a la endiablada y catalanizada cuestión financiera: “Nunca aceptaremos nada que perjudique al Principado”.
Pues nada, tomen nota y esperen su cumplimiento, y, si no, se lo demanden.
Sobresalientes
(Antiyer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
SOBRESALIENTES
Todos ustedes habrán tenido noticia diaria de las fiestas y ferias de las villas, barrios y pueblos de Asturies durante este verano. Y, en particular, seguramente habrán disfrutado de las de su vecindad o localidad. Sin duda, igualmente, habrán caído en la cuenta de cuántos esfuerzos de particulares y vecinos requiere la organización de aquellos festejos que no están promovidos directamente por el ayuntamiento; cuánto entusiasmo, cuánta devoción y horas a lo largo de meses suponen su celebración y su éxito. Y lo más notable se halla en la continuidad a lo largo de los años del conjunto de esfuerzos y personas que se necesitan para ello. Ese afán, al tiempo individual y colectivo, que se produce al margen de los presupuestos municipales y de sus trabajadores es sencillamente admirable, y entraña una especial querencia por la sociedad y el territorio propios.
Existen algunos de esos empeños colectivos que se salen de lo común por su objetivo. Uno de ellos es el que todos los años los vecinos de la Cimavilla en que tuvo su origen la ciudad de Gixón (escrito al modo antiguo, que se lee “Xixón”) -hay otras dos Cimavilles en el concejo- entamen para honrar la memoria de Fleming.
Como saben, la ciudad de Xixón levantó en 1955 en el parque de Isabel la Católica un monumento a Alexander Fleming, el descubridor de la penicilina, el medicamento que tantas vidas salvó y que inauguró la senda de otros antibióticos. El monumento, a cuya inauguración asistió la viuda del sabio, Amalia Fleming, fue el primero en el mundo a su memoria, aquí, en un rincón de Asturies.
Pues bien, desde esa fecha, año tras año, los vecinos de la Cimavilla aniciu de la villa realizan una procesión hasta el parque para que los neños depositen ante la estatua y en memoria del sabio una abundante ofrenda floral.
Enhorabuena y gracias.
Poso la montera.
Llamái a Josué
(Ayer, en La Nueva España)
LLAMÁI A JOSUÉ
(Josué habló al Señor y luego dijo en presencia de todo el pueblo: «Sol, detente en Gabaón; luna, párate sobre el valle de Ayalón». El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios.)
Estamos asistiendo a una contienda que podríamos calificar de tragedia o de comedia, según el momento o el punto de vista. La sociedad está empeñada en eliminar los combustibles fósiles como fuentes de producción de energía y sustituirlos por fuentes no contaminantes, la energía solar, la eólica, la mareomotriz. Ahora bien, cada proyecto concreto que se pone en marcha encuentra feroz resistencia por parte de los vecinos, los partidos políticos asentados en el territorio concreto del proyecto, los ecologistas (estos casi de forma ubicua), de los pescadores... Todo el mundo se hace lenguas de las energías limpias, pero nadie quiere los instrumentos que la producen cerca de su casa, en el ámbito donde ellos se mueven o, ni siquiera, al alcance de su vista, por razones paisajísticas. “Non na mio quintana”, ese parece el sentimiento común a ese rechazo casi universal a las instalaciones concretas.
Y, claro, sin embargo, todo el mundo quiere en casa potencia suficiente para luz, cocina y calefacción, capacidad y velocidad para internet, luz abundante en las calles, etc. ¿Qué dónde se genera y almacena? ¡Ah! ¿A mí qué me cuenta?
El combate lo vemos día a día en los concejos donde se quieren instalar generadores. Y en ocasiones ello produce graves tensiones, ya no entre el gobierno y la oposición, sino entre los propios socios del Ejecutivo, como ocurre en Candamo, donde PSOE (mayoritario) e IU (minoritario) están a punto de romper, traduciendo lo que es, en el fondo, la misma pugna discursiva que IU y PSOE mantienen en el Gobierno barbónico.
Como saben, la energía que depende del viento o del sol no se produce cuando esas fuerzas fallan, de modo que hay que almacenar la energía sobrante para poder tirar de ella en caso necesario. A tal fin, se han diseñado los almacenamientos de energía conocidos como parques de baterías. Nada sorprendentemente, se ha desatado contra ellos un ataque desaforado que supone en ellos peligros casi mágicos (aunque proviene de parte, les recomiendo leer https://www.energias-renovables.com/jose-donoso/asturias-y-el-almacenamiento-energetico-un-20240902), como si, más que electricidad, se ocultase en ellos el maligno. Para mi sorpresa (bueno, es una fórmula retorica de cortesía), se ha establecido una carrera entre ayuntamientos para oponerse a cualquier instalación de este tipo (no hace falta que los enumere, cada día se suma uno más), carrera en que están presentes todos los partidos, ya en el gobierno, ya en la oposición.
Pero, además, hay, en algunos de sus líderes, un discurso que pretende otras cosas, un discurso anticapitalista y anticonsumista, cuyas alternativas reales no se exponen, tal vez porque no existen, pero sí sus negaciones. Fíjense en estas palabras de la cabezalera de la oposición de los Oscos contra los parques eólicos, doña Carmen Molejón: "El petróleo hay que dejar de usarlo, se está acabando. Pero esta transición energética que están vendiendo es falsa, porque no soluciona el problema que tenemos. Este modelo de parques eólicos es colonialismo económico”. Merece la pena leer la entrevista completa: https://www.lne.es/asturianos/san-tirso-de-abres/2023/05/01/carmen-modelo-parques-eolicos-colonialismo-86720036.html
No muy distinta es la argumentación del edil de IU de Candamo, don Gabriel Menéndez, al que apoya por supuesto su partido, del que dependen, en parte, en el Barbónico las autorizaciones para estas instalaciones: “"Dicho proyecto no atiende a las necesidades reales de una transición energética basada en la justicia ecosocial y que resulta ineficiente en términos de acción climática". "No voy a pasar por ahí y nunca me posicionaré a favor de la llegada de grandes empresas. No estamos en contra de la energía eólica, pero sí lo estamos del actual modelo bajo el que se están desplegando estos macro-proyectos industriales".
No haré comentarios. Permítanme solo recordar el refrán: “Esi güevu sal quier, y un garabín pa revolvelu”.
Pero ahora que discurro, se me ocurre una solución, la solución Josué, que, como pueden leer en la cita del libro bíblico del mismo nombre, mandó parar el sol durante el tiempo que le fue necesario. Acudamos a él para buscar un remedio igual y que el sol brille permanentemente sobre nuestras cabezas, así tendríamos abastecimiento permanente y gratuito, sin necesidad de instalar ingenios molestos.
¡Hombre!, sufrirían los poetas que se embozan con la lira para cantar a la luna, pero cuánto ganaríamos.
Pero,¡cachis!, ahora me doy cuenta: los asturianos no saldríamos muy beneficiados: en nuestra tierra nunca brilla el sol muchas horas. Bueno, es igual, siempre hemos sacrificado nuestros intereses por los del resto de España, antepuesto lo común a lo nuestro. Así, sacrificamos nuestro estatuto de autonomía en 1931, por consenso universal del PSOE, los reformistas y los independientes, como Pérez de Ayala; así nos lo exigía Santiago Carrillo en 1977 en la plaza de toros de Xixón; así optamos por el 143 en vez del 150… No, no, del concierto o cuponazo catalán todavía no he dicho nada. ¡No me vengan con esas!
Engarradielles
(Antiyer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
ENGARRADIELLES
La engarradiella picoteril ente doña Adriana y l’Arzobispu tuvo, como saben, seguidores y nuevos participantes, cola ausencia de dalgunes autoridaes na misa del día 8 en Cuadonga. Esa fecha y la víspera, colos discursos de don Adrián y don Jesús, algamó’l puntu más piqueru.
Don Jesús, l’autoridá relixosa, punxo na so homilía un broche retóricu al alderique coles autoridaes civiles. Si non la sintieron en directu, nun la pierdan. Véanla equí https://www.lne.es/asturias/2024/09/08/arzobispo-ausencia-barbon-dia-asturias-107893119.html y la glosa de Mariola Riera .https://www.lne.es/asturias/2024/09/08/arzobispo-ausencia-barbon-dia-asturias-107893119.html
La prédica contién un 80% de crítica social y política -incluyía, por exemplu, una referencia a la basura de los macrofestivales- y un 20% de conteníu relixosu y marianu. Nun hai nada que dicir si eses son les preferencies discursives del preláu. Lo que paez fuera de la cortesía y de les ganes d’apaciguar y de facer un día de toos el 8 y un llugar de toos Cuadonga son les referencies despectives a la otra parte de la engarradiella: “No nos falta ninguno de los que declinan entrar en la casa de María ausentándose por razones tan dudosas como extrañas. […] que hay polémicas artificiales y sincronizadas que se necesitan para disimular las carencias, maquillar las vergüenzas y ocultar con distracción las verdaderas intenciones”. Hai más, ¿pero pa qué?
Frente a ello, el discursu de don Adrián el día anterior, dafechamente integrador y evitando oblerazos, fue modélicu.
Agora bien, énte la opinión pública corriente, ¿quién ganó? Pues nun toi seguru. Barbón quedó bien colos “suyos”, una parte importante la so “ilesia” y los anticlericales, pero a muncha xente que nun ta alliniada y a la que nun-y lleguen los picoterismos arzobispales paeció-y mal l’ausencia en Cuadonga.
Con too esto, créanme, pierde Cuadonga como emblema d’Asturies, y va tiñéndose progresivamente de tintes esclusivamente clericales.
Por cierto, yá saben vustedes, llectores cultos, que’l cartafueyín Engarradiella’n Covadonga de Pin d’Escola nun tien nada que ver con too esto.
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El acero de Madrid
(Ayer, en La Nueva España)
EL ACERO DE MADRID
El acero de Madrid es una obra de Lope de Vega escrita en 1608, pero no vamos aquí a hablar de la obra ni de Lope, sino de otra cosa. Pasen y vean.
En las últimas fechas vienen desvelándose una serie de gravísimos problemas que amenazan nuestra industria, en general, y la siderúrgica en particular; problemas que no son únicamente españoles, sino europeos, como acaba de subrayar el informe de Mario Draghi (https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el-informe-draghi-no-deberia-terminar-en-un-cajon/). Pero esto no es una novedad, desde hace bastantes años quienes están en el mundo real, en el mundo de la producción de bienes, y no de discursos, vienen señalando los problemas de la industria europea para competir en condiciones de igualdad con otros países en donde los requisitos para producir bienes son inexistentes o lo son muy leves en cuestiones medioambientales y de salarios, con lo cual, y en una situación de prácticamente libre comercio, esos países inundan nuestros mercados de productos más baratos, que expulsan a los nuestros.
Una parte de la opinión pública piensa que ese es un problema de los capitalistas, que ganan menos, pero no lo es únicamente de ellos -que lo es solo de manera relativa-: significa el despido de trabajadores, el cierre de fábricas en los casos más extremos, la limitación de salarios.
Como he dicho, esa denuncia, esas llamadas de atención no son de ahora ni son singulares, sino múltiples y reiteradas. Por dar solo un ejemplo, en una entrevista de 2018 en este periódico, Álvaro Platero, el presidente de Astilleros Gondán, denunciaba la absoluta desigualdad de condiciones competitivas entre las empresas españolas/europeas y las de otros países en materia de construcción de barcos. “Europa, contra la industria”, resumía yo.
Pero, además, el empixe por convertirnos en los más guaisdelparaguay del mundo y en cumplir un programa medioambientalista que hace abstracción de la realidad y no tiene en cuenta las actuaciones en el resto del planeta nos lleva a la destrucción de empresas y empleo. Miren las palabras de Javier Targhetta: “El objetivo cero emisiones no puede ser a costa de millones de empleos en Europa" (https://www.lne.es/economia/2024/07/28/objetivo-cero-emisiones-costa-millones-106169752.html). También, con respecto a este tour de force autodestructivo, sus palabras son también compartidas, aunque no ocupen las primeras páginas, como las del discurso dominante, que avanza ciego sin ver las víctimas y argayos que deja a su paso. (Y, a propósito, ¿de dónde creen ustedes que viene una importante parte del voto a Donald Trump o a la ultraderecha en países de Europa?).
Con respecto, concretamente, a la siderurgia, las amenazas no dejan de desvelarse en los últimos meses: a la competencia desigual con otros países exportadores se suman los costos de la electricidad, una capacidad productiva excesiva y un cierto parón en la actividad económica. Solo un titular reciente: “Eurofer alerta de una situación "explosiva", con inversiones detenidas, capacidad productiva parada y peligro de que se vaya a cierres definitivos”.
Aquí, en Asturies, tenemos nuestros calvario y discursos particulares. En 2021 hubo una reunión entre los Mittal y el presidente del Gobierno, don Pedro. Allí se acordaron una serie de inversiones y de subvenciones para las acerías asturianas, entre otras, una de 450 millones de euros para una planta de reducción directa de mineral de hierro (RDI) mediante hidrógeno verde. La planta de RDI se ha convertido desde entonces en una aspiración y en un mito. Una aspiración, porque su puesta en marcha aseguraría la acería asturiana por mucho tiempo. Un mito, por una parte, porque vendría a cumplir con las exigencias del discurso medioambiental; por otra, porque su instalación debería realizarse, según algunos, fuesen cuales fuesen las condiciones de su rentabilidad, fuese viable económicamente o no.
Sobre la rentabilidad y sostenibilidad del hidrógeno verde en los tiempos inmediatos existen muchas dudas, pero, en todo caso, Arcelor viene diciendo hace tiempo que, con los precios actuales de la energía, la planta de RDI que sindicatos y gobierno y políticos asturianos vienen reclamando insistentemente a tuerto o a derecho es inviable.
Y aquí llega la gran sorpresa. Guillermo Peláez, consejero de Hacienda: “Con Arcelor o sin Arcelor, la siderurgia integral se va a mantener en Asturias”. CC OO: “El Estado debe intervenir para que las inversiones sigan adelante, con o sin el señor Mittal al frente de la compañía". ¿Con Arcelor o sin Arcelor? ¿Con Mittal o sin Mittal? ¿Pero de qué hablamos? Y, si hablamos de “eso”, ¿hablamos en serio? ¿Lo hemos tratado con el Gobierno central? ¿Va a hacerse Madrid con el acero asturiano? ¿Lo compramos, esto es, lo pagamos nosotros?
Tengo la impresión de que el pasado ha dejado en Asturies una honda huella, una añoranza permanente que nos lleva a confundir los sueños con la realidad, los hechos con las palabras.
Parábola. 1997-1998. Se debatía la reforma del Estatuto y, en particular, la posibilidad de incluir en él la cooficialidad. Recibíamos críticas, insultos y amenazas por una gran parte de la izquierda ya que, según ellos, no queríamos nosotros, que, de quererlo, ya estaba hecho. Debate en el salón de LA NUEVA ESPAÑA. Volvimos a aclarar que no había votos para ello y no sería posible. De repente, entre insultos y griterío, una parte importante de los asistentes, digamos, la izquierda de la izquierda, abandona el salón, puño en alto, a la voz de: “Pues lo conseguiremos en la calle”.
A mis años me falla la memoria, pero creo recordar confusamente que IU, que ahora también sugiere la nacionalización de Arcelor, formó y forma parte de los gobiernos socialistas o apoyó sus presupuestos.
Pues eso.
Como dende'l paleolíticu los asturianos: el derechu a coyer oricios
(Ayer en La Nueva España)
Como dende'l paleolíticu los asturianos: coyer oricios
AYER, EN LA NUVA ESPAÑA
Los aficionados reclaman su derecho a recoger oricios en la costa asturiana: "Si no, se privatiza el mar"
El colectivo "Volver al pedreru" plantea un carné especial, limitación de capturas o reducir meses
Mariola Riera
Oviedo 12 SEPT 2024 4:05 Actualizada 12 SEPT 2024 4:00
Los pescadores aficionados no están dispuestos a renunciar a recoger oricios en los pedreros asturianos, una práctica muy arraigada desde siempre a modo de entretenimiento y disfrute con familia y amigos, a la par que para poder disfrutar a la mesa de un bocado que tiene legión de incondicionales. La recogida se prohibió hace ocho años en Asturias para contribuir a la recuperación de la especie y después de que los informes recogieran que, en parte, se había conseguido, el pasado febrero se autorizó de forma experimental un plan que se extendió durante quince días.
Ahora, ante la posibilidad de que se permita recoger de nuevo oricios por parte del Principado –a partir de noviembre suele ser la fecha indicada– la asociación "Volver al pedreru" quiere que el levantamiento de la veda "no sea solo para quienes sacan del oriciu un beneficio económico con su explotación, sino para todo el mundo". Les avalan cientos de firmas en apoyo a tal petición.
Esta asociación de pescadores deportivos se reunió en fechas pasada con el director general de Pesca, Francisco José González, para conocer la situación de la especie. "Los informes de la Consejería y los de la propia sociedad parecen informar de un crecimiento notable", explican.
Sostienen, además, que al aplicarse la "larguísima" veda, los técnicos aconsejaban establecerla sola en la parte de la costa más castigada por los profesionales, que es la occidental.
Lo que ahora piden, sostienen, se apoya en que "el oriciu, como otras especies del pedreru, no es un bien privativo, sino ‘res nullius’, por lo que no puede prohibirse a nadie el acceso a él, aunque sí, evidentemente, su comercialización y venta, de no estar autorizados para ello. Lo contrario supone una privatización de la mar", advierten.
En Asturias hay unas 8.000 licencias de pesca deportiva, pero en la práctica son muchos menos los que la practican de forma habitual. "Frente a algunos temores, los propios datos de la Consejería indican que la ocupación de los pedreros es absolutamente ridícula", aseguran los deportivos, que proponen al Director General de Pesca una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad del recurso como la reducción de los meses de captura, limitación del los kilos o piezas recolectables, el establecimiento de un carné específico de recolector aficionado, entre otras.
Fue precisamente en el Occidente, concretamente en El Franco, donde se autorizó la captura de oricios el pasado febrero. Fueron tres profesionales los elegidos para formar parte del plan experimental puesto en marcha por el Principado para evaluar la situación del preciado equinodermo. El primer día se extrajeron 45 kilos y en la lonja, el precio más alto fue de 22,8 euros.
Legislando con las témporas,
(Ayer, en La Nueva España)
LEGISLANDO CON LAS TÉMPORAS
Una nueva ley de nuestro gobierno y un nuevo disparate. Les copio un titular, benevolente, de un periódico adicto: “Un error de Igualdad facilita desde este jueves el despido de quien pida o tenga adaptación de jornada”.
Otra vez el Ministerio de Igualdad legislando. Y otra vez víctimas del fuego amigo. La ley de Paridad (Ley Orgánica (2/2024) de uno de agosto (dense cuenta en el número de leyes aprobadas este año por el Parlamento en tramitación normal, cinco) “olvida” la protección que leyes anteriores establecían para los trabajadores que soliciten o disfruten de una adaptación de jornada para conciliar y cuidar a los hijos, de modo que, a partir de la entrada en vigor del texto legislativo, el 22 de agosto, la Ley facilita el despido de quien pida o tenga adaptación de jornada por esas causas.
Naturalmente, el Gobierno ha corrido a predicar que mandará vigilar para que no se produzcan estos despidos discriminatorios y que en la primera ley que apruebe el Parlamento se subsanará el error, sin duda al modo en que legisla este Gobierno, mezclando en el mismo texto legislativo churras con merinas, es decir, al estilo de aquella cuarteta del comercio riosellano que Baroja y Cela citan: “Tengo cochura muy buena, / comedme sin regodeos / porque soy pura canela. / También se venden fideos”.
La capacidad legislativa de este Gobierno es francamente memorable e invita a compunción (si no a risa) a cualquier persona sensible. ¿Tienen presente ustedes la Ley del Sí es Sí? ¿A cuantos agresores sexuales les rebajó la pena? ¿Cómo el Ejecutivo tuvo que pedir socorro al PP, para iguar el desaguisado, puesto que sus socios y redactores iniciales no querían hacerlo? ¿Siguen ustedes los disparates que provoca la Ley Trans? ¿Cuántas mujeres descubren de pronto que su agresor se ha convertido en mujer para reducir o evitar penas? ¿Cuántos funcionarios o policías han cambiado de inscripción registral para obtener ventajas que la legislación reserva a la mujeres (¿y alguna vez hablaremos de la injusticia de la desigualdad legislativa?)?
¿Existe un problema con estas leyes? No, pese a toda la evidencia son perfectas, dicen sus impulsores, lo que pasa es que hay defraudadores y jueces incalificables que ayudan a esas interpretaciones torticeras de la ley. Y, sin son ustedes muy de la iglesia, no piensen en que el mal reside únicamente en las minorías que acompañan al Gobierno, que son, por lo general, las impulsoras o redactores de estas normas. Es el Gobierno en su conjunto, empezando por su mascarón de proa, don Sánchez, quien las apoya y firma.
Podría parecer que la reacción ante las consecuencias negativas de las leyes -que se niegan a retocar, pues son perfectas, según ellos- es semejante a la de los niños que tiran una piedra, rompen un cristal y echan la culpa a la piedra (o al cristal, por estar ahí). Pero no es solo infantilismo, lo que guía esa inacción y ese discurso, hay en ello mucho de sinvergonzonería disfrazada de ideologia.
Quien conoce un poco la Administración sabe que todas esas leyes han de ser informadas por el cuerpo jurídico del Estado. ¿No se lo consulta? ¿Se pasan los informes por la entrepierna o entrepierno? ¿O es que, acaso, el nivel profesional de los funcionarios correspondientes ha descendido a niveles de inopia? ¿Ustedes qué creen?
Bueno y si en tu casa cuecen fabes, en la mía… He aquí que, en interpretación de una normativa europea (desde nuestra entrada en la UE vengo señalando que, junto a lo bueno, hay una manía de entrometerse hasta en muchas cosas que son impertinentes o que no tienen en cuenta los diversas circunstancias de cada Estado), el Gobiernu decide mandar cartas de despido a cientos de interinos. Dos semanas después rectifica.
¿Alguien ha pensado en la angustia de esas personas y sus familias? Y otra vez las mismas preguntas: ¿Han consultado con los juristas correspondientes? ¿No se los consulta? ¿Se pasan los informes por la entrepierna o entrepierno? ¿O es que, acaso, el nivel profesional de los funcionarios correspondientes ha descendido a niveles de inopia? ¿Ustedes qué creen?
P.S. Se me aparece sobre el teclado mi trasgu particular, Abrilgüeyu. Su sonrisa dilata aún más su bocona. ¿Te acuerdas -me dice- que de pequeño siempre te corregían porque confundías las témporas con el…?
Y, sin más, se va. Se ve que, como estos legisladores a la violeta, no quiere enfrentarse a la responsabilidad de sus palabras.
Los Pidal y otros prebostes se revuelven en sus tumbas
(Ayer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
LOS PIDAL Y OTROS PREBOSTES SE REVUELVEN EN SUS TUMBAS
Villaviciosa acaba de protagonizar uno de los sucesos más estrambóticos del verano. Un partido, Aína, colocó cuatro vallas en sendas localidades asturianas. Texto: “Una Asturies pa toos? ¿O una Asturies pa quien vivimos nella?”. ¿Qué significa? Parece, por la época y el contexto, que trata sobre “el exceso” de turismo.
A mí la discusión sobre la “masificación” turística me parece un entretenimiento de ociosos, un tópico absolutamente impreciso y que ningún remedio tiene, lo que decimos en asturianu una… Es un tópico tan vano e indefinible como el del “turismo de calidad”. No es este el lugar para desplegar argumentos. Basta con que ustedes se digan cómo se pueden manejar ambos conceptos para hacer realidad sus objetivos y a qué personas, grupos sociales, nacionalidades o rentas se van a aplicar.
Pero lo que llama poderosamente mi atención es que la valla de Villaviciosa fue retirada al día siguiente de su colocación. ¿Razones? Las ignoramos, pero sí sabemos que ha habido manifestaciones en contra. La de la Asociación de Comerciantes, expresando su «desacuerdo y rechazo con el contenido, mensaje y forma elegida para esta campaña, aprovechado además la temporada de mayor afluencia turística del año». El alcalde hablando de un «tratamiento injusto con un sector económico muy importante, como es el sector servicios».
Evidentemente, la causa han sido esas presiones. ¿Se puede hablar de una alcaldada? Únicamente indirecta, a lo que parece. ¿Habrá sido la causa el asturianu? A lo mejor don Alejandro Vega ha querido así congraciarse con la edil de Vox que denunció los carteles del Ayuntamiento en asturianu, alegando que la gente se confundía y que al ver, por ejemplo, “Pisu d’Abaxo” subían al de arriba, una maldición semejante a la de la de la torre de Babel.
Lo que sí me afirman es que el Marqués de Villaviciosa y otros antiguos prebostes se revuelven en sus huesos, infinitamente satisfechos de verse redivivos.
Guardar las formas y las esencias
(Ayer, en La Nueva España)
GUARDAR LAS FORMAS Y LAS ESENCIAS
La doble celebración del día 8 de septiembre, la patriótica y la religiosa, ha venido este año precedida por una especie de novena concelebrada por doña Adriana Lastra y don Jesús Sanz Montes a través de puyas y censuras.
Digámoslo con claridad. Tienen ambos un espíritu picoteru, y gustan de la engarradiella y la pugna dialéctica. Se quejaba doña Adriana el día de su toma de posesión como Delegada del Gobierno de que las homilías del Arzobispo el día de Asturias suelen tener un marcado tono político contra el Gobierno. El Arzobispo argumenta con su libertad de expresión y la defensa de la doctrina de la Iglesia. Bueno, no siempre. Criticar las medidas económicas del Gobierno o hablar del beso a Jennifer Hermoso no parecen cuestiones estrictamente de doctrina. Pero en todo caso, cuando se tienen invitados a la mesa, no parece lo más apropiado suscitar cuestiones hirientes. Se hace, acaso, porque se sabe que ese día, con los medios presentes, lo dicho va a poner el altavoz al máximo nivel.
En cuanto a doña Adriana, aprovechar el día de su toma de posesión para atacar al prelado no parece actitud de decoro y contención.
Es seguro que ninguno de sus antecesores hubiesen dado ese espectáculo picoteril. Y es que ni don Jesús ni doña Adriana saben guardar las formas.
Finalmente, la polémica ha terminado como el rosario de la aurora. Don Adrián, el Presidente, ha manifestado que, por las mismas razones que doña Adriana, no acudirá al oficio religioso del día 8. Rompe así una tradición ininterrumpida que había comenzado Rafael Fernández, socialista, exiliado, participante en la Guerra Civil.
Pero, al margen de ese alderique, la doble celebración del día 8 viene criticándose desde una parte de la izquierda, no solo por la asistencia de las autoridades civiles al acto religioso, sino por la confluencia misma de las dos festividades. Para una parte de esa opinión el Día de Asturies debería desvincularse de la idea de Cuadonga porque habría una fecha de mayor potencia representativa de la singularidad asturiana, la del 25 de mayo. En esa fecha de 1808, la Junta General del Principado se proclama soberana ante la ausencia del soberano, preso en Francia, y declara la guerra a Napoleón.
Esa visión de la soberanía nacional -intrínseca, ab ovo, constitutiva- que se pretende contener en la declaración de guerra es, sin embargo, muy matizable. La Xunta no actúa en ese momento como expresión de soberanía propia, sino como depósito temporal de otra soberanía, la del Rey. Por otro lado, la propia proclamación de 1808 es una declaración de soberanía limitada: se realiza en tanto el verdadero poseedor de la misma se encuentre desposeído en ella. Además, bastó un soplo del marqués de la Romana para hacer ver lo limitado de la soberanía real de aquella Xunta, y pocos años más para que, con la llegada de una cierta modernidad política que reorganiza todo el territorio español, la Xunta desapareciese sin más rastro que algún libro melancólico. Pero, en todo caso, si aquella Xunta de 1808 atesoraba alguna legitimidad de autodeterminación, ella provenía de que había sido depositada en ella la legitimidad del heredero de la corona, y esa legitimidad simbólica provenía a su vez del patrimonio histórico de Asturies: su levantamiento contra el invasor islámico, su construcción como nación y Reino, su autonomía, expansión e imperio durante doscientos años, esto es, Cuadonga o, si se prefiere decir, Covadonga.
A, digamos, enturbiar la valoración de Cuadonga como emblema de la nacionalidad asturiana viene a sumarse el rechazo a una línea de interpretación histórica, la de la instrumentalización que la derecha y el unitarismo españolista han hecho del lugar como germen de España, concebida de una determinada manera y con olvido de los doscientos años del Reino de Asturies, es decir, de “nuestra” historia. La materia es muy compleja pero hay que señalar que, si bien es cierto que esa “españolización” del santuario y la historia se intensifica a partir de la restauración borbónica tras la Primera República, esa potenciación simbólica viene de atrás. Recuérdese a nuestro Xovellanos escribiendo El Pelayo, o, en el plano político, su encargo a Ventura Rodríguez para construir en el lugar una iglesia monumental que fuese, al tiempo, mausoleo de Pelayo.
Recientemente, ha venido a sumarse al difuminado de Cuadonga como núcleo de Asturies el discurso, defendido por profesionales, de que nunca hubo una batalla de Cuadonga, de que los relatos sobre la misma son, sobre tardíos, ficticios y remedo de otros. Aceptémoslo como elemento de discusión. Vale. Pero, de pronto, nos encontramos con un estado, reino o nación, que en muy poco tiempo, reconquista su territorio, se expande, crea un arte valiosísimo que implica riqueza y relaciones culturales y comerciales externas. ¿De dónde sale? ¿De ningún sitio? No se nos dice. Bien, pues aceptemos, entonces, Cuadonga, haya sido lugar de batalla, de engarradiella o, simplemente, lugar simbólico. A fin de cuentas, se encuentra al lado de Cangues, primera capital del Reino, y tiene al lado, por ejemplo, a Abamia, otro indicio del comienzo de “nuestra” historia.
A mi entender, pues, la potencialidad simbólica e identitaria del lugar es muy superior a cualquier otra que podamos tomar como origen de nuestra nación o de nuestra historia. Por lo demás, no hay necesidad alguna de que los actos conmemorativos del nacimiento del Reino y los del culto a la Inmaculada Concepción (a la que, por cierto, bajo otras advocaciones que la del lugar de la cueva, se le rinde culto la misma fecha en otros muchos santuarios de Asturies) se celebren en el mismo lugar, aun siéndolo en el mismo día.
Y para celebrarlo, ¿qué otro lugar que la sede de la primera capital de nuestro Reino, tan cerca, por otro lado, de Cuadonga?
Montero sí qu'esplica
Montero sí qu'esplica.
Frente a Sánchez, que convoca un Comité Federal pa, ente otres coses, esplicar cuálos son los concretos alcuerdos con ERC y que s'apoyen, y nun los esplica, Montero sí que s'esplica. Esto ye lo que dixo nel Senáu:
"Lo que dice el acuerdo es lo que dice el acuerdo, no lo que cada uno creamos, que dice el acuerdo. Y lo que no dice el acuerdo es lo que no dice".
A lo cervantino: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace..."
¡Magnífica! ¡Sobresaliente!
Fernando Menéndez y el libelino
Con Fernando Menéndez y el cartafueyín (libelino) de poemes míos confeccionáu e ilustráu por él.
Agradecíu.
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