El acero de Madrid

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(Ayer, en La Nueva España) EL ACERO DE MADRID El acero de Madrid es una obra de Lope de Vega escrita en 1608, pero no vamos aquí a hablar de la obra ni de Lope, sino de otra cosa. Pasen y vean. En las últimas fechas vienen desvelándose una serie de gravísimos problemas que amenazan nuestra industria, en general, y la siderúrgica en particular; problemas que no son únicamente españoles, sino europeos, como acaba de subrayar el informe de Mario Draghi (https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el-informe-draghi-no-deberia-terminar-en-un-cajon/). Pero esto no es una novedad, desde hace bastantes años quienes están en el mundo real, en el mundo de la producción de bienes, y no de discursos, vienen señalando los problemas de la industria europea para competir en condiciones de igualdad con otros países en donde los requisitos para producir bienes son inexistentes o lo son muy leves en cuestiones medioambientales y de salarios, con lo cual, y en una situación de prácticamente libre comercio, esos países inundan nuestros mercados de productos más baratos, que expulsan a los nuestros. Una parte de la opinión pública piensa que ese es un problema de los capitalistas, que ganan menos, pero no lo es únicamente de ellos -que lo es solo de manera relativa-: significa el despido de trabajadores, el cierre de fábricas en los casos más extremos, la limitación de salarios. Como he dicho, esa denuncia, esas llamadas de atención no son de ahora ni son singulares, sino múltiples y reiteradas. Por dar solo un ejemplo, en una entrevista de 2018 en este periódico, Álvaro Platero, el presidente de Astilleros Gondán, denunciaba la absoluta desigualdad de condiciones competitivas entre las empresas españolas/europeas y las de otros países en materia de construcción de barcos. “Europa, contra la industria”, resumía yo. Pero, además, el empixe por convertirnos en los más guaisdelparaguay del mundo y en cumplir un programa medioambientalista que hace abstracción de la realidad y no tiene en cuenta las actuaciones en el resto del planeta nos lleva a la destrucción de empresas y empleo. Miren las palabras de Javier Targhetta: “El objetivo cero emisiones no puede ser a costa de millones de empleos en Europa" (https://www.lne.es/economia/2024/07/28/objetivo-cero-emisiones-costa-millones-106169752.html). También, con respecto a este tour de force autodestructivo, sus palabras son también compartidas, aunque no ocupen las primeras páginas, como las del discurso dominante, que avanza ciego sin ver las víctimas y argayos que deja a su paso. (Y, a propósito, ¿de dónde creen ustedes que viene una importante parte del voto a Donald Trump o a la ultraderecha en países de Europa?). Con respecto, concretamente, a la siderurgia, las amenazas no dejan de desvelarse en los últimos meses: a la competencia desigual con otros países exportadores se suman los costos de la electricidad, una capacidad productiva excesiva y un cierto parón en la actividad económica. Solo un titular reciente: “Eurofer alerta de una situación "explosiva", con inversiones detenidas, capacidad productiva parada y peligro de que se vaya a cierres definitivos”. Aquí, en Asturies, tenemos nuestros calvario y discursos particulares. En 2021 hubo una reunión entre los Mittal y el presidente del Gobierno, don Pedro. Allí se acordaron una serie de inversiones y de subvenciones para las acerías asturianas, entre otras, una de 450 millones de euros para una planta de reducción directa de mineral de hierro (RDI) mediante hidrógeno verde. La planta de RDI se ha convertido desde entonces en una aspiración y en un mito. Una aspiración, porque su puesta en marcha aseguraría la acería asturiana por mucho tiempo. Un mito, por una parte, porque vendría a cumplir con las exigencias del discurso medioambiental; por otra, porque su instalación debería realizarse, según algunos, fuesen cuales fuesen las condiciones de su rentabilidad, fuese viable económicamente o no. Sobre la rentabilidad y sostenibilidad del hidrógeno verde en los tiempos inmediatos existen muchas dudas, pero, en todo caso, Arcelor viene diciendo hace tiempo que, con los precios actuales de la energía, la planta de RDI que sindicatos y gobierno y políticos asturianos vienen reclamando insistentemente a tuerto o a derecho es inviable. Y aquí llega la gran sorpresa. Guillermo Peláez, consejero de Hacienda: “Con Arcelor o sin Arcelor, la siderurgia integral se va a mantener en Asturias”. CC OO: “El Estado debe intervenir para que las inversiones sigan adelante, con o sin el señor Mittal al frente de la compañía". ¿Con Arcelor o sin Arcelor? ¿Con Mittal o sin Mittal? ¿Pero de qué hablamos? Y, si hablamos de “eso”, ¿hablamos en serio? ¿Lo hemos tratado con el Gobierno central? ¿Va a hacerse Madrid con el acero asturiano? ¿Lo compramos, esto es, lo pagamos nosotros? Tengo la impresión de que el pasado ha dejado en Asturies una honda huella, una añoranza permanente que nos lleva a confundir los sueños con la realidad, los hechos con las palabras. Parábola. 1997-1998. Se debatía la reforma del Estatuto y, en particular, la posibilidad de incluir en él la cooficialidad. Recibíamos críticas, insultos y amenazas por una gran parte de la izquierda ya que, según ellos, no queríamos nosotros, que, de quererlo, ya estaba hecho. Debate en el salón de LA NUEVA ESPAÑA. Volvimos a aclarar que no había votos para ello y no sería posible. De repente, entre insultos y griterío, una parte importante de los asistentes, digamos, la izquierda de la izquierda, abandona el salón, puño en alto, a la voz de: “Pues lo conseguiremos en la calle”. A mis años me falla la memoria, pero creo recordar confusamente que IU, que ahora también sugiere la nacionalización de Arcelor, formó y forma parte de los gobiernos socialistas o apoyó sus presupuestos. Pues eso.

Como dende'l paleolíticu los asturianos: el derechu a coyer oricios

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(Ayer en La Nueva España) Como dende'l paleolíticu los asturianos: coyer oricios AYER, EN LA NUVA ESPAÑA Los aficionados reclaman su derecho a recoger oricios en la costa asturiana: "Si no, se privatiza el mar" El colectivo "Volver al pedreru" plantea un carné especial, limitación de capturas o reducir meses Mariola Riera Oviedo 12 SEPT 2024 4:05 Actualizada 12 SEPT 2024 4:00 Los pescadores aficionados no están dispuestos a renunciar a recoger oricios en los pedreros asturianos, una práctica muy arraigada desde siempre a modo de entretenimiento y disfrute con familia y amigos, a la par que para poder disfrutar a la mesa de un bocado que tiene legión de incondicionales. La recogida se prohibió hace ocho años en Asturias para contribuir a la recuperación de la especie y después de que los informes recogieran que, en parte, se había conseguido, el pasado febrero se autorizó de forma experimental un plan que se extendió durante quince días. Ahora, ante la posibilidad de que se permita recoger de nuevo oricios por parte del Principado –a partir de noviembre suele ser la fecha indicada– la asociación "Volver al pedreru" quiere que el levantamiento de la veda "no sea solo para quienes sacan del oriciu un beneficio económico con su explotación, sino para todo el mundo". Les avalan cientos de firmas en apoyo a tal petición. Esta asociación de pescadores deportivos se reunió en fechas pasada con el director general de Pesca, Francisco José González, para conocer la situación de la especie. "Los informes de la Consejería y los de la propia sociedad parecen informar de un crecimiento notable", explican. Sostienen, además, que al aplicarse la "larguísima" veda, los técnicos aconsejaban establecerla sola en la parte de la costa más castigada por los profesionales, que es la occidental. Lo que ahora piden, sostienen, se apoya en que "el oriciu, como otras especies del pedreru, no es un bien privativo, sino ‘res nullius’, por lo que no puede prohibirse a nadie el acceso a él, aunque sí, evidentemente, su comercialización y venta, de no estar autorizados para ello. Lo contrario supone una privatización de la mar", advierten. En Asturias hay unas 8.000 licencias de pesca deportiva, pero en la práctica son muchos menos los que la practican de forma habitual. "Frente a algunos temores, los propios datos de la Consejería indican que la ocupación de los pedreros es absolutamente ridícula", aseguran los deportivos, que proponen al Director General de Pesca una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad del recurso como la reducción de los meses de captura, limitación del los kilos o piezas recolectables, el establecimiento de un carné específico de recolector aficionado, entre otras. Fue precisamente en el Occidente, concretamente en El Franco, donde se autorizó la captura de oricios el pasado febrero. Fueron tres profesionales los elegidos para formar parte del plan experimental puesto en marcha por el Principado para evaluar la situación del preciado equinodermo. El primer día se extrajeron 45 kilos y en la lonja, el precio más alto fue de 22,8 euros.

Legislando con las témporas,

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(Ayer, en La Nueva España) LEGISLANDO CON LAS TÉMPORAS Una nueva ley de nuestro gobierno y un nuevo disparate. Les copio un titular, benevolente, de un periódico adicto: “Un error de Igualdad facilita desde este jueves el despido de quien pida o tenga adaptación de jornada”. Otra vez el Ministerio de Igualdad legislando. Y otra vez víctimas del fuego amigo. La ley de Paridad (Ley Orgánica (2/2024) de uno de agosto (dense cuenta en el número de leyes aprobadas este año por el Parlamento en tramitación normal, cinco) “olvida” la protección que leyes anteriores establecían para los trabajadores que soliciten o disfruten de una adaptación de jornada para conciliar y cuidar a los hijos, de modo que, a partir de la entrada en vigor del texto legislativo, el 22 de agosto, la Ley facilita el despido de quien pida o tenga adaptación de jornada por esas causas. Naturalmente, el Gobierno ha corrido a predicar que mandará vigilar para que no se produzcan estos despidos discriminatorios y que en la primera ley que apruebe el Parlamento se subsanará el error, sin duda al modo en que legisla este Gobierno, mezclando en el mismo texto legislativo churras con merinas, es decir, al estilo de aquella cuarteta del comercio riosellano que Baroja y Cela citan: “Tengo cochura muy buena, / comedme sin regodeos / porque soy pura canela. / También se venden fideos”. La capacidad legislativa de este Gobierno es francamente memorable e invita a compunción (si no a risa) a cualquier persona sensible. ¿Tienen presente ustedes la Ley del Sí es Sí? ¿A cuantos agresores sexuales les rebajó la pena? ¿Cómo el Ejecutivo tuvo que pedir socorro al PP, para iguar el desaguisado, puesto que sus socios y redactores iniciales no querían hacerlo? ¿Siguen ustedes los disparates que provoca la Ley Trans? ¿Cuántas mujeres descubren de pronto que su agresor se ha convertido en mujer para reducir o evitar penas? ¿Cuántos funcionarios o policías han cambiado de inscripción registral para obtener ventajas que la legislación reserva a la mujeres (¿y alguna vez hablaremos de la injusticia de la desigualdad legislativa?)? ¿Existe un problema con estas leyes? No, pese a toda la evidencia son perfectas, dicen sus impulsores, lo que pasa es que hay defraudadores y jueces incalificables que ayudan a esas interpretaciones torticeras de la ley. Y, sin son ustedes muy de la iglesia, no piensen en que el mal reside únicamente en las minorías que acompañan al Gobierno, que son, por lo general, las impulsoras o redactores de estas normas. Es el Gobierno en su conjunto, empezando por su mascarón de proa, don Sánchez, quien las apoya y firma. Podría parecer que la reacción ante las consecuencias negativas de las leyes -que se niegan a retocar, pues son perfectas, según ellos- es semejante a la de los niños que tiran una piedra, rompen un cristal y echan la culpa a la piedra (o al cristal, por estar ahí). Pero no es solo infantilismo, lo que guía esa inacción y ese discurso, hay en ello mucho de sinvergonzonería disfrazada de ideologia. Quien conoce un poco la Administración sabe que todas esas leyes han de ser informadas por el cuerpo jurídico del Estado. ¿No se lo consulta? ¿Se pasan los informes por la entrepierna o entrepierno? ¿O es que, acaso, el nivel profesional de los funcionarios correspondientes ha descendido a niveles de inopia? ¿Ustedes qué creen? Bueno y si en tu casa cuecen fabes, en la mía… He aquí que, en interpretación de una normativa europea (desde nuestra entrada en la UE vengo señalando que, junto a lo bueno, hay una manía de entrometerse hasta en muchas cosas que son impertinentes o que no tienen en cuenta los diversas circunstancias de cada Estado), el Gobiernu decide mandar cartas de despido a cientos de interinos. Dos semanas después rectifica. ¿Alguien ha pensado en la angustia de esas personas y sus familias? Y otra vez las mismas preguntas: ¿Han consultado con los juristas correspondientes? ¿No se los consulta? ¿Se pasan los informes por la entrepierna o entrepierno? ¿O es que, acaso, el nivel profesional de los funcionarios correspondientes ha descendido a niveles de inopia? ¿Ustedes qué creen? P.S. Se me aparece sobre el teclado mi trasgu particular, Abrilgüeyu. Su sonrisa dilata aún más su bocona. ¿Te acuerdas -me dice- que de pequeño siempre te corregían porque confundías las témporas con el…? Y, sin más, se va. Se ve que, como estos legisladores a la violeta, no quiere enfrentarse a la responsabilidad de sus palabras.

Los Pidal y otros prebostes se revuelven en sus tumbas

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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU LOS PIDAL Y OTROS PREBOSTES SE REVUELVEN EN SUS TUMBAS Villaviciosa acaba de protagonizar uno de los sucesos más estrambóticos del verano. Un partido, Aína, colocó cuatro vallas en sendas localidades asturianas. Texto: “Una Asturies pa toos? ¿O una Asturies pa quien vivimos nella?”. ¿Qué significa? Parece, por la época y el contexto, que trata sobre “el exceso” de turismo. A mí la discusión sobre la “masificación” turística me parece un entretenimiento de ociosos, un tópico absolutamente impreciso y que ningún remedio tiene, lo que decimos en asturianu una… Es un tópico tan vano e indefinible como el del “turismo de calidad”. No es este el lugar para desplegar argumentos. Basta con que ustedes se digan cómo se pueden manejar ambos conceptos para hacer realidad sus objetivos y a qué personas, grupos sociales, nacionalidades o rentas se van a aplicar. Pero lo que llama poderosamente mi atención es que la valla de Villaviciosa fue retirada al día siguiente de su colocación. ¿Razones? Las ignoramos, pero sí sabemos que ha habido manifestaciones en contra. La de la Asociación de Comerciantes, expresando su «desacuerdo y rechazo con el contenido, mensaje y forma elegida para esta campaña, aprovechado además la temporada de mayor afluencia turística del año». El alcalde hablando de un «tratamiento injusto con un sector económico muy importante, como es el sector servicios». Evidentemente, la causa han sido esas presiones. ¿Se puede hablar de una alcaldada? Únicamente indirecta, a lo que parece. ¿Habrá sido la causa el asturianu? A lo mejor don Alejandro Vega ha querido así congraciarse con la edil de Vox que denunció los carteles del Ayuntamiento en asturianu, alegando que la gente se confundía y que al ver, por ejemplo, “Pisu d’Abaxo” subían al de arriba, una maldición semejante a la de la de la torre de Babel. Lo que sí me afirman es que el Marqués de Villaviciosa y otros antiguos prebostes se revuelven en sus huesos, infinitamente satisfechos de verse redivivos.

Guardar las formas y las esencias

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(Ayer, en La Nueva España) GUARDAR LAS FORMAS Y LAS ESENCIAS La doble celebración del día 8 de septiembre, la patriótica y la religiosa, ha venido este año precedida por una especie de novena concelebrada por doña Adriana Lastra y don Jesús Sanz Montes a través de puyas y censuras. Digámoslo con claridad. Tienen ambos un espíritu picoteru, y gustan de la engarradiella y la pugna dialéctica. Se quejaba doña Adriana el día de su toma de posesión como Delegada del Gobierno de que las homilías del Arzobispo el día de Asturias suelen tener un marcado tono político contra el Gobierno. El Arzobispo argumenta con su libertad de expresión y la defensa de la doctrina de la Iglesia. Bueno, no siempre. Criticar las medidas económicas del Gobierno o hablar del beso a Jennifer Hermoso no parecen cuestiones estrictamente de doctrina. Pero en todo caso, cuando se tienen invitados a la mesa, no parece lo más apropiado suscitar cuestiones hirientes. Se hace, acaso, porque se sabe que ese día, con los medios presentes, lo dicho va a poner el altavoz al máximo nivel. En cuanto a doña Adriana, aprovechar el día de su toma de posesión para atacar al prelado no parece actitud de decoro y contención. Es seguro que ninguno de sus antecesores hubiesen dado ese espectáculo picoteril. Y es que ni don Jesús ni doña Adriana saben guardar las formas. Finalmente, la polémica ha terminado como el rosario de la aurora. Don Adrián, el Presidente, ha manifestado que, por las mismas razones que doña Adriana, no acudirá al oficio religioso del día 8. Rompe así una tradición ininterrumpida que había comenzado Rafael Fernández, socialista, exiliado, participante en la Guerra Civil. Pero, al margen de ese alderique, la doble celebración del día 8 viene criticándose desde una parte de la izquierda, no solo por la asistencia de las autoridades civiles al acto religioso, sino por la confluencia misma de las dos festividades. Para una parte de esa opinión el Día de Asturies debería desvincularse de la idea de Cuadonga porque habría una fecha de mayor potencia representativa de la singularidad asturiana, la del 25 de mayo. En esa fecha de 1808, la Junta General del Principado se proclama soberana ante la ausencia del soberano, preso en Francia, y declara la guerra a Napoleón. Esa visión de la soberanía nacional -intrínseca, ab ovo, constitutiva- que se pretende contener en la declaración de guerra es, sin embargo, muy matizable. La Xunta no actúa en ese momento como expresión de soberanía propia, sino como depósito temporal de otra soberanía, la del Rey. Por otro lado, la propia proclamación de 1808 es una declaración de soberanía limitada: se realiza en tanto el verdadero poseedor de la misma se encuentre desposeído en ella. Además, bastó un soplo del marqués de la Romana para hacer ver lo limitado de la soberanía real de aquella Xunta, y pocos años más para que, con la llegada de una cierta modernidad política que reorganiza todo el territorio español, la Xunta desapareciese sin más rastro que algún libro melancólico. Pero, en todo caso, si aquella Xunta de 1808 atesoraba alguna legitimidad de autodeterminación, ella provenía de que había sido depositada en ella la legitimidad del heredero de la corona, y esa legitimidad simbólica provenía a su vez del patrimonio histórico de Asturies: su levantamiento contra el invasor islámico, su construcción como nación y Reino, su autonomía, expansión e imperio durante doscientos años, esto es, Cuadonga o, si se prefiere decir, Covadonga. A, digamos, enturbiar la valoración de Cuadonga como emblema de la nacionalidad asturiana viene a sumarse el rechazo a una línea de interpretación histórica, la de la instrumentalización que la derecha y el unitarismo españolista han hecho del lugar como germen de España, concebida de una determinada manera y con olvido de los doscientos años del Reino de Asturies, es decir, de “nuestra” historia. La materia es muy compleja pero hay que señalar que, si bien es cierto que esa “españolización” del santuario y la historia se intensifica a partir de la restauración borbónica tras la Primera República, esa potenciación simbólica viene de atrás. Recuérdese a nuestro Xovellanos escribiendo El Pelayo, o, en el plano político, su encargo a Ventura Rodríguez para construir en el lugar una iglesia monumental que fuese, al tiempo, mausoleo de Pelayo. Recientemente, ha venido a sumarse al difuminado de Cuadonga como núcleo de Asturies el discurso, defendido por profesionales, de que nunca hubo una batalla de Cuadonga, de que los relatos sobre la misma son, sobre tardíos, ficticios y remedo de otros. Aceptémoslo como elemento de discusión. Vale. Pero, de pronto, nos encontramos con un estado, reino o nación, que en muy poco tiempo, reconquista su territorio, se expande, crea un arte valiosísimo que implica riqueza y relaciones culturales y comerciales externas. ¿De dónde sale? ¿De ningún sitio? No se nos dice. Bien, pues aceptemos, entonces, Cuadonga, haya sido lugar de batalla, de engarradiella o, simplemente, lugar simbólico. A fin de cuentas, se encuentra al lado de Cangues, primera capital del Reino, y tiene al lado, por ejemplo, a Abamia, otro indicio del comienzo de “nuestra” historia. A mi entender, pues, la potencialidad simbólica e identitaria del lugar es muy superior a cualquier otra que podamos tomar como origen de nuestra nación o de nuestra historia. Por lo demás, no hay necesidad alguna de que los actos conmemorativos del nacimiento del Reino y los del culto a la Inmaculada Concepción (a la que, por cierto, bajo otras advocaciones que la del lugar de la cueva, se le rinde culto la misma fecha en otros muchos santuarios de Asturies) se celebren en el mismo lugar, aun siéndolo en el mismo día. Y para celebrarlo, ¿qué otro lugar que la sede de la primera capital de nuestro Reino, tan cerca, por otro lado, de Cuadonga?

Montero sí qu'esplica

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Montero sí qu'esplica. Frente a Sánchez, que convoca un Comité Federal pa, ente otres coses, esplicar cuálos son los concretos alcuerdos con ERC y que s'apoyen, y nun los esplica, Montero sí que s'esplica. Esto ye lo que dixo nel Senáu: "Lo que dice el acuerdo es lo que dice el acuerdo, no lo que cada uno creamos, que dice el acuerdo. Y lo que no dice el acuerdo es lo que no dice". A lo cervantino: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace..." ¡Magnífica! ¡Sobresaliente!

Fernando Menéndez y el libelino

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Con Fernando Menéndez y el cartafueyín (libelino) de poemes míos confeccionáu e ilustráu por él. Agradecíu.

Lamborghini vendíos n'España en 2023: 46

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Fonte: Pedro Sánchez