Gallardón dimite y se come la placenta del aborto de su Ley, una Ley que nadie le había pedido (el PP esperaba hasta la sentencia del Constitucional) y que, desde luego, nadie le había pedido en esas términos.
Na semeya de La Nueva España, miembros del PSOE y feministes, engayolaes por poder albortar llibremente. |
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