En nuestras propias urnas. Y cada vez que vienen. Y nos lo dicen: tendrán más restrasos con el AVE, y con Unquera-Llanes y con los tramos del Oeste. Y eso que les dijimos de Grau-La Espina, ya saben, pura comedia. ¡Y lo de la estación de Xixón y el soterramiento de las vías! ¿Cómo dice? ¿Que para cuándo lo quiere? ¡Esa sí que es buena! ¿Que Avilés? ¿Que el soterramiento o la variante de Avilés? Pero, amigo, ¿ha bebido usted?¿
¿Que Zapatero había prometido? ¿Que Areces había dicho? ¿Que Javier Fernández había asegurado? Ustedes, sin duda, beben. Siempre hemos dicho que ese vino flojucho que es la sidra no es recomendable para nada.
¿Pero, de verdad, de quiénes ser ríen? ¿De los asturianos en general? Puede ser, pero es difícil, puesto que saben que una gran parte de los asturianos no los creen aunque dijesen la verdad y que otra parte están esperando que les digan una verdad para creer que, aunque sea por equivocación, de vez en cuando no mienten?
¿Entonces? Pues tienen que reírse de sus propios votantes, que son -al menos fácticamente- los únicos que los creen, y quienes les dan crédito en las urnas. No puede ser de otra manera.
Así, pues: se ríen de sus votantes. Es de quienes se ríen. Bueno, pues ese aspecto que no nos preocupe. Es un problema de ellos. A nosotros lo que nos preocupa es que nuestras salidas son dificultosas, exigen tiempo en demasía, encarecen el viaje o el transporte, aumentan la inflación, disminuyen el empleo, entrañan más riesgos que otras. ¡Eso es lo que nos preocupa! Si entre ellos se burlan unos de otros, ¡allá ellos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario