Con otru güeyu

(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU CON OTRU GÜEYU «Préstame», iba a titular, pero he preferido este. Ahora les explico lo que me presta. Las noticias, en general, tienden a ser únicamente malas noticias. Y si nos referimos a la economía y la sociedad asturiana, no parece haber otras: paro, emigración, población decreciente, cierre de empresas… Y, sin embargo, hay una Asturies que sí funciona. Y muy bien. Que crea, inventa, crece, exporta. No aparece en los medios o sus apariciones son muy esporádicas. Por eso me alegra ver que Alegría tiene un gran encargo, o que Armón sigue expandiéndose y consiguiendo contratos per uquiera, por referirme solo a los últimos días. Pero sé bien que no son solo empresas de un tamaño medio o grande las que van bien. De vez en cuando vemos emerger a la luz a algunas de las muchas personas que inventan o abren su negocio, empresas que, muchas veces, a través del ámbito digital, exportan al resto de España. Así, en LA NUEVA ESPAÑA del domingo 30, se muestran cinco mujeres que han creado su empresa y que prosperan. Son tan solo una pequeña muestra de esa amplia realidad que fluye por nuestro territorio y que rara vez vemos. Por eso no sería malo que, más allá de la visión del mundo de lo tradicional, lo consueto y lo negativo con que siempre miramos, observásemos con otru güeyu. Esa mirada distinta implica un nuevo clima. Ejemplifico: durante doce años entregamos anualmente el Premiu a la Meyor Empresa Asturiana, con éxito, puesto que todas han prosperado. Para casi todas ellas era la primera ocasión en que se reconocía su trabajo desde el ámbito político. Hace un mes me lo confesó el director de una empresa centenaria, la primera que galardonamos: «Estamos agradecidos. Pensé: «Hombre, desde hoy, dejarán los políticos de mirarnos como a bichos raros». Y en ese nuevo clima, la Administración, desconfiada, retardataria y causante de muchos problemas.

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