Variante con variantes y la tristitia post coitum

(Ayer, en La Nueva España) VARIANTE CON VARIANTES Y LA TRISTITIA POST COITUM La historia de nuestro inmediatamente futuro semi AVE (puesto que no estará cabalmente completada toda la línea hasta dentro de un tiempo), arranca en 1982 como «Variante del Payares», impulsada por el nunca bien alabado por este mérito don Alejandro Rebollo. La llegada del PSOE al poder supuso la suspensión de los planes para el nuevo trazado ferroviario a Asturies y el destino de los dineros presupuestarios a otros caminos de hierro para otros territorios. Desde entonces, hubo una lucha continua por parte de personas, partidos e instituciones de Asturies, salvo el PSOE, para volver a poner en marcha el proyecto. Como en algunas participamos, déjenme citar dos en que estuve presente. La primera constatable con documento gráfico data del 18 de febrero de 1990. Junto con otros compañeros del PAS cortamos la vía y retrasamos la salida del tren, mientras sosteníamos una pancarta que decía: «Variante del Payares, sí». La segunda es mi presencia en la tribuna del Congreso de los Diputados para defender una propuesta de la Xunta Xeneral (no apoyada por el PSOE) a fin de que la Variante fuese incluida en el Plan Director de Infraestructuras. Pero no fue hasta 2003, con el Gobierno de Aznar y el impulso del señor Álvarez Cascos –tan criticable por tantas otras cosas, pero que, sin duda, es el motor de arranque de toda la infraestructura (don Pedro de Silva manifestó en un billete que nunca creería que la obra se llevaría a cabo, y que Cascos había sido pieza fundamental para ello)–, cuando existe presupuesto para la obra. El 10 de febrero de 2004 se coloca la piedra inaugural en L.lena, acto al cual fui invitado. Y después, ya saben, los sucesivos gobiernos y ministros fueron prometiendo el «ya llega», sin descanso y sin pudor: Zapatero, el 2009; Areces, el 2011; Blanco, el 2012 y 2013; Rajoy, el 2014; Pastor, el 2015; De la Serna, el 2020; Ábalos, el 2020; Lastra, el 2021; Pardo de Vera, el 2022; Losa, el primer semestre de 2023; Raquel Sánchez, en mayo de 2023; lo último, en noviembre de 2023. Y dejo algunas variantes de las promesas y profecías de la Variante. Ahora, lo serio, que lo anterior es ruido, furia y comedia: la variante es una obra ingente, que ha costado un montón de dinero (4.000 millones de euros, de momento), que ha superado enormes dificultados técnicas, y que ha tenido que soportar los caprichos, manías o ideaciones de los políticos sobre cómo deberían ser las vías y qué trenes deberían circular por el nuevo trazado. De modo que, al respecto, no hay más que posar la montera. Ahora bien, si uno mira atento y escucha arrectis auribus, coles oreyes llevantaes, se dará cuenta de que parece que la llegada del AVE va a significar para Asturies casi tanto como la caida del maná para los israelitas en el desierto. Partidos políticos, sindicatos, empresarios –no estoy tan seguro de que también la gente común– manifiestan que el Ave va a significar un cambio sustancial para nuestra economía y empleo. Permítanme poner en solfa ese optimismo desmesurado. Ayudará, pero nuestros problemas no solo seguirán, sino que la mayoría de ellos requieren recetas desvinculadas del tráfico o tráfago ferroviario. Temo, pues, que al ver que no se ha producido el súbito milagro se producirá la tristitia post coitum, el desencanto. Lo que no cesarán serán las asturianadas, los cantos típicos regionales: todo el mundo pedirá que el AVE pare ante su casa y se «exigirán» nuevos trazados para atender nuevas poblaciones. Y, por cierto, desde Pola L.lena hasta la mar, de momento, la vía sigue «al modo antiguo». PS. Que el nuevo anuncio lleve al mes de payares la inauguración de la Variante de Payares no debe tomarse, según hace la siempre recelosa oposición, como una añagaza electoral para acercar el acto a las elecciones generales, sino como un esfuerzo más del señor Barbón, en comandita con Sánchez, para promocionar la llingua llariega.

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