Legalización de Bildu, PSOE


En su día, señalé tras proclamarse la tregua de ETA del 2006, lo que iba a ocurrir, como pueden ver en los últimos libros que publiqué. Pues bien, tras la aparente ruptura de la negociación, después de la bomba y los muertos de Barajas publicaba un artículo titulado "Ensueños de Zapatero. Realidades del mundo" (del 08/01/2007). Así decía, observen. ¿Creen que tiene ello que ver con lo que ha pasado con Bildu? Juzguen:


(del 08/01/2007)

[...] Pero, por otro lado, la autodenominada izquierda española se ha reducido fundamentalmente a poco más que un sentimiento de fratría, a una especie de representación emocional cuyos únicos parámetros objetivos son una cierta vivencia permanente del pasado (veraz o no, nada importa), la manifestación de hostilidad al PP (o a la derecha general del estado, no a toda la derecha) y la autoproclamación como de izquierdas (aunque los contenidos en la acción política de esa identificación sean ningunos o dispares). Desde ese punto de vista, pues, el mundo de Batasuna es para muchos su propio mundo, el mundo de la izquierda. Inaceptable en cuanto a su relación con la violencia, pero hermanible en cuanto que, como hijos pródigos, regresen a la casa común u hogar paterno. De ahí su decepción en cada ocasión que se niegan a reencontrarse con quienes los llaman, una y otra vez, con los brazos abiertos.

¿Qué ocurrirá en los próximos meses? Corramos el riesgo de realizar predicciones. Mi opinión es que no habrá rectificación de fondo por parte del Gobierno ni del PSOE. En lo sustancial, seguirán teniendo las puertas abiertas para un diálogo futuro (vía PSE, ERC, PNV, o cualquier otra) y más o menos inmediato, aunque, eso sí, otra vez, discreto. En cuanto al Pacto Antiterrorista, seguirá siendo letra muerta. Al margen ya del adanismo o arbitrismo de Zapatero y su entorno, la política tiene sus reglas. Y esas reglas no son el interés general, los ciudadanos, la ética o la moral, son, fundamentalmente, el triunfo de los propios y la derrota del adversario, en la pretensión, en el mejor de los casos, de que el triunfo de uno supone, per se, el triunfo del bien y, por tanto, de las mejores opciones para el común. Pero de cualquier manera, a tuerto o derecho, el triunfo de los propios y su cortejo subsiguiente de poder, empleo y beneficios.

Por tanto, lo que se propondrá será un nuevo acuerdo donde puedan entrar “todas” las fuerzas políticas, esto es, aquellas que en su día, no entraron en el actual Pacto Antiterrorista o que se opusieron a la Ley de Partidos porque rechazan la ilegalización de Batasuna: el PNV, IU, ERC, EA, etc. Algunos de ellos ni siquiera han esperado a que escampase para mostrar sus verdaderos pensamientos. Así Joan Ridao y Joan Tardá, diputados de ERC, y socios del PSOE en Madrid y Barcelona: “A lo largo de estos nueve meses ETA ha sido más generosa que el Gobierno”. Amén. Otros, como Llamazares, esperan dar una nueva oportunidad al diálogo.

El único problema acuciante que tienen en estos momentos PSOE y Zapatero es el de la legalización de Batasuna (o una franquicia) para las próximas elecciones municipales de mayo. Aunque la memoria pública es tan volátil como los vilanos y tan poderosos los pregoneros del Gobierno, esa fecha está demasiado cercana para poder afrontar con éxito la operación y sortear, así, con el menor riesgo posible la otra dificultad que han de manejar, la tendencia de voto de las encuestas. El juego con esos tiempos y el modo de hacerlo, cocinarlo y presentarlo a los comensales -a todos nosotros- es la única incógnita que, razonablemente, presenta el futuro al respecto de la materia. Porque sobre la materia misma, sobre la pieza y los ingredientes que se pretenden disponer y manipular no hay, a mi juicio, duda alguna.
(del 08/01/2007)

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