Babayaes y bocayaes

(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU BABAYAES Y BOCAYAES Entrevista a Luz Gabás, ganadora de un millón de euros en el Planeta. Arroja la siguiente frase: «Me cuesta creer que el amor heterosexual sea fascista». Aceptemos que la frase no es enteramente suya, que tiene dudas sobre su verdad, pero es ella quien la considera. Analicémosla. ¿Qué entraña, de ser cierta? Que solo el amor homosexual no es fascista. Sigamos. ¿Qué significa, en realidad? Nada. Es una frase tan vacía como «El amor heterosexual es el satélite oculto de la luna» u otra tontería. Volvamos a darle veracidad. Puesto que una parte del amor es sexo y, salvo en organismos primarios, el sexo y la reproducción se realizan mediante yunciones heterosexuales, concluyamos: «El universo es fascista». ¿Cómo dicen que decía Albert Einstein?: «Solo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y no estoy seguro de la primera». Dejemos la babayada y pasemos a les bocayaes. Nuestro Gobiernu, con don Adrián a la cabeza, lleva un tiempo quejoso y gayasperu. Quejoso porque la ejecución presupuestaria de los dineros del Central en Asturies es baja. Manifiesta sus molestias por ello («Barbón reclamará al Gobierno “un amplio margen de mejora” en la en la inversión estatal») y pondrá en marcha una comisión bilateral de seguimiento. Es solo una bocayada, un gesto, un paraxismu para “hacer que hacemos”, semejante a los acuerdos sobre el lobo que dice haber acordado con el Ejecutivo Central, de nulo valor. Lo curioso es que si ustedes revisan la hemeroteca verán que también el Gobiernu redujo también sus ritmos de inversión este año. Así que «dixo la sartén al cazu, quita p’allá culu prietu». Ya saben ustedes que uno de los géneros de literatura fantástica son los presupuestos: sus ingresos y su ejecución. Solo una cosa es cierta de ellos: la cifra de impuestos que a usted le van a cobrar por sus gastos (IVA), salarios (IRPF) u otros gravámenes.

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