Como ya hace unos días que ha pasado la efervescencia informativa en torno a los sucesos de Pozuelo de Alarcón, volvamos sobre ellos, sobre las causas de ese comportamiento de un grupo grande de jóvenes.
La clave del comportamiento de muchos de ellos es su gregarismo: unas veces violento, otras veces, simplemente peripatético; centrado en ocasiones en ver la misma película o vestir la misma ropa; en otras, en solidarizarse con una causa. ¿Cuál es la razón de ese comportamiento gregario masivo? Y, sobre todo, ¿cuál es la razón de que ese comportamiento gregario masivo se dé hasta edades tan avanzadas?
Pues una causa fundamental de ese colectivismo es la de la educación obligatoria hasta los dieciséis años, que resulta, en la práctica, hasta los dieciocho. Si a ello unimos la imposibilidad de trabajar hasta los dieciséis años y la voluntad de muchos padres de que no los "exploten", que hace que, en la práctica, tarden mucho en incorporarse al mundo del trabajo, tendremos como resultado ese colectivismo gregario.
El gregarismo no es exclusivo de la juventud de hoy, lo es de la de siempre y lo es, en general, del individuo. La diferencia con otras épocas estriba en que antes los jóvenes entraban a trabajar en gran número a los doce o a los catorce años y, a partir de entonces, se iban integrando en el mundo de los adultos y de los jóvenes con trabajo. En cuanto que se integraban en éste, tendían a imitar el comportamiento de los mayores (más variado de por sí), no sólo el de sus iguales. En la medida, por otra parte, en que sus grupos de iguales, sus pandillas, eran pequeñas, entre ellos, entre los grupos y los individuos, se iban produciendo pequeñas y progresivas diferencias.
Por decirlo así, antes, desde los doce o los catorce años, el individuo iba oyendo músicas variadas y tenía varias opciones de instrumentos musicales para aprender a tocar. Ahora, por seguir con el símil, no hay más que una música común y un solo instrumento para practicar. Del mismo modo, si antes el ideal era llegar a tocar música clásica (repetir las pautas y valores de sus mayores), esto es, tenían situado su horizonte extramuros, hoy su único ideal es tocar el mismo insrtumento que sus pares y escuchar su misma música, esto es, no hay un horizonte de pautas y valores que no sea aquel que ya tienen, el mismo del grupo.
He ahí uno de los efectos negativos de la enseñanza obligatoria y de sus correlatos, como el alargamiento de la edad del ocio prelaboral.
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