Acaba Libia, empieza Francia, España sigue

Ya saben en qué acaba el negocio de Libia. Tras la revolución se van a constituir en "un Estado democrático islámico, con la Sharía como ley y el árabe como lengua". Para este negocio ("democracia" y "sharia" son términos antitéticos; toda esa definición no es más que una pura contradictio in terminis) no sé a qué hemos ido allí.

Lo saben de sobra los franceses y Sarkozy, que van a tutelar el nuevo estado (acabarán acampando allí sus instructores militares) y van a llevar el 30% de las concesiones de petróleo.

¿Y nosotros? Nosotros reactivando la Alianza de Civilizaciones zapaterina. Y, por lo demás, haciendo de palanganeros de los franceses y poniendo dinero para su guerra, digo, sus negocios en Libia.

¿A qué está bien? ¿Y Carme Chacón? Pues esa, fenomenal: se ha lucido.

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