DUBITACIONES DE UN LEXICÓGRAFO
Realicé mi tesis de licenciatura sobre el asturiano
(“bable”, preferíamos entonces) en Xovellanos. Publiqué después el vocabulario
usado por el ilustre polígrafo en uno de los primeros números de la revista
Lletres Asturianes. Desde hace más de dos años me vengo dedicando a releer la
obra completa del xixonés en la edición que realizan conjuntamente el Centro de
Estudios del Siglo XVIII y el Ayuntamientu de Xixón, publicación, por cierto, que
se debe a la iniciativa y tesón del profesor don José Caso González, con cuyo
trato amistoso me honré.
La revisión actual tiene como finalidad principal la de
revisar los datos de mi tesina, corregir errores de la publicación en Lletres,
contrastar algunas lecturas de la edición de la Biblioteca de Autores
Españoles, realizada por Miguel Artola, que fue la que manejé en aquella
ocasión, y añadir unos cuantos vocablos, porque han aparecido algunos textos inéditos,
por ejemplo, una carta íntegramente en asturiano, del 5 de octubre de 1803?, de
don Gaspar a José Valdés Bazán, director del Instituto de Náutica y Mineralogía
que don Gaspar creó en su ciudad natal.
Al realizar el trabajo lexicográfico, la lista de palabras
o expresiones asturianas utilizadas por Xovellanos, se me plantean algunas
dudas que les traslado a ustedes. Es evidente que en una carta en asturiano
todos los términos que se utilizan son asturianos (salvo una castellanización
evidente que hubiere) aunque coincidan con los castellanos; así, por muestra,
los “quiero”, “más” o “por sí” de la
citada epístola. En un diccionario de la lengua asturiana, como el de nuestra
ALLA, no cabe duda: esos términos, al igual que otros como “sidra” o
“democracia”, son asturianos. Pero en una lista de palabras posiblemente
asturianas en un contexto en castellano se plantean dudas, y, en principio, debería
uno atenerse al criterio que el mismo Xovellanos expresó en su “instrucción” a Carlos
González Posada para la formación de un diccionario asturiano: “No comprenderá
por lo mismo ninguna de aquellas palabras que están actualmente en uso en la
lengua castellana, aun cuando lo tengan en nuestro Principado”. Para
entendernos: no pretende él confeccionar un diccionario del asturiano, sino un
diccionario del léxico “particular” o “peculiar” asturiano.
Pero cuando uno se sumerge en diarios y cartas de don
Gaspar surge alguna vacilación. No la hay cuando esos vocablos son anotados como
tales por el polígrafo, ya en estudios específicos sobre nuestra lengua, ya en
la correspondencia. Pero sí en algunos casos en que se usan sin señalar su
“asturianidad”. Por ejemplo, resulta evidente que “montera” es una palabra
culturalmente asturiana, esto es, una palabra que designa una prenda de la
cabeza muy ligada al traje asturiano, aunque no es exclusiva de nuestra tierra.
Ahora bien, si en uno de los textos encontramos la expresión “y los felpeyos
que tran enriba de les monteres”, entiendo que podemos entender las apariciones
del singular “montera” (en contextos culturales o geográficos propios) como una
palabra asturiana y así, en singular, debemos consignarla en nuestro
vocabulario.
De forma semejante, “día de bueyes”
es una castellanización de “día de gües” (u otras variantes fonéticas); ahora
bien el que dicho tipo de medida esté ligada principal, sino exclusivamente, a
nuestra tierra parece autorizar su inclusión en nuestro vocabulario.
Otros términos, tales “sextaferia”
o “castañedo”, aparecen en el DRAE como asturianismos, lo que, pese a la forma
castellanizada de “castañedo” con que lo escribe el xixonés, obliga a su
inclusión, como ya señalaba él mismo en la instrucción a su amigo Posada arriba
dicha al excepcionar de la exclusión de entre las palabras coincidentes con el
castellano “[aquellas que] contiene el Diccionario de la Academia, como
provinciales de Asturias, pues […] nos pertenecen”.
Se preguntarán ustedes por el
volumen de este vocabulario. Por darles una muestra: la letra “a” contiene
setenta entradas, si bien hay que anotar que algunas son variantes morfológicas
de la misma palabra.
Y queda, finalmente, por añadir,
en relación con el tema, que existen quince cartas en asturiano que desde Xixón
dirige Pedro Manuel Valdés Llanos a don Gaspar en su confinamiento en Mallorca,
así como una de Miguel Martínez Marina.
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