El caso del señor Blanco va más allá, mucho más allá, de aquello que signifique el episodio del antiguo arquitecto municipal.
Lo que habrá que indagar es por qué se estuvieron comprando durante mucho tiempo bolsas de terreno rural que luego, inopinadamente, se convertirían en urbanizables con el PGOU.
O por qué durante el 2003 circulaban por la ciudad hojas del PGOU que por entonces se elaboraba -en el teórico secreto obligado- conteniendo lo que iba a ser el futuro PGOU.
O por qué en el PGOU final aparecieron tantas recalificaciones sorprendentes, a las que algún periodista califica como "a la carta".
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