Retrato de desposados... El Comercio

Recojo aquí la entrevista-reportaje que ayer (08/11/2010) publicaba El Comercio.
Fízola Alberto Piquero. La semeya ye de Joaquín Pañeda.

«No pretendo una tesis sobre Asturias»

El autor gijonés recorre el siglo XX en su última novela, 'Retrato de desposados con panamá a su frente', una historia realista


Xuan Xosé Sánchez Vicente tiene nueva novela. Probablemente, en el caso de personalidades tan polivalentes como la de Xuan Xosé Sánchez Vicente (Gijón, 1949), unas actividades hagan sombra a las otras. Presidente y fundador del Partíu Asturianista (PAS), que en 2005 se vinculó con Unión Asturianista; miembro de la Academia de la Llingua Asturiana y catedrático de Lengua y Literatura, sin embargo es posible que su dedicación más constante se relacione con la creación literaria y el ensayo. Más de treinta libros llevan su firma -poesía, relatos, teatro, el Diccionario de la Llingua Asturiana...-, el último de los cuales, la novela 'Retrato de desposados con panamá a su frente' (Septem Ediciones, 2010), llegará estos días a los escaparates de las librerías.

-El título de la novela parece tener resonancias de la literatura latinoamericana, y la fotografía de portada -con los dos sombreros panamás- hubiera podido ser un cuadro de Úrculo.

-La historia relata la vida de Lola y Laureano, un matrimonio que se casa poco antes de que se constituya la II República, aunque partiendo de más atrás. El sombrero panamá es el que trae Laureano tras un periplo como emigrante en América, aunque una vez de regreso a Asturias, se siente incómodo con él y se lo quita pronto. Lo que hay es un retrato de boda que tiene significado en la novela.

-La narración está escrita en castellano, lo que no es nada habitual en su producción literaria. ¿Qué motivos le impulsaron para elegir en esta ocasión la lengua castellana?

-No es la primera vez que lo hago. También escribí en castellano la anterior novela, 'No miréis al mar', que tenía una mayor complejidad en su escritura. En ese caso, sin querer caer en hipérboles, casi tuve que aprender de nuevo a escribir, porque el cambio exigía medir distancias o ritmos internos diferentes. Los motivos de la elección son dos y muy sencillos: un reto personal y la evidencia de que hay un público bastante reducido de lectores, en general, lo que se acusa más en asturiano. Quise ampliar ese número de lectores. No obstante, para que no haya equívocos, el año que viene se publicarán cuatro relatos -con un solo hilo conductor- en asturiano que han estado un tiempo esperando para editarse.

-El periodo histórico que aborda va de las primeras décadas del siglo XX, hasta los principios del siglo XXI. ¿Qué le indujo a determinar esa franja histórica?

-Se relaciona con la propia vida de Lola y Laureano -a quien fusilan en la guerra-, arrancando de etapas iniciales. Pero, también es la historia del mundo agrícola asturiano y su evolución hacia la modernidad, con sus cultivos, rotaciones, higiene, ganado, y la biografía de una mujer fuerte, Lola, que renueva esa herencia.

-El tránsito narrativo va atravesando grandes acontecimientos del siglo XX, la II República, la Guerra Civil, el franquismo, la recuperación de la democracia... ¿De qué modo fueron repercutiendo sobre Asturias?

-Los grandes acontecimientos están como telón de fondo. En Asturias, incorporo la primera huelga de la leche, la creación de la Central Lechera, el nacimiento de Ensidesa, la modernización de la agricultura o las elecciones democráticas.

-El primer capítulo nos presenta a la última generación de la familia, que toma derroteros contra la tradición... Les disgusta la tonada y quieren vender La Canga, la finca patrimonial, mientras la abuela cumple sus últimos días en un asilo. Además, el personaje que manifiesta menor aprecio por la tonada se llama Pelayo. ¿Una visión irónica?

-No. Sólo la expresión de unas contradicciones. El desapego de las últimas generaciones por el mundo rural y sus tradiciones y evolución, es un hecho. No les cae nada simpático. Pero la novela no pretende plantear ninguna tesis sobre Asturias, sino remitirse a la realidad. Por otra parte, Pelayo, sin ser el protagonista, acaba siendo el superviviente, quien ofrece el último punto de vista económico de la realidad de Asturias. Es un retrato del devenir de Asturias con el espejo al borde del camino.

-Queda la figura de la abuela Lola...

-Que también tiene sus tentaciones, de orden erótico. Pero es fiel a su marido y a la permanencia de La Canga.

-La estructura novelística es circular, pero con múltiples saltos temporales...

-Para un periodo tan dilatado, elegí rulos narrativos. Pero la lectura es ligera y fácil.

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