Un grupo de jóvenes me pregunta cuáles son nuestras propuestas sobre la juventud asturiana y la emigración. La respuesta obviamente ha de referirse a nuestra economía y a nuestra conformación como sociedad, a nuestra cosmovisión colectiva (si es que eso existe) y a nuestros compromisos individuales con nuestra comunidad. Esta es la respuesta:
En respuesta a las dos preguntas sobre juventud y emigración.
a) Para nosotros la emigración juvenil es una tragedia en lo personal (seguramente la mayoría desearía vivir y trabajar en Asturies, así como sus familias) y en lo colectivo: perdemos, como país, un enorme potencial de futuro, nos vacíamos y empobrecemos. Además, dilapidamos la inversión hecha por la sociedad en cada emigrado.
b) Los jóvenes sólo volverán (y dejarán de marchar) si aquí tienen empleo, salarios comparables a los de fuera, futuro y una sociedad abierta.
Para ello, necesitamos un cambio absoluto, no sólo en la economía, sino en la mentalidad de la gente y en las mayorías dirigentes: con los mismos y lo mismo no sólo seguiremos igual, sino que continuaremos cayendo.
c) Para empezar hay que confiar en las propias fuerzas y desterrar, por ejemplo, esos discursos que sostienen que nada podemos pintar porque somos menos que un barrio de Madrid: quien renuncia a ser no es. Resulta evidente, al mismo tiempo, que las fuerza políticas y sindicales que no están dispuestas a defender los intereses de Asturies ni creen en su futuro o, peor aún, que corren a apoyar las decisiones que nos son negativas (como el estatuto de Cataluña y sus consecuencias en la financiación, que PSOE e IU persiguieron, aplaudieron y votaron) son nuestro primer enemigo. Todo ello -y son ejemplos únicamente- debe trasladarse a la mentalidad social general, que suele reproducir estas actitudes y discursos (o resignarse a ello).
d) Finalmente, y en el concreto plano económico, hay que entender de una vez por todas que estamos en el mundo, que la economía debe ser competitiva, que hay que moverse en un mercado global, que deben facilitarse la inversión y la creación de empleo en todos los sectores y que no se puede seguir mirando hacia el pasado o soñando con retrasar el futuro (en realidad, el presente). Quién está capacitado para ello y quién viene actuando en sentido contrario es lo que deben resolver los ciudadanos asturianos y, en particular los jóvenes. PENSAR QUE LAS DECISIONES DE VOTO NO TIENEN QUE VER CON LA REALIDAD (CON SUS CONSECUENCIAS) ES UNO DE LOS ENGAÑOS Y AUTOENGAÑOS QUE PERMITEN E IMPULSAN QUE PROGRESIVAMENTE NUESTRA ECONOMÍA SE CONTRAIGA Y NUESTROS JÓVENES TENGAN QUE EMIGRAR, DESDE HACE YA TREINTA AÑOS.
En respuesta a las dos preguntas sobre juventud y emigración.
a) Para nosotros la emigración juvenil es una tragedia en lo personal (seguramente la mayoría desearía vivir y trabajar en Asturies, así como sus familias) y en lo colectivo: perdemos, como país, un enorme potencial de futuro, nos vacíamos y empobrecemos. Además, dilapidamos la inversión hecha por la sociedad en cada emigrado.
b) Los jóvenes sólo volverán (y dejarán de marchar) si aquí tienen empleo, salarios comparables a los de fuera, futuro y una sociedad abierta.
Para ello, necesitamos un cambio absoluto, no sólo en la economía, sino en la mentalidad de la gente y en las mayorías dirigentes: con los mismos y lo mismo no sólo seguiremos igual, sino que continuaremos cayendo.
c) Para empezar hay que confiar en las propias fuerzas y desterrar, por ejemplo, esos discursos que sostienen que nada podemos pintar porque somos menos que un barrio de Madrid: quien renuncia a ser no es. Resulta evidente, al mismo tiempo, que las fuerza políticas y sindicales que no están dispuestas a defender los intereses de Asturies ni creen en su futuro o, peor aún, que corren a apoyar las decisiones que nos son negativas (como el estatuto de Cataluña y sus consecuencias en la financiación, que PSOE e IU persiguieron, aplaudieron y votaron) son nuestro primer enemigo. Todo ello -y son ejemplos únicamente- debe trasladarse a la mentalidad social general, que suele reproducir estas actitudes y discursos (o resignarse a ello).
d) Finalmente, y en el concreto plano económico, hay que entender de una vez por todas que estamos en el mundo, que la economía debe ser competitiva, que hay que moverse en un mercado global, que deben facilitarse la inversión y la creación de empleo en todos los sectores y que no se puede seguir mirando hacia el pasado o soñando con retrasar el futuro (en realidad, el presente). Quién está capacitado para ello y quién viene actuando en sentido contrario es lo que deben resolver los ciudadanos asturianos y, en particular los jóvenes. PENSAR QUE LAS DECISIONES DE VOTO NO TIENEN QUE VER CON LA REALIDAD (CON SUS CONSECUENCIAS) ES UNO DE LOS ENGAÑOS Y AUTOENGAÑOS QUE PERMITEN E IMPULSAN QUE PROGRESIVAMENTE NUESTRA ECONOMÍA SE CONTRAIGA Y NUESTROS JÓVENES TENGAN QUE EMIGRAR, DESDE HACE YA TREINTA AÑOS.
En la democracia, en las sociedades libres, las plagas y los castigos no las mandan los dioses, las eligen los ciudadanos/votantes.
Alvertencia: la imaxen ta esbillada d´El Comercio Digital.
1 comentario:
En mi opinión es un gran artículo que diagnostica perféctamente los males que padecemos y apunta soluciones difíciles pero reales.
Dame un punto de apoyo y moveré el mundo (Arquímedes); ese punto de apoyo para cambiar la triste realidad asturiana es un movimiento político no sujeto al vasallaje viejo de Madrid y al novedoso de las autonomías mas pujantes y decisorias. Hace falta cambiar la mentalidad asturiana tarea ardua y dificilísima pues está sujeta a toneladas de incuria e idocia, de dejadez y falta de patriotismo.
En eso están algunos pocos como VD que precísamente por ser pocos son aún mas valiosos.
Un cordial saludo.
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