El PP acaba de cubrirse una vez más del más clamoroso de los ridículos: mandan a su gente a negociar la representación en Cajastur y la mitad de la dirección ignora que están negociando. Los negociadores no saben qué tienen que negociar, van sin instrucciones y negocian a la baja. El presidente del partido, don Ovidio, firma sin saber que lo que firma hace perder a su partido el 50% de lo que les corresponde. Después, alguien les llama la atención y tienen que dar marcha atrás, con lo que, de paso el negociador, don Pelayo Roces, dimite.
En fin qué quieren que les diga: ni PSOE ni PP defiende a los asturianos, son meros palafreneros de sus señoritos de Madrid. ¡Pero encima éstos, los del PP, ni siquiera saben cuidar de sus duros (o de sus euros, como lo prefieran). ¡Como para confiarles los nuestros!
No sé si estos caballeros deberían volver a la escuela para aprender Educación para la Ciudadanía, pero, en todo caso, no les vendría mal volver para aprender a leer y a hacer las cuatro cuentas. A nosotros no nos iría mejor, pero a ellos, tal vez.
Mientras tanto, creemos un título nobiliario para ellos: la Orden de los Caballeros Torgaos. Y démosles el título a todos. Sin excepción.
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