El cese de Eduardo Junquera por parte del Ayuntamientu de Xixón disfrazado de empresa municipal de aguas es una muestra más de la escasa sensibilidad democrática que viene manifestando el Ayuntamientu de Xixón desde hace décadas. Es verdad que la corporación presidida por doña Paz tiene un grado menor de carencia de esa dotación genética que la presidida por don Vicente Alberto, pero así y todo.
Esa carencia, esa falta de finura democrática, es, en general, una característica universal del socialismo. Eso explica por qué son tan amantes de las dictaduras, como la de Castro, o de los comportamientos fascistoides, como los de Chavez. Recordemos sólo en este momento que para los socialistas españoles la democracia -lo que entendemos normalmente por democracia- fue, hasta los años noventa del siglo pasado (hasta 1990), "democracia burguesa", es decir, una cosa despreciable. Pero, en fin, dejémoslo por ahora, ya entraremos en ello con profundidad.
Volviendo a la "cuestión Junquera": hacer pasar como empresa "privada" una empresa pública como la EMA (aunque su carácter jurídico sea de empresa privada), donde el ayuntamiento hace los nombramientos, manda y pone los precios, a fin de justificar el echar de la misma a Junquera por hacer públicas éste decisiones de la empresa que ponen en cuestión la ética de la mayoría del ayuntamiento (PSOE e IU) es, simplemente, un acto radicalmente antidemocrático y autoritario, por más legal que sea.
Les falta dotación democrática, les sobra autoritarismo (dicho eufemísticamente).
1 comentario:
Buenes Xuan,
si bien ye cierto que yos falta cultura democrática, bien por despotismu, comu ellos lo entienden, o seya por la d´años que lleven nel sillon del rey, nun ye mentira tampoco que los collacios de Junquera son comu poco tan despistaos colo de la democracia como estos. Si unos escaecen criticar a Castro y Chavez, los otros sofiten les muertes de un millon de persones en Irak y cuando yos llega l´arrecendor de la sangre nun son quien a echase p´atras. Quiero creer que na intimida de la confesión, ahí bien que s´arrepienten. NUn me fío de nengún d´ellos.
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