Trescribimos equí esti artículu de Juan M. Rionda Mier. Asoleyóse en La Nueva España'l 26 de mayu de 2020, el mesmu día que'l nuestru "Contra nuestro secuestro", sobre la mesma cuestión y coles mesmes consideraciones.
Un desconfinamiento arbitrario
Las actividades de montaña, perjudicadas por restricciones absurdas
Juan M. Rionda Mier | Presidente De La Federación De Deportes De Montaña, Escalada Y Senderismo De Asturias 26.05.2020 | 00:30
Todos, mal qué bien, hemos sufrido durante dos largos meses el confinamiento impuesto en nuestros domicilios por la pandemia de carácter universal. Pasados los tiempos más duros, se vislumbra ya un provisional rayo de esperanza para seguir disfrutando de nuestra vida social.
Durante este tiempo, de enclaustramiento obligado, quien estableció los criterios de actuación era el Gobierno central, con mando único sobre todo el Estado español y bajo el asesoramiento continuo de un equipo de especialistas en sanidad. Pasado este largo periodo, el desconfinamiento se ha establecido por fases de acuerdo con la remisión del virus y dando ya cierta autonomía en este proceso a los gobiernos autonómicos, quienes solicitan una mayor o menor apertura en este desbloqueo.
El montañismo (léase montaña, senderos o escalada) es una actividad obligatoriamente realizable en ámbitos abiertos, en plena naturaleza, en donde el esfuerzo personal marca normalmente las distancias y las relaciones y en donde, exceptuando casos más turísticos como el Desfiladero del Cares y los Lagos de Covadonga, no se produce masificación alguna. La FEMPA, por otra parte, ha suspendido para este año cualquier actividad que suponga aglomeración de personas, como el caso de las carreras por montaña, días de encuentros de montañeros (Día de San Bernardo de Menthon, Día Regional del Senderismo, etcétera).
La actividad, pues, en principio debería gozar del mayor desbloqueo posible dentro del ámbito geográfico que se establezca (municipio o provincia) y sin franjas horarias que dificulten la actividad.
Dicho esto, con cierto estupor asistimos a un desconfinamiento que reputamos de injusto y arbitrario. ¿Cómo es posible la práctica con total libertad para unos deportes y actividades (caza, pesca, fútbol, terrazas, etcétera) y precisamente la más respetuosa y menos conflictiva como es el montañismo quede sujeta a unas franjas horarias y demarcaciones geográficas que hacen casi imposible el desarrollarlo, bien sea de forma individual, familiar o colectiva? ¿No se autorizan ya, con las restricciones que sean, pero se autorizan los desplazamientos públicos?
¿Por qué un colectivo de montaña, respetando la normativa sanitaria, no se puede desplazar a cualquier ámbito geográfico de Asturias para pasar unas jornadas en la montaña y, sin embargo, sí se puede alternar todo el día en una terraza bebiendo cañas de cerveza?
Llegamos a la fase 2 y nos volvemos a encontrar con la misma o parecida confusión. Se puede hacer montaña, pero siguen las franjas horarias. ¿Cómo es posible que haciendo una ruta de montaña, lejos de tu residencia, tengas que parar de caminar las franjas horarias de 10 a 12 y de 19 a 20 horas y si eres mayor de 70 años puedes continuar? Absurdo totalmente.
Esperemos que nuestro Gobierno del Principado sea consciente del tema y trate de solucionarlo de la mejor manera; si no es así, pensaremos que estamos en manos de ignorantes.
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