Güerres, La Miñota: gladiolu púrpura

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Un gladiolu púrpura. ¡Que-yos preste!



La semeya, del 12/07/10.

Entrevista a Revilla: ¿Pa ser asturianu?

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Entrevista de Javier Núñez el 25/07/2010 nel diariu vascu DEIA al presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla.


[...]
Después del Racing, ¿qué?

Después del Racing mi segundo equipo es el Sporting de Gijón. La verdad es que mi pueblo está en la frontera entre Cantabria y Asturias, y hablo el bable. Me encanta cantar y he participado en muchos concursos de cante en bable. He llegado a cantar en un festival con Bustamante (David), pero ya no quiere. Tiene miedo a que le haga sombra.
[...]


Comentarios:

1. ¿Pa ser asturianu (esto ye, pa exercer) hai que nacer fuera d'Asturies?

2. En teniendo sentíu común y amor a la patria, ¿nun se puede ser políticu de los partíos centralistes (IU, PSOE, PP) n' Asturies?

3. ¿Hai dalgún mandatu divinu que mande a los asturianos votar únicamente políticos que desprecien Asturies y lo asturiano?

Güerres, la Miñota: flores

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Una semeya d'una planta floriada de la cuala nun sé'l nome.



Ye del 12/07/10.

Más memoria ... (VIII)

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Agora con sueldos recién rebaxaos y les pensiones recién conxelaes animámonos a recordar la "CASA D'ENCUENTROS" de Corvera (ver l'interesante reportaxe del magnificu blog LUGARES CON HISTORIA -la semeya ta sacada d'esi estupendu blog-).

Edifícíu taba destináu a ser sede de les principales ONGs (Cruz Roxa, Amnistía Internacional, ...).

Tras una inversión de 1,6 millones d'€uros y diez años d'abandonu, enxamas llegó a tener actividá.

A finales del añu pasáu entamaron los trámites pa la so demolición.



En casu d'amnesia repentina, pinchar EQUÍ pa recuperar la memoria [como medida preventiva a l'amnesia, aconséyase repasar tolos meses el día de cobru de salariu].


Güerres, Morís, margarites blanques

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Ehí va una semeya de margarites blanques.


Tomóse'l 12/07/10.

¡QUÉ XENTE!

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Suelo afirmar que el Parlamento Español legisla «con las témporas», por decirlo con un eufemismo. Se legisla de forma chapucera, da igual que se haga en materia penal, estatutaria, laboral o civil. Y, lo que es peor, una parte importante de la legislación se hace respondiendo a motivos de coyuntura y para quedar bien con el qué dirán o con las modas del momento. De modo que, aunque sus señorías suelan presumir de no legislar «en caliente», en realidad lo hacen siempre en celo, espoleados frecuentemente por la moda de lo políticamente pío. Y, además, ese celo, sobre afectar a todos los cuerpos legislativos del Estado, debe de ser extraordinariamente rijoso, pues, como se ha señalado recientemente (aunque ya don Aurelio Menéndez se quejaba de ello en 2003), sólo las autonomías publican anualmente 700.000 páginas de legislación de todo tipo.

Muchas de esas decisiones normativas (al margen ya las políticas, como algunos estatutos de autonomía) tienen efectos nocivos sobre la vida cotidiana. Al respecto, vengo señalando en los últimos tiempos los conflictos y perjuicios —incluidos los educativos— sobre infantes y adolescentes causados por la eliminación de la potestad de los padres para «corregir moderadamente a sus hijos». En otro ámbito, es un clamor de muchos ciudadanos y de jueces el escándalo que supone la perversión jurídica en que se basa la legislación sobre la violencia entre parejas (último testimonio de que dispongo, de María Gracia Parera, Magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 3 de Madrid: «Una de las cosas que nos preocupa mucho a los jueces de violencia es que se están invirtiendo ahora los principios del Derecho: ahora se presume la veracidad de la denuncia y hay que demostrar la inocencia, cuando debe ser al revés.»).

También las leyes relativas a la conducción chirrían, mostrando cuánto va de gobernar el mundo con el culo sentado en un escaño de la Carrera de San Jerónimo a tener que tratar con él en la vida real. Es sabido, en concreto, que en el 2007 se modificó la Ley 10/1995 o Código Penal, mediante la Ley 15/2007 de Seguridad Vial. Pues bien, desde esa fecha el número de personas que cumplen prisión en España por cometer un delito contra la seguridad vial ha crecido exponencialmente. Ahora bien, debe señalarse que, salvo en los casos en que existen accidentes y víctimas, muchas de las conductas tipificadas como delitos con sanción de prisión podrían ser muy bien sanciones administrativas. Es más, las mismas normas son, en muchos casos, opinables, cuestiones de criterio o moda, por ejemplo, la limitación de velocidad en autopista o la de la tasa de alcohol ingerido. Y aun el encausamiento de alguno de los delitos, como el acoso o el «conducir con manifiesto desprecio por la vida», depende más del «ojo del agente» que de causas objetivables.

En todo caso, el número de personas con pena de prisión por delitos de tráfico ha suscitado la alarma en medios jurídicos. Así, según referencia del 23/07/2010 de este periódico, el fiscal coordinador de Seguridad Vial ha manifestado que, en relación con su jurisdicción, «la pena de cárcel es una medida muy rigurosa que debe quedar reservada a los casos más graves» y plantea que el decomiso de vehículos implicados en delitos de tráfico sea un «sustitutivo» de la prisión para los infractores, ya que la cárcel «es siempre lo último que un fiscal desea».

Probablemente sea esa la razón de que la nueva reforma del Código Penal (la enésima en pocos años), prevista para finales de 2010, recoja, junto a la modificación de algunas chapuzas de redacción, un nuevo artículo 385 ter, que dice: «En los delitos previstos en los artículos 379, 383, 384 y 385 [relativos a la conducción], el Juez o Tribunal, razonándolo en sentencia, podrá rebajar en un grado la pena de prisión en atención a la menor entidad del riesgo causado y a las demás circunstancias del hecho.» Es decir, una forma parcial de envainársela, ya que una cosa es emitir un tonitronante «Fiat justitia et ruat caelum» y otra cosa comprobar los efectos deletéreos de los eructos propios.

Don Francisco Labrador, Catedrático de Psicología Clínica, aquí en la Nueva España del 22/07/10, afirmaba: «No legisla la gente más preparada.» ¿Son acaso los peores? En cualquier caso, es difícil superarlos.

VITA, MAGISTRA HISTORIAE

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¿Qué nos enseña, desde el punto de vista de su significado histórico, la aparición de la fuente de la Rúa en Uviéu? Pues, en principio, la confirmación de una obviedad: desde hace, al menos, cien mil años el solar astur está ocupado y, en general, las poblaciones han tendido a aprovechar los asentamientos humanos anteriores, especialmente a partir de la fecha de las urbanizaciones que llamamos castros. Podríamos decir que, en la historia humana, las generaciones presentes y su quehacer son el humus sobre el que crecerán las generaciones futuras y el basamento sobre el que se levantarán sus edificios.

En ese proseguirse, las sucesivas generaciones de esta orilla del Cantábrico han ido conformando una identidad como grupo humano que se ha manifestado lo mismo como consciencia propia que como reconocimiento exterior de la misma. Un par de datos tempranos vienen a ejemplificarlo: en los primeros años de nuestra era, a lo largo de la muralla de Adriano, que separaba la Britania romanizada de lo que hoy es Escocia, se disponían una serie de guarniciones militares de las que tenemos noticia a través de diversas fuentes. Entre aquéllas, la llamada Ala Primera de los Ástures («Asturians», escriben los historiadores ingleses) en lo que es hoy Benwell; la Segunda de los Ástures, en el actual Chesters. Significativamente, la Primera Cohorte de Hispanos («Spaniards») tiene su ubicación en otro lugar de la misma línea defensiva. (Por cierto, no puedo evitar anotar que, empujados seguramente por la señardá, aquellos antepasados nuestros llevaron consigo a Inglaterra un vástago de su patria, una pequeña enredadera, la Erinus Hispanicus, un endemismo asturiano, cuyos zarcillos esguilen hoy todavía por las viejas piedras de Chesters). Asimismo, las actuales excavaciones de La Carisa nos han hecho ver que, algunas décadas antes de la invasión romana, los asturianos poseían (esto es, poseíamos) una fuerte estructura social que les / nos permitió organizar una poderosa y duradera resistencia militar contra Roma. «La Carisa demuestra que los astures ya tenían identidad social y territorial hace 2000 años», proclamó el General Francisco Ramos Oliver, en declaraciones a la Nueva España, a principios de septiembre de 2005.

Ocuparía mucho espacio una brevísima exposición de momentos históricos posteriores en que nuestra identidad como pueblo se documenta por propios o ajenos. Dejaré constancia aquí de tres: el Poema de Almería (en torno a 1147), donde se señala que acude al combate «la nación asturiana» con sus tropas, junto a otras del Reino; la Crónica Pelayana, para la cual los asturianos se habían convertido en el pueblo elegido por Dios («Escoyó Dios Asturies y per tol redol d´Asturies punxo unos montes firmísimos, y ye´l Señor el protector del so pueblu dende entós, agora y mientres el mundu durar»); el testamento del Rey Casto, el cual señala que la victoria de Pelayo «defendió enalteciéndolo al pueblo asturiano y cristiano» (asturiano, no otro).

De modo que, a lo largo de los siglos, la conciencia de una singularidad de los asturianos como pueblo ha sido siempre una evidencia, tanto entre la gente común como entre los intelectuales. Desde el último tercio del siglo XIX, sin embargo, se suceden proclamas que niegan la existencia de una colectividad asturiana, de alguna singularidad histórica o cultural suya o del derecho a tenerla.

Esa mentalidad la ejemplifica perfectamente el comportamiento de la inteligentsia regional a propósito de una exposición organizada durante el gobierno de don Antonio Trevín: Ástures, pueblos bárbaros en la frontera del Imperio, se denominaba. En contraste, una muestra del mismo género en Cantabria llevaba por título el de Cántabros, el origen de un pueblo. Era la misma mentalidad que, ya nes aboquiaes del franquismo, hizo levantar en Xixón una estatua al invasor y sojuzgador César Augusto, en agradecimiento porque habría venido a librarnos de nosotros mismos, a «civilizarnos».

Esa perspectiva sobre nuestra realidad vino actuando de forma permanente como una «matriz de vaciamiento». De ese modo, por ejemplo —y hasta los aplastantes datos recientes de la arqueología—, nuestra romanización habría resultado escasa o nula, los castros apenas habrían tenido historia antes de Roma, la configuración humana y social asturiana habría sido la de una serie de tribus dispersas, apenas sin organización interna ni relación entre ellas, la cristianización, nula. Se trataba, en suma, de mostrar que nada hubo que pudiera propiamente considerarse autóctono o particular asturiano, o que, de haber existido, habría sido despreciable: fabaraca, puxarra, forgaxa.

Si hasta hace poco la negación de lo asturiano se había venido produciendo como una «matriz de vaciamiento hacia atrás», a raíz del descubrimiento de la fuente de la Rúa viene gestándose lo que pudiéramos denominar una «matriz de vaciamiento hacia adelante». Se trata ahora de argumentar, en sentido contrario, que todo es romano y, en consecuencia, que las manifestaciones arquitectónicas que surgen con el Reino de Asturies, su crecimiento urbano, sus tradiciones legislativas y organizativas no serían otra cosa que reminiscencias romanas o de sus herederos inmediatos y, por tanto, de escaso mérito y, al par, degradadas, «decadentes», poco dignas de ser valoradas, por ende.

Y, sin embargo, es evidente que el nacimiento del Reino de Asturies, su permanencia a lo largo de un siglo, su expansión hacia el sur de España, así como su arquitectura y la vertebración poblacional interior que podemos suponer constituyen un hecho de primera magnitud en la historia. Tanto en lo que respecta al propio territorio asturiano, como en lo relativo a la trascendencia de ese siglo largo para España y Europa en el futuro, en cuanto preservación, transmisión y transformación de los valores culturales, sociales y políticos de Grecia y Roma, a los que hay que añadir, obviamente, los aportados por el cristianismo, esto es, los valores que nos conforman a los occidentales como un mundo de libertad y razón, y que se oponen, histórica y esencialmente, a otros tan queridos por la zapateridad.

Se puede discrepar sobre el significado de la historia posterior al Reino de Asturies y la permanencia, más o menos intensa, más o menos continuada en el tiempo, de un núcleo identitario político y social, cuestión en la que ahora no entraremos. Pero son indiscutibles dos cosas: la potencia, trascendencia y singularidad de esa historia, de un lado; de otro, el que es ella una historia autónoma, per se, en la que no estaba inclusa ninguna teleología sobre el futuro, al modo como en la nuez estaría contenido el nogal, o, para cierta retórica, en la historia el fin de la historia o en las clases sociales la desaparición de las mismas. Y, por lo tanto, no tiene sentido vaciar su significado, hacerlo inane o puramente temporal en virtud del «importante», del del futuro, del que no habría venido a ser otra cosa que una encarnación ancilar y temporal, al modo en que la crisálida no es más que una encarnación del ser «real», del objetivo final: la mariposa.

«Vita, magistra historiae». Algunos habrán podido pensar que se trata de un error. No lo es. De la misma manera que «nadie aprende en cabeza ajena», no creo yo —no conozco¬— que nadie o casi nadie aprenda de la historia (de los hechos del pasado). En cambio, es seguro que la Historia (la narración e interpretación del pretérito) nos dice mucho sobre los hombres que la hacen. En la Historia proyecta cada narrador / fabulador lo que es y lo que quiere ser, cuál es su ideología, cuál su cosmovisión y cuáles son sus relaciones emocionales para con la materia narrada y la realidad descrita.

Güerres, Morís: gladiolu roxu-anaranxáu

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¿Y esti gladiolu roxu-anaranxáu? ¿A que ye guapu?


La semeya, del 12/07/10.

La historia de nuestro pueblo

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Desde hace tiempo tengo en marcha un blog (http://xuanxose.blogspot.com). A propósito del mismo, recibí en sus primeras entregas una carta sobre la que quiero volver y que a continuación transcribo literalmente. Invito a que la lean, incluso aquellos que son indiferentes ante nuestras señas de identidad u hostiles a ellas. Es la historia de nuestro pueblo, de una parte numerosísima de él, al menos; una historia de humillación y alienación para cuantos han sido sus víctimas.

Una última precisión: la comunicante, cuyo nombre silencio, no es una persona de edad provecta, no. Es seguro —por lo que he averiguado— que anda más cerca de los cuarenta que de los cincuenta. No es, pues, una historia del pasado. Es una historia todavía de hoy. Los dejo con ella:



«Quiero que sepa que soy fiel seguidora de su blog y sobre todo de los artículos escritos en asturianu.

Mire, cuando yo era pequeña y venía a Gijón mi güela siempre me decía: ¡Ay fillina! ¡Tienes que hablar finu porque van rise de ti!

Años más tarde acompañé a mi padre al médico y cuando le preguntó qué le pasaba, mi padre dijo: ¡Ay Señor! ¡Duelme un cadril que no lu aguanto! Y el médico se rió. Y a mí empezó a no gustarme. También con el tiempo le dolieron les llaveres, les banielles, los calcaños… y el médico en cuestión se reía y a mi cada vez me gustaba menos.

Este diciembre, mi padre, de 88 años enfermó, entró en una demencia senil que le llevó a sus orígenes. Así, pasaba los días mandándonos a mi hermano y a mi garrar el xugu, traer el sobeu de la tenada, uncir les vaques, ponéi la cabezada al burru… Una tarde, en el hospital empezó a mandame agarrar el burru pel ramal y amarralu detrás de la sebia. Como yo no le hacía caso se desesperaba. Por más que le arropaba, le cogía las manos, le acariciaba y le hablaba no servía de nada. Así que decidí coger el burru del ramal y atalu a la puerta de la habitación. Pero creo que no lo hice bien así que me dijo: Paeces una tarabica dando vueltes. ¡Ay Maruxina! ¡Cuántu me das que facer!

¡Hacía tanto que no me llamaba así! Cuando iba yo al instituto y con cariño me lo llamaba me enfurecía tanto porque yo había decidido hablar finu como mi güela me aconsejó.

Pero ahora era diferente. Me emocioné y llore.

Hace años que ya no hablo finu, sino como mis padres me enseñaron y con gran orgullo.
Mi padre murió el pasado día 8. Ahora, además de no hablar finu jamás permitiré que nadie se ría porque yo hable asturianu.

Hace ya tiempo que me gusta mucho leer cosas en nuestra lengua. Ahora, además, siempre estará presente el recuerdo de mi padre.

Un saludo».


A quienes hayan llegado hasta aquí quiero trasladarles otra reflexión. Lo que acaban de leer es una historia individual que representa la humillación y el sufrimiento a que han sido sometidos —y lo son aún— cientos de miles de asturianos. Pero su significado y su daño no se agotan en el plano psicológico e individual, tienen un traslado a lo general. Es esa alienación individual la que explica, en gran medida, la causa de fondo de nuestra alienación colectiva, de nuestro desconocimiento de lo que es Asturies y de nuestra incapacidad de vernos como una colectividad; de nuestra apatía política, de nuestro conformismo y sumisión al poder central y a los poderes establecidos. Quien crea que detrás de nuestras cifras de paro, de nuestra economía poco diversificada y de nuestra más que mortecina vida social no se encuentra esa alienación fomentada durante décadas es que o bien quiere negarse a la evidencia o bien es uno de los (muchos) beneficiados de ese gigantesco argayu colectivo, de esa «ruina montium» que arruina nuestro suelo para beneficiar nuestro oro, ahora para otros explotadores.

Güerres, Morís, dalies marielles

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Dalies marielles. Que vos preste.



La semeya que s'apurre tomóse'l 12/07/10.

Obra pública: el desastre del empléu.

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Yá se sabe cuánta obra pública de lo que yá ta programao nun va facese. Yá se sabe tamién cuánto se va retrasar ("reprogramar", diz l'eufemismu). Lo que yá nun ta tan sopelexao ye que VA RETRASASE ABONDO TOLA OBRA PÚBLICA, incluida la que ta adxudicada y programada pal añu, PORQUE NUN HAI UN DURU, o, en términos técnicos nun se tán faciendo certificaciones d'obra pol Gobiernu.

Esto ye, si por exemplu, la empresa tien l'encargu de facer cinco kilómetros nel 2010 nun se-y paga más qu'ún, porque nun hai perres pa más. D'esi mou y manera, les empreses paren el trabayu y ponen a la xente na calle. Y detrás de los obreros, los camiones y los xoferes, les pales y los palistes, etc. Y pal 2011 el plan va ser satamente'l mesmu.

Esto ye lo que fai la xente del PSOE (y los que lu sofiten, como IU) polos que diz defender, los trabayadores: mandalos al paru. Y nun hai qu'escaecer, además, que fueren ellos los que comieren tol dineru de la caxa y los qu'empufaren les finances públiques, pa conseguir votos nes caberes elecciones.

Yá se sabe: votu útil y votu progresista.

Güerres, La Miñota: dalia doble roxa y blanca

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Ehí va esta preciosa dalia doble, de color blanco y roxo, repartío.



Semeya del 12/07/2010.

La componente individual

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Na memoria de Tomás Noval y tolos mineros acebacheros que lu precedieren.

Tamos avezaos nos últimos tiempos a ver la hestoria y la sociedá como un productu remanecíu fundamentalmente de les componentes colectives de la actuación humana. Esa percepción y esi discursu perrefuércense n´Asturies con dalgunos elementos particulares de la nuestra hestoria nes últimes dómines: les güelgues xeneralizaes, la llucha obrera, la resistencia a aceptar los nuevos tiempos (convertíes estes dos estayes n´épica cinematográfica ocasionalmente), los españíos de llocura, destrucción y suidiciu colectivos de la década de los años trenta nel sieglu pasáu, etc. Ensin embargu, puede qu´esa nun tenga sío nin la faza más poderosa na conformación de la nuestra sociedá nin la más importante na definición de la nuestra identidá, sinón que lo tenga sío otra: la componente individual, la de l´absoluta soledá y voluntá de la persona al enfrentase al mundu de la naturaleza y construir dende él el mundu social.

Viénenme estes consideraciones al refervimientu a propósitu de la muerte´l 9 d´agostu, a los 86 años, de Tomás Noval, vecín d´Oles y caberu acebacheru d´Asturies. Tomás Noval, al que yo viera y almirara en dellos reportaxes televisivos, fue, al mesmu tiempu, un continuador de la tradición y un inventor d´una actividá que constituyó un mundu esclusivu d´elli. Continuador, na midía na que trabayó na estracción d´acebache, una xera de llarguísima duración temporal ente nós, la cuala supuso, fai sieglos, un importante vector económicu nel nuestru país. Pero, al mesmu tiempu, derrompió un mundu nuevu pa él, al empezar, nel 1938, a reabrir y reaprovechar les escombreres y galeríes de la marina de Quintes, desayaque abandonaes. Al empar, él entraba solu, ensin dala compañía, n´aquelles galeríes antigües, cola sola gabita del so candil o llinterna y la so decisión.

Esi espíritu qu´amesta enfotu p´abrir nel mundu un nuevu sucu y enfrentase al mesmu en soledá y con empeñu ye una componente hestórica de la nuestra cultura, que va arreyada, en parte, a delles xeres y que, per otru llau, constituye l´aniciu d´una concepción del mundu que cuaya en productos culturales oxetivos y que se tresmite al restu la sociedá. Quiero pensar que yera esi mesmu espíritu´l qu´animaba a los mineros prehestóricos que nel Aramu buscaben la mena del cobre, coles pales de los cérvidos a mou y manera de picos. Ye, ensin dulda, el que salendaba y salienda nel solitariu oficiu de pastor nes mayaes y puertos. Ye esi mesmu´l que llevantó los «teitos» —metonimia na que se visualiza l´acción del home sobre la naturaleza y el so enfrentamientu a ella—, el que dio cola palabra «señardá» (del llatín «singularitatem», “singularidá”, “soledá del solu”), cola que se plasma´l sentimientu d´estrañamientu de quien nun tien más compañía que los recuerdos. Él tamién el qu´afayó la tonada y dalgunos de los meyores exemplos d´esti xéneru musical asturianu, como aquel qu´entama «L´aire m´apagó la vela».

El pasáu 17 d´agostu tocábame el prestosu honor de presentar, al pie de los muros de San Antolín de Bedón, el númeru 10 de la revista Bedoniana. Ente otres coses, señalaba yo cómo la continuidá d´esa iniciativa de tanta calidá y talamente singular representa un doble exemplu d´esa componente individual de la hestoria asturiana. Obviamente, per un llau, la que significa la propia revista, empeñada, de dalguna manera, en poner en práctica aquel enfotu del personaxe del padre pasadín de la bueriana El tragaluz, el cualu, recortando caúna de les figures humanes de les semeyes que cayíen na so mano, pretendía, como si fuere Dios, rescatar a toos y caún de nosotros y salvalu pa siempre. Asina Bedoniana, empeñada en salvar la memoria de cada una de les persones y les families de San Martín y Naves.

Pero tamién, dende´l puntu de vista de los empobinadores —Mundo y les demás persones de l´asociación de vecinos naviza, asina como Canco Villaverde, en cuantes promotor intelectual—, la doble voluntá de facer oyíos sordos a les inevitables y omnipresentes crítiques de los prósimos (de la triba d’«esos, ¿qué quedrán?», «Sí, sí, cuando siguen tanto tiempu, daqué habrá» y otres d´esa frasca) y, sobre tou — nestos tiempos nos que los partíos mayoritarios quieren controlalo too y presionen hora tres hora dende l´alministración pa que nada escape al so dictáu, o pa que desapaeza, de nun poder controlase—, la de caltener, escontra la voraz voluntá de fagocitación de la política, el proyectu y caltenese ellos mesmos.

Y non de cualquier manera, sinón con una xera onde ye cada día mayor la calidá de los frutos y más visible l´amor puestu nesa empresa que sigue navegando airosa escontra vientu y marea. Gracies a la voluntá individual d´unos escelentes pocos.

P.S. Como-yos lo cuento: 20 d´agostu, miércoles, 21,25 hores. Un camareru intenta comunicase, nun restaurante a la vera de la mar, con una pareya d´estranxeros, que-y entruga qué ye una «nécora», que pon la carta del establecimientu. Dempués de dellos actos fallidos, el trabayador desplázase a un requexu del llocal, mete la mano nel acuariu y lleva´l decápodu hasta la mesa la pareya. ¡Ah!, «andarrica», diz la fema inglesa.

Asturies n´estáu puru. Asina somos.

Güerres, La Miñota: Flor tripétala desconocida

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Llanto equí esta flor tripétala. Nun sé cómo se llama pero ye curioso. Hailes tamién en color mariellu, polo menos.






La semeya ye del 12/07/2010

Sobre el asturianu, la legislación y el futuru

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SOBRE EL ASTURIANU, LA LEGISLACIÓN Y EL FUTURO

aprovechamiento y reutilización de carteles desechados en SudáfricaEn marzo del año 2007, un funcionario de la Administración asturiana, don Xurde Blanco, presentó un escrito ante sus superiores pidiendo un permiso para una prueba médica. La solicitud iba escrita en asturiano, porque así fue la voluntad del demandante y porque entendía que lo amparaba, para ello, la Ley 1/1998, de 23 de marzo. El Gobierno del PSOE e IU no le admitió el escrito, precisamente por estar escrito en la lengua patria. El ciudadano acudió a los tribunales de Uviéu al entender que se vulneraba su derecho a dirigirse a la administración del Principado en asturiano «por escrito u oralmente», tal como reza el artículo 4.2. de la Ley de uso y promoción del bable/asturiano. El juez correspondiente, el del juzgado número 3 de lo contencioso-administrativo, entendió que el citado artículo podía ir más allá de los derechos reconocidos en el Estatuto de autonomía y, por tanto, al plantear una especie de cooficialidad por la puerta de atrás, ser inconstitucional. Con un voto particular, en auto de 25 de febrero de 2010, el Constitucional entendió que no había lugar a la cuestión.

La decisión del Tribunal (el acto mismo y la doctrina) viene a ratificar varias cosas. En primer lugar la razón, siempre desoída, que teníamos en el PAS al afirmar que, en el estrecho ámbito jurídico en que nos movemos, la Ley de uso, promovida e impulsada por nosotros frente a la oposición frontal del PSOE y la reticencia de la mayoría del PP (sólo salvada por la presencia en el Gobierno de don Sergio Marqués y nuestros pactos con él), era y es el máximo que se podía alcanzar. Asimismo que la Ley aprovecha al límite los recovecos legales para acercarse a una especie de paracooficialidad (y tengo aquí que volver a reconocer públicamente la capacidad y sabiduría jurídica de Xesús Cañedo Valle, Secretariu Xeneral del PAS, para hilar tan hábilmente esa trama).

(Quizás convenga señalar, al respecto, que la impulsión y la aprobación de la única ley que tutela la llingua nacional —y la única donde se le da al asturiano la consideración de «lengua»— es precisamente la Ley de uso. Pues bien el impulso y aprobación de la Ley, tan dificultosos, nos valió la incomprensión de muchos sectores asturianistas, una desaforada campaña de IU en nuestra contra, y la defección de los más débiles o cobardes de entre los nuestros, impresionados por aquella campaña hecha a base de ignorancia, necedad y mala fe. En otras palabras: la única tutela legal desarrollada del asturiano existente hoy —la otra, sin desarrollar, la del Estatuto, es mía también— nos costó nuestra presencia en el Parlamento asturiano. Hoy, 12 años después, es el texto legal que invocan tirios y troyanos para defender los derechos lingüísticos de los ciudadanos).

En segundo lugar, y volviendo a los efectos y consideraciones que provoca la sentencia, debe anotarse, tal como hemos venido reiterando desde hace tres lustros, que el camino de la cooficialidad sólo es uno: el que pasa por su declaración en el Estatuto de autonomía (como en su día intentamos, tanto por la vía directa, como por la indirecta de la cooficialidad diferida, intento éste, el de la cooficialidad diferida, que, una vez más, recibió también en su día la incomprensión generalizada de los teóricamente más interesados en ello), y que no hay más cooficialidad que aquella que confiere validez jurídica plena a los actos realizados en una lengua. Colateralmente el auto del Tribunal, demuestra, como denunciamos tantas veces, el camelo de tantas pseudo declaraciones de oficialidad impulsadas por IU, hechas sólo para engañar incautos o a adictos al autoengaño. Pseudo declaraciones de cooficialidad que movilizan muchos esfuerzos hacia la nada y que, a la larga, cuando se ve sus nulos efectos (salvo el voto de los incautos o de los que quieren dejarse engañar), provocan desmoralización y cansancio entre los ciudadanos.

Finalmente, y en el plano pragmático, la sentencia viene a mostrar, una vez más, la enemiga permanente de PSOE y PP frente a todas las señas de identidad asturianas (todas, hasta las de la piedras y los hórreos: miren si no el estado del arte asturiano o prerrománico) y, muy especialmente, la llingua. Si de ellos dependiese no habría habido artículo 4º del Estatuto (se debe, recuerdo, al que esto escribe), ni Academia, ni Ley de uso (impulsada y llevada a puerto, repito por nosotros). Si de ellos dependiese, no se hubiesen puesto en marcha ni una sola de las medidas contenidas en la Ley de uso, como ocurrió durante tantos años y sigue ocurriendo, en el Principado y en los ayuntamientos. Si de ellos depende, como tienen ya urdido para la próxima reforma estatutaria, se cargarán todos los avances que la Ley de uso representa e impedirán que nunca vuelva a haberlos. Piensan eliminar los efectos de mejora del artículo 4º del estatuto que en la Ley 1/1998 introdujimos al conceptuarla como «lengua tradicional» y amarrarse entre sí por medio de un quórum especial («amarraditos los dos, espumas y terciopelo») para que ningún partido minoritario los fuerce a mejorar el estatus del asturiano en Asturias. (Debe recordarse, por cierto, que el actual artículo 4 del Estatuto, que salió hacia Madrid con estos términos: «El bable, como lengua específica de Asturias, gozará de protección...», fue pasado a cuchillo, en un dos de mayo centralista, en ese sintagma específico, «como lengua específica de Asturias», por los mamelucos del PSOE, los húsares de UCD, los coraceros de AP y los granaderos del PCE).

Constituye un sarcasmo pensar, como algunos hacen, que la ausencia de conflictos graves en Asturies por los asuntos lingüísticos se debe a los partidos madrileñistas, PP y PSOE. Todo lo contrario: si en su mano estuviese el hacerlo con facilidad, ya hubiesen liquidado el asturiano y todo vestigio del mismo. Es más, no segregan a sus hablantes y les prohíben votar porque piensan, al modo como Vespasiano decía a su hijo Tito a propósito del impuesto sobre las aguas fecales de la Cloaca Máxima, que «votus non olet».

(Por cierto, aunque aparentemente IU no parece situarse en primera fila del antiasturianismo, hay que preguntarse por su responsabilidad en toda esta situación, permitiendo ataques a los derechos de los hablantes —como ocurrió en el caso de Xurde Blancotiene— en un gobierno en que participa o siendo socio cooperante en esa política lingüística negadora de derechos y cicatera, tanto en el Gobierno autonómico como en varios gobiernos municipales. Medítelo el lector).

¿Soluciones y avances? Yo creo que es claro que el combate o partido se dilucida en tres frentes: en el cívico, con el uso de la lengua en la calle; en el jurídico, con la cooficialidad; en el político, mediante la normalización social de la lengua (para este fin, basta con la Ley de uso y un Gobierno que quiera realizarlo). Ninguno de estas dos últimas cuestiones se solucionará si no se barre en las urnas a unos partidos que no sólo no tienen ningún interés por las señas de identidad asturiana, sino que son manifiestamente hostiles a las mismas porque les repugnan profundamente.

De modo que, estimado lector, «De te fabula narratur»: es una historia tuya, no de los políticos.


Xuan Xosé Sánchez Vicente
Presidente del Partíu Asturianista (PAS)

Güerres, Morís: dalies dobles marielles

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Un par de semeyes de dalies dobles de color mariellu. Precioses.





Les semeyes tán sacaes el 06/07/10.

Berta Piñán

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Ayer, vienres, taba yo pescando en pedreru La Isla y vi pasando perriba, pel camín al borde la mar, un grupu de persones, una de les cuales paecíame Berta Piñán, persona amiga y permagnífica poetisa. Mirela, miróme, entrugámosnos si yéramos los que yéramos y cruzamos unes palabres de saludu y cariñu. Alcordeme entós d'un estupendu poemariu suyu, Temporada de pesca, tan a propósitu del momentu, y traigo equí güei un poema d'ella.

DE LES AGÜES VENCÍES

Un tiempu de palombares altos trainos l’iviernu

y les figales



Lleguen voces del ríu: ya la señardá de les agües

vencíes, del to suañu la savia fresca.



Un rustru busques con vocación de patria,

una solombra de cuerpos u xorrecer la to boca



y les dolces pallabres más allá, perallá

cuandu la ñeve grita.



Erma ta la viña, tierra blanca que soterrará

el to nome de recielles y herba,



pero nun tornes a casa, amenórguense los díes

y apáguense d’esmenu los llumes y los cantos.


Elogio de la canción asturiana

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La canción asturiana por excelencia, la canción tradicional que conocemos por “asturianada” o “tonada”, es un canto que entraña una enorme dificultad y requiere, por tanto, un especial virtuosismo para su interpretación, no tanto en las condiciones del cantor cuanto en el sentimiento y la agógica de su expresión.

Una parte importante de la canción asturiana, además, la llamada “asturianá al altu la lleva”, la de los melismas o “vueltes”, constituye un patrón muy singular en el panorama musical del continente, equiparable, en gran medida, a algunos de los modelos de lo que llamamos flamenco.

E inevitablemente, hecha esta constatación, surgen las comparaciones entre el tratamiento que la sociedad andaluza da a su folklore y el que proporciona al suyo la sociedad asturiana; entre el respeto y reverencia con que se trata a una música por parte de intelectuales y capas cultas y la indiferencia o desprecio hacia la otra. El corolario de todo ello es la desaparición casi absoluta de la música cantada tradicional de nuestros medios de comunicación públicos desde hace décadas y, naturalmente, el completo ninguneo que hacia ella manifiesta la TPA, la Teleprisa Asturiana (otros traducen “Todo por Areces”), cuyo ideario, por cierto, tiene dos premisas fundamentales: la de la repetición de los modos y tópicos del imperio (con un punto de especial mimo en su versión antiyanqui); la de la evitación y marginación de todo cuanto conecte con la tradición identitaria y cultural asturiana.

Pero dicho esto, que no es sino una manifestación más del sistemático proceso de desasturianización política y cultural a que estamos sometidos, desde el franquismo al menos, vamos a señalar en los próximos párrafos algunos temas de especial calidad o emoción, de entre los muchos que pueblan nuestra lírica identitaria, en los ámbitos de la expresión de la señardá de la soledad o el hambre y en los del amor.

Es obvio, naturalmente, que lo que aquí apuntamos se produce en un contexto musical y de ejecución al que se remite, aquél que viene constituido por las concretas interpretaciones de los maestros históricos de la música asturiana o sus seguidores, El Gaiteru Lliberdón, El Maragatu, La Busdonga, Claverol, Botón, Juanín de Mieres, y un largo etcétera. A él y a su conocimiento por el lector apelamos implícitamente.

Nuestro acervo presenta algunos momentos de enorme intensidad lírica, donde la señardá (la soledad del hombre ante el mundo, el destino o el paisaje) del emisor parece vehicular el desvalimiento universal del ser humano. Así aquel L´aire m´apagó la vela, / al pasar L´Agüeria, madre, / l´aire m´apagó la vela, / yá pa mí siempre ye nueche, en que la voz anónima que emite ese desvalido llanto en sordina adquiere dimensiones que van más allá de la estricta literalidad. Semejante sentido de desvalimiento universal alcanza, pese a sus elementos de saludo y despedida de un lugar concreto comunes con otros cancios, al Al pasar La Colladona / di la vuelta al mio sombreru. / ¡Adiós, pueblu de Collanzu, / pedacín del mismu cielu! En A la Pipiona, madre, a la Pipiona / porque me dan castañes, llechi y boroña, a la murnia de la soledad y el desgarro individuales parecen unirse el grito omnipresente del hambre, de la afamiada, esa plaga universal de la sociedad asturiana que todavía en 1857 provocaba el Manifiesto del hambre, del Marqués de Camposagrado.

Esa presencia de la gazuza y la miseria tiene en una de nuestras más famosas composiciones (Debaxu d´una panera / mio madre echóme a la vida: / de papilla, les farrapes; / y de biberón, la sidra...) un tono como alegre o de mera constatación conformista, pero en otra –cuyo raigañu compositivo distinto, por cierto, se advierte, no sólo en la música, sino en la condensación textual-, Mio madre como era probe / nun tenía pan que me dare / fartucábame de besos / y lluegu rompía a llorare, se une esa presencia de la fame con una señardá experiencial de un extraordinario lirismo, en que, sutilmente, se traslada “la pena” desde el emisor (o emisora) a la empatía retrospectiva con el sufrimiento de la madre.

(Señalemos tangencialmente, que, aunque no exclusivamente, la estrofa de cuatro versos, emitida por un “yo” anónimo que la dice sin ninguna contextualización –forma literaria, por otro lado, inserta en las tradiciones más antiguas de la lírica peninsular- constituye el modo más genuino de expresión de nuestra canción tradicional.)

En el ámbito erótico existen magníficas expresiones de la malicia ligada al sexo, como los de María si vas al monte / cierra bien la portiellera: / Tengo´l toru bramando / por entrar na to praera o aquellos otros, más populares, en que el símbolo de lo masculino es el caballo -una extendida tradición, a propósito, en la que inserta Lorca muchas de sus imágenes-, como el Mio caballu s´alborota / cuando paso per to puerta. / Tien la culpa la to yegua, / que al pasar me lu prevoca. En otras ocasiones es la inquietud sexual y amorosa de la moza la que se expresa de forma lírica, dentro, en este caso, de la tradición occidental de la albada: Canta´l gallu, canta´l gallu, / canta´l gallu y amanez; / la neña que tien amores / tarde o nunca s´adormez. Otras veces es la expresión del dolor de la ruptura la que se sugiere magníficamente: Amante míu del alma, / yá nun me conocerás, / qu´acaba más una pena, / qu´un añu d´enfermedá. Destacadamente, ese dolor adquiere el carácter de llaga de expiación autoimpuesta en el Anda, y señálame un sitiu / onde yo me pueda ir, / solina a llorar mios penes, / que contigo cometí, en que la misma estructura lógico-sintáctica de los dos últimos versos parece subrayar la desesperación de la culpa. Pero, sin duda, la cantida de más éxito histórico, la que ya era un número uno en el XIX y que une una preciosa musicalidad con la sugerencia literaria, es aquella versión de La Soberana que dice: ¡La Soberana! ¡La que va pela pradera / cómo ximielga la saya! / ¡Y, si yo fuera con ella, / munchu más la ximielgara!

Preguntémonos: ¿qué no harían otras sociedades con una riqueza musical como la nuestra? Volvamos a interrogarnos: ¿Cuáles son las raíces de esta nuestra anomalía, que desprecia e ignora cuanto es? Indaguemos: ¿No son, estos y otros, síntomas de una enfermedad social plurinuclear que nos impide ser un grupo humano moderno, creativo, proyectado hacia el futuro, enfotáu nes sos capacidades y colocado en la hora de España, de Europa y del mundo?

P.S. En el ámbito que nos ocupa, Oscar Roces Arboleya, un yerbatu de pro, acaba de sacar un magnífico libro, La asturianá (de la magia a la desolación), cuya lectura les recomiendo. Mi amigo Carlos Rubiera, asimismo, ha dado a luz un estupendo disco, Canciones de Xixón, a cuya audición invito.

Por cierto, y a propósito de las indagaciones de Fernando Manuel de la Puente Hevia sobre el Asturies, patria querida, su origen y evolución (que es posible haya de complementarse con la música popular cántabra, al menos para la parte del “tengo de subir al árbol...”), ¿no les sugiere a ustedes alguna reflexión el que esa historia de letras incongruentes y músicas transpartituradas y trasterradas haya acabado por ser el himno oficial de nuestra “patria”.

Güerres, Morís, margarites

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Un par de mates de margarites.





Semeyes del 08/07/10

Eustaquio Revilla na picota

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Non na cereza picota, na picota de la plaza pública.

Según informaciones de prensa (ver, por exemplu, el 16/07/10, día del Carmen), el Seprona denunció al alcalde de Grandas, Eustaquio Revilla, por facer obres ilegales, al faceles en terrenu amparáu pola llei. Según l'alcalde, la casa ye propia y tien llicencia municipal, según el Seprona, el permisu que yera pa una "reforma interior" nun podía amparar les obres esteriores: una cera d'hormigón de 1,70 metros, arquetes con tubos pa una acometía, porches de madera un nuevu edificiu con dos güecos y un teyáu d'una vertienet, asina como obres esteriores nos antiguos edificios.

Además, según el Seprona, don Eustaquio comportóse mui a lo alcalde: "en tono muy alto y actitud amenazante".

A ver qué pasa y quién tien razón. De toes formes, tamos esperando l'actuación inmediata del fiscal, a ver si cuerre tantu como lo fizo en Ponga, o a ver si lo entierren ente toos.

Felicidaes a Barredo y Samuel

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Nos díes pasaos felicitávamos a Villa polos sos ésitos nel Mundial. Agora hai que felicitar a otros dos asturianos, Samuel Sánchez y Carlos Barredo, que tienen ésitos nel Tour de Francia.

¡Norabona a los dos!

Cada asturianu que trunfa como asturianu fai más grande a Asturies.

Güerres, Morís, pumaraes

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Como puede vese, la xuanina camina de maravía. Los pumares d'esa triba tán cargaos, razonablemente sanos y espoxiguen perbién.




Semeyes del 08/07/10.

Dos palabras más sobre el ESTATUT

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En memoria de don José María Martínez Cachero, profesor

Ante todo: lo que aquí se expresa se dice desde el punto de vista exclusivo de los intereses de los asturianos, ni desde el de los catalanistas, ni desde el de los centralistas. Asentado esto, conviene dejar claro que el que el Estatut era inconstitucional lo sabía cualquiera que quisiese verlo. Había que ser muy lerdo para no entenderlo o muy voluntariamente ciego para no verlo.

Porque el Estatut partía de un presupuesto: que había dos comunidades políticas soberanas (dos naciones) que pactaban entre sí un texto de reconocimiento mutuo y de organización política común. (He dicho “el Estatut”, digamos, mejor, sus impulsores, redactores y muñidores, es decir, principalmente, el PSOE.) Lo que ha hecho el Constitucional, pues, es manifestar lo evidente: que el pacto político en que se basa la democracia española tiene como un único sujeto soberano al conjunto de los ciudadanos que se asientan sobre el territorio que va de los Pirineos a Cádiz, del Mediterráneo al Atlántico. A partir de esa única entidad política de soberanía radical (nación) se pueden establecer delegaciones de soberanía territorial, organizativa y jurídica (estatutos y comunidades autónomas), que constituyen un pacto entre una de las partes del todo y el todo.

Para realizar, pues, un pacto político como el que el Estatut implica(ba) es necesario no ya reformar la Constitución, sino refundar el Estado desde otros presupuestos, es decir, desde un nuevo pacto político que implique el reconocimiento de otros sujetos de soberanía distintos. Dada esa premisa de evidencia palmaria, el Constitucional se ha limitado a anular (por liquidación o por lectura aclaratoria) todo aquello que suponía ese pacto entre dos sujetos políticos de soberanía previa. Y lo ha hecho tras cuatro años de doloroso parto y a través del sector de magistrados (los progresistas) más inclinado a ser benevolente en la interpretación de lo que puede caber en la soberanía delegada.

Desde el punto de vista de los asturianos, no cabe más que el aplauso. Porque, ¿a santo de qué hemos de tolerar que se produzca bajo cuerda un nuevo pacto fundacional del Estado que nos convierte en ciudadanos de segunda dentro del mismo? A fin de cuentas, si hay que ir a un refundación de España de tipo confederal, nosotros somos una de las nacionalidades que la nonata constitución de la I República consideraba como titulares de soberanía previa a la del conjunto. Otra cosa es que nos convenga o que lo deseemos, pero “derechos”, como los demás; y, en cualquier caso, que no cuenten con nosotros para aupar a otros sobre nuestras espaldas.

Pero, al margen de esa cuestión central, el Estatut ha sido rectificado en otros puntos que constituían un agravio económico para el resto y que significaban que una de las partes del acuerdo (Cataluña) imponía al conjunto de la otra (a la totalidad y a cada una de las comunidades autónomas) su voluntad y sus condiciones, esto es, dictaba las normas políticas y financieras para todos. Por ejemplo, el artículo 206.3, donde se establecía que Cataluña colaboraría a la igualdad de servicios, garantizada por el Estado, en todas las comunidades “siempre y cuando [éstas] lleven a cabo un esfuerzo fiscal también similar”. O la pretensión taborizadora de quedarse para siempre como se estaba —fuese como les fuese a Cataluña y los demás— del 206.5: “El Estado garantizará que la aplicación de los mecanismos de nivelación no altere en ningún caso la posición de Cataluña en la ordenación de rentas per cápita entre las Comunidades Autónomas antes de la nivelación”. O el apartado uno de la disposición adicional tercera, que obligaba al Estado (esto es, a todos nosotros) a invertir en infraestructuras en Cataluña durante siete años el porcentaje del PIB bruto de Cataluña en relación con el del Estado (¡Y ojo, que disposiciones semejantes existen en otros estatutos!).

Pero al margen de ello, conviene subrayar que el Estatut ha sido redactado al modo con que se redactan hoy las leyes en España, con una mezcla de idiocia y chambonería. Pues, en efecto, se ha apuntado que también gobiernos anteriores al de Zapatero habían acordado la modificación de las leyes de financiación en virtud de sus pactos con los nacionalistas catalanes. Sin embargo, nadie se había atrevido hasta ahora a hacer constar en una parte (disposiciones adicionales octava, novena y décima del Estatut) cómo deberían ser en el futuro las leyes que rigiesen al resto de comunidades. Tal es el genio que rige hoy la política, la administración y la legislación. Por cierto, de idéntica chapucería jurídica es la «Cláusula Camps» del Estatuto valenciano.

Terminemos por señalar que, en el reciente Debate sobre el Estado de la Nación, el señor Zapatero ha manifestado que si, por imperativo constitucional, Cataluña no puede ser “una nación jurídica” será “una nación política”, esto es, como hemos explicado arriba, “ya que no puede ser una nación política, que sea una nación política”. Este hombre no puede ser tan tonto como parece: su cuerpo, en vez de por carbono y agua, debe de estar constituido, sustancialmente y a partes iguales, por inverecundia, desfachatez y desprecio a la inteligencia de los ciudadanos.

Güerres, La MIñota, adelfa y Lorca

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Asina diz García Lorca. Ilustra, una semeya d'adelfa roxa.

Me miré en tus ojos
pensando en tu alma.
Adelfa blanca.
Me miré en tus ojos
pensando en tu boca.
Adelfa roja.
Me miré en tus ojos.
¡Pero estabas muerta!
Adelfa negra.

El Principado reducirá un 30% los costes de las empresas

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"El Principado reducirá un 30% los costes de las empresas por burocracia". Ha ahí lo que ha dicho doña Ana Rosa Migoya el día 15 de julio de 2010, víspera del Carmen, por cierto.

Y, a propósito, podemos preguntarnos. ¿Cuántos años lleva gobernando el PSOE en Asturies? Pues, en esta última tirada, desde 1999. ¿Ya hasta ahora no se han enterado de algo que veníamos proclamando muchos, quien esto escribe, el PAS, la FADE, etc.?

Y si seguimos escuchando decimos: ¡Ah!, es que se trata de una directiva europea. Ya nos extrañaba a nosotros de que esta gente del PSOE fuese consciente de la realidad, y que, si lo fuese, estuviese dispuesta a hacer algo concreto a favor del empleo, fuera de los discursos y de las subvenciones.

Una prueba más de la absoluta inutilidad del PSOE y de su gobierno, es más, una evidente prueba de que ellos (y sus socios de IU) son parte del problema asturiano, incluido el del paro.

Demografía: EL ESPEJO DEL FRACASO

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Las perspectivas que vien publicando habitualmente el INE sobre la evolución futura de la demografía asturiana (menos población, más envejecimiento, menos nacimientos, todo ello en los puestos de cabeza de España y de Europa) no aportan ninguna novedad sustancial a lo que ya sabíamos. Ahora bien, quizás convenga subrayar su significado: reflejan la constatación de un total fracaso económico y social, el de estos últimos treinta años.

Asturies ha venido recibiendo en estas tres décadas pasadas enormes inversiones del Estado y de España, en políticas económicas (incentivos, reconversiones), en infraestructuras, en políticas sociales (pensiones, prejubilaciones). Sin embargo, ninguno de estos vectores ha impedido que nuestra estructura económica siga siendo poco efectiva, pequeña y, cada vez, más distanciada de la del conjunto de España; de escaso dinamismo. Ello se ha traducido en la falta de perspectivas para el conjunto de nuestra sociedad y en el crecimiento de la emigración de los jóvenes, ya por necesidad económica, ya por razones de ímpetu vital. Evidentemente, nuestra paralítica economía no ha sido capaz de traer gentes de fuera.

Es cierto que, en alguno de los vectores del crecimiento demográfico, la natalidad, por ejemplo, no interviene únicamente el factor económico, pesan también cuestiones de mentalidad y de discurso social, pero, aun así, esos vectores “superestructurales” están íntimamente ligados al de las perspectivas económicas y con él se realimentan.

Durante estas tres décadas las grandes actuaciones en materia económica han venido guiadas más a conservar lo que se tenía (y, muchas veces, a conservar lo que era imposible de conservar) que a crear futuro; a dilatar lo inevitable que a abrirse a lo nuevo; a apoyar y cuidar aquellos sectores que garantizan el voto a los partidos que a los atisbos de economía emergente. Las administraciones, además, tanto la autonómica como las municipales, han servido de freno, mucho más que de estímulo, a la actividad económica. Así, a la falta permanente, por ejemplo, de suelo industrial abundante y barato, o de incentivos al empleo adecuados, se une una burocracia que entorpece las inversiones y desconfía del empresario y que dilata los trámites hasta el infinito. Y ni siquiera en lo que es una visión compartida, la de las infraestructuras, se ha sido capaz de presionar al Estado para que se cumpliesen mínimamente los compromisos de plazos.

Todo ello, además, se ha adobado con un discurso social arcaico y conservador, cuya componente más notable es lo que he denominado a veces “la mentalidad de economato”, discurso que, en cuanto tal, nos aísla de España y de Europa, diagnostica erróneamente el pasado, y propone para el futuro soluciones ficticias o inviables. Ese discurso no sólo es el arma intelectual del PSOE, IU y sus muletas sindicales, lo es también del PP y de muchos de los sectores sociales de algún peso. Ese arcaísmo social general lo ve de inmediato cualquier persona que llega a Asturies a pasar unos meses con nosotros o que sale fuera. Citemos, por ejemplo, a Díaz-Formenti, en la Nueva España del domingo 22 de payares del 2009: «Me gusta el dinamismo de EE UU en las cuestiones empresariales; Asturias, por el contrario, es como una vieja menopáusica».

Ese arcaísmo inútil se completa, además, con una mentalidad-praxis absolutamente nociva: la inexistencia en los partidos políticos mayoritarios no ya de un discurso acerca la sociedad asturiana y su futuro, sino de un análisis sobre su realidad; ausencia que se combina con una deletérea sumisión de cada una de esas fuerzas a los dictados de Madrid, tras los que corren con verdadero entusiasmo aún en los casos en que se sabe que van a apoyar decisiones contrarias a nuestros intereses (discurso federal, financiación autonómica, estatuto de Cataluña, por ejemplo).

¿Es posible el cambio en las tendencias demográficas futuras? Digamos, ante todo, que el intento de resolución de las mismas como una variable independiente (incentivando, por un decir, la natalidad con cheques-bebé o el trabajo de las madres mediante becas de guardería) carece de cualquier sentido y no tendrá más que efectos limitadísimos. Sin un cambio profundísimo en nuestra estructura productiva y nuestro dinamismo económico no lograremos invertir la tendencia. Pero ello, a su vez, no ocurrirá sin una radical modificación de nuestra concepción de la realidad, de nuestras perspectivas de futuro, de nuestros discursos sobre nosotros mismos y nuestra inserción en España y en el mundo, de nuestra autoestima y de nuestro proyecto como comunidad. Lo que, a su vez, exige una remoción total de quienes con su discurso y sus hechos vienen despilfarrando todas las oportunidades con que se nos ha querido ayudar, que son quienes, al mismo tiempo, mantienen y justifican esa mentalidad conservadora, arcaica, sumisa a Madrid y cerrada al mundo (que a ellos, por cierto, les va muy bien, aunque a los asturianos les venga muy mal).

¿Qué quien le pone el cascabel al gato? ¿Qué por dónde empezar? —dirán ustedes.

Pues miren, no hay riestra que no se haga panoja a panoja, silo de trigo que no se haya llenado grano a grano, cambio social que no se haya producido antes en cada una de las cabezas que pueden ver, que son capaces, después, de querer cambiar y que, efectivamente, echan adelante un pie, primero, otro a continuación, para ponerse finalmente en movimiento.

Güerres, Morís, dalia

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¿Nun ye guapa esta dalia doble?

Semeya del 08/07/10.

A propósitu de Paul (el pulpu)

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Clásicos: pulpu a la gallega, pulpu en vinagreta, pulpu con patatines.

Clásicos con variantes: pulpu al estilu Hostal de Caravia (al estilu Dora), pulpu a la mariñana.

Modernos y creativos: fabes (de la granxa)con pulpu, paella con pulpu (estos dos son de la casa), ensalada de pulpu con llagostinos, en salada de pulpu con gula y mariscos,tosta de pulpu con ciruela pasa.

Esto sí ye falar en serio sobre'l pulpu.

Güerres, La Miñota, xerveres

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Precioses xerveres roxes.

Semeya del 08/07/10.

Llanes y los gufones

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¡Por fin! El Gobiernu Asturianu nun va dexar que los coches s'averen a los gufones de Pría. La verdá ye que too esto diz muncho y malo del PSOE y del Ayuntamientu de Llanes. Porque esa agresión, hasta agora, a un entornu natural únicu provién d'un Ayuntamientu, el de Llanes, que nun se calteriza pol so respetu a la naturaleza y al paisaxe y ello vieno siendo tolerao pol Gobiernu Asturianu dende fai años.

Y, eso sí, toos ellos presumen de ser los más verdes y los más ecoloxistes del mundu.

Asina que yá yera hora de la rectificación y, per otru llau, hai que volver abocinar al Ayuntamientu y al PSOE, pola so escasa sensibilidá estética y mediuambiental y polo mentirosos y llaínos que son al respective de la protección de la naturaleza.

Güerres, La Miñota, gladiolu

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El gladiolu roxu que taba desurdiendo l'otru día.
Semeya del 08/07/10.

Ustedes pagan más para que IU siga cobrando

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La subida de impuestos acordada por el PSOE e IU entró en vigor con rapidez asombrosa. Pactada hace menos de una semana, se publicó en el boletín el 14/07/10 y entró en vigor al día siguiente.

Este es el pago que damos todos los ciudadanos para que IU siga cobrando sus sueldos en el gobierno y para que los funcionarios pierdan un 7% de su sueldo:

La subida de impuestos incluye el incremento en el impuesto sobre sucesiones y donaciones (hasta un 2,5% más), el de transmisiones patrimoniales (hasta el 8%) y el de actos jurídicos documentados (hasta el 10%), el de actos jurídicos documentados sube un 0,2%, el canon de saneamiento sube un 10%, y se incrementa el impuesto sobre vehículos contaminantes en 1,25%.

En enero del próximo año se aplicará la subida del IRPF a las rentas superiores a 90.000 euros.

Alégrense, especialmente si los han votado. Ya saben: que ellos sigan cobrando en el gobierno les cuesta a ustedes la parte alícuota de todas esas subidas.

Y el PSOE, encantado: tiene cómplices (de izquierdas, por supuesto) para disimular su desastrosa gestión, esto es, el haberse comido el país en dos años y el ser incapaces de crear empleo.

Güerres, Morís: flores de la pasión

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Es una enredadera casi común, pero, como la malvada de Bécquer, "es tan hermosa"




¡Qué azules!

Garróse'l 06/07/10.

Ribesella ensin ponte

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¿Cuántos años-yos lleven prometiendo toos, PSOE, IU, PP que-yos van facer una nueva ponte? ¿Cuántos votos atroparen col esguileru o la ñasa d'eses mentires?

¿Cuándo van dexar d'estafar a los ribesellanos?

¿Pa cuándo'l despertar, ribesellanos?

Güerres, Morís: apruciente gladiolu roxu

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Un gladiolu d'un intensu color roxu ta apruciendo de la espada.




El momentu ye la tardina del 06/07/10.

¡Que vos preste!

Recorte nes obres públiques: una riestra paraos

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Acaba de facese público: Fomento yá nun tien más perres pa pagar les obres en marcha (llicitaes, axudicaes y en marcha) pal 2010. De mou y manera que lo que yá ta fecho nun se va pagar y lo que nun ta fecho (pero llicitao, axudicao y en marcha) nun se va entamar. ¡ESTO SÍ QUE YE UNA INUNDACIÓN! ¡EQUÍ SÍ QUE VA LLEGANOS L'AGUA AL PISCUEZU!

Concretando más: a) pal 2011 tampoco hai perres, nun tien la caxa más que 304 millones pa obra nueva. b) les obres que yá nun queden pillaes por tar yá casi acabaes esti añu, van retrasase más de cuatro años, c) los empresarios calculen que van tener qu'entamase espedientes de regulación d'empléu d'ente'l 20% y 40% les plantiyes.

¿Cuánto va crecer el paru? ¿Cuánto va durar la crisis? ¿Quedremos recordar qu'esti ye un gobiernu qu'en dos años comióse'l país, pasando del 2,1 del PIB de superavit al 11% de déficit?

¿Y equí n'Asturies? ¿Cuánto más van retrasase toles obres?

Recomiéndo-yos que vayan a la hemeroteca o que busquen equí, nesti blog, pa ver:
a) el tiempu que fai que vengo avisando que la obra pública taba parada en toda España.
b) que, dende'l puntu de vista de la descapitalización de los técnicos y de los recursos humanos, vean un ensiertu reciente -del 09/07/10- onde se recueye una información directa d'un inxenieru despedíu,

PA QUE RECUERDEN -PUEDEN VELO TAMIÉN NESTOS ENSIERTOS- CUÁNTES VEGAES MINTIÓ TOL PSOE D'ASTURIES Y MINTIÓ BLANCO CUANDO NOS VISITÓ DICIENDO QUE "LES OBRES N'ASTURIES NUN DIBEN SUFRIR RETRASU".

Eso ye lo que ye'l votu "progresista" y el votu útil.

Doña Rosa "comprenderá"

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Doña Ana Rosa Migoya, ministra del Gobiernu Areces, piensa que los funcionarios "comprenden" que se-yos baxe'l sueldu.

Doña Ana Rosa "comprenderá" qu'a los funcionarios nun-yos guste que, además de quita-yos perres del bolsu, los tengan por fatos o por simplayos.

Doña Ana Rosa "comprenderá" que, cuando se sienten declaraciones como les d'ella, los funcionarios se tengan por "cornudos y apaleaos" y que-yos paeza que los ven talo como diz el refrán que, "pa enriba putes tienen que poner la cama".

Doña Ana Rosa "comprenderá" que los funcionarios -asina, en xeneral, que, en particular, hai dalgunos a los "que-yos va la marcha"- tengan un pésimu conceptu d'ella, del so partíu, del so Gobiernu y de la FSA, que pasaren siete años presumiendo de qu'ellos nun conxelaben el sueldu los funcionarios y que, entovía un mes antes de recortalu, aseguraben que dibe subilu perriba l'IPC.

Doña Ana Rosa "comprenderá" que los funcionarios tengan un pésimu conceptu d'un partíu políticu que comió y marafundió'l país durante siete años, y que-yos lo fai pagar agora a ellos y a los pensionistes.

Doña Ana Rosa "comprenderá" que los funcionarios tengan el mismu pésimu conceptu de los sos palafreneros habituales, IU, que tamién prometió que diba tar en contra los recortes y, dempués, como siempre, apuntóse a ellos en mediu d'un bla, bla, bla.