De las que son en cuanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son, que podría decir Protágoras.
Porque, efectivamente, como ustedes recordarán, preguntado un día el presidente Rodríguez por el precio de un café (en Tengo una pregunta para usted), respondió que 0,80 €. Y, ahora, afirmante Miguel Sebastián -ministro de subvenciones, indecisiones y aplazamientos para encarecer la energía-, la subida de un 10% en la factura de "la luz" equivale, para una familia normal, al "precio de un café". ¿Acaso quiere decir, además, el ministro que un café cuesta sólo 0,80? ¿O sabiendo el precio habitual de un café nos quiere engañar sobre lo que representa el 10% en una factura "normal" de una familia?
Pero, de cualquier modo, ¿qué les pasa a estos tipos con el café? ¿Es, tal vez, el café un síntoma de su "mal café"? ¿O es un símbolo de su desconexión con la realidad?
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