Hasta ahora lo más notable de los partidos del mundial son esos cínifes indesmayables que llaman vuvucelas. Omnipresentes en el fondo de la audición, como aquel pitido que acompañaba siempre a la radio Pirenaica.
Por lo demás la mayoría de los equipos son vulgares; los partidos, aburridos y triviales. Equipos buenos, pocos o ninguno. Alguno que parecía ir un poco más allá, como Alemania frente a Australia, desapareció el viernes y perdió. Queda, de momento, Argentina, como selección un poco más destacada.
De la banda de acá, esperemos que España gane mañana lunes y las cosas vayan un poco mejor a partir de ahora.
Y a ver si Villa mete goles y supera en sus registros a Raúl.
1 comentario:
Olvides que los asturianistes queremos que pierda España, que si gana van restregánoslo los de siempre pel focicu con aguarrás...
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