Feliz 2011: ye la hora d'Asturies

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Colos meyores deseos, la invitación a pensar en vosotros y nel futuru de los vuestros, la voluntá de da-y un vuelcu a esta llamarga de folla y xunglera. Llamando a la esperanza, al enfotu no nuestro y al esfuerzu. Afirmando qu'hai futuru, personal y de país, si queremos tenelu.

No personal, que sean y seáis felices. Salú pa vós y pa los vuestros.

YE LA HORA D'ASTURIES

Somos todos más probes

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Un dos por cientu, polo menos, de la inflación, salvo si vusté tien trabayu y un conveniu qu'arreye les subides salariales a la inflación pasada, o si vusté ye pensionista. Y, además, con un 4% menos de capacidá adquisitiva na so factura de gas. Y si viaxaba pela RENFE nel tren normal o pel AVE, un 3,1% o un 2,3% menos neses ringleres. Y si tienen una hipoteca van pagar por ella unos 17 euros más al mes. Y falta porque-yos suban, otra vegada, el tabacu, si fumen, o les bebides, si anden pelos chigres o tomen un vinu en casa.

Perdieren esti añu, si lo recuerden, un 19% na so partida pa char gasolina al coche (esto ye, les mesmes perres dan-yos pa un 19% menos de combustible) y un 23% pa cha-y gasoleu.

Eso, pa entendenos, si tien empléu. Que si nun lo tien les coses van peor. Y si ta en paru y yá se-y acabara o ta a puntu acabase nun digamos ná.

De mou y manera que ya lo saben: Si tienen salariu e ingresos y son del común de los mortales (esto ye, si nun pueden treslladar les perdes a lo que venden o a los servicios que presten), son más probes per casi toles esquines. Y nun escaezan la invisible frada del 2% de la inflación.

Los responsables: en gran medía, el PSOE (non Zapatero nin el so gobiernu, el PSOE). Y, equí, n'Asturies, el PSOE e IU, esos dos grandes provocadores de fanes económiques y argayos sociales.

Toos ellos, ¡cómo non!, nel nome del pueblu, de los trabayadores, de los asalariaos y de los que menos tienen. Más valdría que nun ficieren tanto por nós.

La sidra como síntoma

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«Sobre nuestra incapacidad para poner en valor lo que producimos»

Una serie de noticias sobre el desconocimiento de la sidra asturiana publicadas en mi blog (tras las alertas que, al respecto, levantara desde Alemania Eduardo Coto) dieron origen en los últimos tiempos a una encendida discusión pública, a una serie de artículos y, especialmente, a un estupendo serial de José A. Ordóñez en LA NUEVA ESPAÑA sobre la industria de la sidra, su producción y sus innovaciones. Todo ese conjunto de informaciones y polémicas ha dejado traslucir algunas otras cuestiones, más generales, de nuestro ser y actuar colectivo.

Pero vengamos antes a los orígenes del debate. Han sido tres, fundamentalmente: una información del 14 de abril en «The Guardian» sobre las mejores diez sidrerías/lagares de España, que las situaba todas en Euskadi; un artículo relativo a la historia de la sidra confeccionado por la Asociación de Lagareros del Estado de Hessen (Alemania), en que se afirma que «... en el siglo XI desarrollan los vascos en el norte de España la presa de aceite, que será el primer lagar con el que se produce la "zagardua" (sidra) que los pescadores transportaban como medicina contra el escorbuto. Poco a poco consiguió llegar la sidra a ser bebida en la Bretaña....», con evidente desconocimiento de la sidra en nuestro país y su más temprana presencia documental; un reportaje de «The New York Times», del 15 de noviembre, el cual, en un repaso a las sidras del mundo, únicamente menciona en España la «sagardoa», o sidra vasca.

Ese desconocimiento exterior de nuestra sidra puede implicar para muchos -con razón- una afrenta a nuestra honra patria, y es natural que así sea. Representa, además, un grave problema de tipo económico, pues, como ha dicho en las páginas de este periódico el profesor David Rivas, de un lado, la aparición de un sector productivo en un medio como «The New York Times» significa «millones de euros»; y, de otro, «en una economía globalizada donde todo se uniformiza sólo es posible sobrevivir si encontramos nuestra ventaja competitiva, la cual, en el caso de productos asociados al territorio, es la diferencialidad».

Esa falta de noticias de nuestra bebida nacional en el exterior es, a su vez, síntoma de nuestra incapacidad absoluta para poner en valor nuestros productos, para beneficiar nuestras potencialidades, para exportar nuestra economía. Porque lo mismo que ocurre con la sidra ocurre, por un poner, con el turismo. Etiquetamos la sidra como «Spanish cider», o participamos en campañas genéricas de promoción de la misma, favoreciendo así a los vascos; promocionamos la España de sol y toros, o la muy genérica «España verde», ayudando así a quienes tienen asentada su imagen en el exterior. Esa permanente actitud de rechazo a ser y a «venderse» no es una cuestión de tamaño de país o de recursos. Responde a dos vectores que caracterizan a nuestras élites y al discurso dominante: uno, un profundo provincianismo; otro, un profundo sucursalismo, pues, en efecto, la «inteligentsia» patria (partidos, empresarios, sindicatos, comunicadores en general) no cree que Asturias sea una realidad sustancial, primaria, sólida, sino una especie de entidad de segundo grado, vicaria, mero reflejo subordinado de otra más importante, la española o la mundial. Prosélitos entusiastas de los ángeles del bien, creen siempre que las luchas contra las fuerzas del mal han de producirse en campos extranjeros y bajo banderas foráneas (o universales), y miran con desdén o condescendencia su territorio cierto y sus gentes reales.

La polémica, hemos dicho, ha suscitado reacciones de honra herida en muchos ciudadanos asturianos. Otros, sin embargo, se han mostrado desdeñosos ante el desconocimiento foráneo, manifestando que «ellos se lo perdían» o que «mejor, así no nos exportan la mejor sidra, y la bebemos aquí». Esa especie de autismo o encapsulamiento que mira con displicencia el mundo exterior y prefiere preterir lo que nos jugamos fuera es también un rasgo muy común de un sector de la opinión asturiana y de su comportamiento político. Responde, en parte, a una especie de antañón sentimiento de hidalguía. De otro lado, ese individualismo indiferente está conformado, a medias, por la resignación ante la impotencia política y por la carencia de un discurso colectivo que nos haga entender que nuestra sustancia y nuestro interés pasan antes, inevitablemente y dada la naturaleza de las cosas, por ser asturianos que por ser españoles y, desde luego, nunca por ser sólo nosotros mismos, un obvio imposible.

Asoleyose en La Nueva España del 30/12/2010

Ps.: P'ampliar información pueden dir EQUÍ

San Silvestre d'Uviéu

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Mañana cuerro la San Silvestre uvieína (4,5 km). El mio propósitu, como siempre, ye aportar a la meta de mena discreta (y vivu).

La carrera pa "xente mozo" (hai otres: p'alevines, pa infantiles, en patines) entama a les 18,30, sal de La Escandalera y apuerta a la Plaza la Catedral.

Si ná nun lo impide, perillí vamos andar.

Un saludu especial pa los calecorreyeros y un feliz 2011 pa toos.

Recorríu:





El café es la medida de todas las cosas...

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De las que son en cuanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son, que podría decir Protágoras.

Porque, efectivamente, como ustedes recordarán, preguntado un día el presidente Rodríguez por el precio de un café (en Tengo una pregunta para usted), respondió que 0,80 €. Y, ahora, afirmante Miguel Sebastián -ministro de subvenciones, indecisiones y aplazamientos para encarecer la energía-, la subida de un 10% en la factura de "la luz" equivale, para una familia normal, al "precio de un café". ¿Acaso quiere decir, además, el ministro que un café cuesta sólo 0,80? ¿O sabiendo el precio habitual de un café nos quiere engañar sobre lo que representa el 10% en una factura "normal" de una familia?

Pero, de cualquier modo, ¿qué les pasa a estos tipos con el café? ¿Es, tal vez, el café un síntoma de su "mal café"? ¿O es un símbolo de su desconexión con la realidad?

Recomendación de los lectores: Retrato de desposados...

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Juan Carlos Cuenca García ha publicado en su blog y remitido luego por correo estas palabras, fruto de su lectura de mi última novela Retrato de desposados con panamá a su frente. Os las transcribo, y doy las gracias a Juan Carlos por ellas y por su atenta lectura:
Pd.- Estoy leyendo estos días , el nuevo libro de XXSV " Retrato de desposados con pamaná a su frente " , recomiendovoslu pa Reyes.

El llibru que os recomendé pá Reyes " Retrato de desposados con panamá a su frente" , tá escritu en la llingua de Don Miguel, un tal - de Cervantes Saavedra - un puntu que escribió el : Don Quijote de la Mancha ; ye la 2ª obra que el autor escribe en ESPAÑOL , de les sus casi 40 obres publicaes , ya que ye un escritor precursor del Bable ; puntualizó la cuestión con el ánimu de aquell@s que lu leais ó regaleis. (salió a la venta p.v.p : 22 €) .

La historia ta centra en nuestra tierrina , ye la vida misma , abarcando un periplo desde la II Repíblica hasta la Transición demócratica , la narración ta contada en elipsis y va de atrás pa dellanté en el tiempu , con lo cual engancha al lector ; algo axina cuando la pelicula se nos proyecta en retrospectiva , como per exemplu : (faciendo un símil con la gran pantalla) : Mi mamá dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar. ?, quien no se acuerda de " Forrest Gump ".

Personalmente poco mas puedo deciros , a mi me gustó .

Argandenes: l'Asturies eterna

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Pocos pueblos tienen el privilexu de tener esistencia y nome como talos enantes de la llegada de los romanos. N'Hispania, solo los cántabros y nosotros, los asturianos o astures. Y, a cada pocu, apaecen escatafinos d'esi pasáu nuestru, grandiosu yá solo por esistir, esto ye, por qu'hai memoria d'él.

Estos díes desurden restos d'una ocupación romana n'Argandenes, L'Infiestu, Piloña (ver por exemplu, equí). Conocíamos del pasáu una lápida de los Astures Argaenticeni, y camentábamos que'l so ñiciu taba nel Argandenes de L'Infiestu. Agora, además de los rastros toponímicos, tenemos indicios d'una importante ocupación romana, que, como otres, ha ser un asentamientu de los "vencedores" sobre l'antigu pobláu o castru astur de los nuestros antepasaos, los Asturi Argaenticeni.

Pues, agora, a esperar y ver lo que sal de les escavaciones. Y, sobre tou, a esperar que los piloñesos nun fagan, como ficieren en Xixón, una estatua al romanu esclavizador, como-y llevantaren en Xixón a Augustu. A Augustu, el que vieno equí a cortar manes y cabeces, esclavizar y vender paisanos, sometenos a toos, llevanos el oro y violar muyeres y doncelles.

Al que Xixón, yá digo, agradecíu, púnxo-y una estatua nel Campu Valdés, como "civilizador" nuestru. ¡Velo pa creelo! Asina somos.

El Sueve, el día de san Esteban

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A primeres hores, viniendo de Xixón, El Sueve yera, ente la ñeve y la xelada, una llámina onde llastía'l sol.

Pongo equí semeyes de hacia les 12,30 la mañana y de les 6,15 la tarde del día de san Esteban (26/12/2010).

Que-yos presten.



Felicitación a Bras Rodrigo

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El collaciu Bras Rodrigo, director de la Banda de Gaites de Corvera, va ser el primer asturianu (y español) que toque nel New York Athletic Club, con motivu del 250 º aniversariu del desfile de san Patriciu.

De pasu, va presentar la primer gaita fabricada con corian, un material desendolcáu pola multinacional Du Pont, y fecha pol colungués Miguel Alonso, qu'aperió un punteru afináu en la.

Norabuena a Bras, a Miguel y a la Banda Gaites de Corvera. Tamién a Du Pont, por asofitar too ello.

XIII premiu MEYOR EMPRESA ASTURIANA en LNE

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El Partíu Asturianista (PAS) premia a Cafento como mejor empresa del año

La compañía tinetense tiene su sede en el polígono de La Curiscada

Oviedo, M.J.I.

La compañía tinetense Cafento, primer grupo cafetero de capital español, fue galardonada ayer con el premio a la «Meyor empresa de Asturias» que concede anualmente el Partíu Asturianista (PAS) y que cumple su decimotercera edición, por sus iniciativas innovadoras y su vinculación a Asturias.

El consejero delegado, Carlos Manuel Rodríguez, nieto de los fundadores, recibió una grata sorpresa al conocer la concesión del galardón, que le comunicó el presidente del PAS, Xuan Xosé Sánchez Vicente.

Del jurado, que falló el premio por unanimidad, formaron parte el presidente de ASETRA, Ovidio de la Roza, el secretario general de FADE, Alberto Fernández, la empresaria de comunicación Rocío Ardura y representantes de medios de comunicación de la región.

Cafento, cuyo germen fue Cafés El Gallego, empresa fundada por la familia Rodríguez en los años treinta, cuenta con tres fábricas en España. La producción del resto de factorías adquiridas desde 1987 (en Grado, Benavente, León, Palencia, Segovia, Córdoba, Valladolid, Zamora, Orense, Barcelona y Sevilla) se ha concentrado en Tineo. Cafento produjo en 2009 6,75 millones de kilos de café y tiene 450 empleados.

La Nueva España del 23/12/2010

Semeya de Nacho Orejas pa La Nueva España

La puñalada de la luz

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¡Bueno, en realidad, "de la energía"! Porque la subida en casi un diez por ciento de la electricidad no afecta únicamente al recibo de la luz (lo que percibimos en primer lugar la mayoría de los mortales), sino que tiene una incidencia importante sobre las empresas, el comercio y, principalmente, la industria, con su correlato de encarecimiento de los costos y, en último término, pérdida de competividad y desempleo.

Una parte importante de esa responsabilidad corresponde al PSOE, a todo el PSOE (a mí no me gusta decir "a Zapatero" o "al gobierno Zapatero", porque es el PSOE en su conjunto quien no sólo ha puesto ahí a Zapatero, sino que ha impulsado y aplaudido las políticas que nos han llevado al desastre), pues han sido los socialistas los que, por un lado, no han actuado a tiempo y, por otro, han impulsado una serie de políticas nefelibáticas, irresponsables, que han encarecido los precios de la energía y regado de subvenciones el campo de los especuladores, favoreciendo el pelotazo.

Pero una parte importante del déficit acumulado históricamente (y que hace que la deuda con las eléctricas se eleve a 20.000 millones de euros) se debe al PP de Rajoy, Rato, Aznar y Cascos, pues, con una política irresponsable, falsearon los costes de la energía y los trasladaron al futuro (esto es, a hoy y a nosotros), propiciando así un crecimiento económico inflacionario que acaba reventando años después, hoy, y que todavía hemos de pagar en el futuro.

Pagar, vuelvo a repetir, no sólo en el recibo de la luz: también en el crecimiento económico, en nuestra competitividad y en el empleo.

El Sueve, el día de san Esteban

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A primeres hores, viniendo de Xixón, El Sueve yera, ente la ñeve y la xelada, una llámina onde llastía'l sol.

Pongo equí semeyes de hacia les 12,30 la mañana y de les 6,15 la tarde del día de san Esteban (26/12/2010).

Que-yos presten.



Réxime pa despues de les fiestes y pa quitar los kilos de más

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Pa les que tán un pocu rellenines (tamién pa ellos). Pa toos o casi toos dempués d'estes fiestes (¡y entovía queden Nuechivieya, Añu Nuevu y Reis!), dámos-yos equí un estupendu réxime, unes recetes, fundamentalmente a base d'hortalices, que convién seguir rigurosamente. Pinchen ehí y tomen nota:

http://www.youtube.com/watch?v=w3Mb1kUtaPI






El Sueve, el día de san Esteban

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A primeres hores, viniendo de Xixón, El Sueve yera, ente la ñeve y la xelada, una llámina onde llastía'l sol.

Pongo equí semeyes de hacia les 12,30 la mañana y de les 6,15 la tarde del día de san Esteban (26/12/2010).

Que-yos presten.



Epidemia nel PSOE de trastornu d'identidá disociativu

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Recuerden que tienen un ministru de Trabayu (ye un dicir) que se manifestó'l pasáu 29 de septiembre escontra la reforma llaboral que él mesmu ta aplicando.

El casu nun ye únicu, EQUÍ dexo les declaraciones de la portavoz del PSOE na comisión parlamentaria del Pactu de Toledo, Isabel López i Chamosa:



¿Otra vez ETA? (IV)

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Agora que por Wikileaks/El País sabemos que les negociaciones de la pasada tregua d'ETA llevaben munchu tiempu en marcha y que si de daqué s'arripintió'l Gobiernu fue de nun tener más pasos daos na mesma dirección, como reconoció Rubalcaba al llamentar nun tener escarcelao a de Juana Chaos nel 2005 (Pinchar (equí), quiero recorda-yos lo qu'escribí a propósitu de la "tregua/negocación" del 2006, aquella de la que Zapatero dixo, al terminar l'añu 2006, pocos díes enantes del coche bomba de la T-4 en Barajas, que les coses con ETA diben bien y taben a puntu de dir definitivamente bien.

El méritu de lo que van lleer equí nun ye lo que se dixo, sinón el momentu nel que se dixo, cuando la mayoría la opinión pública y "progresista" taba empixada cola negocación y dispuesta a entregar nella lo qu'hubiere qu'entregar, poniendo más enfotu n'ETA y Herri Batasuna que nos demócrates que roceaben y avisaben de lo que diba pasar.

Como paez acercase un procesu asemeyáu -que, en realidá, debe llevar tiempu en marcha- y ETA ta dispuesta a volver tentar a los que quieren dexase tentar y engañase, recuerdo lo que se dixo enantes, tanto al respective del planteamientu de la cuestión como sobre les condiciones nes que debería producise lo que yo talantaba como una perimprobable paz definitiva.

ARREPAREN NES FECHES:

EUSKADI: MIRAR DE FRENTE AL MAL Y VERLO SIN ENGAÑO (23/03/2008)

Huir el rostro al claro desengaño
beber veneno por licor süave

El viernes 7 de marzo, el día del asesinato de Isaías Carrasco, hacia las diez y media de la noche un reportero de Onda Cero se acercaba a una de las personas que abandonaban la capilla ardiente y, en su intento de interrogatorio, provocó uno de los testimonios más elocuentes y más dramáticos de lo que es hoy la realidad de Euskadi. En efecto, durante algo más de cinco minutos el interrogado se movió entre la Scila de su renuncia a hablar por miedo a lo que le pudiese pasar a él y su familia y la Caribdis de sus obligaciones para con el muerto, conmilitón suyo. Al final, y poco a poco, como si le fuesen arrancando las entrañas con cada uno de los datos identificatorios que ante el micrófono iba emitiendo, confesó su filiación socialista, su estado de casado y con hijos, su condición de edil de Zarauz y, ya muy al final, su nombre. Dicho éste, reclamó comprensión por su prudencia y nos dijo, para que lo entendiésemos bien, que uno de los prebostes del bando de los terroristas, Joseba Permach, se le acercaba de vez en cuando para reírse de él por su miedo y por tener que andar con escolta. Las palabras finales del ya no anónimo concejal socialista tuvieron un carácter patético que aumentó nuestra conmiseración hacia él: mostró su ánimo a la familia de Carrasco, se jactó de que, pese a todo, no tenían miedo a ETA y sus compinches, presumió de que resistirían y de que nunca los vencerían.


Este panorama de una sociedad amedrentada aun en los más valientes (como este edil de Zarauz), acosada en el día a día y con los criminales y sus cómplices ocupando calles, plazas e instituciones, donde campan impunes y a sus anchas, con jactancia de su poder y desprecio absoluto hacia las víctimas, no es una novedad para quien quiera verla. Se ha ejemplarizado en el caso de Pilar Elías, en Azkoitia, que ha de convivir con los asesinos de su marido en actitud retadora diaria. Lo han visto quienes han tenido la ocasión de contemplar algunos reportajes televisivos en que se entrevistaba a sujetos del entorno batasuno: lo que caracteriza a la mayoría de las personas de ese mundo es una absoluta falta de empatía para con el dolor de los demás, el entendimiento de la muerte ajena como un acto de justicia, la insensibilidad más absoluta hacia el padecimiento; todo ello, además —muertes, dolor, padecimiento—, contemplado como un aséptico sumando de una cuenta que acabará produciendo réditos cuanto más se amplíe y explicado mediante un discurso que justifica el exterminio como una mera cuestión política (es decir, externa a los individuos y, por tanto, independiente de ellos) y cualquier violencia como una mera devolución de las otras muchas que el pueblo vasco habría padecido. En una palabra, con quienes se trata no es con sujetos ordinarios, sino con profesionales del encanallamiento, la insensibilidad y el pragmatismo más egotista. Fiar en ellos como congéneres humanos es como poner la confianza en la Gran Ramera de Babilonia. Esto es, ellos no son como nosotros, ni en sentimientos ni en valores. No entenderlo así imposibilita cualquier solución al problema y cualquier negociación.

Y, sin embargo, esa evidencia no se quiere ver por muchos o se ve solo en los momentos en que los crímenes están recientes, y luego, a los pocos meses, se olvida. Las razones son varias. Una de ellas es general: la sociedad contemporánea se niega a considerar la existencia del mal absoluto, con la sola excepción del nazismo (pero no se quiere ver esa cualidad en su parejo, el comunismo). Por otro lado, funciona como agregado emocional de autocomplacencia un principio que se podría enunciar en esta máxima: olvídate de la víctima, sobre todo si ya ha desaparecido, ten tu solidaridad y tu capacidad de perdón para con el infractor, porque, en el fondo, suponemos, algo habrá provocado la inhumanidad del delincuente, de cuya condición él no será enteramente responsable. Si a ello le añadimos el miedo al riesgo —del que queremos alejarnos sin saber muy bien el costo implícito que para nosotros tenga o aun el que conlleva de forma patente para otros— y el síndrome de Estocolmo entre los afectados o amenazados por el crimen, entenderemos por qué existe tal prurito para querer llegar a acuerdos con el enemigo y por qué nos negamos a ver a éste en su verdadera inhumanidad y crueldad.

Pero no es tan difícil. Lo han visto así muchas gentes del partido socialista y de su ámbito, que han huído del PSOE por su política para con el mundo de ETA, o que no han huido pero la critican espantados a diario, o que, horrorizados, callan y siguen en él por ese inexplicable patriotismo de partido que tan bien ejemplarizó en su día Fernando de los Ríos ante Azaña. Lo han visto, por ejemplo, Redondo, Pagazaurtundúa, Rosa Díez, Teo Uriarte, Gotzone Mora, Savater, los Múgica, Buesa y un largo etcétera. Ellos saben muy bien que el problema real de la lucha contra el monstruo no es que deje de haber muertos, sino que empiece a haber libertad, porque, sin libertad, no habrá paz; y que, por tanto, para que exista libertad en Euskadi, la Bestia no puede volver vencedora a sus casas, debe hacerlo derrotada, aunque después de establecida esa situación de derrota se pueda ser clemente con los derrotados. Porque si el fracaso del bando de los asesinos no se patentiza como un descalabro histórico, si vuelven a sus calles y pueblos con su organización y su prestigio sociales intactos, la imposición no cesará, aunque aparentemente las pistolas no estén presentes. Es más, es posible que una hipotética situación de acuerdo o pseudo paz sin derrota no sirviese más que para el asentamiento de una plataforma de poder desde la que establecer nuevos objetivos: sobre otras partes de España, sobre Francia, sobre la propia sociedad vasca, en todo caso.

Pero las dificultades para que la izquierda enfrente de un modo adecuado (es decir, de un modo no ilusorio o de falsa conciencia) el problema no se limitan a las que hemos señalado, existen otras que radican en lo más profundo de lo que es la emocionalidad constitutiva de ese bloque político-social. La no menor de ellas es su capacidad para fingir sobre el mundo, es decir, para crear sobre él un discurso que —no siendo más que eso, o, a lo sumo, una tentativa de aproximación, como toda teorización— se presenta como una descripción objetiva de evidencia apodíctica, y su disposición para, después de haber fingido tal discurso, creer a pies juntillas en él y actuar en consecuencia. ¿Recuerdan, por ejemplo, cómo se constituyó en fe el decir que las reacciones de determinados partidos nacionalistas se debían a la falta de diálogo de Aznar? ¿Han anotado ustedes una sola corrección de esa visión cuando la realidad ha demostrado que el comportamiento y los objetivos de esos partidos seguían siendo los mismos con Zapatero? ¿No recuerdan haber visto y oído miles de veces a sesudos analistas y políticos asegurarnos que ETA, después del atentado de Atocha, ya no podría volver a matar porque sabían de sobra que la sociedad no lo toleraría de ninguna manera? ¿Lo recuerdan? No hace falta ir muy lejos para tener testimonios de ello. Y lo peor es que, llevados de esa ficción argumental y del deseo de que la realidad fuese como sus sueños, muchos socialistas de Euskadi, en una actitud entre militante e infantil, llegaron a creerse los discursos y dejaron los escoltas, como el propio Isaías Carrasco o, en otro momento anterior, nuestro Juan Priede, de Vallemoru.

Hay otra cuestión aún más notable y que tiene una enorme gravedad moral y política: y es que una parte muy importante de los militantes de izquierdas se siente más cerca del mundo de Herri Batasuna que del Partido Popular (o de la derecha, simplemente). Entienden que, a fin de cuentas, esa gente es de izquierdas como ellos, se enmarca, en metáfora taxonómica, en su mismo género o especie; mientras que el PP y la derecha pertenecerían a otro mundo, no solo distinto, sino, siempre, abominable. Es esa una emocionalidad que cruzaba ya el ámbito de la izquierda en la segunda república y que, en alguna medida, tras un cierto amortiguamiento en los años ochenta, ha ido creciendo en los últimos tiempos. Y ese veneno no es solo teórico o discursivo. Pudieron ustedes verlo traslucirse en el rechazo de la hija y la familia del asesinado Isaías Carrasco a recibir el pésame de los dirigentes del PP.

Traducido a términos reales, simpatizan más, ven como más natural, el llegar a acuerdos con los batasunos (de su misma especie, aunque temporalmente desviados o errados, pero convertibles) que con la derecha. Si a ello, además, se suma, como se sumó estos años atrás, la tentación de establecer una futura alianza con la nueva izquierda euskalduna, una vez pasada por el Jordán del llamado proceso de paz, completarán ustedes el panorama.

Así, pues, la resolución del problema vasco reside no solo en el encanallamiento mafioso de un bloque muy importante de su sociedad, sino en la falta de capacidad de una parte de la izquierda para aceptar la realidad de Euskadi tal como es, en su entero horror, y en la compleja urdimbre de emociones y valores que les hace preferible compartir territorio con lo que ellos entienden izquierda (pese a la ausencia de demócratas en una parte importante de ese territorio) a hacerlo con los demócratas, por los prejuicios irracionales que sobre la derecha tienen (y que ellos y sus medios de comunicación se encargan de alimentar y engrandecer hora tras hora).

Respecto al futuro, es seguro que va a volver a haber negociaciones con ETA, que, inevitablemente, volverán a ser en términos semejantes a los de la última vez. No hay más que acudir a las palabras de don José Luis Rodríguez Zapatero ante el Comité Federal del PSOE para comprobarlo.

¿Pero qué jamones estamos haciendo?

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O ¿pero qué jamones vamos a hacer con esto? Como ustedes saben, una familia musulmana denunció al profesor de su hijo porque le habló del jamón en clase (Pinchar aquí). Es seguro que el profesor va a sufrir un pequeño calvario, aun en el caso de que la demanda no sea admitida a trámite y de que el expediente administrativo que se le abra termine pronto.

Cabe decir muchas cosas, en primer lugar sobre nosotros mismos: porque es inadmisible que las justificaciones sobre la conducta del profesor estén viniendo, en muchos casos, de la argumentación de que la mención del jamón era solo episódica o colateral. ¡Como si dedica la clase a hablar del cerdo y abra un seminario sobre el porcino! ¡Faltaría más!

La segunda de las reflexiones ha de versar sobre la actitud de quienes nos visitan y viven entre nosotros: no solo es que no quieran adaptarse a nuestras normas sociales o que quieran imponerlas, es que saben que somos tan... (ponga usted aquí el calificativo que quiera), que cualquier intento de imposición o denuncia, por estúpido o injustificado que sea, tiene garantizado un cierto recorrido, más o menos largo, sin que el provocador padezca por ello ningún tipo de sanción penal o pecuniaria, o, al menos, de reproche social. Más bien, habrá sectores que corran a manifestar su "comprensión" o su apoyo hacia el agresor, en este caso, el alumno musulmán y su familia.

En fin, ¿para qué seguir? Motivo de meditación profunda es. ¿Meditarán quienes tienen que meditar, los legisladores y lo progrefarrapes del pensamientu píu?

Les carreteres asturianes

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Estudio EuroRap presentado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), que ha analizado 23.202 kilómetros de vías:
  • Asturies, Granada y León las provincias con mayor proporción de puntos negros, casi duplicando la media nacional.
  • La carretera que más tramos negros ha aumentado desde el estudio anterior en el 2006 es la N-632, que tiene tres tramos negros concentrados en Asturies.
  • Por comunidades autónomas, Asturies es la de mayor proporción de tramos negros en la RCE, seguida de Cantabria y Aragón. Además, Asturies y Cantabria son las únicas comunidades autónomas que han aumentado la proporción de sus tramos negros desde 2006.

He ahí la eficacia de nuestro Gobierno (IU + PSOE). He ahí su capacidad de presión a Madrid. He ahí cómo defiende el voto de los ciudadanos que confían en ellos, no digo ya el de los asturianos en general.

Patrocinio de Gran Hermano

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El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad dirigido por Leire Pajín patrocina el reality de Telecinco "Gran Hermano" como pueden ver en el video adjunto:



Al poco tiempo la directora de comunicación del Ministerio, ha asegurado que la culpa ha sido de la empresa encargada de gestionar la publicidad del organismo (¡faltaría más!): "Sanidad informa de que un error de una empresa publicitaria provocó que apareciera patrocinando 'Gran hermano'. La empresa asume su error y pide perdón".

¿Otra vez ETA? (III)

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Agora que por Wikileaks/El País sabemos que les negociaciones de la pasada tregua d'ETA llevaben munchu tiempu en marcha y que si de daqué s'arripintió'l Gobiernu fue de nun tener más pasos daos na mesma dirección, como reconoció Rubalcaba al llamentar nun tener escarcelao a de Juana Chaos nel 2005 (Pinchar (equí), quiero recorda-yos lo qu'escribí a propósitu de la "tregua/negocación" del 2006, aquella de la que Zapatero dixo, al terminar l'añu 2006, pocos díes enantes del coche bomba de la T-4 en Barajas, que les coses con ETA diben bien y taben a puntu de dir definitivamente bien.

El méritu de lo que van lleer equí nun ye lo que se dixo, sinón el momentu nel que se dixo, cuando la mayoría la opinión pública y "progresista" taba empixada cola negocación y dispuesta a entregar nella lo qu'hubiere qu'entregar, poniendo más enfotu n'ETA y Herri Batasuna que nos demócrates que roceaben y avisaben de lo que diba pasar.

Como paez acercase un procesu asemeyáu -que, en realidá, debe llevar tiempu en marcha- y ETA ta dispuesta a volver tentar a los que quieren dexase tentar y engañase, recuerdo lo que se dixo enantes, tanto al respective del planteamientu de la cuestión como sobre les condiciones nes que debería producise lo que yo talantaba como una perimprobable paz definitiva.

ARREPAREN NES FECHES:

ENSUEÑOS DE ZAPATERO. REALIDADES DEL MUNDO (08/01/2007)

“Quien quisiere ser dictador haría bien en aprender semántica”, manifestaba en las décadas centrales del siglo XX un afamado maestro de lingüistas, señalando, así, la importancia que para la manipulación de la opinión pública tiene la fraseología. Pues bien, uno de los elementos más destacados de la política española entre el 17 de mayo de 2005 y la fecha actual ha sido el de la invención, desde el Gobierno y el PSOE, de un vestido lingüístico que disfrazase la realidad, ya para ocultarla por completo, ya para hacer tolerable la percepción de la misma. El más notorio de esos artefactos ha sido la troquelación “proceso de paz”, que venía a sustituir lo innombrable: “diálogo o negociación con ETA y sus ramificaciones”, tan poco tranquilizador que ni siquiera las palabras usadas como conjuro en otras ocasiones por la propaganda zapaterina (“diálogo”, “negociación”) venían a servir aquí. Es evidente que el núcleo duro del narcótico venía envuelto en el término adyacente del sintagma, “paz”; pero es igualmente manifiesto que en el año y medio transcurrido desde entonces, y especialmente desde el 22/03/2006 —fecha de la corporeización del espíritu de ETA, a través del velador de un vídeo, encarnado en tres enmascarados, con la correspondiente cuota femenina, al gusto zapateresco—, el voquiblo “proceso” ha tenido una enorme fecundidad: sirvió, por ejemplo, para justificar la extorsión o la violencia callejera durante esos meses (puesto que era un “proceso”, no había que esperar el término durante el mismo); para explicar por qué no había entrega de las armas o por qué las exigencias de los etarras eran cada día más explícitas (ya se entendía que ello nada quería decir, puesto que era un “proceso”); excusar cuál era la razón de seguir negociando pese a todo y aunque no se cumpliesen las condiciones de ausencia de violencia de la declaración del Congreso de los Diputados (el “proceso” era un camino, no un fin, evidentemente). En su último servicio, de momento, el parto lingüístico ha servido para la construcción de un eructo semántico por parte del señor Rubalcaba, tras el atentado del día 30 de diciembre: el proceso –excretó- era tan proceso que “ni siquiera había comenzado”.

Ciertamente el arte de enmascaramiento no se limitó a la invención de troquelaciones lingüísticas. Se centró, muy especialmente, en la comparación, más o menos desfigurada, con lo realizado en anteriores momentos de la historia reciente (la tregua de ETA durante el segundo gobierno de Aznar), la sambenitación como enemigos de los discrepantes (especialmente el PP y la AVT), el silenciamiento de los numerosos críticos de entre las propias filas (Nicolás Redondo, por ejemplo, Rosa Díez, de entre los más notables), la negación de la evidencia (las instrucciones desde ministerio fiscal, por ejemplo, durante ese tiempo) y la propaganda machacona de una sola interpretación y de algunas consignas desde los numerosos altoparlantes afines. No vamos a entrar aquí en el análisis de estos elementos, los conoce el lector de la Nueva España de sobra. Baste con señalar uno para que resplandezca la evidencia, las palabras publicadas en la página 36 de este periódico el 03/01/2007: “Los magistrados deben adaptarse a la nueva realidad (tras el atentado), según Jueces para la Democracia”. ¿Cabe más explícita confesión de parte de que, hasta ahora, muchos jueces venían acomodando sus actos a la anterior y ficta realidad del “proceso de paz”?

Las palabras son un poderoso instrumento para la relación con los otros: seducirlos, convencerlos, persuadirlos, despistarlos, engañarlos, entretenerlos, atraerlos... Y en ese sentido, las acuñaciones fraseológicas, fruto de las maquinaciones ingeniosas de los gabinetes de imagen (a quienes muchos votan en realidad, pensando que es el líder al que eligen el autor de las ideas y las frases seductoras), tienen una enorme importancia. Pero, en todo caso, las palabras también nos traicionan: bajo su cendal engañoso es posible siempre ver el cuerpo que tratan de ocultar. Pongan bajo esa lupa las últimas expresiones de don José Luis Rodríguez: “He dado orden de suspender todas las iniciativas de diálogo”, “Con este atentado criminal y atroz ETA ha elegido el peor de los caminos”, “La energía y la determinación que tengo para alcanzar la paz es si cabe mucho mayor”, “Insistiré en la búsqueda del fin de la violencia y de la paz”. Ese no es solo su pensamiento, es su programa de futuro.

El 21/06/2006 publicaba en este diario un artículo titulado En manos de la Gran Ramera, donde, a la vista de los primeros pasos, y, tras manifestar que “parecería más bien que han sido los demócratas quienes se han acercado a los asesinos, y no éstos a nosotros”, proclamaba mi escepticismo sobre la negociación con ETA y los suyos, concluyendo: “En la sinceridad, en la voluntad, en la “bondad” y en la palabra de quienes tienen en su haber mil asesinatos, extorsiones, secuestros, torturas y, sobre todo, una absoluta insensibilidad hacia las víctimas, una total intolerancia hacia los derechos de los otros para ser distintos. Ahí ha puesto toda su confianza y su esperanza don José Luis, el converso de la plaza de toros de El Bibio. Ahí. Como ponerla en la Gran Ramera de Babilonia.”


Pues bien, pese a que esa extrema dificultad era evidente para quien quisiera verla, especialmente dado el punto de partida, sin ninguna cesión de ETA; pese a que, a medida que el tiempo transcurría, las cosas iban a peor (aumento de la violencia y de las demandas, por un lado; reticencias a aceptar la evidencia, por otro), tengo que confesar que, de vez en cuando, me asaltaron dudas —como les habrá ocurrido a otros muchos ciudadanos a lo largo de estos meses—, ya no sobre mis deducciones, sino sobre mis percepciones. No es posible, me decía, que el gobierno sea tan ciego o necio para no ver lo que está pasando; no es concebible que tantos altavoces mediáticos y tantos corifeos e, incluso, tantas personas de buena voluntad que tienen una experiencia histórica sobre la cuestión, no vean lo que parece diáfano. Aquí tiene que haber alguna clave —me amonestaba—, algún compromiso secreto, que el gobierno y otros conocen y que permite hacer caso omiso de las señales de desastre.

Por desgracia no era así. Ocurría, una vez más, que se constataba la realidad que el Eclesiastés (I,15) enuncia: numerus stultorum infinitus; o, en términos más caritativos, que no existe peor ciego que el que no quiere ver. Lo asombroso de todo ello no es la sorpresa que la conducta de ETA y los suyos ha causado en el Gobierno o en Zapatero, un adanista arbitrista que desprecia la incapacidad de todos sus antecesores para arreglar los problemas de España, del mundo y hasta del pasado (por cierto, habría que averiguar cúyos fueron el cogote y la espalda que, en el escaño delantero a don José Luis, suscitaron tal vez sus ensoñaciones visionarias durante los muchos años en que permaneció mudo y rumiante en las Cortes). Lo que provoca más pasmo es la ingente cantidad de ciudadanos normales que se han manifestado sorprendidos y decepcionados por la conducta de ETA y Batasuna, algo así como si les hubiese traicionado un socio o amigo en quien hubiesen puesto toda su confianza.
Y es que ha sido concomitante con este episodio de nuestra vida pública un gravísimo problema que aqueja a la sociedad y a la política españolas desde hace tiempo, y que, en alguna medida, viene agravándose progresivamente. Ello es que una parte importante de la izquierda no reconoce legitimidad de existencia a la derecha. De la misma manera que durante la Segunda República (y ello explica, en parte, la resonancia de aquella época sobre nuestro presente), un núcleo importante de esos grupos políticos creen que la democracia es solo auténtica si ellos la ejercitan y que los conservadores son una presencia espurcísima en el sistema, en cuyos márgenes deben ser acorripiaos (así se entiende, por ejemplo, la anomalía de que, en la práctica, no exista más que un grupo de oposición en el Parlamento español). No hará falta aducir por qué esa forma de pensar y las conductas que de ahí se derivan constituyen un grave problema social y político para el conjunto del Estado en el futuro.

Pero, por otro lado, la autodenominada izquierda española se ha reducido fundamentalmente a poco más que un sentimiento de fratría, a una especie de representación emocional cuyos únicos parámetros objetivos son una cierta vivencia permanente del pasado (veraz o no, nada importa), la manifestación de hostilidad al PP (o a la derecha general del estado, no a toda la derecha) y la autoproclamación como de izquierdas (aunque los contenidos en la acción política de esa identificación sean ningunos o dispares). Desde ese punto de vista, pues, el mundo de Batasuna es para muchos su propio mundo, el mundo de la izquierda. Inaceptable en cuanto a su relación con la violencia, pero hermanible en cuanto que, como hijos pródigos, regresen a la casa común u hogar paterno. De ahí su decepción en cada ocasión que se niegan a reencontrarse con quienes los llaman, una y otra vez, con los brazos abiertos.


¿Qué ocurrirá en los próximos meses? Corramos el riesgo de realizar predicciones. Mi opinión es que no habrá rectificación de fondo por parte del Gobierno ni del PSOE. En lo sustancial, seguirán teniendo las puertas abiertas para un diálogo futuro (vía PSE, ERC, PNV, o cualquier otra) y más o menos inmediato, aunque, eso sí, otra vez, discreto. En cuanto al Pacto Antiterrorista, seguirá siendo letra muerta. Al margen ya del adanismo o arbitrismo de Zapatero y su entorno, la política tiene sus reglas. Y esas reglas no son el interés general, los ciudadanos, la ética o la moral, son, fundamentalmente, el triunfo de los propios y la derrota del adversario, en la pretensión, en el mejor de los casos, de que el triunfo de uno supone, per se, el triunfo del bien y, por tanto, de las mejores opciones para el común. Pero de cualquier manera, a tuerto o derecho, el triunfo de los propios y su cortejo subsiguiente de poder, empleo y beneficios.

Por tanto, lo que se propondrá será un nuevo acuerdo donde puedan entrar “todas” las fuerzas políticas, esto es, aquellas que en su día, no entraron en el actual Pacto Antiterrorista o que se opusieron a la Ley de Partidos porque rechazan la ilegalización de Batasuna: el PNV, IU, ERC, EA, etc. Algunos de ellos ni siquiera han esperado a que escampase para mostrar sus verdaderos pensamientos. Así Joan Ridao y Joan Tardá, diputados de ERC, y socios del PSOE en Madrid y Barcelona: “A lo largo de estos nueve meses ETA ha sido más generosa que el Gobierno”. Amén. Otros, como Llamazares, esperan dar una nueva oportunidad al diálogo.

El único problema acuciante que tienen en estos momentos PSOE y Zapatero es el de la legalización de Batasuna (o una franquicia) para las próximas elecciones municipales de mayo. Aunque la memoria pública es tan volátil como los vilanos y tan poderosos los pregoneros del Gobierno, esa fecha está demasiado cercana para poder afrontar con éxito la operación y sortear, así, con el menor riesgo posible la otra dificultad que han de manejar, la tendencia de voto de las encuestas. El juego con esos tiempos y el modo de hacerlo, cocinarlo y presentarlo a los comensales —a todos nosotros— es la única incógnita que, razonablemente, presenta el futuro al respecto de la materia. Porque sobre la materia misma, sobre la pieza y los ingredientes que se pretenden disponer y manipular no hay, a mi juicio, duda alguna.