Aminatu Haidar

Se puede enjuiciar como se quiera la actitud de Aminatu Haidar, se puede dudar de la efectividad de su protesta (quizás, podría pensarse, su muerte favorecerá a Marruecos), se puede disentir radicalmente de la huelga de hambre (y quizás el suicidio, su conclusión lógica) como instrumento político, tanto desde el punto de vista político como del moral, se pueden lamentar, incluso, los problemas en que está poniendo tanto al Gobierno español como a la sociedad, etc.

Lo que no se puede es dejar de sentir admiración por su persona: su decisión, su tesón, su valentía, su atrevimiento, su voluntad, la firmeza de su creencia en sus ideas, su entrega a su causa.

Esos son valores absolutos que nos obligan al respeto y la admiración de Aminatu Haidar, aunque, reiteramos, se discrepase de sus objetivos, sus métodos o el lugar elegido para su protesta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué diferencia colos intelectuales-folclóricos del réximen arecista, naguando por complacer, agradar y combayar con él pa recibir los dineros del rei del goxu y de la faba.

Anónimo dijo...

Todos con Aminatu
http://www.radiofusion.eu/manager.php?p=FichaNova&ID=4255