¿Hablamos en serio del paro?


Últimos datos de que dispongo. Establecimiento hostelero. Petición de solicitantes de empleo. El INEM anuncia que manda 45, llegan 27, 25 manifiestan no querer el empleo. Taller de coches: comparecientes, 13, ninguno de ellos acepta el trabajo.

Datos semejantes que pueden obtenerse en cualquier parte de España llevan a una evidencia: bajo la rúbrica de «trabajador parado» se engloban diversas situaciones que, a mi entender, deberíamos desovillar si es que queremos atender adecuadamente los casos más dificultosos y, al mismo tiempo, mejorar algunos parámetros de la economía general.

Según mi punto de vista, el concepto de «parado» engloba, al menos, cuatro condiciones distintas:

  • a) el «parado-parado», el que necesita trabajar, busca empleo y no lo halla.

  • b) el «parado condicional», que no desea trabajar hasta agotar su prestación de desempleo o, al menos, hasta no encontrar una oferta de trabajo cuya retribución compense suficientemente el abandonar el paro, mientras se tiene.

  • c) el «parado-asistencial», un número no pequeño de ciudadanos que ya han hecho su vida a vivir de prestaciones sociales (ellos, sus hijos, sus familiares) de varias instituciones, y cuya recuperación para el mundo del trabajo es muy difícil.

  • d) el «parado-activo» o «parado-choyista», que compagina el cobro del paro con la realización de trabajos en la economía sumergida, a veces en connivencia con la empresa que formalizó su despedido.

Es obvio que la valoración discriminada de estos tipos de paro podría llevar a tratamientos disímiles y más justos de los mismos. Es evidente también que, mientras sobre el «parado condicional» no cabe más que algún tipo de consideración moral, sobre los tipos c) y d) caben otro tipo de juicios. ¿Cuántos son unos y otros? No tengo datos para saberlo ni nadie los tiene. ¿Un cinco, un diez, un quince por ciento del total de parados? ¿Más? Lo que sí es cierto, a juzgar por indicios verosímiles, es que son unos cuantos miles.

Conviene decir, ante todo, que el sufragio de estos parados irregulares o fraudulentos no recae sobre ese «ningún» llamado Estado, ni únicamente sobre el 43% de Ignacio Goirigolzarri, recae sobre el pan que compra la viuda con una pensión inferior a los 500 euros o sobre el trabajador o trabajadora que recibe menos de 800 por acudir a su empleo durante 8 ó 10 horas y que luego, a lo mejor, se sienta a tomar una cerveza en el asiento de al lado de quien vive a su costa.

Pero es que, además, todo ese fraude y especialmente el fraude que une desempleo y trabajo no declarado, tiene efectos nocivos sobre la economía: de un lado, sobre disminuir la recaudación tributaria, hace crecer el déficit y obliga a aumentar la deuda y los impuestos, con su corolario de destrucción de empleo, y, en el futuro, encarecimiento del dinero y, eventualmente, inflación. De otro, establece una competencia feroz con los autónomos y las pequeñas empresas, con efectos deletéreos sobre su sobrevivencia. Es seguro que un porcentaje del altísimo número de pequeñas empresas cerradas durante estos años y de autónomos que se han dado de baja como cotizantes tiene su causa en la competencia imbatible que representan quienes pueden concurrir a realizar obras de cuyo presupuesto se pueden detraer las cotizaciones y los impuestos, y que gozan, además, de un colchón que es el cobro del paro.

¿Se puede mejorar —no digo arreglar— esta situación? Sin duda, basta con un mayor control. ¿Se va a enfrentar la cuestión? Sospecho que no. El conglomerado socialmente dominante tiene claro que posee ahí una fuente importante de votos y que, al mismo tiempo, los principales perjudicados (los trabajadores activos, fundamentalmente) no harán visible su malestar, aunque sean consciente de esa realidad fraudulenta, bien por una solidaridad mal entendida, bien por ser rehenes de un determinado discurso que no es sino un constructo de mala conciencia que el poder aprovecha.

NOTA: esti artículu asoleyóse na Nueva España del 08/10/09 col títulu de "Parados fraudulentos".

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por este artículo Xuan Xosé. Lo he leido en La Nueva España y quería agradecértelo.

Lo que dices es lo que pensamos muchos hace tiempo ya que es evidente. Todos hemos conocido decenas de casos como los que mencionas.

Lo triste es ver como la derecha aprovecha para desgastar al gobierno debido a la tasa de paro... obviando que el paro "real" es bastante menor.

Gracias Xuan Xosé por ayudar a desenmascar a estos señores del PP, que para lo único que sirven es para robar al pueblo como se está demostrando estos días.

Miranda: dijo...

Amigo Xuan: acabo de leer su blog y en él, su última entrada, y debo reconocer que tiene razón en la denuncia que hace mediante su escrito, e incluso tengo que darle la razón, en lo de si alguien tomara medidas al respecto, lamentablemente creo que nadie hará nada, por la sencilla razón que vivimos en un país lleno de corruptelas y que algunos le dicen “picaresca española”, yo diría que este es un país donde abundan los sinvergüenzas.

Es un país de baja catadura moral. Y no me refiero solo a los políticos, Banqueros,… sino a toda la sociedad en general. Y si me lo permite me explico:

Cuando tenía a mis hijos en edad escolar (mi profesión, en activo era la de calderero) mi sueldo no dejaba de estar en la media hacia abajo, Veía como otros que tenían unos ingresos superiores y menor número de hijos que yo, recibían todo tipo de ayudas, mientras que a mí nunca me dieron ni para un lapicero. Sus hijos tenían plaza en la guardería pública, mientras los míos no. Les preguntaba cómo era posible, a lo que me contestaban, que ellos no cotizaban por todas la horas trabajadas, y que lo que cobraba su esposa, no constaba en ninguna nomina, por lo cual, tampoco cotizaba… a mi me quedaba cara de tonto, bueno la que tengo, ya que lo era y lo sigo siendo… Ya ve no solo se benefician del cobro de unos subsidios por desempleo, sino que además, de todo tipo de ayudas, que lógicamente concuerdan circunstancialmente, mientras se quedan sin ellas quienes las necesitan de verdad.

Podíamos poner un sinfín de ejemplos… desde el funcionario que tiene una gestoría, y entonces le pone todo tipo de trabas al contribuyente que no sabe cumplimentar debidamente el documento oficial de turno… O el médico, que tiene su consulta particular y pasa al paciente-cliente por delante del paciente no cliente… El profesor que da clases particulares… en fin esto es España.

Tiene usted toda la razón. Pero mientras al que cumple con sus obligaciones le llamen tonto y la que las elude le llamen listo…

Un saludo

ayalgueru dijo...

"«parado condicional» no cabe más que algún tipo de consideración moral, "

Home abultame bien poco, nun te parez que se puede facer daque mas alla d'una tener una "consideracion moral" bien poco me parez ... nun ye al menos en parte, causa del paro , la excesiva xenerosida del subsidiu de desemplegu espanol , si subsidies el carbon produzse mas carbon del que se produciria si nun existiere esti incentivu economicu ,,, colos molinos xenerando enerxia electrica , lo mesmo mas subvencion mas molinos ,,, col paro ,, que tendremos si subvencionamos el paro ,,, ?

Miguel J .Blazquez dijo...

También existen dos tipos de parados más que no se comentan en el artículo. El que siendo soldador el INEM le envia para un trabajo de cerrajero... El que le ofrecen 800 euros al mes, pero un contrato solo por cuatro horas, 60 horas semanales trabajadas.. Hay que decirlo todo