Esto es la enseñanza: esto

El día 09/11/09 publicaba en este blog un guañu titulado "El tuétano de la enseñanza", donde criticaba la actitud general que existe en los gobiernos y en la sociedad españoles sobre la enseñanza y apuntaba que, pese al ruido de unos y de otros, incluido el sindical, "nunca he oído discutir sobre la enseñanza, sino sobre los discursos que dicen hablar sobre la enseñanza".

¿Que qué ocurre en la enseñanza?

Miren, aquí tienen datos reales. Los publicaba el miércoles 25 de noviembre La Nueva España, a propósito de la jubilación de algunos enseñantes, a los que entrevistaba.

Primero, los números fríos: "el 68% de los docentes que cumplen 60 años se jubila anticipadamente en Asturias". Esto es, en cuanto pueden, salen corriendo de las aulas, pese a perder dinero.

Las entrevistas con los jubilados, estas son sus palabras:

María (nombre supuesto): "No he llorado en clase porque si te ven los alumnos estás perdida, pero no era que no controlase, sino la frustración de no ser capaz de inculcarles un mínimo de interés". Se jubila -dice- «agobiada, desencantada y muy quemada». «Me esforzara lo que me esforzara, el desinterés de la mayoría de la clase era inamovible» -afirma. Y más adelante: «Traté de adecuarme a los nuevos tiempos, pero no se trata de adecuaciones, sino de que tienes en clase a un grupo más o menos numeroso de alumnos que pasan de ti, que pasan de sus compañeros, que pasan del instituto y de los estudios». Y finaliza: «Y cada año peor».

Y Jesús Solórzano, otro prejubilado: «Veo a un alumno y estoy viendo a su padre y a su madre. A la mayoría de las familias les importa tres pepinos lo que el niño haga en clase».

Jesús tomó la decisión de marcharse para casa «cuando me di cuenta de que me estaba dejando la salud. Lo primero que se ha perdido es la educación y el sistema está montado para que la palabra del alumno valga más que la del profesor. Salía del instituto a las dos y media de la tarde y me preguntaba: ¿qué he logrado hoy además de perder el tiempo? Lo pierde el profesor y lo pierden los alumnos, que todavía es más grave».

Y Tomás Pérez: «Tengo compañeros que encontraron en la jubilación anticipada una auténtica liberación».

Esta es la realidad de la enseñanza, el problema de los talleres donde se fabrica la educación, el problema de las aulas. Si los trabajadores bajan al tajo y no pueden trabajar porque la materia prima no está disponible y toda la reglamentación de los patronos no pone más que dificultades para que efectúen su labor, ¿qué sentido tien todo ello?

Esto es lo que pasa en la enseñanza, estos sus problemas reales, y no los que enuncian esos discursos que dicen hablar sobre la enseñanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Xuan:
paezme que nada ye casual; al tipu de administración que tenemos que tragar nun interesa "cives", solo quier masturzos acríticos.
Cómo va entós a sofitar la enseñanza de verda.
Cada vez peor, pos sí monín, ye lo que hay.
Salu y pulpos
Mine.