PSOE, IU: fin de la comedia

Aunque algunas buenas almas de IU pensasen que la tensión entre IU y el PSOE en torno a la negociación presupuestaria iba en serio, ¿alguien creía de verdad que iban a romper y que IU iba a salir del Gobierno?

Al final, estirado suficientemente el tiempo, alargado el calendario hasta lo impresentable -hace dos meses que tenía que estar presentado el presupuesto en el Parlamentu-, PSOE e IU han hecho lo que vienen haciendo siempre, a través de los que lo vienen haciendo siempre, primero en Xixón, ahora en Uviéu, Jesús Iglesias y Vicente Alberto Álvarez Areces.

Y a los asturianos ¿cómo nos viene el pacto? Pues hay que desear, en primer lugar, que el aumento de la deuda pactado no se cumpla. Ya sabemos que no se cumplirán las previsiones de ingresos (hay que calcular, pues, que el déficit será superior al tarifado), pero lo malo sería que se cumpliese el recurso a la deuda programado, el máximo legal, que elevaría el endeudamiento total hasta casi los 1.500 millones de euros.

Esa deuda -empleada en su mayoría en gasto improductivo- no va a ser un motor de creación de empleo en el 2010 y va a pesar sobre las capacidades futuras de inversión productiva de las instituciones asturianas.

Por otro lado, como acaba de quedar sugerido, la orientación general del presupuesto es mayoritariamente improductiva, lo que no tiene nada que ver con la mayor o menor necesidad de cobertura de las necesidades sociales.

Desde otro punto de vista, la continuidad del Gobierno PSOE-IU será negativa para los asturianos: seguirán aparcando y aplazando graves problemas para no tener enfrentamientos entre ellos; serán incapaces de mejorar la economía productiva y, por tanto, de ayudar a la creación de empleo.

(Y, por supuesto, en otro orden de cosas, que nadie espere que a los asuntos culturales e identitarios les vaya mejor, ni en lo económico ni en lo lingüístico, ni en la puesta de la TPA al servicio de otra Asturies, más real, más veraz, más moderna).