Tópicos y fantasías

(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU TÓPICOS Y FANTASÍAS Rotundo: «No queremos más turistas en julio y agosto, para que Asturias sea rentable hay que desestacionalizar», afirma José Luis Álvarez Almeida, presidente de la patronal del turismo y la hostelería. Don José Luis expresa uno de los muchos tópicos con que se desenvuelve la vida política y económica. Otro tópico que se maneja en torno a nuestros visitantes «folgaos» es el del «turismo de calidad». La fórmula alberga el deseo de que quienes aquí acudan sean gente de dinero. Pienso yo que, en el fondo, ese desiderátum entraña un desprecio hacia la gente común, a la mayoría de la población, esas personas que tienen un dinero y unos días limitados, y que se arreglan como pueden. ¿Y por qué esas personas no habrían de llenar nuestras calles y disfrutar de lo que son bienes mostrencos, las playas, el paisaje, el clima, una botella de sidra…? Bienvenido ese turismo que no es «de calidad», esto es, bienvenida la gente común. Al margen de que esa élite de dinero ¿estaría dispuesta a venir a Asturies en masa? ¿A ver o a hacer qué? El tópico de desestacionalizar implica también un ensueño. «Desestacionalizar» exige ofrecer atractivos importantes para un número notable de visitantes, fuera de la temporada estival. Es verdad que algo hemos alargado la tempora veraniega, más allá de lo que va «del Carmen a La Asunción», pero nada más. Porque para atraer turismo, pongamos, en invierno, tendríamos que ofrecer, por ejemplo, estaciones de esquí en competencia con otras zonas. ¿Podemos? Pero lo principal consiste en lo mismo que ocurre con el turismo corriente, el que no es de «calidad», la disposición de la gente. La mayoría de los ciudadanos tiene sus vacaciones en verano, y ahí quiere tenerlas, para disfrutar del sol, para encontrarse con sus amigos y familiares; y las empresas se organizan de acuerdo con esas voluntades o necesidades. ¿Y eso, quién lo desestacionaliza?

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