Conciertu de Carlos Rubiera (1976)

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Conciertu de Carlos Rubiera. Salón d'actos de la Caxa Aforros. Xixón, 1976?

Vivienda: de la inacción a legislar al revés

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(Ayer, en La Nueva España) VIVIENDA: DE LA INACCIÓN A LEGISLAR AL REVÉS La escasez de vivienda y la carestía de los alquileres no es un problema reciente. En el libro Asturias, el declive de una región industrial, de 1996, coordinado por Holm-Detlev Köler, al hablar de Les Cuenques, señalaba que la dependencia juvenil se prolongaba con frecuencia más allá de los treinta años, y añadía: “Esta situación se intensifica adicionalmente por el estado del mercado de la vivienda, cuya escasa oferta, para personas con bajos ingresos, de vivienda en régimen de alquiler obliga, de facto, a optar por el régimen de propiedad. Esa situación supone una carga de nuevos problemas para las familias”. La dotación en oferta de la vivienda, desde la de promoción pública a la particular, en venta o en alquiler, se ha hecho muy insuficiente, lo que ha encarecido el mercado. Por múltiples razones, la construcción de vivienda nueva ha ido ralentizándose: retrasos en los planes de urbanismo, plazos imposibles para las licencias, exigencias extremas de urbanización o dotaciones, etc. El sector público, simplemente, ha hecho muy poco en la materia. Ahora bien, ante el problema de escasez y la consecuente subida de precios, la legislación ha hecho todo lo posible por retirar vivienda en alquiler del mercado y encarecer los precios. Repitámoslo: ha hecho todo lo posible para ello. En primer lugar, ha atemorizado a los propietarios con las leyes proocupación. La teórica defensa de los casos de necesidad que estas pretenden guardar ha convertido a los propietarios en víctimas de una expropiación “a jornal de su pena y su cuidado”. Se podría decir que los gobiernos se ponen medallas y protegen a algunos a costa del sufrimiento y las pérdidas de los demás. Algunos alegarán que el número de ocupaciones no es excesivo, unas 16.000 denuncias anuales. En todo caso, quien padece una ha de pasar un auténtico calvario hasta volver a poseer su propiedad, con años de juicios y gastos, pagando los consumos de los ocupantes de su casa y encontrándose, al final, con frecuencia con su casa destrozada y vaciada. En muchas ocasiones, los ocupantes no son personas o familias necesitadas, sino mafias que negocian después el desalojo. Otras veces, en eso que se llama inquiocupación, son simplemente caraduras que se aprovechan de la ley. Naturalmente, todo ello provoca recelos y miedo y que, por precaución, se retiren viviendas del mercado. En otros casos, lo que hacen los propietarios es exigir fianzas altas y, sobre todo, avales, de los que no todo el mundo dispone. Y últimamente la tendencia es al alquiler vacacional, que en principio, por la escasa temporalidad de quien alquila, entraña menos riesgos para el propietario, pero la modalidad comienza a causar problemas zonales y para los vecinos. No hace falta decir que esa escasez de oferta y las duras condiciones de alquiler representan una notable subida de los precios y una dificultad enorme, por tanto, para acceder a la vivienda. Del mismo modo, la limitación de las subidas de alquileres en las llamadas “zonas tensionadas” no parece haber traído beneficio alguno, si no es que ha traído más restricciones. La disposición de las administraciones para construir vivienda en alquiler o facilitar la construcción de viviendas en venta resultará clave para mejorar relativamente la situación. Y aquí, como siempre, nos encontramos con promesas que nunca se llevan a cabo, con retrasos o con cambios de criterio. No hace falta que yo les haga una lista de promesas de construcción no cumplidas en sus concejos, las conocen ustedes de sobra. De todas maneras, parece que hay distintas voluntades para afrontar el problema. Así, por ejemplo, el nuevo Gobierno gallego se ha comprometido a alcanzar la cifra de 8.000 viviendas al terminar la recién empezada legislatura; el Gobiernu presume de que va a licitar 595 viviendas; en la legislatura anterior solo se adjudicaron cinco. Ya sabemos que Asturies no es Galicia, pero, de cualquier manera, como dice el refrán: “Mucho va de Pedro a Pedro”. De todas formas, hay cosas que se podrían hacer con cambios legislativos en el uso de locales. Por ejemplo, en Madrid preparan una ley para convertir edificios de oficinas en viviendas asequibles. Los bajos comerciales son un campo donde cabría una actuación decidida y rápida. El modelo de edificación de los años sesenta y siguientes, que reservaba los bajos para comercios y el resto para vivienda, ya no funciona: los pequeños comercios se reducen a pasos agigantados y la tendencia va a más. Naturalmente, no todos los bajos sirven a ese objetivo, pero mucho puede hacerse. El caso es contemplar la realidad, superar prejuicios y legislar con prontitud. Pero, ante todo, deben eliminarse aquellas causas que incitan a retraerse a los propietarios que temen alquilar, que prefieren tener un bien ocioso a perder dinero y tiempo y ganar disgustos. Claro que, para la mayoría de nuestros gobernantes, “más vale morir según las reglas de la medicina” que vivir contra ellas, y es un imposible que den marcha atrás en aquella legislación en que cometen errores, como ocurre en otros ámbitos. Porque, además, los ampara el pensamiento huero y metafísico que culpabiliza a no se sabe muy bien qué o quién de los problemas, y que evita cualquier responsabilidad individual. He aquí las palabras de Margarita Guerrero, Directora general del Instituto de la Juventud de España: "Que una persona no se pueda emancipar hasta los 30 años no es problema de los jóvenes, sino social, y la Administración debe dar respuesta". Como una cábala o el oráculo de Delfos. ¿Y esa frase, aparte de la demagogia, qué significa? ¿Cuáles son las respuestas? ¿Las que vienen dando para empeorar el problema?

La cooficialidad y la Asturias que puede ser

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Ún de los testos más importantes de los caberos tiempos a favor de la oficialidá del asturianu. Razón: la persona y el trabayu del autor, qu'opina dende fuera de los grupos habituales favoratibles o a la escontra, con argumentos reposaos y ensin dexar de ver les cuestiones difíciles: La cooficialidad y la Asturias que puede ser Proteger el asturiano y el eo-naviego para combatir la inseguridad de la región para encarar su futuro Eduardo Fernández Luiña es politólogo, decano de la Escuela de Posgrado de la Universidad de las Hespérides, profesor en la Universidad Francisco Marroquín y coordinador de Formación y Relaciones Internacionales del Instituto Juan de Mariana Cuesta escribir algo que se lleva dentro muchos años, pero que pocos conocen. Existe un miedo interior que lo invade todo y que coloca a la persona que lo siente en una situación compleja, en un callejón sin salida. Esa sensación recorre mi espíritu y ánimo desde hace años, pues es mucho el tiempo que he defendido en la sombra, casi en silencio, la cooficialidad de la lengua asturiana, mi lengua materna. Las razones son muchas, pocas las personas que las conocen. Y es que al hablar de la cooficialidad de una lengua, la identidad emerge y con ella las pasiones, los sentimientos y a veces la irracionalidad. Intentando deshacer el entuerto, escribo estas líneas con objeto de meditar sobre el valor de proteger nuestra(s) lengua(s). Decía Bernardo Atxaga que una lengua no es más que una poética. La lengua muestra de alguna manera qué somos. En palabras del escritor vasco, la lengua forma parte de «nuestra instalación en el mundo». El asturiano en sus distintas variantes (asturianu y eo-naviego) conforma un patrimonio cultural de gran valía para todos los que nacimos aquí. También, para las generaciones que vienen y aquellas personas que no siendo astures de nacimiento sienten la tierrina como propia. Sería triste como pueblo, que nuestra forma de ver el mundo, nuestra poética, se diluyese en la historia y desapareciese. Y esto, la pérdida de nuestro patrimonio lingüístico es ya una realidad. Creo que nadie puede atreverse a negar que la lengua asturiana se encuentra en peligro de extinción. Solo tenemos que salir a la calle para verlo, abrir la ventana, como decía Seymour Martin Lipset. La cooficialidad sería una herramienta de conservación que ayudaría a proteger eso que ha existido durante siglos y que ha contribuido a dar forma a nuestra identidad. Y es ahí donde brota la segunda de las razones. Asturias siempre ha sido para mí (que soy emigrante) un sueño en proceso, una realidad que puede ser y que desafortunadamente, no es. Anhelo una Asturias orgullosa de sí misma (sin charranerías) y sin miedo a la hora de afrontar el futuro. Una tierra que lo tiene todo para triunfar, parece condenada al estancamiento y a la decadencia próspera, en palabras de Ross Douthat. Muchas veces los astures somos sin ser, pues son innumerables las situaciones en las cuáles se observa el complejo, la vergüenza de utilizar las palabras que nuestros ancestros nos han legado a lo largo de la historia. Eso, que puede parecer una tontería, influye en nuestro carácter y en nuestra inseguridad a la hora enfrentar lo que viene. La cooficialidad acomodaría muchos de nuestros miedos identitarios, eliminando una diglosia que por décadas ha marcado a los que nacimos n’Asturies. Hay que orientar el orgullo por el sendero correcto y la cooficialidad puede contribuir a ello. La tercera razón es jurídica. La complejidad legal que lo inunda todo hace daño a quienes no disfrutan de igualdad de derechos a la hora de utilizar oficialmente una lengua que es suya. Han sido muchos quienes a lo largo del tiempo han mostrado un compromiso con Asturias y el asturiano. Jovellanos y su hermana, Xosefa, el gran Acebal o el padre Galo. Todos querían salvaguardar la lengua para garantizar la igualdad entre aquellos que somos iguales y proteger la dignidad que como pueblo tenemos. No es algo menor defender la igualdad jurídica de aquellos que son conciudadanos y paisanos. En los últimos tiempos, organizaciones como Conceyu Bable, Iniciativa pol Asturianu, intelectuales como Xuan Xosé Sánchez Vicente y Xosé Lluis García Arias, escritores como Xuan Bello, la Academia de la Llingua, los dos últimos rectores de la Universidad de Oviedo, comunicadores como Inaciu Galán, empresarios como Inaciu Iglesias y Felechosa, y con ellos miles de ciudadanos, han dejado tiempo, dinero y mucho esfuerzo por hacer posible la cooficialidad de nuestras lenguas. ¿Tiene problemas la medida? Por supuesto que sí. A la hora de realizar una intervención de estas características surgen un sinfín de incentivos potencialmente perversos, como en toda política pública. Y esto, la cuestión de los incentivos, puede representar una dificultad a la hora de diseñar una actuación que sirva para resolver los retos (históricos, identitarios y jurídicos) presentados líneas atrás. Afrontar la oficialidad del asturiano implica pensar adecuadamente en los procesos, teniendo siempre presente uno de los principios esenciales de toda democracia liberal: La igualdad ante la Ley. Igualdad ante la Ley diseñando procesos adecuados y garantizando 2 que todos tengan acceso a este recurso cultural. El hecho de ser conscientes de la existencia de “buscadores de renta” puede ayudarnos a diseñar procesos/instituciones de mejor calidad que reduzcan el margen de actuación de aquellos que busquen beneficiarse económicamente a costa de la promoción y defensa de la lengua asturiana. Dicho esto, debemos ser conscientes de quiénes han sido las víctimas a lo largo de la historia. Y estas, es más que evidente, han sido los asturfalantes. El hecho de querer hablar asturiano no debe ser entendido como una ofensa. Nada más lejos de la realidad. Por ello, los miembros de la Administración Pública deberían ser conscientes de que el asturiano forma parte de la vida de esta tierra y de que las personas que así lo deseen, tienen derecho a utilizar su lengua materna en cualquier procedimiento y proceso de carácter público. La lengua no debe ser un hecho fragmentador, ni mucho menos polarizante. Pero todos, hablantes y no hablantes del asturiano, tenemos una porción de responsabilidad individual para evitar que esto ocurra. Se trata de ser más civilizados y respetuosos, sobre todo con los asturfalantes, que han sido siempre los marginados y las víctimas. Han sido ellos los que nunca han podido utilizar de manera formal su poética, su forma de ver el mundo. Se trata de aplicar el sentido común y acatar la Constitución, de moderar las posiciones y ser respetuosos con el otro, siendo conscientes de que la identidad asturiana, que es maravillosa, es plural y por tanto compleja. De ser así, podemos iniciar un proceso que resuelva los problemas lingüísticos (conservación), identitarios y jurídicos que afectan a nuestra tierra. El castellano, el asturiano y el eonaviego pueden -y deben- convivir en armonía. Superar este problema, abriría un gran número de oportunidades y pondría la primera piedra en la reconstrucción de lo nuestro. Los pueblos no pueden avanzar si no creen en algo. Afortunadamente, son muchos los asturianos que creen en su identidad lingüística y cultural y en lo que nuestra pequeña-gran patria puede ser capaz de realizar. Honestamente, solo la cooficialidad puede rescatar al asturiano y al eonaviego. Se trata de una obligación moral, de un compromiso con las generaciones futuras. Y todo con un único objetivo: Que Asturias siga siendo lo que es, consciente del valor de su identidad. Una tierra con identidad múltiple. Una sociedad acogedora y abierta, capaz de convertirse en un potencia cultural y económica si finalmente cree en sí misma.

Perreríes, disparates

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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU PERRERÍES, DISPARATES Anochecer, mayo, jueves 2. Un mastín se abalanza sobre un niño de cinco años que está sentado en las escaleras de su casa, lo muerde, lo arrastra, y, con dificultad, los padres logran arrancarlo de sus fauces. Consecuencias: dos días en el HUCA, 48 puntos, heridas en la cara y en la encía; más, supongo, el terror que el niño pasó y albergará durante mucho tiempo. El mastín, por lo visto, anda frecuentemente suelto, suele atacar a la gente y sus propietarios son de relación difícil, según el padre de la víctima. Por solo citar otro acontecimiento reciente. Asturies, Xixón, dos perros de raza peligrosa, sueltos y en la vía pública, atacan a una corredora. Esos mismos canes había atacado días antes a tres personas, a las que causaron diversas heridas. Pese a ello, seguían sueltos. Los sucesos podrían multiplicarse. Lo común en estos casos es que personas de reducida civilidad tengan una cierta inclinación a perros agresivos y, al mismo tiempo, desprecien las normas legales de custodia y sujeción. Al margen de esa particular estructura anímica y vivencial individual, opera una moda que viene a dar una cierta cobertura: esa especie de sacralidad que una gran parte de la sociedad ha atribuido a los animales y, en particular, a los perros, sacralidad que viene a servirles de justificación para dar “libertad” a sus animales. La “Ley trans” proporciona todos los días un escándalo: gente que se declara mujer para tener distinto trato en prisión o en los procedimientos judiciales, guardiaciviles que cambian de sexo para tener ventajas en el servicio o en el escalafón, deportistas transmutados que ganan competiciones, etc. Y, como siempre, la bocayada política: Gimena Llamedo, Vicepresidenta del Gobiernu: “No estamos dispuestos a que cualquier recoveco de la Ley dé beneficios”. No, señora, la Ley no tiene recovecos, la Ley es bazofia legislativa, como la “Ley Sisí” y otros disparates suyos. Corríjanla.

¿Cómo estás, Olaya? "Como estoy, estaba"

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(Ayer,en La Nueva España) ¿CÓMO ESTÁS OLAYA? “COMO ESTOY, ESTABA” Lo primero que conviene decir sobre estas elecciones es lo que ya se sabía antes de haber comenzado el proceso electoral: ni la eliminación del delito de sedición, ni la rebaja de las penas por malversación, ni el proyecto de amnistía, todo ello, en realidad un escandaloso proceso político y legislativo, han servido para dulcificar o “pacificar” el conflicto, como predicaban -y aún parecen sostener, contra toda evidencia, militantes y acólitos del PSOE- don Pedro y los suyos. ERC, Junts y otros grupos independentistas siguen teniendo como objetivo explícito y pregonado la independencia de Cataluña, mediante un referéndum, pactado o no, pero, en todo caso, al margen de la Constitución, por su concepto, ejecución y ámbito de decisión y, transitoriamente, con el trasvase de fondos del Estado central y un sistema recaudatorio que aumente sus privilegios y disminuya los recursos del resto de los españoles. Que lo consiga del PSOE y de Sánchez no es difícil. En realidad, el camino hacia ese destino lo viene recorriendo el PSOE desde 2003, con el auxilio y el entusiasmo de los socialistas de toda la Península -ya ven la comprensión del Gobiernu asturianu hacia una Agencia Tributaria única en manos del Gobierno catalán-, y puntos de apoyo ya se han puesto en el último Estatut, no digamos en el pulido por el Constitucional en su día. Eso es lo fundamental, y sobre esas bases se desarrollarán las negociaciones a partir de los resultados definitivos que emerjan de las urnas, sin dejar de tener en cuenta que don Pedro-PSOE necesita los votos de los partidos independentistas en Madrid para seguir en La Moncloa, entreteniéndose y entreteniéndonos de vez en cuando en comedias como las deshojar la margarita. Antes, un dato y una anécdota. El dato, la participación es cuatro puntos más alta; con todo, la abstención es notable, un 43%. La anécdota, el robo de cable en los trenes de cercanías, así como los incendios posteriores, que han animado a los independentistas a proclamar una conspiración judeo-masónica y a echar la culpa de ello al discretísimo ministro de infraestructuras y desvelador de consumidores de sustancias, el señor Puente. Vistos los casi definitivos resultados electorales (más del 80% escrutado) y teniendo en cuenta que la mayoría absoluta son 68 escaños, la pregunta es quiénes se aliarán para conseguir una mayoría que supere los votos de otro hipotético candidato rival. Las preguntas siguen siendo las mismas que antes de conocerse los resultados. ¿ERC pondrá el Gobierno en manos de Puigdemont, formando así una mayoría independentista poco paciente, pero sometiéndose a su enconado rival, Junts, y corriendo el riesgo de menguar en beneficio de ello? ¿Correrá por el contrario, el riesgo de sostener a Illa, perdiendo de ese modo atractivo futuro para el voto nacionalista-independentista, mas aún del que ha perdido? ¿Habrá un tripartito del PSC, ERC y los Comunes? ¿Sacrificará al PSC e Illa el señor Sánchez, en favor de sus intereses y lo vestirá con un discurso de “pacificación” y convivencia? ¿O no se conseguirá un gobierno factible y tendremos nuevas elecciones? Como quiera que sea, la apuesta de Pedro Sánchez ha tenido un escaso éxito: ni ha “pacificado” la situación ni ha conseguido para el PSC un resultado tan extraordinario que hiciese difícil no aproximarlo a la presidencia de forma indubitable. Y finalmente, algo que puede hacer definirse los estados de opinión y las alianzas. ¿Se atreverá Puigdemont a cruzar la frontera, sin amnistía y corriendo el riesgo de ser detenido, pero con la garantía del escándalo y la presión sobre Esquerra y las demás formaciones independentistas? Hagan apuestas.

LA LLAMADA DE BARBÓN: TÁCTICA Y PROBLEMAS DE FONDO

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(Ayer, en La Nueva España) LA LLAMADA DE BARBÓN: TÁCTICA Y PROBLEMAS DE FONDO El último día de la 45.ª Selmana les Lletres, en el solemne acto de l’Academia, el presidente de la entidad incitó a los partidos políticos a reunirse para acordar la cooficialidad de la lengua asturiana. Respondiendo a esa incitación, don Adrián Barbón ha convocado a todos los partidos (menos a Vox) para tratar de llegar a un acuerdo al respecto. Para proclamar la cooficialidad hay que sumar 27 voluntades, y no las hay ni las va a haber en esta legislatura: únicamente dicen a favor PSOE, IU y la exmilitante de Podemos Covadonga Tomé. Se trata, pues, la convocatoria, de un movimiento táctico que persigue que el Partido Socialista destaque como abanderado de la oficialidad y, al tiempo, poner en un aprieto a Foro, que no tiene una disponibilidad evidente y que es competencia principal del PSOE en Xixón, plaza donde tienen los moriyonistas su principal cesta de votos. En la anterior legislatura, al plantearse la cuestión, el voto del diputado forista estaba dispuesto a sumarse a la decisión de la oficialidad a cambio de ciertas modificaciones legislativas en materia impositiva. Ni PSOE, ni Podemos, ni IU quisieron salirse de su camino (o bajarse de la burra) para llegar a un acuerdo. Ahora ya han enunciado que la reunión es exclusivamente para hablar de la cooficialidad, sin ninguna contrapartida, lo que quiere decir que pretenden dificultar al máximo el acuerdo con Foro. El otro objetivo evidente de la convocatoria es acharar al PP, demostrar que no está a favor de la oficialidad, logro que entusiasmará a quienes no votan a los populares, pero que es difícil que les reste un solo sufragio; es más, le vendrá bien en relación con Vox. La oficialidad, como bien saben en países con otras lenguas en conflicto, no es el bálsamo de Fierabrás. Sirve, efectivamente, como una ayuda, pero los problemas del asturiano son muy complejos. En primer lugar, la hostilidad o falta de afecto que un grupo grande de ciudadanos siente hacia nuestra lengua, incluso, aún hoy, en algunos, la vergüenza de usarlo. Ello se traduce en la limitada presencia pública del idioma, en su progresivo encogimiento, en la dificultad de su transmisión a las nuevas generaciones: ese es su verdadero problema, el que amenaza su sostenimiento y futuro. Añádase a ello que existe una enorme ignorancia sobre lo que es, en realidad, nuestra lengua, lo que es y fue nuestra literatura y lo que ha de ser una lengua que se utilice en la vida social. Esa ignorancia es, a veces, simple desconocimiento, teñido, eso sí, de “sabiduría de chigre”; en otras ocasiones responde a bulos malintencionados. (Por cierto, verán ustedes que quienes critican la lengua normalizada o se declaran amantes de “los bables” o de la variante dialectal de su pueblo, jamás, jamás, hablan en asturiano, ni en el tráfico social habitual, ni siquiera para realizar esa afirmación: lo que evidencia que ese proclamado amor no es más que un pretexto para estar contra el uso social del asturiano). Son esas cuestiones las que se deben abordar, en cualquier circunstancia y primordialmente, ellas son el verdadero núcleo donde se van a decidir el presente y el futuro de nuestra lengua. La cooficialidad no es más que uno de los instrumentos para ello. Y, por otro lado, los partidos son solo una parte de la ecuación, detrás están sus afiliados y simpatizantes, y, más allá, el conjunto de la sociedad. En lo relativo al cariño, al respeto, a la voluntad de normalización del asturiano, ninguno de los actuales partidos parlamentarios puede presumir mucho. IU no apostó por la oficialidad hasta 1996 y, ante la reforma de 1999, enredó todo lo posible para que no hubiese cooficialidad; el PSOE fue siempre enemigo de ella e hizo, incluso, lo posible porque no existiese la actual Ley de Uso y Promoción. La postura del PP fue, sobre oponerse habitualmente, enteramente extravagante (circense, tal vez mejor): en la reforma de 1999, tras negarse aquí rotundamente a ello, llegó en Madrid a proponer la oficialidad pensando que así atacaba a Marqués. Después no solo dio un paso atrás, sino que engafentó su postura, llegando, incluso, alguno de sus dirigentes a negarse a asistir a actos de mera cortesía social por temor al qué dirán. En los últimos tiempos, el PP popular viene rectificando su postura con respecto a la lengua asturiana, está en contra de la oficialidad, pero ya no en contra de la lengua por sistema. El señor Queipo ha hecho gestos en ese sentido, tanto en declaraciones como en actos. Ahora bien, como hemos dicho arriba, los partidos no son los militantes y los más directamente enfotaos: representan también a un sector de la sociedad que los arrastra y al que arrastran, en un intercambio mutuo. ¿Cuántos, por cierto, de los seguidores y militantes del PSOE, por ejemplo, después que “camudó”, como dice Barbón, su postura, no seguirán ahora en pos de la oficialidad arrastrando los pies? Lo importante, pues, de la mudanza actual del PP no es lo que digan sus cuadros, sino lo que pueda mover entre sus militantes y votantes para que vean el asturiano de una forma más amable. Al comenzar la legislatura el Gobiernu anunció su intención de explorar la Ley de Uso y Promoción para ver de sacarle el máximo provecho o, acaso, modificarla para mejor (yo diría que, en primer lugar, para cumplirla). La verdad es que en los cuatro años anteriores, el Legislativo, como acaba de señalar el señor Pumares, no ha hecho nada para ello, en la misma línea que muchos gobiernos anteriores, que la han cumplido a medias, malinterpretado u obstaculizado. Y la verdad también es que, en las últimas semanas, el Gobiernu ha publicado unas Instrucciones relativas a los criterios lingüísticos a emplear en el ámbito de la Administración del Principado de Asturias y su sector público, un desarrollo de la Ley, que tienen cierto interés. Por tanto, ¿no sería mejor una convocatoria para tratar de realizar ese propósito, el de cumplir, ampliar y mejorar la Ley, que es lo que es posible en estos tres años que quedan de legislatura, y no el imposible de la cooficialidad? ¿No es, acaso, verosímil que en ese esfuerzo pudiese contarse con el PP, no tanto por sumar a la tarea a ese partido, que también, cuanto por acercar a muchos de sus votantes a otra visión de la llingua asturiana? ¿O, aunque solo fuese, en última instancia, para dejar patente que ni siquiera en el ámbito de la “no obligatoriedad”, donde dicen que se sitúan, son capaces de hacer nada de aquello que pregonan sobre su postura favorable a nuestra lengua? Pero me temo que algunos prefieren los voladores a los logros reales, el enfrentamiento a las soluciones, el “todo o nada”, sabiendo que el resultado es el “nada”, a avanzar por el camino de lo posible y positivo. No solo los partidos, también muchos de los ciudadanos que dicen tener como objetivo prioritario la normalización y supervivencia de la lengua. Coda: Está para la imprenta un libro, L’emprunu camín hacia la oficialidá, donde cuento con todo detalle las posturas, acusaciones, insultos y zancadillas que propinaron partidos, instituciones y paticulares a la marcha hacia la normalización del asturianu, desde el artículo 4º del Estatuto a la Ley de Uso, y las reacciones posteriores. Tendrán ocasión de plasmar y reírse. Tal vez de cabrearse. En todo caso, de saber con quién se juegan los cuartos, esto es, los hechos.

La primer bandera d'Asturies en Cangues d'Onís

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Nun solo "inventamos" la bandera d'Asturies, emburriamos pa ponela. A les siete la tarde de septiembre de 2016 paseaba yo p'El Llano, en Xixón, y averóseme un paisanu que se me presentó. Llamábase Fernando y recordóme que m'ayudó a poner nes verxes del Ayuntamientu de Cangues la bandera d'Asturies que yo llevaba en coche, y que sacara pa colgala ellí, porque nin nel actu solemne de constitución del Consejo Regional de Asturies (10/11/1978) nin en toa Cangues había una sola bandera d'Asturies, lo que m'enllenó de vergoña. Semeyes del actu, la colgadura y la bandera. (Xuraría que la media cara qu'asoma na tercer semeya, a la derecha, ye la del periodista Rubén Norniella González).

El Constitucional denuncia una estafa

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(Ayer, en La Nueva España) EL CONSTITUCIONAL DENUNCIA UNA ESTAFA 25 de abril, el Constitucional, por unanimidad, declara «ilegal el mínimo de las sanciones a los partidos por exceso de gasto». La sentencia se dictaba a raíz de una cuestión de inconstitucionalidad planteada por el Supremo en relación con la sanción mínima de 5.000 euros que la ley establece para los partidos que superen entre un 1% y un 3% el límite de sus gastos electorales. El recurso traía causa de la sanción que el Tribunal de Cuentas había impuesto al Partido Independiente de Torre Pacheco por superar en 91,476 euros el límite de gastos de 3.917,54 euros en las elecciones de mayo de 2019. La ley: en las elecciones municipales se pueden gastar en propaganda 0,11 euros por habitante. Ahora bien, si se presentan candidaturas en el 50% de la provincia, el gasto permitido se eleva en 150.301,11 euros. La discriminación, frente a aquellas candidaturas que se presentan en una o varias localidades, es escandalosa. La ley no trata más que de eliminar competencia a los partidos grandes. Por otro lado, el día 31 de marzo de 2015 aparecía la Ley 3/2015, que agravaba la situación de injusticia y discriminación: establecía sanciones mínimas de 5.000, 25.000 y 50.000 euros. En esas elecciones nosotros fuimos sancionados con 50.000 euros, porque la candidatura de Bimenes, que solo podía gastar 195,47 euros, cantidad que no da ni para enviar papeletas a las casas, superó ese gasto en 20 euros. Pues así como nosotros, cientos de candidaturas en toda España hasta ahora, en las sucesivas elecciones. ¿Piensan ustedes que alguno de los partidos con presencia en las Cortes ha movido un solo dedo para rectificar esa estafa que, como dice el Constitucional, atenta contra el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos? Ni hablar. No olviden que los partidos, al margen de su retórica, son, ante todo, empresas, plataformas de empleo y lucro.

El veleru Aphrodite

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Ayer, nel muelle, onde l'antigua Rula, el veleru Aphrodite.
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(Ayer, en La Nueva España) ¡PREPARAIVOS: VOI REXENERAVOS! La farsa sentimental en tres actos (carta paxarera, comparecencia moncloera, expansión televisera) de don Pedro es un magnífico documento cuyo análisis detenido daría lugar a un número no pequeño de páginas de letra menuda y apretada. No obstante, hay que reconocer que el señor Sánchez-Castejón tiene una larga trayectoria que avala su capacidad para conseguir uno de los tres objetivos explícitos de la representación: eliminar de nuestra vida pública la folla, la trelda, «el fango» en que todos estamos enllamuergaos. ¿Quién mejor para ello que quien se estrenó en el debate electoral de diciembre de 2015, diciendo a Mariano Rajoy: «el presidente debe ser una persona decente y usted no lo es»? ¿O el que, sabiendo que era mentira y al alimón con «la sucesora», la señora Montero, acusó hace poco más de un mes a Feijóo de que su esposa había cobrado subvenciones de la Xunta, y lo amenazó diciendo que «tenía más cosas» sobre su mujer? ¿Alguien más apto que el que sigue sacando la fotografía de Feijóo en un barco con un narcotraficante, cuando nadie sabía que este lo era? ¿O quien, tras dos exoneraciones, acusa de corrupto al hermano de Ayuso? ¿O…? Estarán de acuerdo conmigo: nadie más autorizado para renegar de la práctica de mentir e insultar, especialmente cuando se utiliza a la familia del adversario político. Pero déjenme contarles la última de este doctorado en capacitación para la difamación y la mentira. A propósito de las actividades de doña Begoña, el líder de la oposición acaba de plantear que, como existe en otros países, debería establecerse una regulación de las actividades de la periferia de los miembros del Gobierno, y, en concreto, «no hay que pedir a la pareja del presidente o presidenta del Gobierno que no trabaje, pero sí que no tenga contratos con la administración pública». Palabras de Pedro Sánchez: «El señor Feijóo ha dicho textualmente que lo que debía haber hecho mi mujer es quedarse en casa sin trabajar». ¿Quién, pues, más preparado para eliminar la folla, la trelda, la maratana, la mentira, de la vida pública? Y a esa regeneración democrática a que llama el más alto pastor debe contribuir especialmente el principal instrumento: el seguir haciendo aún mas alto el muro que separe a los buenos de los malos, base fundamental de su programa de gobierno, como afirmó en su investidura como Presidente. Los buenos, los que lo apoyan a él, socialistas, comunistas, nacionalistas de izquierdas o de derechas, gente de cualquier laya que se quiera acoger en su campo y sostenerlo; los malos, todos los demás, que son, al menos, la mitad de los españoles. Pues bien, como se deduce con claridad de los tres actos de la farsa sentimental, ahora el campo de los malos se amplía: lo son todos aquellos que se atreven a investigarlos a él o a su mujer, ya sean jueces o periodistas: el objetivo obvio de toda esa representación. Segregados, excluidos, silenciados estos, avanza la regeneración democrática. No solo hay que creerlo y entenderlo, nos reclama el Presidente, sino, además, compadecerlo, porque tanto él como su mujer llevan -dice- sufriendo diez años de acoso (de lo que hasta ahora no nos habíamos percatado), y, además -proclama-, está siendo víctima de «lawfare», es decir, de persecución judicial. ¡Pobre! Así que, cuando veáis venir y acrecentarse la regeneración democrática de Pedro y los suyos, ¡preparaivos, que va rexeneravos! «Voy a hacerte tu autocrítica», recuerda Jorge Semprún en Federico Sánchez se despide de ustedes como una forma de ataque político y personal frecuente en el PCE. «Voy a regeneraros», amenaza hoy don Pedro. Es verdad que todo este conjunto de falacias, esta construcción de un mundo al revés, de conceptuar como persecución judicial el funcionamiento ordinario de la justicia; de proclamarse limpio de la mentira, el insulto y el ataque a los familiares del adversario quien lo practica a diario; de etiquetarse como amigo del diálogo quien ha hecho de los muros y la renuncia a cualquier trato con la oposición el núcleo central de su actuación política; de llamar a la regeneración democrática quien pretende impedir el funcionamiento de las instituciones y se niega a intercambiar una sola palabra con el oponente, es más, quien lo sitúa en el campo emocional de lo rechazable, de lo antidemocrático; es verdad que todo ello funciona porque hay un público dispuesto a acogerlo, una parte de la ciudadanía que se alimenta de la emocionalidad que consiste en negar a quien no es como él, en despojarlo de su cualidad de ser humano aceptable, y que hace suyo cualquier sofisma o mentira que refuerce su visión del mundo o acalle sus dudas. Pero en una fracción de ese universo hay algo más. Se puede entender, en parte, la angustia de una gran parte de su electorado ante el hipotético abandono de don Pedro, la movilización de los cuadros del partido ante su posible orfandad. Pero en todo ello, y en las cómicas manifestaciones de algunos estos días, hubo algo más profundo, más en relación con el pan que con el corazón: en una de esas cadenas televisivas que tanto contribuyen al diálogo y a la regeneración democrática, lo manifestó con claridad Íñigo Errejón, cuando tantos tragaban como factible la amenaza de Sánchez de irse: «No queremos que dimita. Mire Portugal, dimitió el ministro socialista, hubo elecciones y ganó la derecha. Y eso no debe pasar». Lo ponía de manifiesto sin ambages el siempre locuaz Óscar Puente, entonces alcalde de Valladolid, al comentar la marcha del PSOE de la diputada Soraya Rodríguez: «Se va porque se le ha acabado la posibilidad de vivir de la política dentro del PSOE y lo que quiere es vivir de la política en otros sitios». ¡Ay, amiguinos, el negociu!

Los miembros l'Academia nel Campoamor

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Ayer, los miembros l'Academia nel Campoamor. Soi el sestu pela manzorga. (Semeya de La Nueva España)

Testos sobre Xosé Nicolás d'Azara

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(Asoleyóse nel suplementu estraordinariu de La Nueva España del 02/04/2024, con motivu de la Selmana les Lletres dedicada a los 50 años de Conceyu Bable). TESTOS SOBRE O PA XOSÉ NICOLÁS D’AZARA NOS LLIBROS-HOMENAXE A LA SO PERSONA Xuan Xosé Sánchez Vicente y Lluis Ánxel Núñez Enríquez Diplomáticu, escritor, eruditu y coleicionista d’antigüedaes, José Nicolás de Azara (1730-1804) fue un importantísimu personaxe del mundu la política. La so actividá realizóla, sobre too, n’Italia y Francia, y participó n’importantes negociaciones y trataos internacionales. Dempués de la so muerte ficiéronse-y dellos homenaxes en forma de llibru. En 1852 apaeció Glorias de Azara en el siglo XIX, en dos volumes. La obra consiste nun rosariu de poesíes n’honor d’Azara que se van organizando por rexones. Los “vates” asturianos apaecen a partir de la páxina 310 del primer tomu, antemanao ello por una infomación titulada “Sobre la poesía bable o asturiana”. Xunto a ocho testos en castellanu, enxértense dos testos n’asturianu: un resume de la vida d’Azara, de Nicolás Castro de Caunedo, y un romance d’Antonio Quintana Menéndez. Na páxina 655, embaxo l’epígrafe d’Adición, entama un llargu apartáu onde se recueyen testos que llegaren colos otros yá emprentaos. Equí apaecen dos "danza prima", una de J.M. y otra de A. Quintana Menendez. Nel 1856, y del mesmu autor,  Basilio Sebastián Castellanos de Losada, apaez un Album de Azara. Ehí nun topamos más qu’una pieza, la biografía que del homenaxeáu fai Antonio Quintana Menéndez, la única de la estaya “Dialecto asturiano” (“dialecto”, como, por cierto “dialecto gallego”, “dialecto mallorquín”). Trescribimos dalgunos fragmentos d’esos testos: A LA MEMORIA DEL EXCMO. SEÑOR DON XOSÉ NICOLÁS DE AZARA Y PERERA Los vates del Principado de Asturias Nació isti xentil español n’il día 3 de diciembre de 1730, ñun llugarzucu d’Aragón qu’ii llamen Barbuñales, d’una xente muy candial. Encomenzó a’etudiar xurisprudencia en Huesca, d’illí fue seguila a Uviedo […]. Estaba tan ruxida la fama de so xentil cabeza que ñotando Carlos III q’era repóblicu grande, lo fexo oficial de la secretaría d’Estáu en 1760. Cinco años dempués, fue d’axente xeneral cabo Roma cuand’era Papa Clemente XIII. Dempués que Dios tevo en folgancia a Clemente, trabayó munchu f’hasta que se fexo Papa al cardenal Ganganeli, y el mesmu esforciu fexo dempués de fincadu isti pa fello tamién a Pío VI con’el que departía munchu y se fiaba del. [...] Quitáu de todes les incumbencies, quería rebalgar a Italia; pero acutiói la de la guadañona el 16 de enero de 1804, a los 76 años d’edá. Todos dentro y loñe de la so tierra lagrimuqueaben pe’rél. NICOLAS CASTOR DE CAUNEDO. ROMANCE EN DIALECTO ASTURIANO Asentadu cabo el fuegu / co la cabeza enclinada, / y enredando distraídu / co los pliegues de so capa, / sospiraba el señor cura / la noche de l’esfoyaza […] Alzó el tíu Xuan la cabeza / y viendo que non falaba / el güenu del señor cura / díxoi aquestas palabras: / «Fora bonu en mio concencia / q’esta noche d’esfoyaza / non brincáramos de gozu / al redior de la llumada; / diga ixuxú, señor cura, / y eche penes a l’espalda; / bebia un poqueñín de sidre […] Calló el tíu Xuan porq’el cura / grave y seriu lu miraba, / y esti sermón escuchó, / más coloráu que la grana; / «Non tienes la culpa, Xuan, / de non saber lo que pasa, / pos quiciá si lo supieres / nin de baile t’acordaras, / nin por veme a min llorosu / quixeras decime nada. / El home más entendidu / que vio la luz é n’España, / el q’en tiempu no muy lloñe / a Roma salvó y al Papa, / el xeniu a quien respetó / el mesmu París de Francia, / yá morrió, yá non existe / José Nicolás d’Azara [...] Antonio Quintana Menéndez DANZA PRIMA ASTURIANA Puesta en música para la Musa Gallega por D. Camilo Mojon y Llobis. I Les montañes d’Aragón / son lo más rico d’España / qu’en elles ñaciera el xeniu / qu’orgullu foi de so patria. / Llorái, güeyos, llorái, güeyos / porque non existe Azara. II El xeniu qu’en tempos crudos / respetó la mesma Francia, / por subírsenos al cielu / llorosa dexa so patria. / Llorái, güeyos, llorái, güeyos / porque non existe Azara. III ¡Non vive el home entendidu / qu’a Roma salvó y al Papa! / Llore la so patria, llore / pe la pena solliviada. / Llorái, güeyos, llorái, güeyos / porque non existe Azara. IV ¡Morrió el modestu y el sabiu, / el fíu meyor d’España! / ¿En qué pechu y en qué rostru / non fexo el dolor morada? / Llorái, güeyos, llorái, güeyos / porque non existe Azara. J.M. OTRA Agora que nos allumbra / parda la lluna ‘nel cielu; / Tuxa mía, mió consuelu… / ven y ayúdame a cantar. / Solu el silenciu s’escucha, / y non enturbiarán to acentu, / nin los suspiros del vientu, / nin los ruxidos del mar. / ¡Ay, neña, xuntemos / tu voz co la mía / y en tierna armonía / cantemos al par… / al home que fuera / del cielu escoídu, / y quixo entendidu / el mundo allumbrar. / ¡Era un home, ¡Tuxa mía! / sin facer a naide agraviu, / tan cumplidu como sabiu, / tan sabiu como galán! / Y dixo quien bien lo sabe, / que cuando Azara falaba, / les palabres que soltaba / eran flores de San Xuan. / ¡Ay, neña, xuntemos [...] / Cumplidu aquí so mandatu / ¡Ay! mio Tuxa, foise al cielu; / y acá nos dexó ‘nel suelu / sos virtudes que imitar. / Fixo bien, que nesti mundu / so puestu non se fayaba, / y el cielu que lu esperaba / era so dignu llugar. / ¡Ay, neña, xuntemos / tu voz co la mía / y en tierna armonía / cantemos al par… A. Quintana Menéndez HISTORIA D’AZARA En un puebliquín de lo más lloñe del Reinu d’Aragon, é na provincia de Güesca, ñació, el día 7 de Diciembre de 1730 el mui ponderáu señor Dn. Nicolás d’Azara, d’una de les más fidalgues y ñobles families d’aquel famosu Reinu. Estudió na Universidá de so provincia é nonde lu fixeren Dotor, y dempués foise a Salamanca al colexu de S. Salvador d’Uviedu, en que i dieron el destinu de Bibliotecariu. […] corrió cedo pel mundiu la fama de so talentu, y el difuntu Rey Carlos III féxolu oficial del despachu d’Estadu en que trabayó con tanta habilidá que po lo mismu, lu nombraren en 1775 Axente xeneral d’España en Roma [...] Traducción de ANTONIO QUINTANA MENÉNDEZ

Selmana les Lletres. El llibru dedicáu a la memoria de Conceyu Bable

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Selmana les Lletres El llibru dedicáu a la memoria de Conceyu Bable. Como casi tolos años, tien trabayos magníficos, que revisen la memoria viva de les persones que formaren parte Conceyu Bable (l'Asociación), unos; otros, faen la historia de Conceyu Bable, les sos idees, el so trabayu y l'espardimientu de les sos propuestes. Quiero destacar dos, el d'Arantza Margolles Beran, "Conceyu Bable: la hestoria d'un suañu", y el de Ramón d'Andrés, "Conceyu Bable na ayalga de la memoria personal".

Hombres encantados, fuera del orden natural

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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU HOMBRES ENCANTADOS, FUERA DEL ORDEN NATURAL Los vecinos de La Calzada y aledaños recogen firmas contra el vial de Xove en superficie y "contra este modelo industrial insostenible, cemento, siderúrgico, térmico y de incineración, que provoca unos niveles de contaminación inasumibles para todo Gijón". Sobre la tomadura de pelo del prometido túnel de Xove nada les voy a decir. Tampoco me extraña la preocupación de los vecinos por la contaminación de la zona, preocupación, todo hay que decirlo, cuyo incremento va paralelo al cada vez más reducido número de personas en activo en la zona y el crecimiento de los pensionados. Sin embargo, lo de la oposición al “modelo industrial” tiene un significado que va mucho más allá de las palabras. Hagamos caso: no queremos el puerto, sus carbones, sus tráficos marítimos ni terrestres, no queremos Arcelor, no queremos la depuradora de La Reguerona, ni la térmica de Aboño, ni la cementera, ni… El líder vecinal, señor Cañete, lo explica con claridad: “Reivindicamos que necesitamos un modelo industrial nuevo para toda la zona oeste que combata la contaminación y, por tanto, que el condicionante de salud sea un determinante esencial a la hora de planificar el modelo industrial en la zona”. Pero las preguntas son simples: ¿cerramos lo que hay? Esas nuevas industrias (¿ecológicas?), ¿cuáles son?, ¿quién invierte en ellas? ¿Es el Estado el que ha de hacerlo? Como se ve, en el planteamiento hay una falta total de realismo, un vivir en las nubes del discurso. Pero, a su vez, ese pensamiento denota uno de los graves problemas de nuestra mentalidad colectiva: el creer que vivimos aún en el pasado de la empresa pública como forma casi universal de ocupación. Hacia 1600, González de Cellorigo, en una sociedad en crisis social y de riqueza, señalaba ante algunas propuestas: No parece sino que se han querido reducir estos reinos a una república de hombres encantados que viven fuera del orden natural.

Con las manos en los bolsillos y carcajeando

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(antayeri, en La Nueva España) CON LAS MANOS EN LOS BOLSILLOS Y CARCAJEANDO Con las manos en los bolsillos, como recibió al Rey en su último encuentro, y carcajeando, al modo en que de vez en cuando escucha a Feijóo en el Congreso. Así los ha contemplado a ustedes durante estos días de jocundia en el palacio de La Moncloa. Para mi sorpresa he visto cómo, hasta esta misma mañana, incluso algunos analistas de medios, digamos, no afines tomaban en serio la “crisis” del preboste socialista. Yo estaba seguro, desde el primer momento, de que no nos hallábamos más que ante una taimada ficción, ante la urdimbre de una trama. Pero vengamos a la raíz. El pretexto de esta escenificación y de las consecuencias que de ella se derivarán tiene su origen en unas informaciones de ciertas actividades de la esposa de don Pedro, doña Begoña, recomendando a ciertas empresas y recibiendo apoyos económicos de otras conectadas con sus actividades académico-benéficas. Seguramente, poco presentable; probablemente, dentro del marco de la legalidad. Más he aquí que el fenómeno encuentra el pretexto para dar un salto adelante cuando un juez decide recibir esas informaciones, a ver qué hay ahí. Un salto pequeño, primero: las informaciones sobre su mujer son, en realidad, un ataque contra él. Y uno segundo mayor, después: se trata todo de una conspiración contra la democracia “de la derecha y la ultraderecha” y de “ciertos jueces”. Y ahí aparece la carta-retiro: es tanto su dolor por los ataques a su mujer, tanto su amor por ella, que va a pensar si merece la pena seguir. Fíjense ustedes bien: no dice que los datos que sobre las actividades de su mujer sean falsos (que serían, en todo caso, sin trascendencia penal), sino que su publicación es inaceptable porque es su mujer (a la que es posible que ame mucho). Y, pirueta falaz, eso es un ataque contra las raíces mismas de la democracia. La carta contiene, en realidad, dos brutales ataques a la democracia: la idea de que no se puede tocar a los próximos al Presidente, la de que hay límites para los jueces y los periodistas. Los que incurren en ello, se concluye, son antidemócratas y están en una conspiración antidemocrática. Desde esa voluntad, se deja correr el tiempo en espera de que los adeptos teman sentirse huérfanos, unos, sin negocio, otros. Y se hace crecer la marea del gran bulo: “la democracia, los avances (?), están en peligro, acudid a salvarla”. Contra los periódicos que publican lo que no deberían; contra los jueces que hacen lo que se les debería impedir, contra la oposición. Y ahí crece la marea de las fuerzas afines y beneficiadas: periodistas del régimen, “intelectuales” y artistas, militantes del PSOE, sindictos: “Pedro no nos dejes solos”. “La democracia está en peligro, acudamos a salvarla”. Con escenas sonrojantes: llorando o golpeándose el pecho; con hipérboles adulatorias: “Es el puto amo (del mundo)”; con conceptos arrancados de seriales lacrimógenos: “Feijóo tiene un corazón de piedra ante el amor de Sánchez a su mujer”; con la salsa que más les gusta, la guerra civil: “No pasarán”. ¿Ríen? No rían tanto, que esto no acaba aquí. Y, por otro lado, ya ven cómo se puede convertir una inanidad, dos informaciones intrascendentes sobre la mujer del Presidente, en una auténtica revolución con pretensiones de involución, perdón, de progreso. Por lo demás, ya saben: ellos nunca difaman a los demás ni acusan ni acosan a los familiares de los políticos rivales, y, si lo hacen, es porque lo merecen, y entonces no se puede hablar de fango, sino de limpieza.