Sí, sí. El turismu sanitariu. Eso de que, nes époques de bayura veníen equí a operase d'otros países porque nos suyos había que pagalo, en too o en parte. Y a costa de los ciudadanos españoles, de los sos impuestos y del retrasu nes sos llistes d'espera. Claro que, decíase, eso yera "progresista y solidariu".
Bueno, puea agora paeza qu'eso va iguase. Anque me gustaría saber si, dempués d'anunciase'l camudamientu llexislación, se fizo de verdá y se ta llevando a la práctica, porque nesti país ye frecuente que s'anuncien les coses que nun sa faen dempués.
En tou casu, y pa recordalo y pa recordá-yoslo, equí tienen cómo daba la noticia El Confidencial del 19/04/12. Y, al final, l'arreyu:
Se acabó el dar la bienvenida a legiones de pensionistas europeos ansiosos de sol, mar… y camas hospitalarias. La generosidad de la sanidad pública española de cubrir gratuitamente algunas operaciones que en otros países como Inglaterra podrían ascender a 8.000 euros han convertido a nuestro país en un paraíso quirúrgico inigualable. La ministra de Sanidad, Ana Mato, confirmó ayer que el Sistema Nacional de Salud está asumiendo, con cargo a sus presupuestos, la asistencia sanitaria de personas que ya la tienen cubierta dentro de su país. En concreto, casi 700.000 extranjeros han accedido sin derecho a la tarjeta sanitaria, lo que ha ocasionado un gasto de 917 millones de euros.
Para evitarlo se llevará a cabo una clarificación armonizada de la condición de asegurado, así España podrá facturar de una manera rápida y directa al país de origen, como ya sucede con los españoles que viajan al extranjero. “Queremos evitar que haya ciudadanos extranjeros con solvencia económica que puedan, mediante lagunas administrativas o recurriendo a la picaresca, beneficiarse para acceder sin derecho y gratis a los servicios sanitarios de España”, señaló la responsable de Sanidad.
Mato avaló sus palabras con un informe elaborado por el Tribunal de Cuentas, en el que dejaba claro la diferencia millonaria entre lo que España factura por la atención sanitaria a extranjeros y lo que paga por la que los españoles reciben fuera. En 2009, España facturó 441,1 millones de euros a 26 países de la UE más Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza por la asistencia médica prestada a ciudadanos de estos países, mientras que el gasto que supuso la asistencia de españoles en el extranjero sumó 46,2 millones. Una diferencia que, según señala el Tribunal, solo obedece a que “España es un país eminentemente receptor de turistas y residentes extranjeros”.
En el negocio del turismo sanitario pacientes hay a patadas, y el Tribunal de Cuentas señala que el número de facturas emitidas a ciudadanos de Francia y Portugal "supera significativamente el promedio" del resto de los países de la Unión Europea y que las prestaciones sanitarias prestadas se concentran en las provincias limítrofes de Badajoz y Pontevedra. Entren por donde entren, hay cientos de páginas en Internet para los pacientes internacionales que incluyen billetes de avión, alojamiento y un variado bufete de operaciones a la carta. España ha sido pura jauja: prótesis de cadera, by pass coronario, intervenciones de cataratas... a precio de coste y con una recuperación en la costa, con sol y playa incluidos en el paquete. José Antonio Monago, presidente de Extremadura, asegura queexiste una página oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña "que explica cómo acudir a España para tener una asistencia sanitaria en determinadas materias, incluso que no son objeto de ser cubiertas por el sistema sanitario británico".
Desde que en Gran Bretaña las listas de espera se alargan hasta los tres años, son los ingleses los que más se están aficionando a convertir las vacaciones quirúrgicas en un turismo de masas, seguidos de alemanes o belgas. Hay páginas donde se les llegan a comparar cuánto dinero se ahorrarían si se operan en España. Todos sacan provecho de la reglamentación europea que permite a los ciudadanos miembros del bloque recibir tratamiento médico en cualquier país de la UE. Por eso los gestores del turismo español incluyen ya en las páginas web de municipios playeros, junto a la lista de bellezas locales, hospitales y centros de salud. Hasta el momento el éxito es total, aunque nadie se atreve a dar cifras concretas de la población europea que se afinca en España para disfrutar de estas maravillas.
La Costa del Sol se corona como la meca del turismo sanitario español. En Fuente de Piedra (Málaga), hay una urbanización especializada en alquilar chalés por una duración de cinco o seis meses, el tiempo en el que los turistas sanitarios estiman que necesitan para llegar, afincarse, operarse, recuperarse y regresar a su país de origen sin pagar ni un solo euro por la operación. Desde el Consejo General de Enfermería de Málaga se han percatado de que llama enormemente la atención de que turistas, procedentes de Alemania y Holanda, reciben una cantidad “chocante” de implantes de cadera y marcapasos de forma gratuita, unas intervenciones que suponen un "gasto considerable" y que son afrontados por el Servicio Andaluz de Salud, que evita cuantificar a cuánto asciende el coste total de estos servicios.
Complejos mecanismos de compensación
Hasta ahora, la legislación europea supeditaba las intervenciones quirúrgicas de los extranjeros en España bajo dos condiciones: que respondan a una patología diagnosticada previamente y que cuente con una autorización de su país de origen. Pero hay quien ha utilizado artimañas para esquivar las normas: aprovechan una crisis aguda de una patología que padecen desde hace tiempo para ir a urgencias y ser operados, si es necesario.
Los complejos mecanismos de compensación entre países propician los desajustes que destaca el informe del Tribunal de Cuentas. El problema llega cuando los costes no están actualizados o se pasa una factura por una determinada patología que no cubre su programa asistencial. Por ejemplo,Andalucía facturó en 2010 casi 24.000 millones de euros y recibió por este concepto procedente del Fondo de Cohesión Sanitaria poco más de 13 millones; el Servicio Valenciano de Salud debería haber percibido 7,5 millones de euros en concepto de atención sanitaria a turistas pero solo recaudó 4,8; Baleares facturó 9,7 millones, 3,5m menos de lo que debería haber cobrado.
Aunque aparentemente todo esté bajo control, hay dos factores que pesan negativamente sobre los intereses nacionales. Bruselas es quien paga a los países de la Unión los gastos médicos facturados, y curiosamente siempre lo hace a la baja. Por otro lado, las autonomías que más gastan no siempre reciben más. Además, es muy raro que Europa pague un euro por la atención primaria, que en España es gratuita mientras que en el resto de Europa no lo es. Por no hablar de un sinfín de detalles difíciles de contabilizar en euros, como los gastos de traslado de ambulancia, UCIs o habitaciones de hospital tras la intervención quirúrgica.
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