Güei, en LNE: Escandaloso y destructivo (xuegu y apuestes)

(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos)
L'aprecederu

Escandaloso y destructivo

LA NUEVA ESPAÑA lleva tiempo ofreciendo informaciones sobre los estragos que juego y apuestas están causando en nuestra sociedad: un día entrevista a un enfermo por el juego; en otra ocasión, traslada las abultadas deudas de muchos adolescentes o jóvenes; son, en otro momento, las asociaciones de vecinos las que protestan contra las casas de juego.
Tengo la impresión de que nuestra sociedad no se ha dado aún cuenta cabal de cómo ha sido y lo que significa la proliferación exponencial de las ofertas de apuestas en los últimos años. No hay acontecimiento deportivo radiado o televisado en las cadenas privadas que no vaya trufado de incitaciones a apostar sobre los resultados de los partidos de fútbol. Del mismo modo, abundan también los anuncios al juego en interné y televisión.
Los reclamos de ese tipo tienen un enorme tirón por dos razones: la primera por su inmediatez, la segunda porque, por sus características, estimulan en el jugador la impresión de que él tiene la capacidad de reducir el azar y, por tanto, de acertar.
Es seguro que todo ello, al margen ya de los casos confesos y declarados de ludopatía, ha de estar provocando enormes problemas económicos en muchas, muchísimas, personas y familias, con lo que ello, al margen del dinero, tiene de destructivo.
Lo curioso es que esa escandalosa situación no parece provocar mayor preocupación en los dirigentes políticos, pues no se conoce que haya iniciativas para cortar el problema. [.........................................................................................................................................................]

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