... Y ciento volando

L’APRECEDERU … Y CIENTO VOLANDO Desde hace años se celebra en Xixón un festival aéreo con gran éxito. El acontecimiento mueve gentes y dinero, pero a uno le gustaría que esa relación con la aviación tuviera otra consistencia y, por ello, generase un empleo no volátil u ocasional. Y le viene a la memoria lo que acaso hubiera podido ser una oportunidad, pionera en España además: la de tener una industria aeronáutica asturiana. Jesús Fernández Duro (La Felguera, 18/05/1878, San Juan de Luz, Francia, 08/09/1906) fue un personaje de muchas facetas, entre lo aventurero y lo deportivo. Por ejemplo hizo, en aquellos tiempos, un viaje Xixón-Moscú en automóvil, subrayémoslo, sin mapas. Se aficionó a los globos aerostáticos y ganó varios premios en competiciones, uno de esos premios, atravesando, por primera vez en ese medio, los Pirineos y viajando de Pau (Francia) a Guadix (Granada). Fundó en Madrid el Real Aero Club de España (1905). (Por cierto, su memoria está en el origen del festival xixonés). Pero lo que suscita especialmente nuestra señardá es uno de sus proyectos. Cuando, en la fecha arriba citada, muere en Francia, víctima del tifus, estaba llevando a cabo los ensayos de un aeroplano de su invención. ¿Y quién nos impide imaginar una vida no segada de esa manera y que hubiese levantado aquí una industria aeronáutica, al modo en que su abuelo, Pedro Duro Benito, fundó la primera siderurgia española, y que esa industria hubiese tenido continuidad hasta hoy? Es cierto que, cuando uno echa la vista a la realidad y ve la Duro-Felguera, heredera de aquel emporio de riqueza y trabajo creado por Pedro Duro, hoy en preconcurso de acreedores, varias veces rescatada, y barajando el despido de 180 trabajadores, tiene ciertas dudas de cuál hubiese sido la persistencia de aquella hipotética industria aeronáutica. Y nos viene Quevedo y su “Miré los muros de la patria mía, / si un día fuertes, ya desmoronados…”.

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