Somos lo que parecemos (sobre el Líbano)


Somos lo que parecemos, esto es, somos exactamente lo que hacemos, que es lo que somos. Que en asturiano dice: "El que de lloñe lo parez, de cerca ye".

Este es lo que, una vez más, hace patente el general José María Prieto, quien, en una videoconferencia a los medios de comunicación desde el Líbano (esto es, en un acto de propaganda de CarmeZapaChacón), proclama (presume de) que el Ejército español ha participado en la detención de espías israelíes.

A continuación, ya saben, alguien se da cuenta del disparate de hacer públicas estas cosas (con todas sus implicaciones con el estado de Israel, con la duda de si se detiene también a los de Hizbolá y de si, en caso de detenerlos, se presume de ello, etc.) y sale Carme Chacón a desmentirlo y el propio general a decir que se había explicado mal.

¡Pobre! Él que, como un gato, había venido a traer el ratón cazado a los pies de su amo (de esos ratones pequeñitos, campestres, que tanto le gustan al amo, no de los otros, que le repugna ni siquiera oír mentar), ha visto con sorpresa cómo, de pronto, el amo le reprende por hacer lo que de él se esperaba.

Sin novedad en el frente. Esta es la España de siempre: incompetente, grandilocuente, ineficaz, vana, chisgarabís, sin sentido de la responsabilidad ni del trabajo bien hecho, sólo pendiente del "tira que libro" y "el que venga detrás que arree".

Pero con novedad en el frente. La nueva España, la de los Zapatero, los Wyoming, los "Sé lo que hicisteis el otro día", Público, la Carme Chacón, ha venido a insuflar aire a esas llamas y las ha convertido en una hoguera -o tal vez, en una pira en la que ardemos todos-. La irresponsabilidad, la banalidad, la falsedad, la mentira, la chapuza son las únicas virtudes premiadas y exaltadas.

¿Hay otras en nuestra sociedad? Sí, pero ni se puedan exhibir ni las premia el poder político y mediático: con ellas no se puede triunfar ni brillar. Sin ellas, se expone uno a la picota y al sambenito.

La media España de siempre a la que el zapaterismo (y, en último término, por tanto, el PSOE y sus avalistas mediáticos y de urna) han venido a dar lustre y esplendor.

(Y no piensen ustedes que eso no tiene nada que ver con la incompetencia de nuestra economía, la poca modernidad de nuestra industria, o nuestros muchos más de cuatro millones de parados: es parte y concausa en ello).

No hay comentarios: