Xuan Xosé Sánchez Vicente: asturianista, profesor, político, escritor, poeta y ensayista. Articulista en la prensa asturiana, y tertuliano en los coloquios más democráticos. Biógrafo no autorizado de Abrilgüeyu
La AEMET y el rey que rabió
(Ayer, en La Nueva España)
L’APRECEDERU
LA AEMET Y EL REY QUE RABIÓ
Se sabe que las noticias malas y alarmistas venden más que las buenas.
Durante el otoño y parte de la primavera pasados los informativos daban noticia diaria del estado calamitoso de las reservas de agua en España; una vez que tendieron a la normalidad, la información sobre los pantanos desapareció.
Lo relacionado con el clima es una de esas materias proclives a proporcionarse con sesgos alarmistas: no hay semana en que no estemos libres de amenazas: inundaciones, lluvias torrenciales, vientos huracanados; siempre en peligro, siempre en alerta. Luego, la realidad se corresponde relativamente con esos peligros, pero el objetivo fundamental está conseguido: alarmar, inquietar a la población.
La Aemet ha realizado recientemente sus predicciones para esta estación otoñal. Ya saben ustedes que estos pronósticos a largo plazo tienen una fiabilidad regular. Pues bien, la Aemet ha predicho para los tres próximos meses “un otoño cálido y seco”. Supongo que esos dos adjetivos, “cálido” y “seco”, habrán suscitado inmediatamente alarmas relacionadas con la preocupación que se difunde por tierra, mar y aire, la del cambio climático y el calentamiento global.
Dejemos a un lado las precisiones sobre esas dos cuestiones: es verdad que la temperatura de la tierra lleva subiendo desde hace 21.000 años, lo discutible son otras cosas. Ahora bien, fijémonos en las posibilidades del pronóstico de la AEMET: 60 por ciento de que sea cálido, 30 de que sea normal, 10 de que sea estación fría. ¿Ustedes jugarían su dinero a una carta con la seguridad de esas probabilidades? Creo que no.
En realidad, la única predicción certera, con esos indicios, es la que realizan los doctores de El rey que rabió, la zarzuela de Vital Aza, ante las dudas de si el perro que mordió al soberano está o no rabioso: “Juzgando por los síntomas que tiene el animal, bien puede estar hidrófobo, bien puede no lo estar”.
Pues eso. Pero, dicho así, alarma poco.
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