(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos.)
Episodio y patada a seguir
La comparecencia del "personaje Rajoy" y la utilidad de la cita para la oposición
Xuan Xosé Sánchez Vicente 27.07.2017 | 03:50
Episodio y patada a seguir
"¿Qué salisteis a ver en el desierto?", se podría preguntar, al modo evangélico, a quienes han quedado decepcionados por la comparecencia de Rajoy ayer en la Audiencia Nacional. ¿Esperaban acaso que Rajoy confesara sus culpas llorando? ¿Acaso que se pusiera él mismo los grilletes? Ha ocurrido lo que tenía que ocurrir, porque, como él mismo diría, "las cosas son como son y no como nos gustaría que fueran".
Pero en realidad nadie debería sentirse decepcionado: Rajoy (presidente del PP y del Gobierno) ha sido interrogado -aunque es cierto que no se lo ha sentado exactamente en el potro del tormento- en un tribunal por un asunto de corrupción a la vista de la opinión mundial. Y si bien es cierto que aparecía como testigo y no como imputado, la diferencia es demasiado sutil para la percepción del público. De ese modo, unos habrán confirmado su culpabilidad, otros habrán empezado a sospecharla y, para otros, verlo sentado allí equivaldrá a tenerlo por condenado. Objetivo, pues, cumplido para la acusación particular y la oposición.
Por otro lado, Rajoy no ha defraudado tampoco a quienes siguen con interés -del carácter que sea, partidario o de mera curiosidad de espectadores- el "personaje Rajoy": su reservado carácter, su zuna y sorna, su habilidad dialéctica. Es una pena que el lugar, el formato de la pugna entre el testigo y los acusadores hayan limitado la libertad dialéctica de Rajoy, pero ello no ha sido óbice para que nos dejara alguna de las clásicas cláusulas marianas, como la que transcribo al final del primer párrafo. O estas, que llevan su punta de veneno: "Ya se lo he explicado con meridiana claridad pero no tengo ningún inconveniente en volver a reiterárselo" (ante la reiteración del acusador); "No parece un razonamiento muy brillante" (ante una de sus preguntas). Pueden ustedes consultar más en este periódico, pero yo me quedo con esta: (a una queja de que había contestado "a la gallega"): "La respuesta debe ser muy gallega, porque no puede ser riojana".
En fin, que todo fue como debía ir y como se esperaba, [.................................................................]
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