L’APRECEDERU
XENTE XENTE
LA NUEVA ESPAÑA dedica su último serial biográfico a Nacho Fonseca, maestro y,
sobre todo, “inventor” de la música infantil en lengua asturiana, con el grupo porruano
Seliquín, primero, después con el sierense Xentiquina.
En esa exitosa aventura, lo acompañaron su mujer, Aurora, y su hija, Esther. Y miles de
asturianos. Este domingo, cuando leía la primera entrega del serial, me sobrevino una de
aquellas sus prestosas canciones, La moto que tien Pachín / ye una moto de primera, / tien les
ruedes de madera / y l’asientu de tocín… Con ella y con otras muchas de su estro entretuvimos
a nuestros hijos, que, a su vez, la transmitieron a los suyos, nuestros nietos, si bien es cierto
que estos son hoy más de las letras y músicas de Petit Pop.
Antes de la “invención” de Fonseca, los ciudadanos no disponíamos de música para
cantar en nuestra lengua a nuestros pequeños, disponíamos, eso sí, de mucha música
tradicional, pero no de composiciones afayaíces para la infancia. Quede aquí constancia de
nuestro agradecimiento.
En su entrevista por este periódico apunta el profesor que para que se cumpliese el
milagro de “hacer un disco con niños en la Asturias del 86” tuvo el impulso del entonces
Presidente, Pedro de Silva, y del director de Educación, Antonio Trevín.
He dejado arriba constancia del agradecimiento de muchos padres a Nacho Fonseca
por su obra. Ese agradecimiento se le debe también desde la cultura en llingua asturiana, para
la que es valioso apoyo su trabajo.
Nacho Fonseca es, por todo ello, xente xente, como lo son otros que, sin ser
específicamente asturianistas, como los señores Silva o Trevín, saben apreciar nuestra cultura
y darle apoyo.
Su comportamiento contrasta con el de la xentecaya, esa gente que minusvalora y
desprecia lo nuestro y cree que defenderlo y ponerlo en valor equivale casi a convertir la
catedral en los establos de Augias.
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