

Yá saben ustedes: la obra del metrotrén, en Xixón, que
lleva más de cuatro años paralizada, tiene como dotación presupuestaria
cero euros.
El AVE, que iba a estar en Asturies para el 2009, según Zapatero, y que según después Blanco no iba a tener plazo "porque no le gustaba hacer de pitoniso", y que, más tarde (un mes tan sólo), según el mismo Blanco, iba a estar para el 2015, va a tener de presupuesto en el tramo Lena-Xixón cero euros. En una palabra, TAMPOCO VA A ESTAR EN EL 2015.

El tramo Unquera-Llanes, que lleva
parado desde 1997 y que, según el PSOE, iba a estar en dos años en cuanto ellos ganasen (y ganaron en el 2004), tiene
7 millones de euros en el 2010. En traducción: CON DIFICULTAD ESTARÁ EN EL 2012. Y eso que el tramo es "El espanto de España", con un montón de muertos y de accidentes acumulados, y con la mayoría de su recorrido limitado a 50 km/h.
Si a ello añadimos el peaje de El Huerna y otros muchos etcéteras, entenderemos por qué en Ferraz y en Santa Teresa recitan a diario una salmodia paródica de El Burlador de Sevilla:
"Por donde quiera que fui,
la razón atropellé
la buena fe escarnecí,
mi palabra la burlé
y a los votantes vendí.
Yo a Caborana bajé,
yo a Uviéu y Xixón subí,
yo per Cangas escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí."
Hasta ahí, cada uno es quien es: se disfraza en sus palabras y se traiciona en sus actos. El problema es que cuando les dicen a los de Ferraz y Santa Susana que un día los asturianos se van a despertar y les van a hacer pagar sus burlas, se carcajean y, con el Burlador de Tirso, dicen: ¡Qué largo me lo fiáis!
Y tienen razón, así que por qué no seguir riéndose, burlándose y traicionando la palabra dada.
Cada pueblo tiene el gobierno y los gobernantes que quiere tener.