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¡Que naide s'empixe!: Guicciardini

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Tale è la natura de' popoli, inclinata a sperar più di quel che si debbe, e a tolerare manco di quel che è necesario, e ad avere sempre in fastidio le cose presente.


O, con Ricardo León:

No hay nada nuevo bajo el sol: Las horas
son los bostezos del mortal hastío
de este viejo antañón. Cronos impío
devorador de noches y de auroras.
En vano al tiempo novedad imploras:
siempre el otoño sucedió al estío,
gemelos son tu corazón y el mío.
Ya el padre Adán lloró lo que tú lloras.
Hoy como ayer, y como ayer mañana,
todo es viejo y es triste: ociosa y vana
repetición de tópicos y antaños.
Aun el decirlo es vieja niñería;
de alguien más triste y viejo todavía
lo plagió Salomón ha tres mil años

POCAS SORPRESAS, MUCHAS NOVEDADES

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La participación en estas elecciones ha estado en la línea de lo esperado, no muy disímil a la de elecciones anteriores y a la media europea, si bien es cierto que en ese porcentaje ha pesado la alta concurrencia en Cataluña y Euskadi. Tampoco ha resultado una sorpresa el crecimiento de los partidos menores, ya que en estas elecciones es frecuente que el voto se disperse y que los electores castiguen a los grandes partidos con la abstención o con el voto a opciones menos deseadas en otro tipo de elecciones. Con todo, existe una novedad muy destacable, la obtención de cinco escaños por PODEMOS, una formación muy reciente y con pocos medios. Probablemente, en las próximas elecciones generales, más que en las autonómicas y municipales, volverán a tener un cierto peso.

PP y PSOE han perdido en total 17 escaños sobre las anteriores elecciones (18 sobre las del 2004). ¿Es ello una tendencia que se consolidará en el futuro? Seguramente en las elecciones dentro del ámbito español esa pérdida será bastante menor. Con todo, la proyección sobre unas elecciones generales dibuja un panorama inestable de gobierno y programas, que quizás esté reclamando escuchar a Felipe González. En cuanto a lo inmediato, el PP ha visto relativamente avalada su política y el PSOE ha fracasado en su intento de sobrepasar a la fuerza del Gobierno, al tiempo que se ve muy erosionado por la izquierda. En lo muy particular, Andalucía se muestra, una vez más, como el gran granero del PSOE; el PP tiene en Cataluña un auténtico agujero.

En Cataluña ERC ha superado a CiU (23,6% frente a 21,8%). Ello, más la alta participación en esa comunidad, supone un refuerzo para las posturas independentistas.

En cuanto a Europa, la derecha ha vuelto a ganar y las fuerzas de tipo nacionalista y con llamadas contra la inmigración han crecido en muchos países. Este último hecho debería obligar a una consideración muy seria sobre la política de inmigración europea, que hasta ahora ha estado guiada, al menos en la opinión que se oye, por el discurso de las alitas, el nimbo y las campanillas celestiales. Sobre lo que deben alertarnos los partidos llamados xenófobos y ultranacionalistas no es sobre su existencia, sino sobre el abundante número de personas de las clases medias y proletarias que se sienten abandonados por sus gobiernos y enfrentados con la población recién llegada. Esa cuestión no es solo producto de la crisis, tiene que ver con la distribución de los recursos, con crisis o sin ella, y con la miscibilidad de las distintas formas de ver y estar en el mundo, que son imposibles o muy difíciles a partir de ciertos porcentajes. Considerar este problema es una obligación inmediata para todos: de no hacerlo, las cosas podrán ir a peor.

Asoleyóse ayer llunes, día 26 na Nueva España

Si van votar, nun miren los artistes

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Acabo de velo na Voz de Galicia, nun artículu de Roberto L. Blanco Valdés, al que los remito (¿Piensa votar? ¡Pues pase de campaña!), porque nun sé si ye la edá o qué, pero mirar pa les campañes electorales da murnia, alloria ún y, al final, encurrina y ablaya. Toes (les campañes) y toos (los candidatos) son iguales: dicen tochures y bocayaes pa tochos y babayos. Y eso ye dafechamente deprimente.

Pero más deprimente ye pensar que, a lo meyor, nun tán enquivocaos, y que toes eses tochures y babayaes funcionen.

De toes maneres, como nun quiero que me tengan por fatu nin quiero tampoco empeorar la mio opinión (o sea, el mio conocimientu) de la triba humana, pues fago lo que fago: nun mirar pa ellos hasta la hora de votar. En cualquier casu, vayan facer vustedes lo que vayan facer, y como los tengo a toos por xente culta e intelixente, recomiéndo-yos lleer l'artículu de Roberto L. Blanco Valdés, y dempués, naturalmente, facer lo que-yos pete.