(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos)
No puedo creerlo
La participación de Indalecio Prieto y el PSOE en el frustrado golpe de Estado del 34
29.07.2016 | 04:01
Xuan Xosé Sánchez Vicente Hemos asistido este mes, con motivo de la exposición "Indalecio Prieto, la razón en marcha", a un relato hagiográfico del personaje. Así, Etelvino González publica en LA NUEVA ESPAÑA un artículo que lleva el título de "Indalecio Prieto, un genial político y un patriota español". El texto se constituye fundamentalmente sobre un listado de obras realizadas o programadas para Asturies por el político socialista durante su etapa de ministro de Obras Públicas, de lo que se deducen su atención para nuestro país y su capacidad gestora como responsable ministerial.
Aceptando su entusiasmo y aun su eficacia, hay que señalar que la política de obras públicas de su ministerio no hace más que continuar, en parte, lo ya puesto en marcha por Primo de Rivera y practicar lo que en aquella década constituirá la política de muchos estados (EE UU, Alemania, Italia): una intensa inversión pública, a fin de acabar con la crisis o paliar sus efectos. Más o menos valorable en sus dimensiones, pero nada nuevo, nada que no fuese consustancial a la época.
En su relato en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el 23 de julio, el presidente de la Fundación Indalecio Prieto, Alonso Puerta, manifestó, entre otras cosas, que "Indalecio Prieto fue maltratado en Asturies" y que "Hoy en día se reconoce a Indalecio Prieto como el mejor político asturiano del siglo XX".
¡No puedo creerlo! Repaso los textos y busco otras intervenciones en torno a la exposición -la del alcalde d'Uviéu, don Wenceslao, por ejemplo- y tienen todas el mismo tono hagiográfico y la misma cualidad de mito y embaucamiento: ni una palabra sobre la participación de Indalecio Prieto y el PSOE en el frustrado golpe de Estado del 34.
El golpe de Estado de octubre del 34 (que no pretendía, por cierto, una especie de restauración democrática, sino la implantación de una dictadura proletaria) propició un ambiente de guerra civil y fue un enorme desastre para Asturies: en lo material, con enormes destrozos y pérdidas, y en lo cultural; en lo humano: 1.196 muertos, 7 desaparecidos, 2.078 heridos, más los encarcelados o exilados; en lo político fue, además, un enorme embarcazu: una revolución que se pretendió general en España dejó solos a los asturianos.
El 34 tuvo además consecuencias sociales cuyos efectos se prolongaron más allá de la guerra [...................................................................................................................................................]
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