Este "ensiertu" es un sencillo homenaje a un hombre ejemplar en su conducta democrática y en su comportamiento moral.
Él fue uno de los más notables -su figura egregia, su "icono"- impulsores de la "Revolución de terciopelo", que liberó a Checoslovaquia, con uno de los regímenes comunistas más inflexibles y obcecados de los que cayeron en el otoño extraordinario de 1989.
Nacido en 1936, sobrevivió a la ocupación nazi para caer bajo el estalinismo, ya en 1948. Vetado su acceso a la universidad, trabajó en un laboratorio y de taxista, mientras iba a clase nocturna y cursaba estudios de dramaturgia por correspondencia. Pronto se convierte en un autor de éxito internacional y, cuando surgen la pronto fallida "Primavera de Praga", en 1968, Havel ya es un autor reconocido y celebrado.
En 1975 firma la llamada "Carta de los 77", denunciando que las declaraciones de liberalización del comunismo son una farsa y él, con otros de los firmantes, como Jan Patocka, Pavel Kohout, Zdenek Mlynar o Jiri Hayek, empiezan su peregrinación por las cárceles y su ostracismo civil.
Tras la caída del comunismo, esto es, del socialismo real, fue presidente de Checoslovaquia hasta su disolución y, asimismo, primero de la República Checa, hasta el 2003.
Tras la caída del comunismo, esto es, del socialismo real, fue presidente de Checoslovaquia hasta su disolución y, asimismo, primero de la República Checa, hasta el 2003.
Havel fue premio Príncipe de Asturias en 1997. Recordamos una de sus frases: «El que se acomoda con la injusticia o es indiferente ante la opresión es tan responsable como el que la comete».
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