Socializar la FP
Las carencias en el sistema educativo
Estos días ha finalizado el primer periodo de inscripción en los ciclos de formación profesional para el próximo curso y algunos datos que se desprenden tal vez deberían considerase como alarmantes.
Debería encendérsenos una alarma al observar que los ciclos formativos que pertenecen a las familias profesionales del sector servicios presentan una elevada demanda, mientras que los ciclos formativos del sector industrial tienen una preinscripción mucho más baja: el 70 por ciento de las demandas se corresponden con el sector servicios, con una media de 57 demandantes por ciclo formativo, mientras que en el sector industrial la media es de tan solo 12 demandantes.
No deja de ser curioso que nos encontremos en esta situación cuando, por ejemplo, en el ciclo formativo de Mecanizado del CIFP La Laboral, de 12 alumnos que hicieron la formación en centros de trabajo, 9 se han quedado trabajando en las empresas en las que la han realizado. La semana pasada la responsable de recursos humanos de un importante grupo empresarial del sector del metal en Asturias decía que todos los alumnos y alumnas que habían realizado la formación en centros de trabajo en su empresa se habían quedado a trabajar.
Las preinscripciones también proporcionan un dato que debería hacernos reflexionar: el 42% del alumnado que demanda una plaza en el sector servicios tiene menos de 18 años, mientras que para el sector industrial el alumnado menor de edad supone tan solo el 15%.
Debemos socializar la formación como profesional, sacarla de los centros y mostrarla al entorno:
1. Desde los centros de FP, mostrando lo que hacemos, porque además cumplirá una doble función, la de socialización y la de motivación por mostrar cosas bien hechas.
2. Desde los institutos de enseñanza secundaria, para enseñar otra alternativa posible para continuar con los estudios a todo el alumnado que cursa la enseñanza secundaria obligatoria (ESO) y no sólo a los que realizan programas de diversificación curricular, que es lo más frecuente.
3. Desde los agentes sociales, que deben dejar de insistir en hablar de la Formación Profesional dual como si nos fuese a librar de todos nuestros males, porque lo único que consiguen es hacer creer que el actual modelo es un fracaso (y no le es, pero sería largo de explicar aquí), y deben acercarse al modelo actual para mejorarlo en aquellos aspectos que se considere necesario.
4. Desde las instituciones, que deben facilitar el tránsito de la Formación Profesional de grado medio a grado superior con un curso de adaptación para aquel alumnado que lo demande, porque de esa forma elegir la vía de la Formación Profesional de grado medio no sería tan gravoso como lo es ahora y permitiría, a aquellas personas que lo desearan, continuar sus estudios sin sufrir una penalización temporal excesiva por haber elegido cursar Formación Profesional de grado medio.
Es necesario acertar en las estrategias para mejorar la Formación Profesional, porque de lo contrario, en breve, no tendremos personas cualificadas para trabajar en la industria que nos quede, viéndonos abocados a vivir de los servicios.
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