(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos)
L'aprecederu

Oricios o la naturaleza

El segundo año de veda arranca con una subida de precios

Xuan Xosé Sánchez Vicente 29.01.2018 | 03:37

Estamos en el segundo año de veda del oricio, como saben y sufren los pescadores deportivos. La veda fue establecida al comprobarse el descenso de las poblaciones de arcinos. De hecho, la captura de estos equinodermos ya había sido limitada a solo cinco kilos en los últimos años. ¡Quién lo iba a decir a aquellos antepasados nuestros de hace siete mil años que extraían de la mar lo que querían!

Pasado este segundo año se evaluará el estado de los campos de arancinos y, a partir de esos datos, se alargará la veda o se levantará. Parece que, por las primeras estimaciones, las cosas van bien, aunque no se sabe si será suficiente para levantar la veda.

Lo que sí ha ocurrido con el oricio es que ha subido su precio, pero no lo ha sido tanto por la veda (Asturies aporta poco al circuito comercial) cuanto por la competencia de otros mercados, pues aunque nuestra afición por el arcín es grande, existen otros lugares, en España y fuera de España, donde se aprecia. Las conserveras y la nueva cocina han añadido nuevos demandantes.

Ahora bien, la mengua del oricio no tiene mucho que ver con su pesca, sino, más bien, con los cambios en la mar, especialmente con la desaparición de las laminarias, que ha tenido su influencia negativa sobre peces y mariscos.

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