Sidra. ¿Don José María Osoro sabe de qué habla? (II)


Seguramente sí. Seguramente, don José María Osoro sabe de qué habla, pero no habla de lo que debe hablar.

¿Recuerdan ustedes la cuestión que ayer publicábamos, reiterando un artículo de M.J.IGLESIAS en La Nueva España? En resumen, que cada vez hay menos pumaradas.

Pero, ahora, vengamos a la realidad, y no a los discursos.

El kilo de manzana se paga, los años de bayura, a 25 céntimos de euro, a 30 los de escasez, esto es, a 41,60 pesetas los años de cosecha abundante, a 49,92 los años en que es escasa. Si suponemos una pumarada que dé un promedio de 8.000 kg (estaríamos hablando de casi un centenar y medio de manzanos), el rendimiento económico vendría a ser 2000 € (332.000 pta), en un caso, y de 2.400 (399.326 pta) € en otro. Ahora bien, salvo que el propietario recoja la manzana sin pagar jornales (acudiendo a sus fuerzas, las de los amigos y la familia -lo que es una actuación más "amateur" que profesional- habrá de pagar por recoger. Lo normal es que se vaya a medias con el "pañador" o, más bien, en los últimos tiempos, a dos terceras partes, lo que supone que los ingresos finales se queden en 1000 € (166.000 pta) o 1200 € (199663 pta). Puede también pagar -de aquella manera, esto es, sin pagar seguros ni declarar el pago al fisco- si hay quién quiera "pañar" la manzana. El precio -invariable sea cual sea el precio que el llagareru pague por la manzana- anda sobre los 12 céntimos de euro, con lo cual el costo del trabajo será (en cualquier caso, y en el mejor de ellos, repito) de 960 €.

En otras palabras, el rendimiento de la pumarada es escasísimo sólo con mirar el rendimiento final, los ingresos netos del propietario, de los que hay que descontar, además, y por supuesto, un detrimento más, el pago a la Agencia Tributaria.

Este es el verdadero problema del abandono de las pumaradas, aparte de la despoblación del campo, el envejecimiento y otros: la escasa rentabilidad del producto, aun en el caso de que haya mano de obra para recogerlo, que no se "atopa" siempre.

Ahora descuenten ustedes el valor de la inversión inicial, en la finca, en el arbolado y su plantación, las tareas anuales de siega, poda, eliminación de la poda, control de plagas, etc. y echen cuentas de cuál es el rendimiento efectivo de una pumarada. ¡Como para que la gente se vuelva loca plantando!

Por cierto, un par de pequeñas notas personales para el Conseyu de Denominación, la Asociación de Llagareros y otros responsables institucionales:

a) Estaría bien que se contestase a las consultas realizadas por correo electrónico. Estoy esperando desde hace un año y medio la contestación a una;

b) Podían cambiarse los requisitos para acogerse al registro de Denominación de Origen. ¿Qué sentido tiene que la condición básica no sean los árboles ni la producción, sino el número de díes de gües? ¿Es que acaso está ello pensado únicamente para los del chollo? ¿O es que, como siempre, aquí nadie sabe lo que legisla?

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