Hola:Entré en Cervantes por la novela. Había cinco mesas con las novedades y no estaba en ninguna. Pregunté por él, miró en el ordenador y dijo:
-Ahora se lo doy,si lo encuentro.
Estaba en una estantería pero en segunda fila. Salí cabreada porque no me atreví a decirle que por qué no estaba más a la vista. Espero que el día de la presentación lo esté. Me acaba de llegar lo de Baldomero.Gracies
En realidad, se comportan como la mayoría de los asturianos: lo de aquí no tiene importancia alguna (si acaso, se considera una extravagancia); lo que tiene importancia es lo de fuera.
No digo yo que mi novela sea excelente, ni siquiera que sea regular, pero, ¡hombre!, novedad sí que debe de ser, pues acaba de salir hace menos de tres días. Y que, ya que es asturiana, por lo menos un requexín... entre las cinco mesas de novedades. Pero no: al culo del mundo, y ahí, a la retaguardia del culo.
No lo tomo a mal. ¡Asturianaes!, como yo digo. Eso es lo que somos. Eso sí, luego pasamos el día diciendo que nadie nos ayuda y exigiendo al Estado central que nos igüe lo que nosotros desiguamos, o lo que no sabemos ni queremos iguar.
Esto sí que son nuestras señas de identidad: no busquen otras.
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