(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos)
Un respeto, señor Sánchez
La exclusión de Asturias del debate sobre "nación" y "plurinacionalidad"
Xuan Xosé Sánchez Vicente 02.08.2017 | 03:59
Un respeto, señor Sánchez
Ilmo. Sr. don Pedro Sánchez:
Desde que usted ha resucitado, como Lázaro, de entre los muertos anda recorriendo España repartiendo títulos de "nación" a unos y negándosela a otros. Se lo ha dado a Cataluña y se lo ha ofrecido, para Euskadi, a Urkullu, como una bacante. Ya sé que tal calificación ni por asomo piensa dársela a Asturies. Le diré por qué eso es una ofensa para los asturianos, y algo más.
Pero he de hacer patente, en primer lugar, ya no que ni usted ni los suyos saben qué significa el término "nación", como le dejó claro en su día su ahora secretario de Política Federal, Patxi López (¡qué firmeza de principios!), sino que ni siquiera saben lo que quieren decir ustedes cuando dicen "nación" o "plurinacionalidad", términos que eructan a todas horas. He dicho "lo que quieren decir", no lo que quieren hacer, porque eso sí lo saben: no pretenden solventar ningún conflicto colectivo, sino propiciar el acúmulo de votos para ustedes. Es una finalidad particular, no para el interés común.
Pero supongamos que hay un punto de verdad en algunas de sus afirmaciones y que por "nación" quieren decir "nación cultural", como a veces mantienen. Si es así, al excluir a Asturies y los asturianos de esa categoría, cometen un enorme desprecio hacia nosotros.
Asturies es la nación (y el Estado, en su momento) más antiguo de todas cuantas puedan ser en España. Es más, gracias a ella, a la nación y al Reino de Asturies, existen hoy la libertad y la democracia en la Península (y tal vez en Europa), y por ello sus Adriana Lastra o Cristina Narbona no han de llevar el pelo oculto en público (o cosa tal vez peor) y pueden ser, en igualdad con usted, personajes públicos en representación de la voluntad popular. Y, por darle alguna información más: el Poema de Almería (en torno a 1147) señala que acude al combate "la nación asturiana" con sus tropas, junto a otras del Reino; la Crónica Pelayana afirma que los asturianos se habían convertido en el pueblo elegido por Dios ("Escoyó Dios Asturies y per tol redol d'Asturies punxo unos montes firmísimos, y ye'l Señor el protector del so pueblu dende entós, agora y mientres el mundu durar"); el testamento del Rey Casto proclama que la victoria de Pelayo "defendió enalteciéndolo al pueblo asturiano y cristiano" (asturiano, no otro). Y, finalmente, en la construcción de la Muralla de Adriano (siglo I) en Inglaterra, se halla el Ala Primera de los Ástures ("Asturians", escriben los historiadores ingleses) en lo que es hoy Benwell, y la Segunda de los Ástures, en el actual Chesters. Significativamente, la Primera Cohorte de Hispanos ("Spaniards") tiene su ubicación en otro lugar de la misma línea defensiva. ¿Más identidad nacional?
Y en lo referente a otros aspectos culturales: es tanto o más el milagro de nuestro arte asturiano que cualquier otro; nuestra gaita que cualquier txistu; los melismas de nuestra tonada que los de cualquier otro canto; nuestra bebida nacional y el arte de escanciarla, singulares, etc. Tenemos nuestra lengua como otros territorios; nuestra literatura viene cultivándose desde el XVII sin interrupción. [.................................................................................................................................]
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