Con Francisco de Quevedo y Villegas: Reflexón d'entamu d'añu
SIGNIFÍCASE LA PROPRIA BREVEDAD DE LA VIDA, SIN PENSAR,
Y CON PADECER,
SALTEADA DE LA MUERTE
¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
¡Poco antes, nada; poco después, humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!
Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
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