«Siempre he votado, como un caballero, lo que me ha ordenado mi partido; nunca, como un canalla, lo que me ha dictado mi conciencia»
No está mal, ahora que tantas tonterías se dicen sobre la política, los políticos y la independencia de los cargos públicos con respecto a los partidos.
He ahí una reflexión para los del aduar, sus mamporreros y el enjambre tertulianesco.
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