(Trescribo, como davezu, los primeros párrafos.)
Muletazos con banderas
La fijación de la izquierda con las enseñas, especialmente la de la II República
21.04.2016 | 04:07
Xuan Xosé Sánchez Vicente Estos chicos de la izquierda tienen una especial fijación con las banderas (con los "trapos" dirían a propósito de las banderas a las que no son afectos). Una gran parte de ellos agitan con fervor la bandera de la II República o la exhiben como insignia en sus despachos o en los locales de sus mítines. En verdad, uno no acaba de entender esa relación tan simbólica como emocional. En primer lugar, porque no es capaz de ver por qué una hipotética III República necesitaría arrumbar la actual enseña, como si lo importante de ese nuevo régimen no fuesen sus contenidos constitucionales, sino los colores de su bandera. Hay mucho de adolescente en ese apego al "trapo", como una especie de bálsamo de Fierabrás de los males del pasado, del presente y del futuro.
Tampoco se entiende muy bien su admiración por aquella República, tan desastrosa en lo económico, tan llena de violencia desde el primer día, tan sectaria en unos y otros, tan dividida entre los mismos republicanos, llena de pronunciamientos e intentos de golpes de Estado desde la izquierda y desde la derecha. ¿Para qué seguir? Ya sé que se han inventado un cuento infantil sobre aquella época, que vendría a ser, por resumir, algo tan magnífico y milagroso como aquella Jauja que Marirreguera describía: "Les parres dan-yos vinu a cantaraes, son la fruta más ruin melocotones [?] y, en fin, al añu dan tantes paciones y revicia'l ganáu tanto nelles, que antes d'un añu paren les nuvielles". Pues así, poco más o menos. Pero a mí me gustaría saber en qué sola cosa (dejando aparte, obviamente, la propia Jefatura del Estado, si tal se quiere) es mejor aquella constitución que la nuestra de hoy.
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Pero no acaba ahí la cosa, en el Ayuntamiento de la capital y en otros muchos ayuntamientos de España se ha producido en las últimas semanas una nueva reacción emocional, esta vez sobre o contra la bandera de Europa: [....................................................].
Entendamos bien lo que eso significa: esas mayorías concejiles tratan esas banderas como si fuesen las de un Estado extranjero al que castigan por desacuerdo con su proceder. Ahora bien, Europa no es un Estado extranjero, Europa es España, Europa son las autonomías españolas, Europa son cada uno de los ayuntamientos y ciudadanos españoles. [.................................................................]
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